El Palacio de Holyroodhouse, más conocido como Holyrood Palace, fundado como monasterio por David I en el año 1128, ha servido como principal residencia de los reyes y reinas de Escocia desde el siglo XV. El palacio se levanta en Edimburgo al final de la Royal Mile («Milla Real»). El Palacio de Holyroodhouse es la residencia oficial de la reina Isabel II en Escocia, donde pasa, habitualmente, una temporada a principios de verano.
Holyrood es la palabra anglicanizada de las escocesas Haly Ruid («Cruz Sagrada»).
El palacio está lleno de pasadizos secretos, túneles y sótanos.
Abadía
La Abadía Agustina en ruinas que está en los terrenos del Palacio fue construida en 1128 por orden del rey David I de Escocia. Ha sido la sede de muchas coronaciones reales y matrimonios. El techo de la abadía se cayó en el siglo XVIII, dejándola en su estado actual, una ruina.
La Abadía fue adaptada como capilla para la Orden del Cardo por el Rey Jacobo VII (y II de Inglaterra), pero fue destruida por unos saqueadores. En 1691 la Kirk de Canongate reemplazó a la Abadía como iglesia parroquial, donde la Reina va a misa cuando está en el Palacio.
Palacio
En el siglo XV había una casa de invitados en el mismo lugar donde hoy está el ala norte del Palacio, al oeste de la Abadía y su claustro. Muchos de los reyes de Escocia estuvieron allí antes de la construcción del Palacio, y para finales del siglo XV Holyrood ya era una residencia real de pleno derecho; no solo Jacobo II nació en Holyrood en 1430, fue en Holyrood donde fue coronado, donde se casó y donde descansan sus restos. Entre 1498 y 1501, Jacobo IV construyó un nuevo edificio, convirtiendo a Holyrood en un palacio en todo sentido de la palabra.
El Palacio fue construido alrededor de un patio, situado al oeste del claustro de la Abadía. Contiene una capilla, una galería, los apartamentos reales, y un gran salón. La capilla ocupaba la actual ala norte del Gran Patio, con los apartamentos de la Reina ocupando parte del ala sur. El ala que está al oeste contiene los aposentos del Rey y la entrada al palacio. Él mismo supervisó la construcción de una puerta de dos pisos, cuyos fragmentos sobreviven en la Abadía. Jacobo V añadió el empiece de la actual torre noroeste, entre 1528 y 1536. En esta torre está la famosa habitación que una vez ocupara María, Reina de los Escoceses.
El artesonado del techo de madera de las habitaciones principales es del tiempo de María y los monogramas MR (Maria Regina) e IR (Jacobus Rex) se refieren a María y su hijo, Jacobo VI. Se cree que los escudos que conmemoran la boda de María y Francisco II de Francia, fueron tallados en 1559 pero puestos en su posición actual en 1617. Esta sala contiene una cámara de audiencias y la habitación de la Reina. Fue en la habitación de la torre norte, donde se cometió el asesinato de David Rizzio en presencia de María, el 9 de marzo de 1565. En los siglos siguientes, los turistas estaban convencidos de que podían ver su sangre en el suelo.
Después de que Jacobo VI se convirtiera en Rey de Inglaterra en 1603 y se mudara a Londres, el palacio ya no volvió a ser sede permanente de la corte. Jacobo lo volvió a visitar en 1617 como lo hizo Carlos I de Inglaterra en 1633, cuando fue coronado Rey de Escocia en la Abadía de Holyrood.
En 1650, ya fuera por accidente como por diseño, el palacio ardió durante la visita de Oliver Cromwell y sus soldados. Cromwell reconstruyó el palacio, pero esta reconstrucción no aguantó y Carlos II de Inglaterra reconstruyó el palacio devolviéndolo a su estado original entre 1671 y 1679. Jacobo VII y II vivió en Holyrood entre 1679 y 1682 cuando todavía era Duque de York.
Después de 1707, el Palacio se usó durante las elecciones de los representantes nobles. Tras la Revolución francesa, Jorge III permitió al hermano menor de Luis XVI, el Conde de Artois vivir en Holyrood. Tras su segundo exilio, la realeza francesa vivió otra vez en Holyrood entre 1830 y 1832 cuando se mudaron a Austria.
En tiempos modernos, los monarcas han pasado al menos una semana al año usando como corte el Palacio en Edimburgo. La reina actual todavía lo usa cuando está en Escocia para acontecimientos de Estado (si no son ocasiones de estado, se aloja en Balmoral). Su uso se ha incrementado desde la restauración del parlamento escocés en 1999, albergando ocasionalmente a miembros de la familia real, en concreto el Príncipe Carlos y la Princesa Ana. Hubo una época en la que se pensó que un miembro de la familia real, la Princesa Real (que tiene fuertes vínculos escoceses), se convertiría en residente permanente del Palacio como representante de la Reina; pero esto no fue más que un rumor. En el Palacio la Reina se reúne y nombra al Primer Ministro de Escocia. Durante la presidencia británica de la Unión Europea, se celebró aquí una reunión del Consejo Europeo.
Cuando el Palacio no está habitado por la Reina u otro miembro de la familia real, está abierto al público.
Leyenda
Se dice que mandaron a un soldado a investigar por los túneles del Castillo para ver si tenía conexión directa con el palacio. Éste se perdió y nunca más se supo de él. Entre las paredes del castillo se suele oír un cántico que entonaba aquel soldado.
Las ruinas del Palacio de Linlithgow (en inglés Linlithgow Palace) están situadas en la ciudad escocesa de Linlithgow, en el condado de West Lothian, a 24 kilómetros al noroeste de Edimburgo.
Una residencia real existió en este mismo sitio en el siglo XII, que fue reemplazada por una fortificación llamada 'The Peel' (La cáscara) en el siglo XIV durante el reinado de Eduardo I. El lugar era un perfecto emplazamiento militar que se encargaba de la seguridad de la ruta del Castillo de Edimburgo al de Stirling.
En 1424, el pueblo de Linlithgow fue parcialmente destruido por un enorme incendio. El rey Jacobo I de Escocia comenzó la reconversión de la fortaleza en una gran residencia palaciega para la familia real escocesa. Durante los siglos posteriores, las reformas lo fueron dotando formalmente de una estructura singular. Fue remodelada en numerosas ocasiones en los diferentes reinados de Jacobo III, Jacobo IV y Jacobo V, el cual nació en el palacio en abril de 1512. Este último le añadió la puerta de entrada exterior y una elaborada fuente ornamental. María I de Escocia también nació en el palacio en diciembre de 1542 y ocasionalmente residió en él durante su reinado. Después de la unión de las dos coronas (inglesa y escocesa) en 1603, la corte real se estableció en Inglaterra y el palacio cayó en desuso. Aunque Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra reconstruyó el ala norte entre 1618 y 1622, el único monarca que visitó Linlithgow después de esa fecha fue Carlos I, que pasó una sola noche allí en 1633. La última gran oportunidad en el palacio llegó en septiembre de 1745, cuando el príncipe heredero Carlos visitó Linlithgow, aunque ni siquiera pasó la noche en él. Se cuenta que para la ocasión la fuente manó vino en conmemoración del ilustre visitante. El ejército del duque de Cumberland quemó la mayor parte de los edificios del palacio en enero de 1746.
Linlithgow, ya en ruinas, ha sido conservado y restaurado desde el siglo XIX y forma parte de la ruta turística de la Escocia histórica, abriendo sus puertas a los visitantes durante todo el año.
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