Su forma determinada (“el [ancestro] común”) se refiere al que los antepasados de éste serán a la vez antepasados comunes de todos sus descendientes. Al referirse a la relación evolución biológica evolutiva dentro de una especie, un ejemplo común es el uso del término para describir al antepasado común femenino y masculino de la especie humana (Eva mitocondrial yAdán cromosomal-Y respectivamente); o en la conformación de linajes familiares. Al referirse a la relación evolutiva entre diferentes especies, a partir de la filogenia se postula la existencia de un último ancestro común universal de todas las especies. Ello lleva igualmente a postular como consecuencia, que dadas dos o más especies, aunque su relación sea escasa, debe postularse igualmente la existencia de un antepasado común, ancestro de ambas. El concepto sólo es problemático cuando tratamos de aplicarlo a representantes de dominiosdistintos (bacterias (s.s.), arqueas y eucariontes). Porque no están claras las relaciones entre ellos, con hipótesis que proponen, por ejemplo, que los eucariontes surgieron como quimera de bacterias y arqueas.
La Teoría del Ancestro Común se basa en una teoría de Darwin que explica que las especies cambian e imaginó un posible proceso de modificación en el cual las especies se adaptan a su medio ambiente dependiendo de qué tan efectiva es la especie en términos de supervivencia. Según Darwin, este proceso ocurre o se organiza de una manera ramificada para explicar las variaciones hereditarias en las que especies y determinar los cambios fisiológicos que denotan la evolución en cada uno de los seres vivos. Esta Teoría, sustenta la idea de que todos fuimos originados a partir de un ancestro común, del cual todos somos derivados. Esta teoría, explica la diversidad de las formas de vida y está apoyada en evidencia científica proveniente de la biogeografía (la ciencia que estudia la localización de los seres vivos en el planeta), el estudio de los fósiles de épocas prehistóricas, la embriología comparativa (también llamada biología del desarrollo, que se encarga de estudiar el desarrollo de los seres vivos hasta la madurez), la anatomía comparativa (la comparación de las características físicas de los seres vivos) y la biología molecular. Parte de esta teoría, se basa en que para sobrevivir y ocupar nichos en la red trófica, los organismos se diversifican teniendo, sin embargo, un organismo cero, del que se originó la vida en todas sus formas. El cambio se produce a través de variaciones genéticas que pueden ocurrir a lo largo de muchas generaciones mediante el proceso de selección natural; es decir, los organismos más capaces para sobrevivir se reproducen, pasando así a su descendencia las características que lo mantuvieron con vida, mientras que los menos aptos para sobrevivir, desaparecen. El cambio también se puede producir a través de mutaciones genéticas que no necesariamente tienen que ocurrir en un período largo de tiempo.
¿Proceden todas las formas de vida de un antepasado común?
Darwin pensaba que todos los organismos vivos compartían un antepasado común e imaginaba la historia de la vida en la Tierra como un gran árbol. Otros creyeron más tarde que el tronco de este “árbol de la vida” se formó con la aparición de las primeras células simples. Nuevas especies derivaron de él, dando lugar a ramas (familias de plantas y animales) y ramitas (todas las especies incluidas en las familias actuales). ¿Sucedió así?
¿Qué afirman muchos científicos? Muchos dan a entender que el registro fósil comprueba la teoría del origen común de la vida. Y dado que todos los seres vivientes utilizan un mismo tipo de “lenguaje informático”, o ADN, afirman que toda forma de vida tiene que haber evolucionado de un ancestro común.
¿Qué dice la Biblia? El relato de Génesis dice que las plantas, las criaturas marinas, los animales terrestres y las aves fueron creados “según sus géneros” (Génesis 1:12, 20-25). Esta descripción deja un margen para la variabilidad dentro de un mismo “género”, pero también implica la existencia de barreras infranqueables que separan un género de otro. El relato de la creación nos lleva asimismo a esperar que los nuevos tipos de criaturas aparecieran en el registro fósil de manera súbita y completamente formados.
¿Qué revelan las pruebas? ¿Apoyan las pruebas la descripción bíblica de los hechos, o le dan la razón a Darwin? ¿Qué han demostrado los hallazgos de los pasados ciento cincuenta años?
