viernes, 19 de junio de 2015

historia natural

Mamiferos.

1. Organización. Los mamíferos se distinguen sin dificultad de los demás vertebrados por el siguiente conjunto de caracteres: 1. º, por tener el cuerpo cubierto de pelo; 2. º, por poseer mamas destinadas en la hembra a la nutrición láctea de los pequeñuelos; 3. º, en relación con este régimen alimenticio, porque las mandíbulas están recubiertas por labios que permiten la succión; 4. º, por la delgadez de la cola que, desprovista de función locomotora, se convierte en rabo o desaparece, reduciéndose a un coxis, y 5. º, por el desarrollo de las extremidades. Estas llevan el cuerpo separado de tierra y han sufrido una torsión en virtud de la cual las rodillas se dirigen hacia delante, los codos hacia atrás y los dedos de las cuatro patas hacia delante (fig. 303).
Esqueleto de león, según Giebel. St, esternón. Sc, omóplato. H, húmero. R, radio. U, cúbito. Cp, carpo. Mc, metacarpo. Il, ilio. P, pubis. Is, isquio (los tres soldados forman el coxal izquierdo). Fe, fémur. T, tibia. F, peroné. P, rótula. Ts, tarso. Mt, metatarso. C, calcaneo.
Figura 303. Esqueleto de león, según Giebel. St, esternón. Sc, omóplato. H, húmero. R, radio. U, cúbito. Cp, carpo. Mc, metacarpo. Il, ilio. P, pubis. Is, isquio (los tres soldados forman el coxal izquierdo). Fe, fémur. T, tibia. F, peroné. P, rótula. Ts, tarso. Mt, metatarso. C, calcaneo.
Los TEGUMENTOS se caracterizan por formar pelos, destinados a proteger el cuerpo del enfriamiento, y por llevar abundantes glándulas sudoríparas y sebáceas. Mención especial merecen las glándulas mamarias. Estos son glándulas sudoríparas muy modificadas que desembocan en mamelones especiales llamados pezones. En el perro, cerdo, gato y demás animales que dan a luz en cada parto hay muchos hijos, las mamas son ventrales y en número de varios pares. Cuando el animal no pare más que una o dos crías, el número de mamas se reduce, quedando solo las anteriores (mamas pectorales), como ocurre en la especie humana, en los monos y en el elefante, o las posteriores (mamas inguinales), como en las vacas, cabras y yeguas.
El ESQUELETO (fig. 303) muestra dentro del mismo plan general grandes modificaciones parciales de carácter adaptativo. Es característico de la Clase el que el cráneo se articula con el atlas por dos cóndilos occipitales: que en la cintura escapular el coracoides se suelda a la escápula para formar el omóplato, y que el número de vértebras cervicales se fija en siete, sea cual sea la longitud del cuello. (Esta es proporcionada a la longitud de las patas).
El ENCÉFALO alcanza en los mamíferos su máximo desarrollo. Los hemisferios cerebrales y el cerebelo adquieren considerable tamaño y, extendiéndose sobre los órganos del istmo del encéfalo, lo ocultan por completo. En los mamíferos inferiores (Roedores, etc.), los hemisferios cerebrales tienen la superficie lisa como en los otros vertebrados (lisencéfalos). En los mamíferos superiores la superficie de los hemisferios aumenta considerablemente, en relación con la inteligencia, y se pliega más o menos para acomodarse en la cavidad craneana (girencéfalos). Así se forman las circunvoluciones cerebrales que alcanzan en los monos y en el hombre su máxima complicación. (figs. 301 a 307).
Encefalos de diferentes mamíferos. 304, de conejo: VH, cerebro. HH, cerebelo. NH, bulbo raquídeo. 305, de un semimono (Lemur mongos). 306, de un macaco (Macaccus cynomolgus). 307, de chimpancé (según Leche). Obsérvese en 304 la superficie lisa del cerebro y en 305-307 su progresivo plegamiento.
Figuras 304 a 307. Encefalos de diferentes mamíferos. 304, de conejo: VH, cerebro. HH, cerebelo. NH, bulbo raquídeo. 305, de un semimono (Lemur mongos). 306, de un macaco (Macaccus cynomolgus). 307, de chimpancé (según Leche). Obsérvese en 304 la superficie lisa del cerebro y en 305-307 su progresivo plegamiento.
De los ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS merece mención el del oído, pues adquiere notable perfeccionamiento en sus tres partes. En el interno se constituye al caracol por arrollamiento de la lagena; en el oído medio aparece la cadena completa de huesecillos; el externo se complica con la diferenciación del pabellón auditivo, en general de grandes dimensiones y movido por músculos especiales.
El APARATO DIGESTIVO difiere del de los otros vertebrado por la formación de los labios (véase el principio) y por la falta de cloaca. Por lo demás tiene una constitución semejante a la que ofrece el hombre: existe un intestino delgado y un intestino ciego más o menos desarrollado.
Los DIENTES merecen una atención especial. Se distinguen de los dientes de los demás vertebrados por estar implantados en alvéolos; por emplearse no solo para la sujeción de la presa, sino para masticarla; por estar diferenciados en incisivos, caninos, premolares y molares, y por la existencia de dos denticiones sucesivas: la leche y la definitiva (fig. 308).
Dentición del mono Cebu durante el cambio de los dientes. Según Owen en Claus. i, c y M1, M2, M3, incisivos, caninos y molares de la dentición de leche. J1, J2, C, P1, P2, P3 y M1, M2 y M3, incisivos, caninos, premolares y molares de la dentición definitiva. --.
