El surgimiento del Sacro Imperio Romano Germánico (SIRG).
Tras el Tratado de Verdún en el año 843, el Imperio Carolingio se fragmentó. El hijo de Carlomagno repartió sus territorios entres sus tres hijos y Europa Central se dividió en tres partes. La parte más oriental fue denominada Reino de Germania, otorgándose a Luis el Gérmánico. Sobre este territorio nacerá el Sacro Imperio Romano Germánico.
Los monarcas carolingios del Reino de Germania tuvieron que enfrentarse a dos problemas que limitaban su gobierno: las tensiones por el poder con la alta nobleza y con los ducados autónomos como el de Baviera y Sajonia; y las amenazas fronterizas de pueblos bárbaros: eslavos, normandos y húngaros. Luís el Niño fue el último rey carolingio, le sucedió en el 911 Conrado I de Franconia, que gobernó durante siete años. En 1918 entra la casa de Sajonia con Enrique I “El Cetrero”, que inició las buenas relaciones entre la Iglesia Católica y la monarquía germánica, ubicando a eclesiásticos en los aparatos administrativos del reino. A la muerte de éste, se proclamó rey de Germania al verdadero artífice del Sacro Imperio Romano Germánico: Otón I “El Grande”.
Otón I posibilitó el nacimiento del SIRG debido a dos factores. Por un lado, la excelente relación con el Papado, motivada por la defensa de los intereses de la Iglesia Católica de Germania frente a los nobles y de los Estados Pontificios; y, por otro lado, la gran victoria de sus tropas en la batalla de Lechfeld en 955, que alejó la amenaza bárbara de Germania y que tuvo como consecuencia la fraternización, al fin, entre la monarquía y la alta nobleza germana, que denominó a su rey como “El Grande. Otón, tras eliminar la amenaza bárbara, ganarse a la nobleza germana y proclamarse rey de Italia, recibió el título de emperador de los romanos por Juan XII en el 962, surgiendo así el Sacro Imperio Romano Germano, cuyo objetivo era hacer renacer el Imperio Romano de Occidente.
Los sucesores de Otón I. El conflicto entre el Papado y el Imperio por el dominio del mundo (962 – 1250)
El panorama territorial y político de Germania seguía siendo el mismo. El SIRG fue en realidad un mosaico de entidades políticas que definían al Imperio como una estructura “federal” formado por ducados, principados laicos o eclesiásticos y ciudades independientes que rivalizaban entre ellos por expandirse. El Reichstag (Dieta Imperial) era la institución política integrada por príncipes laicos y eclesiásticos que siempre se marcó como objetivo controlar el poder absoluto del emperador y defender los intereses de los estados alemanes. En SIRG tuvo un carácter fuertemente feudal, e incluso el título de emperador tenía un carácter electivo y no hereditario. El rey de Germania era coronado por el Papa como emperador pero era elegido por los grandes nobles.
Cuatro familias dinásticas ostentaron el título del SIRG. Tras la muerte de Otón I, le sucedieron sus descendientes hasta 1024. Todos ellos continuaron la política de Oton I. El último, Enrique II, fue canonizado en 1146 y se le otorgó el apelativo de el “El Santo”.
A la dinastía de Sajonia la relevó la de Franconia. Expanden el SIRG conquistado Hungría,
Provenza y Borgoña. Esta etapa se caracteriza por la ruptura total de las relaciones con el Papado. Los emperadores se dotaron de poderes teológicos y trataron de controlar la Iglesia católica germana en su totalidad, considerándola como un elemento más de gobierno. Es así como en 1073 se produce un acontecimiento histórico muy importante: la Querella de las Investiduras. Un problema político-religioso que enfrentó al Papa Gregorio VII y al Emperador Enrique IV por el control del Mundo (Dominium Mundi). El Papa dictó un documento en donde se reconocía el poder absoluto del Papa sobre todas las personas –incluido el emperador- y las iglesias – incluido la germana- del mundo. El emperador no sólo no escuchó las demandas del Papa para que éste cesara en el nombramiento de cargos eclesiásticos en el SIRG, sino que fue más alla. En 1076 se reune en un sínodo con todos los prelados germanos para que renegasen del sumo pontífice. Se le notificó a Gregorio VII invitándole además a renunciar al cargo y a reflexionar sobre sus pecados. El Papa respondió excomulgando al emperador y a los prelados germanos. El conflicto Papado – SIRG se solucionó en 1122 con la firma del Concordato de Worms entre el emperador Enrique V y Calixto II.
En 1138 la dinastía Suaba asume el SIRG. Fue una época de luchas con los príncipes güelfos de la Casa de Baviera. Destaca el emperador Federico I Barbarroja, que pacificó a los güelfos otorgándoles el ducado de Sajonia y fue derrotado por la Liga Lombarda en su intento de controlar todo el norte de Italia. Murió en la Cruzada intentando recuperar Jerusalén.
Los Habsburgo y el final del SIRG (1273 – 1806)
Los Habsburgo gobernaron el Imperio desde 1273 con Rodolfo I, que anexionó Austria al Imperio. Como indica Juan Eslava Galán en Historia del Mundo Contada para escépticos, el Sacro Imperio Romano Germano con los Habsburgo se mantuvo por la vanidad de la sangre azul. El Imperio decaía en poder frente a las grandes monarquías nacionales europeas, la indiferencia papal y los intereses particulares de los estados alemanes. Lo más reseñable de esta etapa son las diferentes transformaciones que sufre las organización institucional del Imperio. Destaca la Bula de Oro de Carlos IV en 1356, que estableció un consejo de electores formado por siete príncipes para la elección del emperador. El último emperador del Sacro Imperio Romano Germano fue Francisco II, que disolvió el Imperio en 1806 porque no quería ver a Napoleón ungirse como emperador del SIRG.
Sabías que… hubo un vacío de poder en el Sacro Imperio Romano Germano entre 1250 y 1273. Tras una intensa lucha entre algunos príncipes de los trescientos estados que integraban el Imperio, fueron los Habsburgo los que lograron restituir el poder central adquiriendo el título de emperador Rodolfo I.
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