Reino Protoctista
Myxomycota, Mycetozoa o Mixomicetes es un grupo peculiar de protistas denominados comúnmente mohos limosos, hongos Reptantes o gelatinosos o mucilaginosos, , son masas protoplasmáticas con varios núcleos, que se mueven como una amiba gigante. Toman tres formas distintas durante el transcurso de su vida. Inicialmente tienen forma de ameba unicelular que se mueve mediante seudópodos o flagelos dependiendo de la cantidad de agua en el medio.
Se trata de unos seres fascinantes, distribuidos por todo el mundo, y que aparecen en multitud de hábitats adoptando formas a veces de gran tamaño y bastante llamativas. Se alimentan de bacterias, materia orgánica, esporas de otros hongos, levaduras, a medida que se va desplazando por el sustrato, ya sea hojarasca, ramillas en descomposición, como Diachea leucopodia, o la misma hierba de un prado. A diferencia de los mohos anteriores, los mixomicetes forman verdaderos plasmodios, en los que hay una pérdida de la individualidad de las células al perder sus paredes celulares al fusionarse; además, en su ciclo vital producen células flageladas, y las esporas están recubiertas de galactosa en lugar de celulosa.
Bajo ciertas condiciones, como cambios en el medio, forman masas gelatinosas que se deslizan lentamente por el suelo. Esta es la etapa que normalmente se observa como moho mucilaginoso. Por último, el moho desarrolla un cuerpo fructífero que forma esporas, superficialmente similar a los esporocarpos de los hongos.
Los mixomicetos fueron antiguamente considerandos hongos por los micólogos y amebas por los zoólogos, clasificándose como Myxomycota (mohos mucilaginosos) o Mycetozoa (animales fungosos), respectivamente. Ambos nombres todavía se utilizan entre los diversos grupos de especialistas. Varios otros protistas que forman agregados celulares tales como Percolozoa, Labyrinthulomycetes y Phytomyxea se incluían en el pasado, pero ahora el taxón Myxomycota se reserva para los verdaderos mohos mucilaginosos y sus parientes.
Los plasmodios son útiles para estudiar el flujo citoplásmico. Se ha observado que los flujos de citoplasma pueden encontrar un camino a través de los laberintos celulares separándose y eligiendo el camino más corto, un ejemplo interesante de tratamiento de información sin un sistema nervioso. Dictyostelia, por su parte, se utiliza como ejemplo de comunicación y diferenciación celulares, ayudando a comprender el desarrollo de los organismos multicelulares.
El ciclo vital de un mixomicete comienza con la liberación de las esporas, las cuales, al madurar y germinar pueden producir mixamebas o células flageladas, llamadas mixoflageladas o células en enjambre, que dependiendo de las condiciones ambientales pueden pasar de uno a otro estado. Ambos tipos celulares son capaces de adoptar el papel de gametos y fusionarse originando un cigoto uninuclear diploide ameboide; éste comienza a crecer, ya sea mediante divisiones del núcleo como mediante la fusión de otros plasmodios, y a medida que va desarrollándose va alimentándose mientras repta por el sustrato; en este estado es incluso capaz de trepar por hierbas e incluso ramas de árboles.
Cuando alcanza cierto grado de desarrollo se produce el desarrollo del cuerpo fructífero, estructura que es la que produce la masa de esporas con la que se cierra el ciclo. Tanto el plasmodio como el cuerpo fructífero pueden tener coloraciones llamativas, como azules y amarillas, que las hacen bastante vistosas, como el caso de Fuligo septica, en la fotografía derecha. Los mixomicetes pueden desarrollar los siguientes tipos de cuerpos fructíferos, también llamados esporóforos:
- Esporangios, como los que presenta Diachea leucopodia en la fotografía anterior, que es el más común. Aparecen próximos unos a otros y sobre un sustrato que previamente había sido cubierto por el plasmodio. Este esporangio consta de una pared externa, generalmente calcárea, llamada peridio, y un pedúnculo que actúa de soporte y tiene una porción que se introduce también en el esporangio, la columnela; dentro del propio esporangio hay una red de filamentos estériles, el capilicio, sobre los que se desarrollan las esporas.
- Etalios, como los que presenta Fuligo septica en la fotografía superior. Son de gran tamaño, gruesas, con forma de bola o almohadilla. Aquí, los esporangios no han adquirido la individualidad del caso anterior y por tanto no aparecen separados; sin embargo, el cuerpo completo aparece rodeado de un peridio externo protector. Si cuando están maduros raspamos un poco este peridio dentro se aprecia una masa negra que corresponde a las esporas. También Lycogala y Mucilago crustacea forman estas fructificaciones.
- Pseudoetalios: se trata de esporangios individuales que por su proximidad pueden semejar un cuerpo fructífero único, pero nunca están fusionados como en los verdaderos etalios. Aparece en géneros como Dictydiaethalium y Brefeldia.
- Plasmodiocarpos: se trata de un cuerpo fructífero sésil y muy ramificado, con formas anulares o reticulares que se forma cuando un plasmodio se repliega a sus venas principales durante la fructificación. Un ejemplo de estos cuerpos son los que presenta Hemitrichia serpula.