Figura 308. Dentición del mono Cebu durante el cambio de los dientes. Según Owen en Claus. ic y M1M2M3, incisivos, caninos y molares de la dentición de leche. J1J2CP1P2P3 y M1M2 y M3, incisivos, caninos, premolares y molares de la dentición definitiva. --. 
Difiriendo considerablemente la detención de los distintos mamíferos, se ha convenido, para abreviar las comparaciones, expresar el número de dientes de cada especie animal por una fórmula. Una fórmula dentaria es un quebrado, en cuyo numerador se escriben cuatro cifras que indican, respectivamente, el número de incisivos, caninos, premolares y molares de la mitad de la mandíbula superior, y en el denominador otras cuatro para las correspondientes piezas dentarias de la mandíbula inferior. Así la fórmula dentaria del hombre adulto es 2.1.2.3 / 2.1.2.3, la del niño 2.1.2.0 / 2.1.2.0, la de los bueyes y otros muchos rumiantes 0.0.3.3 / 3.1.3.3..
La anatomía comparada ha demostrado que todas las fórmulas dentarias de los mamíferos derivan de una fórmula dentaria primitiva por aumento o disminución (aborto) de ciertas piezas dentarias. Esta fórmula dentaria primitiva es 3.1.4.3 / 3.1.4.3.
Como tendremos ocasión de ver, la forma de los dientes de los mamíferos varía considerablemente en relación con el régimen alimenticio del animal.
EL APARARATO RESPIRATORIO se caracteriza por la diferenciación de la laringe, así como por la formación de alvéolos pulmonares. Es característico de los mamíferos la existencia del diafragma, es decir de un tabique muscular de gran importancia en la respiración, que divide la cavidad general del tronco en dos: la torácica y la abdominal..
El APARATO CIRCULATORIO es idéntico al del hombre y casi igual al que hemos descrito en las aves. Deriva del de los reptiles por desaparición del cayado aórtico derecho (figs. 238 y 276). (El de las aves deriva por supresión del cayado aórtico izquierdo).
Respecto al APARATO GÉNITOURINARIO y a la REPRODUCCIÓN recordaremos que los mamíferos carecen de cloaca, pero tienen una vejiga urinaria especial que recibe la orina por los uréteres y la vierte al exterior por un tubo impar llamado uretra. En las hembras los dos oviductos confluyen uno con otro y forman una dilatación llamada útero, en la que tiene lugar el desarrollo de los embriones. Los mamíferos son, pues animales vivíparos. El feto está relacionado con el útero en la placenta (fig. 241). (Para más detalles véanse las generalidades de los vertebrados.)
2. Biología.- Los mamíferos están adaptados a los más variados regímenes de vida. Unos son marchadores, otros voladores (murciélagos), otros nadadores (ballenas), unos son herbívoros, otros carnívoros, otros insectívoros, otros frugívoros, etc. El régimen de vida repercute poderosamente sobre la forma y estructura de sus órganos, principalmente sobre los miembros y la dentición, de tal manera que aquéllos ofrecen notable diferencias en los diferentes grupos de mamíferos. La anatomía comparada ha demostrado, en efecto, que todos los mamíferos tienen exactamente la misma constitución y que la diferencia que entre ellos se aprecia se deben exclusivamente a la adaptación de su organismo a géneros de vida diferentes. La clasificación de los mamíferos se hace precisamente atendiendo a estas variaciones adaptativas.
Por el modo de locomoción se distinguen varios tipos de mamíferos: 1º, marchadores, que caminan por la tierra con ayuda de sus cuatro patas o de las dos posteriores; 2º, saltadores, que dan grandes saltos con ayuda de sus largas y fuertes patas posteriores (cangro); 3º, zapadores, que hacen vida subterránea abriendo galerías en el terreno con auxilio de sus robustas patas anteriores (topo); 4º, trepadores, que habitan en los árboles gracias a tener las extremidades (y a veces la cola) prensiles (monos); 5º, voladores (murciélagos), y 6º, nadadores (cetáceos, focas).
En el tipo marchador se distinguen tres modalidades, a saber: plantígrados, digitígrados y ungulígrados. – Los plantígrados caminan apoyando en tierra la palma de las manos y las plantas de los pies (hombre, oso); los digitígrados son animales corredores que apoyan en la marcha solamente los dedos y llevan erguidos los metacarpianos y metatarsianos, como hacemos nosotros al correr (perro, gato); los ungulígrados son los más especializados en la carrera: apoyan en tierra tan solo las puntas de los dedos (cabras, caballo).
3. Clasificación. – Atendiendo a caracteres muy importantes de la organización, se distinguen tres Subclases:
1ª. M o n o t r e m a s. Mamíferos ovíparos dotados de cloaca.
2ª. M a r s u p i a l e s. Mamíferos ovovivíparos desprovistos de placenta. Las hembras tienen una cloaca rudimentaria.
3ª. P l a c e n t a r i o s. Mamíferos vivíparos provistos de placenta. Carecen absolutamente de cloaca. A ellos nos hemos referido en la descripción general.

