Hijo de Porfirio, Lucio, que al igual que muchos cristianos se encontraba sufriendo pena de destierro por orden del emperador Treboniano Galo, pudo regresar a Roma tras la muerte de este en mayo de 2531 y ser elegido sucesor del papa Cornelio.
Su pontificado fue muy breve ya que falleció el 5 de marzo de 254 y durante el mismo continuó la política de su predecesor contra los novacianos.
Hombre de rigurosas costumbres prohibió la cohabitación entre hombres y mujeres que no fuesen consanguíneos, e impuso a los eclesiásticos la obligación de no convivir con las religiosas que les daban hospitalidad por sentimientos caritativos.
Aunque en los martirologios aparece como mártir, no parece que sufriera martirio alguno ya que en dicha fecha, bajo el gobierno del emperador Valeriano, los cristianos eran tratados benevolentemente.
San Lucio I | ||
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Papa de la Iglesia católica | ||
25 de junio de 253-5 de marzo de 254 | ||
Predecesor | Cornelio | |
Sucesor | Esteban I | |
Información personal | ||
Nombre | Lucio | |
Nacimiento | ¿?, Roma (Italia) | |
Fallecimiento | 5 de marzo de 254jul. Roma, Italia |
4 de marzo
SAN LUCIO I. PAPA Y MÁRTIR Vidas de los Santos de A. Butler
Al principio del pontificado de Lucio, el emperador Galo continuó la persecución iniciada por Decio. El Papa fue desterrado a un sitio del que los anales no conservan memoria, pero el destierro duró poco tiempo ya que Galo murió ese mismo año, y le sucedió Valeriano, más favorable a los cristianos. A su vuelta, Lucio fue aclamado por el pueblo, que salió a recibirle triunfalmente. Con esa ocasión san Cipriano le escribió una carta de felicitación, diciéndole que no por haber sido preservado por Dios de la muerte, como los jóvenes lo fueron de las llamas del horno, ha perdido la palma del martirio. San Cipriano añade: «No cesamos de ofrecer sacrificios y oraciones a Dios Padre y a su Hijo Jesucristo para darle gracias y suplicarle que, puesto que da la perfección en todo, perfeccione también en ti la gloriosa corona de tu confesión. Tal vez al destierro no fue sino para mostrarte que tu gloria debe brillar a los ojos de todos, pues es conveniente que la víctima, que debe a sus hermanos ejemplo de virtud y fe, sea sacrificada delante del pueblo». En otra carta que escribió al Papa Esteban, san Cipriano dice que san Lucio condenó a los herejes novacianos que rehusaban la absolución y la comunión a los pecadores arrepentidos.
Según Eusebio, san Lucio sólo ocupó la cátedra pontifical ocho meses. Durante muchos siglos se lo tuvo como «martirizado en la persecución de Valeriano», pero es positivamente cierto que murió antes de que empezara dicha persecución y es muy poco probable que haya muerto martirizado. El cronista del año 354 no nombra a san Lucio en la «depositio martyrum», sino en la «depositio episcoporum», en tanto que los restos de la inscripción, descubierta por De Rossi en las catacumbas, no mencionan su martirio.
Se dice que en Bolonia se conservan algunas reliquias de san Lucio. En la catedral de Roeskilde, cerca de Copenhague, se veneró durante largo tiempo la cabeza de este Papa, que era el patrono de la ciudad. Pero muy probablemente, tanto las reliquias de Dinamarca como las de Bolonia, pertenecen a otros dos santos del mismo nombre. San Lucio fue sepultado en la catacumba de San Calixto; pero sus restos fueron trasladados más tarde a la iglesia de Santa Cecilia, por orden de Clemente VIII, y ahí se conservan todavía.
Marcelino (* Roma, ¿? – † 26 de abril de 304). Papa n.º 29 de la Iglesia católica de 296 a 304. Hijo de Proyecto fue elegido papa durante el gobierno del emperador Diocleciano, que persuadido por su césar Galerio, emitió un edicto contra la cristiandad por el que se expulsaba a los cristianos del ejército, se confiscaron las propiedades de la Iglesia cerrándose o destruyéndose sus templos, se profanaron y quemaron los libros y vasos sagrados para, finalmente, tras dos incendios en el palacio del emperador cuya autoría se atribuyó a los cristianos, sentenciar a muerte a los que no apostataran de su fe.
Durante esta persecución Marcelino fue acusado por los donatistas de haber ofrecido sacrificios e incienso a los dioses paganos y de haber entregado los libros sagrados a las autoridades romanas. Estas acusaciones fueron posteriormente rebatidas por Agustín de Hipona.