En el interior de esto cuerpos fructíiferos se forman las esporas, que en un principio son uninucleadas y diploides, pero luego, mediante meiosis, se originan 4 núcleos de los que 3 abortan, quedando sólo uno haploide. Se dispersan al romperse el peridio y en algunas especies, los filamentos del capilicio, higroscópicos, son capaces de realizar fuertes movimientos que ayudan a esta dispersión.
Cuando las condiciones se hacen desfavorables es posible el desarrollo de una estructura de latencia, el esclerocio.
Los rizópodos o sarcodinos a un conjunto heterogéneo de protistas unicelulares, desnudos o cubiertos por una teca o caparazón, que emiten seudópodos, apéndices deformables y más o menos efímeros, formados por expansión de la superficie celular. Utilizan estos seudópodos para desplazarse o para capturar el alimento sólido. Son los más sencillos de los protozoos, aunque quizá no los más primitivos de los actuales, poseen la capacidad de enquistarse. Son parásitos, de vida libre, acuáticos, terrestres P Ej. Amibas, Foraminíferos, Radiolarios.
No es un grupo natural (de parentesco) y no tiene ya presencia en las clasificaciones modernas, pero se lo sigue citando en textos elementales como clase de un filo llamado protozoos. Comprendía a los amébidos, foraminíferos, radiolarios y heliozoos. La especie típica es la ameba Amoeba proteous. Algunos poseen esqueletos internos o externos calcáreos o silíceos. Poseen vacuolas digestivas y contráctiles, son heterótrofos, se alimentan por fagocitosis (amebas).
Los rizópodos, también conocidos como sacodarios y sacodinos, son una clase de protozoarios unicelulares, de membrana finísima o ausente, lo que les permite cambiar de forma mediante la emisión de seudópodos, su característica principal, que utilizan para desplazarse o para capturar el alimento sólido.
Se reproducen por división binaria o bipartición, o múltiple, directa o indirecta y, a veces, por conjugación.
Algunos poseen caparazones protectores calizos, silícicos o formados por granitos aglutinados.
La inmensa mayoría hacen vida libre, en el mar o en las aguas dulces; por también los hay de tierra húmeda y parásitos o comensales de los animales superiores.
Son los más sencillos de los protozoos, aunque quizá no los más primitivos de los actuales, y se agrupan en los órdenes de los amébidos, foraminíferos, radiolarios y heliozarios.
Clase Rhizopoda (Rizópodos o Sarcodinos)
Se caracterizan por la presencia de extensiones deslizantes de citoplasma denominadas seudópodos, que se utilizan en la alimentación y locomoción. Los seudópodos reciben diferentes nombres según su forma y estructura. Todavía es incierto el mecanismo que hace a los seudópodos deslizarse y cambiar de forma, pero es probable que se trate del doblamiento o deslizamiento simultáneo de ciertas proteínas. Aunque sus organelos siguen siendo relativamente simples, muchos Sarcodinos adquirieron por evolución esqueletos complejos. Las diversas clases de Sarcodinos se diferencian por la naturaleza de sus esqueletos y seudópodos. Las Amebas se subdividen en: Amebas testadas, que poseen una cubierta tipo concha, y Amebas desnudas, las cuales no poseen ninguna cubierta. Los Foraminíferos, que en su mayoría son Sarcadinos marinos bentónicos, poseen una testa calcárea que por lo general es multilocular. Una sola abertura de buen tamaño, permite la proyección del citoplasma que llega a cubrir el exterior de la testa a partir de ese citoplasma extendido surgen largos seudópodos, delgados y a menudo en anastomosis que se emplean para la captura de alimento y la locomoción. Los Heliozoarios son Sarcodinos, esféricos, con simetría radial, planctónicos y bentónicos que están restringidos en su mayor parte a la vida en el agua dulce. Estos organismos usan largos seudópodos radiales, parecidos a agujas (exópodos), para la captura de alimentos los exópodos salen del interior o médula y se extienden a través de una corteza ectoplasmática externa que por lo general es vacuolada, ésta corteza suele tener un esqueleto silíceo formado por placas, tubos y agujas. Los radiolarios son Sacodinos marinos, plantónicos, con cuerpos específicos y con seudópodos radiales. Una pared capsular orgánica separa la corteza central del citoplasma extracapsular. Los radiolarios ostentan complejos esqueletos de dióxido de sílice o sulfato de estroncio, que se localizan dentro del citoplasma extracapsular y están organizados como esferas transparentes de enrejados, con espinas radiales o como ambas cosas. Tanto los foraminíferos como los radiolarios son importantes contribuyentes en la formación de profundos sedimentos marinos. En este grupo aparecen individuos de vida libre y parásitos. Entre los más conocidos se encuentran: · Amoeba proteus. Especie de vida libre. · Entamoeba histolytica. Parásito que produce la disentería amebiana. · Entamoeba gingivalis. vive en la boca de mamíferos, es comensal. · Nummulites. Foraminífero fósil. |
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