SUBCLASE I. MONOTREMAS
(Ornitodelfos. Prototerianos)

Comprende un pequeño Orden de mamíferos que difiere profundamente de los restantes y se asemeja por ciertos rasgos a los reptiles: son ovíparos; los huevos, tetolecitos; tienen cloaca; el coracoides es independiente del omóplato; entre las clavículas, sobre el esternón, poseen un episternón, como los reptiles, y carecen de pezones. Las glándulas mamarias, por su parte, son simples glándulas sudoríparas algo modificadas, localizadas en un par de áreas ventrales que destacan por la escasez de pelo y representan los pezones de los demás mamíferos. No obstante, los monotrema pertenecen claramente al grupo de los mamíferos, ya que poseen pelo, glándulas sebáceas y sudoríparas, temperatura superior a la del medio, etc. En la actualidad viven sólo tres especies acantonadas en Australia, Nueva Guinea, Tasmania e islas vecinas. La más notable es el Ornithorhynchus, que tiene el morro prolongado a la manera del pico de un pato (fig. 309)
Ornithorhynchus anatinus.
Figura 309. Ornithorhynchus anatinus.

SUBCLASE II. MARSUPIALES
(Didelfos, Metaterianos)

Comprende también un único Orden. Se caracterizan por carecer de placenta, esto es porque el alantoides del embrión, que se desarrolla durante la primera fase de la vida en el interior del útero, no contrae relaciones con las paredes de éste. Es decir, el embrión se desarrolla de modo semejante a como lo hacen los embriones de ciertos reptiles, anfibios y peces vivíparos. Poseen cloaca rudimentaria y en la pelvis unos huesos especiales llamados huesos epipubianos. La mayoría tienen una especie de bolsa ventral (marsupium) en la que están las mamas y en la que introducen los fetos después del parto para que continúen en ella su desarrollo mamando de un pezón. Los pequeñuelos también utilizan la bolsa marsupial para esconderse en ella al menor peligro. (fig. 310).
Canguro hembra con la cría en la bolsa marsupial. Según Pokorny.
Figura 310. Canguro hembra con la cría en la bolsa marsupial. Según Pokorny.
La mayoría de los marsupiales actuales vive en Australia y algunas de las islas próximas, siendo muy numerosos y variados (vegetarianos, carnívoros, insectívoros, etc.). El más notable de todos es el canguro (Macropus giganteus), de cortos brazos, largas y robustas patas, propias para el salto, y fuerte cola (fig. 310). En América del Sur viven algunos, como las zarigüeyas (Didelphis azarae), pequeños animales de cola prensil. En épocas pasadas vivieron también en Europa. La mayoría son arborícolas y tienen el pulgar oponible a los otros dedos.

SUBCLASE III. PLACENTARIOS
(Monodelfos, Euterianos)

Comprende esta Subclase la inmensa mayoría de los Mamíferos y se clasifica en numerosos Órdenes.
Orden 1º. Insectívoros. – Mamíferos diminutos, pentadáctilos, unguiculados y plantígrados, de dentición (fig. 311) adaptada a comer principalmente insectos y gusanos, por lo cual tienen los molares erizados de puntas de esmalte a propósito para perforar el caparazón de sus víctimas. Se encuentran en todo el Globo, a excepción de Australia y Sudamérica.
Las especies más interesantes son:
1ª, el erizo, cuyo dorso está cubierto de espinas (gruesos pelos) que lo protegen, sobre todo cuando se arrolla en bola; 2ª, el topo, de fino pelaje y costumbres subterráneas, por lo cual tiene los ojos atrofiados y las patas anteriores con grandes manos cavadoras (fig. 55), y 3ª, la musaraña, notable por su robusta cola y por ser el mamífero más diminuto.
Cráneo de erizo (Erinaceus europaeus).  De Claus.
Figura 311. Cráneo de erizo (Erinaceus europaeus). De Claus.
Orden 2ª. Carnívoros. – La adaptación de estos animales al régimen carnicero se manifiesta principalmente en la dentición y en las extremidades. Aquella (fig. 312) se caracteriza por la pequeñez de los incisivos, el gran desarrollo de los colmillos (caninos), propios para desgarrar las presas y transportarlas en la boca, y por la corona comprimida y cortante de los molares, que sirve para cortar la carne como tijeras. Una de las muelas de cada lado de cada mandíbula (el primer molar (I´) de la mandíbula inferior y el cuarto premolar (4) de la superior) está muy desarrollada, y se llaman muelas carniceras. Las extremidades terminan en garras, es decir, en uñas grandes, romas y aceradas, útiles para sujetar y aun desgarrar la presa. Unos son plantígrados y otros digitígrados. Los más importantes se distribuyen en tres familias.
Dentición de perro. i, incisivos. c, caninos. 1, 2, 3, 4 1', 2', 3', 4', prepolares. I, II, I', II', III', molares. Las piezas 4 y 1', son las muelas carniceras. Según Ziegler y Bresslau.
Figura 312. Dentición de perro. i, incisivos. c, caninos. 1, 2, 3, 4 1', 2', 3', 4', prepolares. I, II, I', II', III', molares. Las piezas 4 y 1', son las muelas carniceras. Según Ziegler y Bresslau.
1ª. CÁNIDAS. – Comprende el perro (Canis familiaris) y sus afines, el lobo (C. lupus), el zorro (C. vulpes) y el chacal (C. aureus). Son animales de alimentación omnívora, aunque inclinados a la carnívora. En consonancia con ello, tienen los premolares comprimidos y cortantes y los molares de corona tuberculada para aplastar y triturar alimentos vegetales. La fórmula dentaria de las cánidas es casi primitiva de los mamíferos placentarios: 3.1.4.2 / 3.1.4.3. Las cánidas son corredoras y por tanto digitígradas.
2ª FÉLIDAS (fieras). Animales de nutrición exclusivamente carnívora, se desarrollan en ellos extraordinariamente los caninos y la muela carnicera, reduciéndose, en cambio, el tamaño de los incisivos (que solo les sirven para descarnar los huesos) y el número y tamaño del demás número y el tamaño de las demás muelas (fig. 313). Fórmula dentaría muy distinta de la normal: 3.1.3.1/3.1.2.1.