SE TALA EL ÁRBOL DE DARWIN
En los últimos años, los científicos han logrado comparar el código genético de decenas de organismos unicelulares, así como de plantas y animales. Suponían que tales estudios confirmarían el ramificado “árbol de la vida” propuesto por Darwin, pero este no ha sido el caso.
¿Qué ha sacado a la luz la investigación? El biólogo Malcolm S. Gordon escribió en 1999: “Al parecer, la vida tuvo múltiples orígenes. La base del árbol de la vida universal no consistió en una única raíz”. ¿Hay prueba de que las principales ramas de vida estén vinculadas a un solo tronco, como postuló Darwin? Gordon sigue diciendo: “La versión tradicional de la teoría del ancestro común no parece ser aplicable a los reinos taly como se reconocen hoy día; probablemente tampoco sea aplicable a muchos, o a ninguno, de los filos, y posiblemente tampoco a muchas de las clases dentro de los filos”.*29
Los últimos estudios siguen rebatiendo la teoría darwiniana de un antepasado común. La revista New Scientist publicó en 2009 un artículo según el cual el científico Eric Bapteste dijo: “No tenemos ninguna prueba de que el árbol de la vida sea una realidad”.30 El mismo artículo recoge este comentario del biólogo Michael Rose: “El árbol de la vida está siendo enterrado con discreción, eso lo sabemos todos. Más difícil de aceptar es el hecho de que nuestra visión fundamental de la biología tiene que cambiar por completo”.*31
LO QUE DICE EL REGISTRO FÓSIL
Muchas autoridades recurren al registro fósil para defender la idea de que la vida emergió de un antepasado común. Argumentan, por ejemplo, que dicho registro documenta la noción de que los peces se transformaron en anfibios y los reptiles en mamíferos. Pero ¿es eso cierto?
El paleontólogo evolucionista David M. Raup observa: “En lugar de encontrarse con el desarrollo gradual de la vida, lo que realmente encontraron los geólogos contemporáneos de Darwin —y siguen encontrando los geólogos actuales— es un registro bastante irregular: las especies aparecen en la secuencia muy abruptamente, muestran poco o ningún cambio durante su existencia en el registro y de repente desaparecen de él”.32
La verdad es que la inmensa mayoría de los fósiles evidencian estabilidad en los tipos de criaturas a lo largo de extensos períodos de tiempo. No indican que un tipo evolucionó para llegar a ser otro. Los planes corporales distintivos aparecen de súbito, así como las características nuevas. Por ejemplo, el murciélago, con sus sistemas de sonar y ecolocación, surge sin ningún nexo obvio con un antepasado más primitivo.
De hecho, más de la mitad de las principales divisiones de la vida animal surgieron en un período de tiempo relativamente corto. La manera abrupta como numerosas formas de vida nuevas y distintas aparecen en el registro fósil ha llevado a los paleontólogos a referirse a este período como “la explosión cámbrica”. ¿Cuándo tuvo lugar el período cámbrico?
Suponiendo que los cálculos sean correctos, podemos representar la historia de la Tierra con una línea de tiempo que tenga la longitud de un campo de fútbol (1). A esta escala, es preciso recorrer siete octavos del trayecto antes de llegar a lo que los paleontólogos denominan el período cámbrico (2). Durante un pequeño segmento de este período aparecen en el registro fósil las principales divisiones de la vida animal. ¿Con cuánta rapidez? Si seguimos caminando, todas estas diferentes criaturas surgen en el trecho de menos de un paso.
La aparición relativamente súbita de estas diversas formas de vida ha inducido a algunos investigadores a replantearse la versión tradicional de la teoría darwiniana. Por ejemplo, el biólogo Stuart Newman expuso en una entrevista en 2008 la necesidad de una nueva teoría evolutiva que explique la repentina aparición de nuevas formas de vida. Dijo: “El mecanismo darwiniano utilizado para explicar todo cambio evolutivo quedará relegado, creo yo, y pasará a ser uno más entre muchos, quizás ni siquiera el más importante para comprender la macroevolución, la evolución de las principales transiciones en los tipos corporales”.33
DIFICULTADES CON LA “PRUEBA”
¿Qué hay de los fósiles utilizados para ilustrar la transformación de peces en anfibios y de reptiles en mamíferos? ¿Constituyen una prueba sólida de la evolución en acción? Una mirada más atenta pone al descubierto varias dificultades.
