almóndiga desde la primera edición del Diccionario (1726), e incluso en algunas ediciones también ha registrado almondiguilla, normalmente se ha considerado un vulgarismo por albóndiga. La 23.ª edición del DRAE, del 2014, ha enmendado este artículo para añadir la marca de desusado y de vulgarismo[1], aunque una búsqueda en Google parece indicar que en realidad no está desusada, salvo tal vez en el habla culta[2].
El Diccionario panhispánico de dudas señala que no debe usarse esta forma, propia del habla popular de algunas zonas, sino la forma albóndiga[3]. El Diccionario esencial no la registra.
altivo, altanero
La altanería nace de un natural orgullo, o digamos alto, pues altanero, en sentido material, significa muy alto, altísimo, donde predomina un bien manifiesta altura o alteza, como decían en lo antiguo. Por traslación vendrá a significar arrogancia y orgullo, así como la altivez, dominación e imperio.
Altanero se dice con mas propiedad de las personas que de las cosas, aunque a veces en poesía suele aplicarse a estas en sentido metafórico; altivo se dice particularmente de las personas, pero por analogía suele aplicarse en estilo noble y elevado a las cosas.
A veces se toma en buen sentido la palabra altivo, sobre todo cuando corresponde a la sublime elevación de las ideas. Altanero nunca tiene buen sentido, como no sea hablando metafóricamente de las cosas.
El hombre altanero es abate, el altivo intenta esclavizaros; los modales altaneros causan enfado y rencor a los que tienen que sufrirlos, manifiestan la vanidad de los necios, y llegan a hacerlos ridículos.
El aire altivo acobarda al débil, al apocado, al esclavo; irrita a los hombres independientes, excita a que estos se reúnan contra él; despierta el inflexible o indomable horror de la tiranía aun cuando esta altivez provenga de buenas causas, como la razón, la justicia y la legítima autoridad.
alto
Según el DPD, alto significa, dicho de una magnitud, ‘de valor o grado elevado en relación con lo normal o esperable’: Tengo la tensión alta[1].
En casos como velocidad, que es también una magnitud física, la Academia por tanto acepta el empleo de alta para indicar un valor grande: alta velocidad. Fórmulas como gran velocidad, por el contrario, podrían ser galicismos (grande vitesse)[falta referencia].
Sin embargo, eso no implica que se pueda aplicar a nombres que no son magnitudes físicas. Según el DUDEA[3], «es preciso admitir que sintagmas de estos que tratamos son empleados en español desde hace mucho tiempo, por lo que deben considerarse correctos aunque solo sen razón del uso».
amanecer
Los verbos amanecer y anochecer se suelen usar en las tres personas, pero entonces no son impersonales, sino neutros:
También algunas veces se usan en plural:
amasijo de hierros
De acuerdo con el DRAE, se llama amasijo a la porción de harina amasada para hacer el pan. Entre sus siguientes acepciones, aparece también como mezcla desordenada de cosas heterogéneas. Es precisamente esta última acepción la que se aplica cuando se hace referencia a amasijo de hierros.
amodorrar, adormecer, dormir
Se dirígen estos verbos a indicar las diferentes acciones, que producen un sueño mas o menos profundo y el sueño mismo.
Amodorrar es causar aquel entorpecimiento de las facultades, tanto corporales como mentales, que insensiblemente nos hace caer en un completo sueño.
Adormecerse indica quede pronto se ha caido en el sueño, sin que se pueda distinguir el tiempo que media entre el amodorramiento y el sueño verdadero. No está completamente dormida la persona amodorrada; pero sí en un estado de poderse dormir o despertar de pronto, según las circunstancias exteriores; porque aun no ha caido en un sueño profundo.
Nos adormece la lectura de una obra fastidiosa y también el cansancio de un largo paseo o viaje; nos amodorran los vapores del vino, cuando caemos en la borrachera.
El verbo dormir, finalmente, indica el estado de todo ser organizado, y principalmente del animal, en el que se han entorpecido enteramente las facultades corporales o mentales, gozando de un completo sosiego en el que recobra sus fuerzas.
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