Craneo de León. de Claus.
Figura 313. Craneo de León. de Claus.
Las fieras son también dirigidas, y para proteger del desgaste sus aceradas garras las tienen retráctiles, es decir, que normalmente las tienen escondidas y solo las sacan para atacar a sus víctimas. Pertenecen a esta familia: el león (Felis leo) de las estepas africanas: el tigre (F. Tigris) de la India; el leopardo o pantera (F. silvestris) de Europa; el gato casero (F. domestica), y el lince (Linx pardellus) de Europa. En América viven el jaguar (F. onca), parecido al leopardo (fig. 314), y el puma (F. concolor), parecido a la leona.
Leopardo.
Figura 314. Leopardo.
Jaguar.
Figura 315. Jaguar.
3ª URSIDAS (osos). En los osos, cuyo régimen es predominantemente vegetariano, ocurre lo contrario que en las fieras: se reducen los premolares a la mínima expresión, se hace tuberculosa la muela carnicera y muy grandes los molares posteriores, útiles para aplastar tubérculos y raíces. Son los osos grandes animales plantígrados de cabeza prolongada y cola corta. El oso común o pardo (Ursus arctos) habita las montañas europeas. El marítimo o blanco (U. maritimus) está acantonado en la región ártica.
Pertenecen también a este orden las HIÉNAS, repugnantes animales de costumbres necrófagas (hienas), de África; las VIVÉRRIDAS, como nuestras gineta (viverra geneta), que parece un gato montés; las MUSTÉLIDAS, pequeñas y astutas fieras de largo cuerpo y cortas patas, entre las cuales se encuentran algunas muy estimadas por sus pieles, como la marta, entre las cuales se encuentran algunas muy estimadas por sus pieles, como la marta, el armiño y la mofeta o chinga, de América, cuya piel es el skung. En América viven también los PROCIÓNIDOS, que son como osos de cola larga, entre los que se encuentran el mapache o tejón lavador, de Norteamérica, notable por lavar lo que come, y el soncho o coatí, de Sudamérica.
316, de tapir. 317, de rinoceronte. 318, de caballo.. En todas las figuras: R, radio. U, cúbito, las otras letras señalan los hueso del carpo. II-V , dedos segundo a quinto con sus metacarpianos. Obsérvese en 317 la reducción del dedo V; en 318 de los dedos II y IV. Según Flower en Boas.
Figuras 316 a 318. 316, de tapir. 317, de rinoceronte. 318, de caballo.
En todas las figuras: R, radio. U, cúbito, las otras letras señalan los hueso del carpo. II-V , dedos segundo a quinto con sus metacarpianos.
Obsérvese en 317 la reducción del dedo V; en 318 de los dedos II y IV, y en 319 a 321, la reducción y aborto de los dedos II y V, y la soldadura de los metacarpianos de los dedos III y IV. Según Flower en Boas.
319, de cerdo. 320, de ciervo. 321, de camello. En todas las figuras: R, radio. U, cúbito, las otras letras señalan los hueso del carpo. II-V , dedos segundo a quinto con sus metacarpianos. Obsérvese en 319 a 321, la reducción y aborto de los dedos II y V, y la soldadura de los metacarpianos de los dedos III y IV. Según Flower en Boas.
Figuras 319 321, de cerdo. 320, de ciervo. 321, de camello.
En todas las figuras: R, radio. U, cúbito, las otras letras señalan los hueso del carpo. II-V , dedos segundo a quinto con sus metacarpianos.
Obsérvese en 319 a 321, la reducción y aborto de los dedos II y V, y la soldadura de los metacarpianos de los dedos III y IV. Según Flower en Boas.
Orden 3.º Ungulados. Animales adaptados al régimen herbívoro. Esta adaptación se traduce en los siguientes rasgos: 1.º Reducción o aborto de los caninos, y gran desarrollo de los incisivos, que sirven para cortar la hierba, y de los morales, cuya corona es tuberculosa o aplanada, surcada de pliegues de esmalte, y sirven para triturarla (fig. 325). 2.º El tubo digestivo adquiere enorme tamaño y a veces gran complicación, porque, siendo la nutrición vegetariana poco nutritiva, necesitan injerir grandes cantidades. 3.º La necesidad de desplazarse para buscar los pasto para huir de los carnívoros hace que los Ungulados estén adaptados a la carrera, por lo cual caminan sobre los dedos (digitígrados) y aun sobre las puntas de éstos (ungulígrados). 4.º Para hacer la carrera más rápida, los miembros se alargan por prolongamiento del metacarpo y metatarso (fig. 316 a 321), que así forman una nueva palanca en cada extremidad. 5.º No necesitando estos animales sostener presa alguna, carecen de garras, y las uñas, desgastadas por el roce contra el suelo, se sueldan al callo que se forma en la punta de los dedos y constituyen las pezuñas, tan características de estos animales que a ellas alude el nombre de ungulados que reciben. Se distinguen dos grandes Subórdenes muy ricos en especies.
Suborden 1.º Perisodáctilos. La línea media de cada extremidad pasa por el tercer dedo (dedo medio), por lo cual éste adquiere un desarrollo predominante (figs. 316 a 318). Comprende tres familias:
Tapir índico (Tapiro indicus).
Figura 322. Tapir índico (Tapiro indicus).
Tapir americano (Tapiro terrestris).
Figura 323. Tapir americano (Tapiro terrestris).