Para empezar, en los libros de texto, el tamaño comparativo de las criaturas colocadas en la secuencia de reptiles a mamíferos es a veces engañoso. En vez de ser de un tamaño similar, como se representan, la realidad es que unas son enormes y otras son pequeñas.
Otro escollo, mucho más serio, es la falta de pruebas de que dichas criaturas están de algún modo emparentadas. Los especímenes de la serie suelen estar separados por espacios que se estiman en millones de años. El zoólogo Henry Gee dice sobre el particular: “Los intervalos de tiempo que hay entre los fósiles son tan enormes que no podemos decir nada definitivo sobre su posible conexión por ascendencia o descendencia”.*34
Aludiendo a los fósiles de peces y anfibios, el biólogo Malcolm S. Gordon señala que constituyen solo una pequeña “muestra, posiblemente muy poco representativa, de la biodiversidad que existía en esos grupos en épocas pasadas”. Y añade: “No tenemos forma de saber hasta qué punto aquellos organismos específicos tuvieron relevancia en sucesos posteriores o qué relación de parentesco les unía”.*
Según Darwin las especies cambian .Esta Teoría, sustenta la idea de que todos fuimos originados a partir de un ancestro común, del cual todos somos derivados. Esta teoría, explica la diversidad de las formas de vida y está apoyada en evidencia científica provenientede la ciencia que estudia la localización de los seres vivos en el planeta, el estudio de los fósiles de épocas prehistóricas, la biología molecular. El cambio se produce a través de variaciones genéticas que pueden ocurrir a lo largo de muchas generaciones mediante el proceso de selección natural; es decir, los organismos más capaces para sobrevivir se reproducen, pasando así a su descendencia las características que lo mantuvieron con vida, mientras que los menos aptos para sobrevivir, desaparece.
Los fósiles muestran evidencias de una forma ancestral y otra mas reciente.Los fósiles de transición brindan datos de los cambios que han sufrido las especies en el tiempo y estados intermedios y otra mas reciente .A continuación ejemplos de las transformaciones a lo largo de millones de años .
Evolución de las aves
Hace doscientos millones de años, mucho antes de la aparición de los primeros hombres, las únicas criaturas voladoras que existían eran los insectos.
En aquella época, un pequeño animal parecido al lagarto, poseedor de miembros provistos de pliegues en la piel, comenzó, de salto en salto, a planear por entre los árboles en los que vivía. se evolucionaría progresivamente hasta los reptiles voladores gigantes llamados pterosaurios que fueron dueños de las alturas durante varios millones de años.Esos reptiles planeaban más que volaban, mediante alas membranosas cuya envergadura podía alcanzar hasta diez metros. Eran alas pesadas, difíciles de replegar cuando el animal se posaba y en caso de desgarrarse, el reptil ya no podía volver a volar.Esta dificultad fue superada en el curso de la evolución animal, gracias a un órgano nuevo: ¡ la pluma !En 1861 se descubrieron en Baviera, Alemania; los restos fosilizados de un ave que vivió hace alrededor de 150.000.000 Se lo llamó Arqueopterix litographica, que significa "ala antigua grabada en la piedra”.La criatura se había fosilizado en unas calizas de grano tan fino, que hoy es posible ver con toda claridad las impresiones de sus plumas alrededor del esqueleto. (Cabe recordar que esas calizas son denominadas “litográficas” debido a que por su grano se las usaba en el pasado para litografía).Archaeopteryx constituye el eslabón entre los reptiles y las aves actuales, ambos muy diferentes en cuanto a la conformación de sus esqueletos. Según la mayoría de los paleontólogos, evolucionó a partir de alguno de los pequeños reptiles corredores que se desplazaban erguidos en vez de en cuatro patas. Archaeopteryx este fósil tenía plumas; un rasgo característico e inconfundible de las aves. La manera en que ellas estaban distribuidas sobre sus alas es muy parecida a la de las aves actuales y esto hace pensar que las empleaban para volar. Sin embargo, es probable que su vuelo no haya tenido la potencia del de las aves actuales, y tal vez se limitaba a desplazamientos cortos de un árbol a otro empleando tanto el aleteo como el planeo.
Medía 35 centímetros de longitud. Poseía alas y patas características de las aves, junto a una mandíbula provista de dientes y una cola típica de los reptiles.
