Etología : El cainismo es un tipo de conducta agresiva que observada en algunos animales, principalmente aves rapaces, que consiste en la aniquilación directa del hermano o los hermanos menores por parte de un hermano o los hermanos mayores más fuertes.
A partir de entonces pasa a acaparar la comida y atención de sus padres. En algunas especies, como el águila real (Aquila chrisaetos), los progenitores no se inmutan cuando presencian esta actividad, mientras que en otros animales las conductas cainitas se producen cuando los padres se han ausentado del nido. El nombre hace referencia a Caín,personaje bíblico que mató a su hermano Abel por celos.
Entre los cucos se produce una conducta similar, aunque en estos casos el pollo asesino no es el mayor (aunque sí el más grande) ni los que mata son hermanos biológicos, sino adoptivos. Los cucos hembra no construyen nidos, sino que ponen un huevo en cada nido de otras aves que encuentran. La cría de cuco sale del huevo enseguida, cuando apenas tiene fuerza y movilidad suficiente como para arrojar el resto de huevos fuera del nido. Posteriormente, los padres y constructores del nido crían sin saberlo al usurpador y asesino de sus auténticos hijos.
Otra conducta parecida es el canibalismo intrauterino practicado por algunos tiburones ovovivíparos, en los que las crías más fuertes devoran los huevos de los padres aún sin eclosionar y a sus hermanos más débiles antes de abandonar el cuerpo de su madre.
La introducción de Céfiro y Calleja en su nido originario ha sido “inviable”, por la posible falta de alimento y debido a la diferencia de tamaño con el hermano mayor, Cumbre, que permanece en el nido, según informó la organización ecologista en nota de prensa.
La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, tras realizar un examen de la disponibilidad de nidos adoptivos en la región, ha seleccionado uno en la comarca de Campo de Montiel y otro en los Montes de Toledo.
Ambos nidos son de alta calidad, se localizan en zonas sin molestias humanas y con alta abundancia de conejo. Además, los pollos residentes en estos nidos que acogen a sus nuevos hermanos tienen edades similares a Céfiro y Calleja.
Céfiro, el mediano, finalizará su etapa del crecimiento en Montes de Toledo; y Calleja el pollo de menor tamaño con el espíritu escalador que inspiró a SEO/BirdLife a proponer al alpinista leonés que apadrinara a estos ejemplares, se criará en Campo de Montiel, Ciudad Real.
Nidos adoptivos
La técnica de introducción de pollos en nidos adoptivos se utiliza de manera excepcional en conservación de aves rapaces, debido a la facilidad que tiene este grupo de aves en sacar adelante el pollo introducido en su nido aunque éste pertenezca a otra especie diferente. La garantía de éxito en este tipo de actuaciones es “muy elevada”.
La técnica de introducción de pollos en nidos adoptivos se utiliza de manera excepcional en conservación de aves rapaces, debido a la facilidad que tiene este grupo de aves en sacar adelante el pollo introducido en su nido aunque éste pertenezca a otra especie diferente. La garantía de éxito en este tipo de actuaciones es “muy elevada”.
No obstante, en este caso se ha dispuesto un dispositivo de vigilancia en ambos nidos para certificar que los pollos son acogidos adecuadamente por sus hermanos y padres adoptivos. La webcam de SEO/BirdLife, que permitió el rescate de estos dos ejemplares y que continúa emitiendo la evolución de Cumbre, ahora ha servido también para asegurar “firmemente” la supervivencia de dos ejemplares de esta amenazada especie, aunque en este caso en nidos adoptivos, por lo que se ha revelado como una potente herramienta de conservación al asegurar dos individuos más a la escasa población reproductora de esta rapaz “en peligro de extinción”.
El canibalismo sexual en el reino animal y particularmente, entre los artrópodos, es un comportamiento estudiado por la etología como una variante del canibalismo caracterizada por tener lugar durante el proceso de apareamiento, generalmente en el transcurso o con posterioridad a la cópula. En la mayoría de los casos, es el organismo femenino el que mata y consume al macho de su misma especie, siendo raros los comportamientos inversos .- ..................................:http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Especial:Libro&bookcmd=download&collection_id=4b0fe09439581475be1dd666cd742981911ae108&writer=rdf2latex&return_to=Canibalismo+sexual
Científicos que intentan explicar cuál es origen y la función del canibalismo sexual entre artrópodos como las arañas, escorpiones y mantis identificaron que hasta el 63 % de la dieta de algunas hembras de mantis proviene de diferentes machos que fueron devorados durante o después del apareamiento.
Estudios realizados por las universidades Estatal de Nueva York (SUNY) y de Pittsburgh sugieren que los machos participan voluntariamente en este ritual que termina con sus vidas, pero que les da mayores posibilidades de fertilizar a la hembra. Una segunda función útil para las poblaciones de mantis sería frenar la multiplicación de machos fértiles, que provocarían desequilibrios en las colonias.
El indicador de que las hembras mantis obtienen hasta 63 % de nutrientes del canibalismo sexual al comer a varios machos durante las épocas de apareamiento fue obtenido por el biólogo evolucionista de SUNY William Brown y por el doctor Jonathan Lelito, de la Universidad de Pittsburgh. Ellos forman parte de un grupo que desde hace una década estudia la conducta de las mantis religiosas y las mantis chinas, las cuales tienen amplia presencia en el noreste de Estados Unidos, pero también en México y el sur de Europa.