1ª TAPÍRIDOS. Su labio superior se prolonga en una corta jeta. Cuatro dedos delante y tres detrás (fig. 316). Los tapires (Tapirus) viven en la India y en América del Sur (figs. 322 y 323).
Rebaño de cebras en una sabana africana.
Figura 324. Rebaño de cebras en una sabana africana.
2ª RINCOCERÓNTIDOS. Animales de piel muy gruesa y rígida, que llevan sobre la nariz un cuerno (Rhinoceros unicornis, de Asia) o dos (Rh. Bicornis, de África). Los cuatro miembros son tridáctilos (fig. 317).
3ª EQUIDOS. Comprende el caballo (Equus caballus), el asno (E. asinus) y la cebra (E. cebra y otras, fig. 324). En ellos solamente está desarrollado el tercer dedo. Los demás han abortado con los metacarpianos y metatarsianos correspondientes (figs. 318 y 46). En la marcha apoyan solamente el extremo de ese dedo, siendo, por tanto, ungulígrados, al revés que los anteriores, que son algo digitígrados. La dentición de los equipos es típica (3.1.4.3/3.1.4.3), pero los caninos están muy reducidos y en las hembras suelen faltar (fig. 325). Entre los incisivos y los molares hay un amplio diastema o espacio libre de dientes en el que se coloca el freno.
Cráneo de caballo. De Claus.
Figura 325. Cráneo de caballo. De Claus.
Cráneo de jabalí. De Claus.
Figura 326. Cráneo de jabalí. De Claus.
Suborden 2.º Artiodáctilos. Los dedos 3º y 4º están igualmente desarrollados por caer entre ellos el plano mediano de la pata. Los dedos 2º y 5º, son pequeños y, en general, no se apoyan en el suelo; a veces incluso faltan (figs. 319 a 321). El estómago sufre complicaciones más o menos grandes. Se distinguen dos grupos muy desiguales.
1.º Paquidermos. Animales omnívoros de dentición típica (fig. 326), de caninos bien desarrollados, con función defensora (jabalí), y de piel gruesa, a lo que alude el nombre. Los metacarpianos y metatarsianos de los dedos 3º y 4º son independientes (fig. 319). Habitan los sitios pantanosos. Comprende dos familias:
1ª SUÍDOS. De pequeño tamaño y patas delgadas como el jabalí (sus scrofa) y el cerdo (s. porcus).
2ª HIPOPOTÁMIDOS. De gran tamaño y patas pesadas, como el hipopótamo (Hippopotamus amphibius), de África.
Cráneo de ciervo. De Claus.
Figura 327. Cráneo de ciervo. De Claus.
Estómago de rumiante (oveja). a, esófago. 1, panza. 2, redecilla. 3, libro. 4, cuajar. b, intestino. c, válvula de comunicación entre el esófago y la redecilla. Según Lennis-ludwig.
Figura 328. Estómago de rumiante (oveja). a, esófago. 1, panza. 2, redecilla. 3, libro. 4, cuajar. b, intestino. c, válvula de comunicación entre el esófago y la redecilla. Según Lennis-ludwig.
2.º Rumiantes. Son los Ungulados mejor adaptados al régimen herbívoro. Carecen de incisivos en la mandíbula superior, mientras en la inferior parecen tener cuatro a cada lado, porque los caninos ofrecen corona cortante (fig. 327). La fórmula dentaria es muy especializada: 0.0.3.3/0.1.3.3.
Los dedos 2º y 5º son pequeños o faltan (figs. 320 y 321). Los metacarpianos y metatarsianos de los dedos centrales están soldados formando el hueso caña (figs. 320 y 321). El estómago está dividido en varias cámaras, que en los bueyes y cabras son cuatro: panza o herbario, bonete o redecilla, libro o cuajar (fig. 328). El esófago comunica con la panza y con el libro. Los pelotones de hierba sin masticar pasan a la panza, donde se almacenan y maceran. De allí van a la redecilla, para ser regurgitados poco a poco a la boca, donde serán cuidadosamente rumiados, por movimientos laterales de la mandíbula inferior, y mezclados con abundante saliva. La palilla resultante fluye por el esófago y pasa el libro, y de allí al cuajar. Este es verdadero estómago. Los principales rumiantes pertenecen a cuatro familias:
Rebaño de llamas en los andes peruanos. Fot. comunicada por el Prof. Larco Herrera.
Figura 329. Rebaño de llamas en los andes peruanos. Fot. comunicada por el Prof. Larco Herrera.
Jirafa del africa oriental.
Figura 330. Jirafa del africa oriental.
1ª CAMÉLIDOS. - Animales de cuello vertical, propios de desiertos. En el antiguo continente vive el género Camelus, con el camello bacteriano (C. bactrianus) de Asia, que tiene dos jorobas de grasa, y el camello común (C. dromedarius) de África, Arabia y Persia, con una sola. (Los dromedarios son una raza de camellos muy corredores). En América del Sur vive el género Auchenia, al cual pertenecen las llamas, alpacas, vicuñas y guanacos: pequeños camélidos de los Andes peruanos, desprovistos de gibas y muy útiles como bestias de carga y por su pelo, que es textil (fig. 329). El estómago de los camellos no es tan complicado como el de los bueyes, pero tiene la particularidad de poseer en una de las cámaras multitud de alvéolos en los que pueden almacenar agua, lo que les permite estar sin beber varios días.
2ª JIRÁFIDOS. – Poseen en la cabeza un par de cortos cuernos óseos cubiertos por la piel. En su representante típico, la jirafa (Giraffa camelopardalis), las extremidades, sobre todo las anteriores, son larguísimas, lo mismo que el cuello, a propósito para comer hojas de los árboles en las sabanas africanas, donde vive (fig. 330).