Las aves tienen una estructura física muy especial: las partes pesadas, sobre todo los músculos de las alas y de las patas, se distribuyen alrededor de la caja torácica y de la columna vertebral. Eso les permite mantener el equilibrio tanto en el aire como en la tierra.
El Archaeopteryx; de reptil tenía escamas, hocico, dientes y una cola ósea larga. De ave: plumas, patas propias para posarse en las ramas y un hueso que en las aves cumple la función de nuestras dos clavículas.
En las aves voladoras actuales, la cola se redujo a un muñón y las mandíbulas se transformaron en un pico coriáceo sin dientes.
Hasta que se descubrió el Archaeopteryx, no se podía determinar el origen de las aves ni su vinculación con los reptiles.
Las aves, poseen un gran hueso frontal –el esternón-forma de en el cual están adheridos los grandes músculos que mueven las alas y permiten el vuelo. Archaeopteryx no tenía ese hueso por lo que se supone que su vuelo se limitaba al planeo.
En el correr de la evolución, la aparición de las plumas diferenció definitivamente a las aves de las demás especies animales.
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El primer fósil de ARCHAEOPTERYX hallado,en 1861 ,se encuenta en el Museo británico
Presentaba el cuerpo cubierto de plumas,como las aves actuales,sin embargo el cráneo era similar a los modernos reptiles y antiguos Teropodos.; tenían una cadera y fémur del tipo de los arcosaurios y no de las aves;presentaban costilla en el vientre típico en reptiles y dinosaurios ,maxilares con dientes , carecían de pico como las aves modernas, poseían dedos con garras.
las patas traseras de Archi se asemejan más a las de un dinosaurio carnívoro avanzado que a las de un ave.
EVOLUCION DE LOS CETÁCEOS
las primeras ballenas aparecieron hace unos 55 millones de años, como los demás órdenes de mamíferos modernos, durante el período caluroso de principios del eoceno. Vivieron en la costa oriental del mar de Tetis, cuyas aguas cálidas, saladas, ricas en vida marina y sin dinosaurios (extinguidos diez millones de años antes) ejercieron sobre ellas una fuerte influencia evolutiva. Buscando nuevas fuentes de alimento en aguas cada vez más profundas, aquellas habitantes de la costa desarrollaron hocicos cada vez más alargados y dientes más afilados, rasgos ambos más adecuados para atrapar peces. Hace unos 50 millones de años alcanzaron la fase representada por Pakicetus: buenas nadadoras de cuatro patas que todavía podían desplazarse en tierra firme.
Al adaptarse al agua, las primeras ballenas alcanzaron un medio inaccesible para la mayoría de los mamíferos, con refugios y comida en abundancia, y pocos competidores y depredadores: las condiciones perfectas para una explosión evolutiva. Se produjo entonces un estallido de experimentos idiosincrásicos, la mayoría de los cuales acabó en extinción mucho antes de los tiempos modernos. Aparecieron, por ejemplo, el enorme Ambulocetus, un cazador al acecho de 700 kilos de peso, con patas cortas y enormes fauces alargadas, como un peludo cocodrilo marino; , de cuello largo y cabeza de garza.
Hace unos 45 millones de años, a medida que las ventajas del medio acuático empujaban a las ballenas cada vez más lejos de la orilla, sus cuellos se comprimieron y perdieron flexibilidad para abrirse paso con más eficiencia por el agua, mientras el hocico se alargaba y afilaba como la proa de un barco. Las patas traseras se engrosaron para una mejor propulsión, y los pies se volvieron palmeados y con dedos alargados, lo que les confirió el aspecto de enormes pies de pato con diminutas pezuñas en las puntas, herencia de los antepasados ungulados. Las técnicas de natación mejoraron: algunas ballenas adquirieron colas gruesas y musculosas, que las impulsaban hacia delante con vigorosas ondulaciones verticales de la parte inferior del cuerpo. Ese eficiente estilo de locomoción ejerció una presión evolutiva a favor de una columna vertebral más larga y flexible. Las fosas nasales se desplazaron desde el hocico hasta la parte superior de la cabeza, y allí se convirtieron en espiráculos. Con el tiempo, a medida que los animales se sumergían a profundidades cada vez mayores, los ojos comenzaron a migrar desde la parte superior hacia los lados de la cabeza, con el fin de obtener una mejor visión lateral bajo el agua.