Aunque la tradición cristiana lo considera mártir tras ordenar Diocleciano que fuera decapitado, Marcelino no figura como tal ni en el Martyrologium hieronymianum, ni en el Depositio episcoporum, ni en el Depositio martyrum.
San Marcelino | ||
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Papa de la Iglesia católica | ||
30 de junio de 296-26 de abril de 304 | ||
Predecesor | Cayo | |
Sucesor | Marcelo I | |
Información personal | ||
Nombre | Marcelino | |
Nacimiento | ¿?, Roma (Italia) | |
Fallecimiento | 2 de abril de 304jul. Roma, Italia |
San Marcelino
Papa
Biografía
San Marceino, en latino Marcellinus, fue el papa 29º de la Iglesia católica desde el 30 de junio del 296 hasta el 25 de octubre del 304. Es el santo del día 26 de abril
Marcelino nació en Roma. El Catálogo liberiano de los papas recondujo que se volvió obispo de Roma el 30 de junio de 296, hasta el año 304. Estas son fechas, aceptadas por el autor del Liber Pontificalis.
De su pontificado, que duró 8 años, nada fue reportado. Sin embargo, gracias al epitafio de la tumba del Diácono Severo en las Catacumbas de San Calisto se ha podido saber que en aquel período el cementerio principal de Roma fue ampliado con nuevas habitaciones sepulcrales. Ésto ocurrió antes del principio de la “Gran Persecución” de Diocleciano, durante el que las catacumbas de San Calisto, como los otros lugares de reunión pública de la comunidad cristiana de Roma, fueron confiscados.
El reconocido Giovanni Baptista creyó que los cristianos, en este período, frecuentaban las principales catacumbas para proteger de la profanación las numerosas tumbas de los mártires que allí descansaron.
El Cesar Galerio llevó el movimiento pagano al choque con la cristiandad en el año 302, y el año siguiente logró convencer a Diocleciano del peligro que los cristianos representaban al Estado. Vista la oportunidad, gracias a dos incendios del edificio real, empujaron definitivamente al emperador, inicialmente reacio, a emitir el primer edicto de persecución.
Los soldados cristianos tuvieron que dejar al ejército, las propiedades de la iglesia fueron confiscadas y los libros sagrados fueron destruidos, las celebraciones religiosas fueron prohibidas y los cristianos tuvieron que elegir entre rechazar su religión o ser condenados a muerte. La misma mujer de Diocleciano, Prisca y la hija Valeria, ambas cristianas, fueron obligadas a hacer sacrificios a las divinidades paganas.
Muerte
La persecución de Diocleciano, cuyos severos edictos contra los cristianos fueron hechos ejecutar ejecutados por Maximiano, quien llevó a grandes problemas a la Iglesia de Roma después del 303. Marcelino murió en el segundo año de la persecución, entre el 304 y el 305, muy probablemente fue una muerte natural. Ninguna fuente del IV o del V siglo lo mencionó como mártir. Por lo tanto este papa sufrió la persecución pero no el martirio.
Recibió acusaciones de haberse salvado de la persecución ofreciéndoles los libros Sagrados a los dioses paganos, pero sin embargo nunca hubo ninguna prueba, y el mismo San Agustín lo defendió.
La fecha de su sepultura fue registrada al 26 de abril del 305, veinticinco días después de su muerte, por lo tanto el 26 de abril se celebra su fiesta, y el 1º de abril sería la fecha de muerte. Hay ciertas dudas sin embargo si fue mártir o no.
Sus restos fueron inhumados en el cementerio de Priscila, sobre la Calle Salaria, cerca de la cripta del mártir Crescenzio. Las catacumbas de Calisto, el cementerio oficial de la Iglesia de Roma, dónde por décadas fueron enterrados los predecesores de Marcelino, estuvieron evidentemente secularizadas durante la persecución, mientras que las catacumbas de Priscila, pertenecientes a la familia de los Acilii Glabriones, fueron a disposición de los cristianos.
Santidad
La tumba de Marcelino se volvió muy pronto objeto de veneración. Esto lo testimonia el Liber Pontificalis. En uno de los itinerarios de las tumbas de los mártires romanos del siglo VII es mencionada expresamente entre las sagradas tumbas del cementerio de Priscila. Durante las excavaciones efectuadas en esta catacumba, fue identificada la cripta de Crescenzio, que estuvo junto a la de San Marcelino, pero no ha sido hallado ningún monumento que hiciera referencia a este papa, por tanto el lugar de su sepultura es todavía incierto. Se demuestra que ya en aquel período era venerado como mártir. A pesar de eso, su nombre compareció, por la primera vez, en el martirologio de San Beda.
Es el santo del día 26 de abril.
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