3ª CÉRVIDOS. – Rumiantes cuyos machos, rara vez también las hembras, llevan un par de cuernos macizos y caducos (cuernas), a veces ramificados, y cuyo número de caudiles aumenta con los años en ciertas especies (fig. 331). Las cuernas son prominencias frontales osificadas, cubiertas durante su formación por la piel, pero después desnudas (fig.332). En España tenemos el ciervo o venado (Cervus elaphus), el corzo (Capreolus capreolus) y el gamo (Dama dama). En el norte de Europa vive el reno (Rangifer tarandus).
Ciervo de la India (Axis axis). Macho y dos hembras.
Figura 331. Ciervo de la India (Axis axis). Macho y dos hembras.
Cráneo de un ciervo asiático (Cervulus muntjac) monstrando la constitución de la cornamenta. Según Weber.
Figura 332. Cráneo de un ciervo asiático (Cervulus muntjac) monstrando la constitución de la cornamenta. Según Weber.
Cráneo de carnero mostrando la constitución de los cuernos en los bóvidos. según Lennis.
Figura 333. Cráneo de carnero mostrando la constitución de los cuernos en los bóvidos. según Lennis.
4ª BÓVIDOS. – Se caracterizan por sus cuernos huecos y persistentes, formados de una parte ósea y de una externa córnea debida al espesamiento de la capa córnea de la epidermis (fig. 333). A veces los cuernos faltan en las hembras. Se distinguen tres subfamilias: a) Antilopinos, de aspecto de ciervo y a veces de gran elegancia, como nuestra gamuza o rebeco (Rupicapra y pyrenaica) (fig. 334), y los antílopes y gacelas de las estepas africanas y asiáticas.- b) Ovinos. Pequeño tamaño; hocico peludo; cuernos anillados, y mamas con dos pezones. Oveja (Ovis aries); cabra (Capra hircus). – c) Bovinos. Tamaño grande; hocico lampiño; cuernos lisos; cuatro pezones. El toro (Bos taurus); el bisonte de Norteamérica y de la Europa boreal (Fig. 386); el toro almizclero, de Norteamérica (Fig. 387); el búfalo, de la India, y el carabao, de Filipinas, pertenecen a esta subfamilia.
Afín a los antílopes es el berrendo (Antilocapra americana), muy abundante en las praderas de América del Norte.
Grupo de rebecos o gamuzas en los Picos de Europa, naturalizado en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid por D. Luis Benedito. Clisé del mismo.
Figura 334. Grupo de rebecos o gamuzas en los Picos de Europa, naturalizado en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid por D. Luis Benedito. Clisé del mismo.
La especialización de los ungulados. El estudio de los esqueletos de los mamíferos fósiles ha revelado que los primitivos Ungulados eran animales de dentición completa y omnívora y de miembros pentadáctilos plantígrados. También se ha llegado a la conclusión de que los Ungulados actuales, tan especializados como los équidos y los bóvidos, proceden de aquellos por la paulatina y progresiva modificación de su organismo en el sentido de adaptarse de la mejor manera a su género de vida. En la fig. 46 hemos representado la evolución que ha representado la pata del caballo. Obsérvese la reducción del 5º dedo, primero, y la de los dedos laterales 2º y 4º, después. Lo mismo se puede decir de las patas bidáctilas de los artiodáctilos, y de la dentición de los rumiantes. Signos de la más refinada especialización de los animales herbívoros son la rumiación y los cuernos. La rumiación permite a los Rumiantes injerir grandes cantidades de alimentos en poco tiempo, para masticarlos después, a escondidas de sus enemigos. Los cuernos son formaciones sui géneris que permiten a estos animales una defensa muy eficaz.
Orden 4º Proboscídeos. – Gigantescos animales (elefantes) parecidos a los Ungulados en su régimen alimenticio y en las pezuñas que protegen cada uno de los cinco dedos de robustas patas. Difieren de ellos por sus mamas pectorales y por la trompa (probóscide) que resulta de la prolongación de la nariz y labio superior. La dentición del elefante es muy especial. Su fórmula dentaria 1.0.3.30.0.3.3; carece, pues, de caninos y de incisivos inferiores, y no tiene más que un par de incisivos en la mandíbula superior. Estos crecen desmesuradamente y forman las defensas que vulgarmente se llaman colmillos. Los molares, parecidos a los del caballo, son tan enormes que solo caben de uno en uno en cada lado de cada mandíbula, reemplazándose sucesivamente a medida que el uso los va desgastando.
Elefante índico.
Figura 335. Elefante índico.
En la actualidad no viven más que dos especies de elefantes: el asiático (Elephas indicus), de orejas pequeñas (fig. 335), y el africano (E. africanus), de orejas muy grandes. En fecha prehistórica vivió en Europa el mamut (E. primigenius), de mayor talla que los actuales y provisto de abundante lana que le protegía del intenso frío de la época (período glaciar).
Orden 5.º Roedores. Pequeños mamíferos, también vegetarianos, que se alimentan royendo, es decir, moviendo la mandíbula inferior de delante atrás. Su dentición (fig. 336) es muy especial. En cada mandíbula hay dos largos incisivos curvos dotados de crecimiento continuo para compensar el desgaste que experimentan, y un número variable de muelas de corona plana surcada de líneas transversales de esmalte que actúan como los salientes de una lima. Entre los incisivos y los molares hay un extenso diastema.
