Los tres
deslizamientos de Storegga figuran entre los mayores
deslizamientos conocidos. Se produjeron bajo el agua, en el borde de la
plataforma continental noruega (Storegga significa en
noruego «el gran borde»), en el
mar de Noruega, 100 kilómetros al noroeste de la costa
Møre, causando un gran
tsunami en el
océano Atlántico Norte. Este colapso afectó, según estimaciones, a unos 290 km de la plataforma costera, con un volumen total de 3.500 km³ de detritos.
1 Este sería el volumen equivalente a un área del tamaño de
Islandia cubierto con una profundidad de 34 m.
Según la
datación por radiocarbono del material vegetal recuperado de
sedimentos depositados por el tsunami, el último incidente ocurrió alrededor del 6100 a.C.
2 En
Escocia, se han registrado restos del tsunami posterior, gracias al descubrimiento de sedimentos depositados en la
cuenca de Montrose y en el
fiordo de Forth, hasta 80 km tierra adentro y 4 m por encima de los niveles actuales de la marea normal.
Como parte de las actividades preparatorias del
yacimiento de gas natural de Ormen Lange, el incidente ha sido minuciosamente investigado. Una de las conclusiones resultantes de este estudio —hecho público en el año 2004— fue que el deslizamiento se ocasionó por el material acumulado durante la
edad de hielo anterior, y que sólo sería posible que se repitiese después de una nueva edad de hielo.
1 Anteriormente, se concluyó que el desarrollo del campo de gas Ormen Lange no aumentaría significativamente el riesgo de desencadenar un nuevo deslizamiento, que desencadenaría un gran tsunami que sería devastador para las zonas costeras en el
mar del Nortey el mar de Noruega.
Los números amarillos indican la altura de la ola del tsunami según los sedimentos recientemente estudiados.
3
Posible mecanismo
Terremotos, junto con gases (por ejemplo
metano) liberados por la descomposición de los
hidratos de gas, se consideran los mecanismos probablemente desencadenantes de los deslizamientos. Otra posibilidad es que los sedimentos se volvieron inestables y colapsaron, quizás bajo la influencia de un terremoto o de las
corrientes oceánicas.
1
Impacto en las poblaciones humanas
En el momento, o poco antes, del último deslizamiento de Storegga, existía un
puente de tierra, conocido por los arqueólogos y geólogos como
Doggerland, que unía
Gran Bretaña,
Dinamarca y los
Países Bajos a través de lo que hoy es el sur del mar del Norte. Se cree que esta área poseía un litoral con
lagunas,
pantanos,
marismas y
playas, así como que era un territorio rico en caza, aves y pesca poblado por culturas humanas del
Mesolítico.
4 5 6 Aunque Doggerland fue sumergida físicamente a través de un aumento gradual en el
nivel del mar, se ha sugerido que los litorales de Gran Bretaña y
Europa continental —incluidas zonas ahora sumergidas— habrían sido inundados por un tsunami originado por el deslizamiento de Storegga. Este acontecimiento habría tenido un impacto catastrófico sobre la población mesolítica contemporánea y habría separado las culturas de Gran Bretaña y las del continente europeo.
Mapa de los deslizamientos de Storegga.
Un enorme tsunami hace 8.150 años diezmó poblaciones de la Edad de Piedra que vivían en Noruega y Escocia después de que regresaron a las regiones costeras en preparación para el invierno.
El tsunami, que los científicos han dicho previamente creó una "
Atlántida del Mar del Norte" llamada Doggerland, fue el resultado de uno de los más grandes deslizamientos submarinos jamás registrados.
El deslizamiento de tierra, conocido como el Storegga Slide, tuvo lugar frente a las costas de Noruega y generó olas de unos 40 metros de altura. Se han encontrado depósitos del tsunami en el noreste de Inglaterra, Escocia, Groenlandia y Noruega. En términos de tamaño, el tsunami fue similar al observado en el Océano Índico en 2004.
Los científicos han descubierto ahora en qué época del año ocurrió el tsunami, constatando que si hubiera tenido lugar tan sólo unos meses atrás, las poblaciones hubieran estado a salvo de la devastación que causó.
En su estudio, publicado en la revista Geology, Knut Rydgren y Stein Bondevik, del Sogn og Fjordane University College, en Sogndal, Noruega, examinaron muestras de musgo para averiguar cuándo se produjo el evento.
"En aquel tiempo, hace más de 8.000 años, la gente de la Edad de Piedra se moverían hacia las montañas para cazar renos y alces en el verano, y luego al final del otoño muchos de ellos regresaban a la costa a establecerse para el invierno", dijo Rydgren.