Al adaptarse al agua, las primeras ballenas alcanzaron un medio inaccesible para la mayoría de los mamíferos, con refugios y comida en abundancia, y pocos competidores y depredadores: las condiciones perfectas para una explosión evolutiva. Se produjo entonces un estallido de experimentos idiosincrásicos, la mayoría de los cuales acabó en extinción mucho antes de los tiempos modernos. Aparecieron, por ejemplo, el enorme Ambulocetus, un cazador al acecho de 700 kilos de peso, con patas cortas y enormes fauces alargadas, como un peludo cocodrilo marino; , de cuello largo y cabeza de garza.
Hace unos 45 millones de años, a medida que las ventajas del medio acuático empujaban a las ballenas cada vez más lejos de la orilla, sus cuellos se comprimieron y perdieron flexibilidad para abrirse paso con más eficiencia por el agua, mientras el hocico se alargaba y afilaba como la proa de un barco. Las patas traseras se engrosaron para una mejor propulsión, y los pies se volvieron palmeados y con dedos alargados, lo que les confirió el aspecto de enormes pies de pato con diminutas pezuñas en las puntas, herencia de los antepasados ungulados. Las técnicas de natación mejoraron: algunas ballenas adquirieron colas gruesas y musculosas, que las impulsaban hacia delante con vigorosas ondulaciones verticales de la parte inferior del cuerpo. Ese eficiente estilo de locomoción ejerció una presión evolutiva a favor de una columna vertebral más larga y flexible. Las fosas nasales se desplazaron desde el hocico hasta la parte superior de la cabeza, y allí se convirtieron en espiráculos. Con el tiempo, a medida que los animales se sumergían a profundidades cada vez mayores, los ojos comenzaron a migrar desde la parte superior hacia los lados de la cabeza, con el fin de obtener una mejor visión lateral bajo el agua.
Pakicetu |
Protocetus |
Dorudon |
aquellas ballenas de hace 45 millones de años aún tenían que subir a la orilla sobre sus patas palmeadas para beber agua dulce o para buscar una pareja o un lugar seguro donde dar a luz a sus crías. Pero unos millones de años después las ballenas ya habían dado el paso definitivo. Basilosaurus, Dorudon y sus parientes ya nunca subían a tierra, surcaban confiadamente los mares e incluso cruzaban el Atlántico hasta las costas de lo que hoy es Perú o el sur de Estados Unidos. Su cuerpo se adaptó al estilo de vida exclusivamente acuático, con extremidades delanteras cortas y rígidas que hacían las veces de aletas, y una cola ensanchada en los extremos como estructura propulsora. La pelvis se separó de la columna, lo que confirió a la cola mayor margen de movimiento vertical. Aun así, como reliquias de una olvidada vida terrestre, las patas traseras se conservaron, con sus rodillas, tobillos, pies y dedos diminutos, que ya no servían para caminar pero quizá tuvieran una función sexual.
La transición final de los basilosáuridos a las ballenas modernas comenzó hace 34 millones de años, durante el repentino enfriamiento climático que puso fin al eoceno. El descenso de la temperatura del agua cerca de los polos, los cambios en las corrientes oceánicas y el afloramiento de agua marina rica en nutrientes a lo largo de las costas occidentales de África y Europa abrieron nichos ambientales completamente nuevos para las ballenas e impulsaron el resto de las adaptaciones presentes en los cetáceos actuales: cerebros grandes, ecolocalización, grasa aislante y, en algunas especies, barbas en lugar de dientes para filtrar el krill.
La transición final de los basilosáuridos a las ballenas modernas comenzó hace 34 millones de años, durante el repentino enfriamiento climático que puso fin al eoceno. El descenso de la temperatura del agua cerca de los polos, los cambios en las corrientes oceánicas y el afloramiento de agua marina rica en nutrientes a lo largo de las costas occidentales de África y Europa abrieron nichos ambientales completamente nuevos para las ballenas e impulsaron el resto de las adaptaciones presentes en los cetáceos actuales: cerebros grandes, ecolocalización, grasa aislante y, en algunas especies, barbas en lugar de dientes para filtrar el krill.
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