Cráneo de hamster (Cricetus cricetus), roedor de la europa centralque ocasiona grandes perjuicios a la agricultura. Según Giebel en Claus.
Figura 336. Cráneo de hamster (Cricetus cricetus), roedor de la europa centralque ocasiona grandes perjuicios a la agricultura. Según Giebel en Claus.
Expuestos estos indefensos y tímidos animales a múltiples causas de destrucción, se defienden gracias a su prudencia, avispamiento y ligereza (ardillas) habitando madrigueras y saliendo de noche (ratones), o bien confundiéndose por su coloración con el terreno (conejo, liebre). Aun así, parecen en gran número, no desapareciendo gracias a su prodigiosa fecundidad, de la especie. El número de éstas es muy grande. Las más importantes son las siguientes:
1ª la liebre (lepus granatensis) y el conejo (Orictolagos cuniculus), de la familia LEPÓRIDOS; 2ª Las ratas y ratones, de la familia MÚRIDOS; 3ª El cobaya o conejillo de indias (cavia cobaya), de América del sur, tan útil en lo laboratorios de bacteriología; 4ª La ardilla, arborícola y de proverbial ligereza; 5ª La marmota, cuyo largo sueño o letargo invernal la ha hecho famosa; 6ª El castor (fig. 376), notable por las presas que construye en los ríos y por su apreciada piel; y 7ª El puerco espín (fig. 337), cuyo cuerpo está cubierto de largas y fuertes espinas constituidas por pelos soldados.
Puerco espín (Hixtris cristatus).
Figura 337. Puerco espín (Hixtris cristatus).
Los mamíferos adaptados a la natación. Los mamíferos que en el curso de los tiempos se han hecho acuáticos tienen un organismo modificado (adaptado) para la natación. Esta adaptación se traduce en la forma prolongada (pisciforme) del cuerpo; en la transformación de las extremidades, a veces también de la cola, en aletas, y en el espesamiento enorme del panículo adiposo de la piel, que por ser mal conductor de calor defiende al animal del enfriamiento que experimenta en el agua. Como está adaptación se ha realizado independientemente en tres grupos diferentes de mamíferos terrestres, existen tres órdenes distintos de mamíferos acuáticos.
Orden 6.º Pinnípedos. Proceden de los carnívoros por adaptación al régimen marino, y tienen con ellos numerosos caracteres comunes (dentición, garras). Las extremidades (fig. 338) son muy cortas, al igual que la cola, y llevan entre los dedos unas membranas interdigitales. Las posteriores están dirigidas generalmente hacia atrás, imitando una aleta. Los pabellones auditivos son muy pequeños o faltan. El cuerpo está cubierto de un pelo espesísimo. Son animales grandes y pesados, habitantes, en general, de las costas de los mares fríos, aun cuando en tierra son muy torpes, acuden a ella con frecuencia. En las regiones abundan las focas y la morsa.
Foca (<i>Phoca vitulina</i>). Según Enderlein.
Figura 338. Foca (Phoca vitulina). Según Enderlein.
Orden 7.º Sirénidos. Forman un pequeño grupo de animales marinos de régimen herbívoro. El cuerpo (fig. 339) termina en una aleta caudal horizontal. Las extremidades anteriores son cortas y aletiformes, con los dedos englobados en una piel común; las posteriores, faltan. Diferentes rasgos de su anatomía indican que los Sirénidos son Ungulados adaptados a la natación. Al parecer proceden del mismo tronco que los Proboscídeos, con los cuales tienen de común, entre otros caracteres, la situación pectoral de las mamas. En la actualidad viven: el manatí (fig. 339), del Atlántico, y el dugón, vaca marina o pez mujer (la famosa sirena), del Océano Indico.
Manati (<i>Manatus americanus</i>). Según Murie, en Weber.
Figura 339. Manati (Manatus americanus). Según Murie, en Weber.
Orden 8.º Cetáceos. Los Cetáceos son los mamíferos mejor adaptados a la vida acuática. Jamás acuden a tierra y por su aspecto recuerdan más a los peces que a los mamíferos (fig. 340). El cuerpo es fusiforme; la cabeza, el tronco y la cola se continúan entre sí sin estrechamiento alguno, pues el cuello falta; y la cola, que en lo demás mamíferos es muy delgada y descarnada, en los cetáceos es enormemente gruesa y musculosa, a propósito para realizar por sí sola la propulsión del animal. A este efecto lleva en su extremidad una aleta caudal semicircular y horizontal desprovista de esqueleto. En el dorso hay a veces otra aleta (aleta dorsal) triangular y también membranosa.
Delfín (<i>Delphinus delphis</i>). Según Claus.
Figura 340. Delfín (Delphinus delphis). Según Claus.
Carecen de extremidades pelvianas, y las escapulares están transformadas en aletas con los dedos englobados todos en una piel común. Los tegumentos son lisos y brillantes, sin pelos, pero un colosal panículo adiposo. La cabeza es a veces enorme, el oído externo falta, y las fosas nasales se abren en lo alto de la cabeza (fig. 341), lo que les permite respirar casi sumergidos. Las mamas son inguinales.
Los cetáceos son, en general, gigantescos animales de régimen zoófago que, a pesar de tener una boca enorme, se alimentan de seres diminutos. Se dividen en dos subórdenes bastante diferentes.
Cráneo de un delfinido (Globiocephalus melas) mostrando el orificio nasal (n), las mandibulas con dientes y una enorme masa de grasa (b-f) sobre el rostro. Según Murie, en Boas.