"Si hubiera ocurrido en el verano, muchas de estas personas no habrían sido golpeadas por el tsunami. Si sucedió a finales del otoño, cuando regresaron, la mayoría de ellos se habrían visto afectados".
Los depósitos del tsunami de Storegga contienen muestras del musgo Hylocomium splendens. Algunos de ellos conservan su color verde y la clorofila que sugiere que fueron enterrados vivos. El musgo tiene un ciclo de crecimiento en nuevos segmentos que ramifican el crecimiento del año anterior.
"Las mediciones de clorofila intacta indican que los musgos verdes estaban vivos y fueron muertos y enterrados en cuestión de horas por el tsunami golpeando la tierra en lugar de ser depositados de nuevo", dijo el estudio. "El repentino entierro y la posterior deposición de lodo marino impermeable deben haber protegido el material vegetal de la luz y el oxígeno que de otro modo habrían destruido la clorofila".
El análisis del musgo mostró que los segmentos eran más maduros que los que se encuentran generalmente en julio y agosto, con niveles de madurez similares a las que se aparecen a partir de octubre a diciembre.
"Al examinar y comparar los patrones de crecimiento del musgo descubrimos que sucedió a finales de octubre. La población fue diezmada probablemente", dijo Rydgren.
Mientras que no se sabe con exactitud cuántas personas vivían en las zonas afectadas en aquel momento, se piensa que las costas noruegas y escocesas eran "áreas principales" para los seres humanos de la Edad de Piedra: "Numerosas excavaciones muestran que los asentamientos estaban situados en o cerca de las antiguas costas. Grabados rupestres representan la caza y la pesca desde embarcaciones, y los asentamientos en islas lejanas sugieren avanzadas habilidades marítimas", escribieron los autores.
Mapa que muestra las hipotética dimensiones de Doggerland (c. 8000
a. C.). Proporcionaba un puente de tierra entre la isla de Gran Bretaña y la Europa continental.
Marco teórico
El potencial
arqueológico de la zona se planteó a principios del siglo XX, pero el interés se intensificó en 1931, cuando un
barco de arrastre faenando entre los bancos de arena y bajíos de los
bancos Leman y Ower al este de
The Wash sacó a relucir una elegante cornamenta de púas que data de una época en que la zona era una
tundra. Con posterioridad, otros barcos han extraído restos de
mamuts y
leones, entre otros restos de animales terrestres, y un pequeño número de herramientas prehistóricas y armas que fueron utilizadas por los habitantes de la región.
Desaparición
Como los niveles de los mares y océanos subieran después del fin de la
última etapa glacial de la era de Hielo actual , Doggerland comenzó a sumergirse en el
mar del Norte, aislando la
península británica de
Europa continental, aproximadamente
6500 a. C.4 El
Banco Dogger, el cual era una tierra alta de Doggerland, se cree que se mantuvo como isla hasta el
5000 a. C.4Antes de inundarse completamente, Doggerland fue una planicie ondulante con sistemas de ríos con
meandros asociados a canales y lagos. Etapas claves se creen ahora que incluyeron la evolución gradual de bahías con una gran marea entre Inglaterra y el banco Dogger oriental en el
7000 a. C., con un aumento rápido del nivel del Mar produciendo que el Banco Dogger se convirtiera en una Isla y que
Gran Bretaña finalmente se desconectara del continente.
5 Este aumento coincide con la inundación del
Ponto Euxino.
Una hipótesis más reciente es que gran parte de las tierras costeras restantes, ya muy reducidas en tamaño de la superficie original, fueron inundadas por un
tsunami alrededor de
6200 a. C. (aproximadamente 8200 AP), causado por un
corrimiento de tierra submarino costa afuera de
Noruega conocido como el
Corrimiento Storegga. Esta teoría sugiere que el
tsunami derivado de este corrimiento de tierra fue devastador para cualquier población mesolítica costera. Después del
tsunami de Storegga parece que Gran Bretaña finalmente se separó del continente y cada uno siguió su propio Mesolítico.
Un lugar llamado Doggerland
Los arqueólogos denominan ese terreno desaparecido Doggerland, por el banco de arena del mar del Norte conocido como Dogger. Antes considerado como un puente de tierra entre la actual Europa continental y Gran Bretaña, un lugar de paso en su mayor parte deshabitado, hoy se cree que Doggerland estuvo poblado durante miles de años por gentes del mesolítico, hasta que fueron expulsadas por la crecida implacable del mar. A ese período le sucedió otro de convulsiones climáticas y sociales hasta que, a fines del mesolítico, Europa ya había perdido una parte importante de su masa continental y su aspecto era más o menos el que tiene hoy.
