historia natural

Artrópodos.

Animales celomados de simetría bilateral, con el cuerpo segmentado cubierto por un exoesqueleto quitinoso, y dotados de patas articuladas. Comprende los insectos, los ciempiés, los crustáceos, las arañas y los escorpiones.

1. Organización. EL CUERPO de los artrópodos se compone de una serie lineal de anillos o segmentos, cada uno de los cuales lleva o puede llevar un par de patas o apéndices articulados, esto es, formados de varios artejos (Fig. 132)

Figura 132. Un artrópodo (el insecto Machilis), aumentado. I-III segmentos del tórax. 1-10 segmentos del abdomen. De Boas.

En la parte anterior del cuerpo hay siempre una región, la cabeza, que lleva la boca y algunos órganos de los sentidos y está formada por varios segmentados soldados. Los restantes segmentos pueden ser todos iguales (como en los ciempiés) o diferenciarse por regiones, formando, en general, un tórax (I- III) y un abdomen (1-10). El cuerpo y sus apéndices están siempre cubiertos por una cutícula formada por una sustancia llamada quitina, segregada por la epidermis. En general, la cutícula es muy espesa y rígida, así que forma una especie de coraza o esqueleto externo (exoesqueleto) que protege al cuerpo y da inserción a los músculos. Únicamente es delgada y flexible en las articulaciones, para permitir los movimientos.

La rigidez de la envuelta quitinosa, que no consiente el aumento de volumen del animal, determina que todos los artrópodos experimenten mudas durante su crecimiento: periódicamente la cutícula se desprende de la epidermis, se hiende en una zona determinada y el animal, revestido de una nueva y delicada cutícula, sale del caparazón antiguo y se esponja. Cuando el artrópodo sale del huevo en estado larvario, las mudas van acompañadas de cambios de forma, a veces considerables, y se dice que el animal tiene metamorfosis (fig. 133).

Figura 133. Metamorfosis complicada del Hydrophilus piceus. b, larva. c, ninfa. a, imago o insecto adulto.

EL SISTEMA NERVIOSO (fig. 134 1-10) es típicamente como el de los gusanos; es decir, ganglionar, metamérico, en forma de escalera de cuerda y dividida por el collar esofágico (3) en una región anteesofágica o supraesofágica y otra postesofágica o infraintestinal. De ordinario los ganglios se agrupan en grandes masas nerviosas (fig. 135). La más importante es la cefálica (C), que forma el llamado cerebro. En él residen las facultades psíquicas, muy desarrolladas, a veces, del animal.

Figura 134. Cangrejo de río mostrando el sistema nervioso. 1-10 pares de ganglios. 12 esofago atravesando el collar esofágico. De Roseler y Lamprecht.

Figura 135. El sistema nervioso de una mosca mostrando las masas ganglionares. c, cerebro. Según Künckel D'Herculais en Plate.

Como en los artrópodos hay formas terrestres y formas acuáticas, el APARATO RESPIRATORIO ofrece dos modalidades. En las formas acuáticas es branquial y está localizado en determinados órganos. En las formas aéreas es traqueal y está formado (figura 68) por un cierto número de pares de tubos, llamados tráqueas (l), que se abren en los anillos abdominales y torácicos del animal por unos orificios llamados estigmas (st). En el interior del cuerpo se ramifican las tráqueas formando en los órganos una arborización capilar de la cual toman las células el oxígeno y a la cual expulsan el anhídrido carbónico.

El APARATO CIRCULATORIO varía extraordinariamente en los artrópodos. En general, puede decirse que carece de capilares y que las arterias vierten la sangre en unos espacios o lagunas sanguíneas existentes entre los órganos. El corazón (figura 69, C) es un órgano más o menos tubuloso situado en la región dorsal, encima del intestino y encerrado en un saco llamado pericardio (Pc) que funciona como aurícula.

Cada segmento del cuerpo de los artrópodos lleva normalmente un par de APÉNDICES articulados. Este carácter es tan peculiar que los artrópodos que de él deriva el nombre. El apéndice típico (fig. 136) se compone de un tallo articulado (basipodio, ba) en cuyo extremo se insertan dos ramas divergentes, también articuladas. Una de ellas (endopodio, en) se dirige hacia la línea media del animal; la otra (exopodio, ex) mira hacia los lados. Pero este apéndice ideal se modifica a veces de mil maneras para adaptarse al perfecto desempeño de las más variadas funciones.

Figura 136. Apéndice tipico. ba, basipodio. en, endopodio. ex, exopodio.

Unas veces se transforman en patas ambulatorias, otras en aletas, otras en órganos para el salto, en ocasiones se convierten en branquias; a veces se adaptan a la masticación; algunos hacen el papel de pinza; otros funcionan como órganos táctiles; en muchos se ponen al servicio de la función reproductora, adaptándose a llevar consigo los huevos o a depositarlos en lugares adecuados, etc., etc. En ocasiones en mismo apéndice asume dos o tres funciones distintas.