“Son su principal fuente de alimento en épocas de apareamiento. El estudio demostró que, al menos en mantis chinas, ese 63 % de comida son machos de su misma especie”, indicó Brown, quien publica sus estudios en la revista The American Naturalist, fundada en 1867 y especializada en evolución, ecología y poblaciones.
El tema de la participación voluntaria o no del macho en estos ritos ha sido debatido con mucha frecuencia desde que en 1984 un artículo de la Universidad de Harvard sugirió por primera vez que el macho obtenía una ganancia al morir, sólo después de haber transmitido su material genético. Lo anterior podría ser una motivación cierta, pero los nuevos estudios indicarían que hay muchos machos que sí son devorados y no fecundan a la hembra.
El tamaño importa. Entre los estudios recientes realizados en Estados Unidos sobre la conducta de las mantis algunos indican que aquellos machos que logran aparearse y que no son consumidos por las hembras tienen al menos una de las siguientes tres características que les ayudan a sobrevivir: o son mucho más grandes físicamente que la hembra, lo cual no es común, pues generalmente la hembra es más grande; o han desarrollado algún aprendizaje para identificar a hembras que acaban de comer y por lo tanto no están tan hambrientas o, por último, logran mantener su cabeza suficientemente lejos de las patas delanteras de la hembra y así logran aparearse sin ser atrapados.
Las estadísticas de otro estudio de conducta animal realizado por la SUNY indica que, entre las mantis y entre las arañas, entre más chico es el macho, más fácilmente se convertirá en alimento.
Las mantis son animales solitarios, viven aproximadamente un año y sólo se reúnen con sus contrapartes durante las épocas de apareamiento, que podrían ser también las de mayor necesidad de nutrición.
El canibalismo sexual ha sido estudiado de manera científica a partir de las expediciones y teorías de Charles Darwin, hace menos de 200 años. Es una de las conductas más extrañas de la naturaleza, pero es una práctica común en todas las especies de la familia de las mantodea, conocidas popularmente como mantis. En la mayoría de los casos, es el organismo femenino el que mata y consume al masculino de su misma especie, siendo raros los casos donde el comportamiento es inverso.
Un caso extraordinario y que también se estudia es el de una especie de araña del este de África, en la que el macho suele devorar a las hembras con las que se aparea —lo que sería un suicidio ecológico— pero sólo respeta la vida de la hembra si es virgen.
Estudios realizados por las universidades Estatal de Nueva York (SUNY) y de Pittsburgh sugieren que los machos participan voluntariamente en este ritual que termina con sus vidas, pero que les da mayores posibilidades de fertilizar a la hembra. Una segunda función útil para las poblaciones de mantis sería frenar la multiplicación de machos fértiles, que provocarían desequilibrios en las colonias.
El indicador de que las hembras mantis obtienen hasta 63 % de nutrientes del canibalismo sexual al comer a varios machos durante las épocas de apareamiento fue obtenido por el biólogo evolucionista de SUNY William Brown y por el doctor Jonathan Lelito, de la Universidad de Pittsburgh. Ellos forman parte de un grupo que desde hace una década estudia la conducta de las mantis religiosas y las mantis chinas, las cuales tienen amplia presencia en el noreste de Estados Unidos, pero también en México y el sur de Europa.
“Son su principal fuente de alimento en épocas de apareamiento. El estudio demostró que, al menos en mantis chinas, ese 63 % de comida son machos de su misma especie”, indicó Brown, quien publica sus estudios en la revista The American Naturalist, fundada en 1867 y especializada en evolución, ecología y poblaciones.
El tema de la participación voluntaria o no del macho en estos ritos ha sido debatido con mucha frecuencia desde que en 1984 un artículo de la Universidad de Harvard sugirió por primera vez que el macho obtenía una ganancia al morir, sólo después de haber transmitido su material genético. Lo anterior podría ser una motivación cierta, pero los nuevos estudios indicarían que hay muchos machos que sí son devorados y no fecundan a la hembra.
El tamaño importa. Entre los estudios recientes realizados en Estados Unidos sobre la conducta de las mantis algunos indican que aquellos machos que logran aparearse y que no son consumidos por las hembras tienen al menos una de las siguientes tres características que les ayudan a sobrevivir: o son mucho más grandes físicamente que la hembra, lo cual no es común, pues generalmente la hembra es más grande; o han desarrollado algún aprendizaje para identificar a hembras que acaban de comer y por lo tanto no están tan hambrientas o, por último, logran mantener su cabeza suficientemente lejos de las patas delanteras de la hembra y así logran aparearse sin ser atrapados.
Las estadísticas de otro estudio de conducta animal realizado por la SUNY indica que, entre las mantis y entre las arañas, entre más chico es el macho, más fácilmente se convertirá en alimento.
Las mantis son animales solitarios, viven aproximadamente un año y sólo se reúnen con sus contrapartes durante las épocas de apareamiento, que podrían ser también las de mayor necesidad de nutrición.
El canibalismo sexual ha sido estudiado de manera científica a partir de las expediciones y teorías de Charles Darwin, hace menos de 200 años. Es una de las conductas más extrañas de la naturaleza, pero es una práctica común en todas las especies de la familia de las mantodea, conocidas popularmente como mantis. En la mayoría de los casos, es el organismo femenino el que mata y consume al masculino de su misma especie, siendo raros los casos donde el comportamiento es inverso.
Un caso extraordinario y que también se estudia es el de una especie de araña del este de África, en la que el macho suele devorar a las hembras con las que se aparea —lo que sería un suicidio ecológico— pero sólo respeta la vida de la hembra si es virgen.
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