Muchos expertos ven en Doggerland la clave para entender el mesolítico en el norte de Europa, y en el mesolítico, un referente que debemos tener en cuenta en una época de cambio climático como la actual. Gracias a un equipo de arqueólogos de la Universidad de Birmingham dirigido por Vince Gaffney, tenemos una idea del aspecto que debió de tener ese territorio. Basándose en datos sísmicos del subsuelo del mar del Norte, ellos han reconstruido digitalmente 46.620 kilómetros cuadrados del paisaje sumergido.
En el Centro de Tecnología Visual y Espacial IBM de la universidad, Gaffney proyecta imágenes de esta tierra ignota sobre inmensas pantallas en color. En una esquina del mapa, el Rin y el Támesis se unían y fluían hacia el sur hasta lo que actualmente es el canal de la Mancha. Habría otros sistemas fluviales para los cuales no tenemos nombre. En el clima de aquella época –quizás un par de grados más cálido que el de hoy– los contornos de la pantalla se traducirían en suaves colinas onduladas, valles arbolados, exuberantes pantanos y lagunas. "Era un paraíso para los cazadores-recolectores", dice.
La publicación en 2007 de la primera parte del mapa permitió a los arqueólogos "ver" por primera vez el mundo mesolítico, e identificar la probable ubicación de algunos asentamientos, con vistas a una posible excavación. El elevado coste de la arqueología submarina y la escasa visibilidad del mar del Norte han mantenido esos yacimientos fuera de nuestro alcance. Pero los arqueólogos también disponen de otros medios para desvelar quiénes fueron los habitantes de Doggerland y cómo respondieron al inexorable avance del mar sobre sus tierras.
En primer lugar están los tesoros atrapados en las redes de los pescadores. Además de la mandíbula humana, Glimmerveen ha acumulado más de 100 piezas: huesos de animales con marcas de despiece y herramientas de hueso y de asta, entre ellas un hacha con un motivo en zigzag. Al conocer las coordenadas de estos descubrimientos, y dado que los objetos no suelen desplazarse demasiado sobre el lecho marino, puede determinar que muchos provienen de la zona meridional del mar del Norte que los neerlandeses llaman De Stekels (las espinas), caracterizada por sus abruptas crestas del fondo marino. "El yacimiento o yacimientos debían de estar cerca de un sistema fluvial –dice–. Quizá vivían en dunas fluviales."
Otra línea de investigación sobre Doggerland son las excavaciones en aguas someras o en zonas intermareales cercanas de una antigüedad similar. En las décadas de 1970 y 1980, en un yacimiento llamado Tybrind Vig, a pocos cientos de metros de la costa de una isla danesa del mar Báltico, se hallaron indicios de una cultura pesquera del mesolítico tardío sorprendentemente avanzada. Entre los objetos figuran remos decorados con elegancia y varias canoas largas y estrechas, una de ellas de más de nueve metros.
Más recientemente, Harald Lübke, del Centro de Arqueología Báltica y Escandinava en Schleswig, Alemania, y sus colegas han excavado una serie de yacimientos submarinos en la bahía de Wismar, en la costa alemana del Báltico, de entre 8.800 y 5.500 años de antigüedad. Los yacimientos documentan de manera ostensible un cambio en la dieta de sus habitantes, que pasaron de comer pescado de agua dulce a consumir especies marinas a medida que la subida del nivel del mar transformaba sus tierras; con el paso de los siglos los lagos interiores rodeados de bosques se transformaron en marismas cubiertas de juncos, más tarde, en fiordos y finalmente, en la bahía abierta que hay en la actualidad.
Una transformación similar tuvo lugar en Goldcliff, en el estuario galés del Severn, donde el arqueólogo Martin Bell, de la Universidad de Reading, y su equipo llevan excavando 21 años. Durante el mesolítico el Severn estaba encajado en un valle estrecho, pero a medida que el mar fue subiendo, se desbordó sobre los lados del valle y se extendió, creando el actual estuario.
Un día de agosto, durante una marea excepcionalmente baja en Goldcliff, seguí a Bell y sus colaboradores por la fangosa llanura mareal hasta dejar atrás enormes troncos negros de robles prehistóricos que el lodo ha preservado. Teníamos menos de dos horas antes de que la marea volviese a subir. Llegamos a una pequeña elevación que 8.000 años atrás era el litoral de una isla. Un miembro del equipo echó agua a presión, y de pronto surgió el relieve de 39 huellas dejadas por tres o cuatro individuos en ambas direcciones a lo largo de la orilla. "Debían de salir de su campamento para examinar las trampas para peces en un canal cercano," dice Bell.
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