lunes, 19 de diciembre de 2016

Cuadros por estilo

cuadros del barroco
La Apoteosis de Santo Tomás de Aquino es un cuadro de Francisco de Zurbarán expuesto en el Museo de Bellas Artes de SevillaEspaña. Está pintado al óleo sobre lienzo y mide 475 cm de alto por 375 cm de ancho.
Zurbarán recibió el encargo de pintar esta Apoteosis, al tiempo que se le daban precisas instrucciones acerca de su ejecución: tamaño de la obra, colocación, tema, personajes, etc. El lienzo, enorme, habría de colocarse en el Colegio de Santo Tomás de Sevilla. Este colegio formaba doctores, por lo que el tema no es sino una exaltación de la propia labor del Colegio y sus monjes. Santo Tomás de Aquino es una de las figuras más relevantes de la teología cristiana. Se le nombró Doctor de la Iglesia en 1567. Por su importancia aparece rodeado de los cuatro Padres de la Iglesia, otros tantos personajes fundamentales para la elaboración de la doctrina. A su derecha se encuentran conversando San Ambrosio y San Gregorio; a su izquierda, San Jerónimo, de rojo cardenalicio, y San Agustín. Los cinco intelectuales se encuentran en el plano superior del cuadro, que simboliza en mundo divino. Sobre sus cabezas, el cielo en pleno asiente a sus conclusiones: destacan Dios Padre y Dios Hijo con la cruz. A estas dos figuras trinitarias se añade en el centro la paloma del Espíritu Santo, que ilumina con sus rayos a Santo Tomás. En el plano inferior se encuentra representada la tierra: los personajes principales de la Orden y nada menos que el emperador Carlos V. Su presencia se explica porque fue él quien facilitó los terrenos y la dote necesaria para la construcción y puesta en marcha del Colegio. A lo largo de su vida, el emperador ofreció su patronazgo continuo a los monjes y sus alumnos.









Ariadna y Teseo es un cuadro del pintor veneciano Niccolò Bambini.

El tema

La pareja conforma uno de los episodios más representados en las Artes. Teseo era el hijo del rey ateniense Egeo y su esposa Etra. Es uno de los héroes principales de los mitos atenienses y, entre otras hazañas, acabó con el hermanastro de Ariadna, el minotauro que habitaba en el laberinto de Dédalo, en Creta. Ariadna era la hija del rey Minos de Creta. Engañada por Teseo, Ariadna ayudaría al héroe entregándole un ovillo de hilo con el que marcar la entrada al laberinto para salir posteriormente de él.1

Descripción de la obra

La diosa Atenea, inspiradora del acuerdo, está flanqueada a su derecha por Ariadna, que entrega el ovillo de hilo al héroe ateniense Teseo, a la izquierda de la diosa.





Aristóteles contemplando el busto de Homero es un cuadro del pintor neerlandésRembrandt. Fue ejecutado en 1653. Se trata de una pintura al óleo sobre lienzo, que mide 143,5 centímetros de alto y 136,5 cm de ancho. Se conserva en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Estados Unidos).

Historia

Es la primera obra de un tríptico que comprende a Alejandro Magno y Homero, en conmemoración de los más grandes hombres de la Grecia antiguaAristóteles tiene la mano derecha sobre la escultura representativa de Homero, mientras que la izquierda se posa sobre la cadena de oro de la que pende un retrato de Alejandro Magno, su alumno. Aparecen así en el cuadro, a través de una sutil alusión, las dos obras posteriores. El vaciado en yeso para el busto de Homero se encontraba en la casa de Rembrandt.1
Fue ejecutada para el noble siciliano Antonio Ruffo, que pagó 500 florines por ella, un precio cuatro veces superior al de un cuadro italiano similar.1 La obra le fue enviada a Mesina en 1654. Ruffo, en 1660, encargó a Guercino una tela que representara una figura que pudiera hacer juego con el cuadro de Rembrandt: con este fin, envió un esbozo de la obra que Guercino interpretó como un Fisionomista que estuviese estudiando sobre una escultura las alineaciones de un rostro, proponiendo pintar en correlación un Cosmógrafo que estuviera estudiando un mapamundi.
Al año siguiente, Ruffo envió a Mattia Preti los esbozos de los cuadros de Rembrandt y Guercino, pidiendo otra pintura que hiciera juego con las anteriores y Preti pintó un Diógenes de Siracusa. Las obras de Guercino y de Preti aún están perdidas.
La familia Ruffo conservó el cuadro hasta finales del año 1760; llegado a Inglaterra, pasó en el año 1928 al coleccionista estadounidense Alfred Erickson y fue adquirido el 15 de noviembre de 1961 por el Museo Metropolitano por dos millones trescientos mil dólares, la cifra más alta pagada por entonces por un cuadro.

Análisis

La obra está firmada y fechada: REMBRANDT F. 1653.
Rembrandt representa a Aristóteles mirando reflexivamente el busto de Homero. Una cálida luz flota entre las dos figuras, y se concentra precisamente donde deberían cruzarse las miradas.1 Es una luz que parece brotar de dentro de la oscuridad.2
Aristóteles viste como un rico mercader holandés del siglo XVII. La cadena de oro que lleva en torno al cuerpo aparece en otros retratos de Rembrandt y recuerda a los regalos que recibían los pintores de sus mecenas.2
Se le representa como un hombre viejo, cuando ya su alumno Alejandro Magno estaba dedicado a la conquista de un imperio. Podría estar pensando en el ascenso de Alejandro, sus ambiciones mundanas, frente a la espiritualidad del hombre representada por Homero.


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