alante
El vulgarismo alante se está extendiendo en el lenguaje popular de España, en sustitución de las formas delante (con prioridad de lugar, en la parte anterior o en sitio detrás del cual hay alguien o algo) o adelante (hacia delante, hacia enfrente) .
El DPD aconseja 'evitar esta palabra en el habla esmerada, usada con frecuencia en el lenguaje popular e incluso entre hablantes cultos en situaciones informales'.
La utilización de alante, aunque se detecta en España en la prensa escrita y en todo tipo de ámbitos, es especialmente frecuente en los espacios deportivos hablados.
Lo correcto en esos casos es decir:
alarma, terror, espanto, pavor, susto
Alarma es voz originalmente militar, y de allí se ha trasladado al lenguaje común, que quiere decir: acudamos a las armas, que el enemigo nos acomete de improviso, y es como se dice fuego, fuego, cuando se incendia cualquier edificio.
El terror lo causa cualquier acontecimiento o fenómeno (que nos imaginamos o sabemos) que precede a una gran desgracia; en este la idea del peligro no es tan clara como en la alarma, la que depende más que ésta de la imaginación, cuyo efecto es aumentar y exagerar los objetos existentes o no. Así es que en la alarma se corre a tomar las armas y emprender la defensa; mas el terror, a los que sobrecoge, les hace arrojar las armas y huir.
El terror y el espanto son efectos de un peligro muy grande; pero el terror puede ser pánico, y el espanto no lo es nunca.
El terror nos sobrecoge; el espanto deja sin acción a nuestros sentidos: la tempestad nos hiela de espanto; un prodigio inesperado llena de terror, aterra a todo un pueblo.
Un peligro repentino, pero a veces falso o exagerado, nos causa pavor, y así sucede que si nos inquietamos por la suerte de otra persona, la nuestra sola es la que nos hace sentir pavor. El pavor supone un peligro más instantáneo que el espanto, mas inminente que la alarma, no tan grande como el terror.
Parece que el susto tiene, por decirlo así, su idea particular, y que proviene de la consideración de las dificultados que hay que vencer para lograr una empresa, y de los resultados terribles de su mal éxito. Me asusta su arrojo, y temo que salga mal de él.
Se teme al malo; se tiene miedo a una fiera; se teme a Dios, pero no debemos tenerle miedo.
El espanto nace de lo que se ve, el terror de lo que se imagina, la alarma de lo que nos amenaza, el temor de lo que se sabe, el susto, a veces de lo que se sospecha, el miedo de la idea del peligro, y la aprehensión da lo que nos representa nuestra fantasía.
La acometida repentina del enemigo causa la alarma; terror el combate; la pérdida de una batalla extiende el temor por todas partes, y llena de consternación hasta pueblos remotos; la vista de un guerrero causa susto, y nuestra propia sombra nos hace a veces miedo.
alcanzar, dar alcance
Alcanzar supone que la persona a quien se alcanza va caminando naturalmente. «Yo que salía de su casa, apreté el paso y le alcancé».
Dar alcance supone fuga en el sujeto a quien pretendemos alcanzar. «Mucho corría, pero no le valió; al fin le di alcance».
El que quiere alcanzar a otro intenta reunirse con él. El que pretende darle alcance le persigue.
alérgico
(Redirigido desde «alergénico»)
Según el Diccionario de la lengua española de la RAE, alérgico significa ‘perteneciente o relativo a la alergia’ o ‘que padece alergia’.
No hay que confundir ese adjetivo con otro similar, alergénico, ya que tienen significados diferentes. Alergénico significa ‘que produce alergia’. El diccionario Clave ofrece un sinónimo de la palabra alergénico: alergógeno, aunque en el DRAE no aparece.
Es incorrecto, por tanto, usar la palabra alérgico en los siguientes ejemplos:
Lo correcto es:
álgido
La palabra álgido se emplea a menudo con el sentido ‘momento culminante’. Está aceptado por la Academia y se usa desde hace al menos un siglo y medio, aunque algunos autores consideran que es incorrecto.
El sentido etimológico de la palabra álgido es 'muy frio', y se aplicaba especialmente a la situación en que un enfermo pasaba el momento crítico o culminante de algunas enfermedades, con sensación de mucho frío. Este sentido médico es la segunda definición del DRAE[1]:
De ahí se pasó a darle el sentido figurado o metafórico de momento crítico o culminante en otros casos, que el DRAE incorporó en la edición de 1984 del siguiente modo[2]:
En el CORDE, los primeros casos de álgido, que datan de mediados del siglo XIX, son precisamente del sentido figurado (combinado casi siempre con período), no de los otros dos[3]. Así, hacia 1860:
El diccionario de Joaquín Ramón Domínguez, da en sus suplementos de 1853 y 1869 los siguientes significados:
alimenticio
Según el Diccionario de la Real Academia, alimentario es:
Por otra parte, alimenticio es:
Por tanto, con el sentido de ‘relativo a los alimentos’ son igualmente correctas ambas palabras y se puede hablar de industria alimentaria o industria alimenticia, aunque el DPD recomienda restringir alimenticio a ‘que alimenta’.
No obstante, en el DRAE no aparece régimen alimentario sino solo régimen alimenticio; tampoco producto alimentario sino producto alimenticio, como en caducidad:
No hay comentarios:
Publicar un comentario