De todos los apéndices, los más interesantes son los cefálicos. El primer par, situado delante de la boca (apéndice prebucal). Responde a dos tipos. En unos artrópodos es táctil, teniendo la forma de un látigo y recibiendo el nombre de antenas (cuernos de la langosta y de los grillos). En otros es prensil y tiene la forma de una pinza o un gancho, que sirven para sujetar la presa delante de la boca; se denominan quelíceros. Los demás apéndices cefálicos son masticadores, estando a los lados de la boca (apéndices bucales). Su número y forma varían mucho.

ORGANOS DE LOS SENTIDOS. La existencia de la cutícula determina que el tacto esté en los artrópodos muy localizado; se halla, en efecto, en pelos especiales dotados de abundantes terminaciones sensitivas que residen en las antenas y en partes de otros apéndices (exopodio = palpos de los masticadores, extremos de patas, etc.). Los órganos olfativos son también pelos finísimos situados, en general, en las antenas. El oído tiene una situación muy variable (en el abdomen, en las patas...). Los ojos se encuentran solo en la cabeza. En el caso de mayor complicación hay unos ojos impares sencillos (ojos frontales) y dos ojos laterales, en general compuestos, es decir, formados por la reunión de muchos ojitos simples (a veces millares), apretados unos contra otros de tal manera que la parte externa (córnea) es un mosaico de placas poligonales (fig. 137).

Figura 137. Cabeza de zángano mostrando los dos ojos compuestos, tres ojos simples y las antenas (Según Swammerdam).

Es digno de mención que las metamorfosis afectan, a veces, al aparato ocular. Así, los insectos tienen, en el estado de larva, un par de ojos sencillos que se transforman en ojos compuestos en el estado adulto.

2. Clasificación.
La clasificación de los artrópodos en <> es muy sencilla. Se funda en el carácter branquial o traqueal de la respiración y en la naturaleza táctil (antenas) o prensil (quelíceros) del par de apéndices prebucales. Sin embargo, el grupo de los artrópodos traqueales anteníferos - al que frecuentemente se le da el nombre de Traqueados se escinde en tres clases, fáciles de distinguir.

A) Con antenas (ANTENEDOS).

     a) Respiración traqueal (Traqueados).

   1) Patas no articuladas............................................Clase I. Protraqueados u  Onicóforos

   2) Numerosas patas típicamente articuladas......... Clase II. Miriápodos

   3) Tres pares de patas...........................................  Clase III. Insectos o Exápodos



    b) Respiración branquial.............................. Clase IV.                  Crustáceos

B) Con quelíceros (QUELICERADOS).

a) Respiración branquial.............................. Clase V.                   Merostomas 

b) Respiración traqueal................................ Clase VI.                    Arácnidos

CLASE I. Protraqueados u Onicóforos

Los Protraqueados constituyen un insignificante grupo de animales, notable para constituir el puente de unión entre los Anélidos y los Artrópodos traqueales. Se parecen a los Anélidos por su aspecto vermiforme (fig. 138) y por poseer típicos nefridios, y a los Artrópodos traqueados por respirar mediante tráqueas.

El cuerpo es blando, así como las patas, que son muy cortas, no están bien articuladas y se consideran como intermedias entre las patas articuladas de los Artrópodos típicos y los parápodos de los gusanos Anélidos.

Figura 138. Peripatus capensis, según Moseley, en Claus.

Figura 139. Cabeza de escolopendra. a, antenas. k, primera maxila. p1, primer par de patas. p2, segundo par de patas. Según Boas.

Cada una de ellas termina en un par de uñitas. A este carácter alude el nombre de Onicóforos – portaúñas – que recibe la clase.

Las pocas especies conocidas se suelen reunir en el único género Peripatus estando distribuidas en Sudamérica, Sudáfrica y Nueva Zelanda. Son vivíparas y habitan los lugares húmedos.

CLASE II. Miriápodos

Artrópodos de respiración traqueal, con un par de antenas y numerosos pares de patas. El cuerpo (figs. 140 y 141) no tiene más región diferenciada que la cabeza. El resto se compone de una serie de segmentos semejantes dotados de un par de patas cada uno. En la cabeza (fig. 139) hay un par de ojos sencillos, las antenas (a), un par de mandíbulas y dos de maxilas con exopodios palpiformes. Los miriápodos forman una pequeña clase de artrópodos exclusivamente terrestres que viven en lugares húmedos y sombreados (bajo las piedras, entre hojas, etc.). Los más importantes son: la escolopendra (Scolopendra morsitans) (fig. 140), de cuerpo deprimido, y el ciempiés común (Julus terrestris) (fig. 141), de cuerpo cilíndrico. Las escolopendras se alimentan de presas vivas que matan con el primer par de patas (fig. 139, p1) el cual tiene la forma de una uña venenosa. Los Julus se alimentan de restos vegetales, son inofensivos y pueden arrollarse en espiral. Las maxilas del segundo par están soldadas formando un labio inferior.

Figura 140. Scolopendra morsitans.

Figura 141. Julus terrestris.