Figura 341. Cráneo de un delfinido (Globiocephalus melas) mostrando el orificio nasal (n), las mandibulas con dientes y una enorme masa de grasa (b-f) sobre el rostro. Según Murie, en Boas.
Suborden 1.º Odontocetos. Cetáceos con las mandíbulas provistas de dientes más o menos numerosos, y con los orificios nasales fundidos en uno solo (fig. 341). Se alimentan de pececitos y calamares.
A este grupo pertenecen: 1. º el delfín (Delphinus delphis, fig. 340), de tres metros de longitud, con cuarenta dientes, todos iguales, en cada mandíbula; 2. º, El cachalote (Physeter macrocephalus), con dientes rudimentarios en la mandíbula superior y una masa gigantesca de espermaceti sobre el rostro, al cual debe su enorme cabeza (véase la fig. 341), y 3. º, El narval (Monodon monoceros), casi desdentado, pues solo tiene dos dientes en la mandíbula superior, de los cuales el izquierdo se prolonga en lo machos en una defensa larga y retorcida (unicornio marino.)
Cráneo de ballena, invertido, mostrando las barbas. (Fot. Underwood en Ballester).
Figura 342. Cráneo de ballena, invertido, mostrando las barbas. (Fot. Underwood en Ballester).
Suborden 2.º Mistacocetos. Cetáceos desprovistos de dientes (figura 56) y con los orificios nasales independientes. El cráneo es enorme. Se nutren en general de diminutos crustáceos y de otros pequeños animales que viven flotando en el mar. En el interior de su enorme boca tienen dos series longitudinales de pliegues dérmicos transversales que penden del paladar y que están revestidos de una capa córnea muy espesa y deshilachada, formando las llamadas barbas (fig. 342). Su papel es importantísimo en la nutrición: las ballenas nadan un trecho con la boca abierta bajo el agua; la cierran en seguida por entre las deshilachaduras de las láminas córneas sale el agua, dejando dentro el pequeño animalitos que constituyen su alimento. Pertenecen a este grupo los mayores Cetáceos, como la ballena azul (Balenoptera musculus), que puede alcanzar treinta metros de longitud y posee aleta dorsal, y la ballena ártica (Balaena mysticetus), de veinte metros de largo y sin aleta dorsal. La ballena común de las costas españolas es el rorcual (Balemoptera physalus), que puede llegar a veinticuatro metros.
Cráneo de un perezoso (Scaeopos torcuatus), según Claus.
Figura 343. Cráneo de un perezoso (Scaeopos torcuatus), según Claus.
Orden 9.º Desdentados. Forman un heterogéneo grupo de animales cuyos caracteres comunes son el carecer de incisivos (figura 343) (a veces también de los demás dientes) y el tener las garras muy largas, curvadas y poderosas. Las piezas dentarias, además, carecen de esmalte, son todas iguales y no poseen raíz. Unos son herbívoros y otros insectívoros. Unos viven en tierra; otros se han hecho arborícolas.
El oso hormiguero (Myrmecophaga jubata), desdentado característico de Sudamerica.
Figura 344. El oso hormiguero (Myrmecophaga jubata), desdentado característico de Sudamerica.
El cerdo hormiguero (Orycteropus capensis), desdentado característico de Africa.
Figura 345. El cerdo hormiguero (Orycteropus capensis), desdentado característico de Africa.
Armadillo o tatuejo. A la izquierda, arrollado en bola. Según Brehm.
Figura 346. Armadillo o tatuejo. A la izquierda, arrollado en bola. Según Brehm.
Pangolín de Ceilán (Manis pentadactila) de plate.
Figura 347. Pangolín de Ceilán (Manis pentadactila) de plate.
A ellos pertenecen: 1. º, El perezoso o perico ligero (figura 343), de cabeza redonda y cola corta, trepador y herbívoro; 2. º Los osos hormigueros (Myrmecophara) (fig. 344), de cola larga, cabeza prolongada y lengua vermiforme, en cuya saliva quedan pegados los termes de que se alimentan; 3. º Los armadillos o tatuejos (figura 346), cuyos dorsos y cola están protegidos por gruesas placas córneas poligonales articuladas de tal modo que les permiten arrollarse en bola; 4. º Los pangolines (fig. 347), con la cabeza, dorso y cola protegidos por grandes escamas córneas empizarradas, y 5. º El cedo hormiguero del Cabo (fig. 345), algo parecido al cerdo común.
Excepto este último género, que es africano, y el anterior, que se encuentra en África y en la región indica, los demás desdentados viven en América central y del Sur. En épocas pasadas (período cuaternario) fueron muy abundantes, estando representados principalmente por los megaterios, especie de gran oso hormiguero del tamaño de un rinoceronte, y por los gliptodontes, grandes tatuejos de placas soldadas en un caparazón dorsal inmóvil. (fig. 1)
Murciélago (Plecotus edulis). I-V, dedos. U, R, cúbito y radio. T,F, tibia y peroné. PrP, Chp, Up, patagio. Segúb Weber.
Figura 348. Murciélago (Plecotus edulis). I-V, dedos. U, R, cúbito y radio. T,F, tibia y peroné. PrP, Chp, Up, patagio. Segúb Weber.
Orden 10.º Quirópteros. Mamíferos adaptados al vuelo (murciélagos). Sus alas (figura 348) son un simple repliegue de la piel (patagio) extendido entre los costados, las extremidades y la cola. Para aumentar la envergadura, el antebrazo y los metacarpianos y falanges de los dedos II, III, IV, y V son muy largos. El I (pulgar) queda libre y lleva una garra. Animales crepusculares o nocturnos, apenas utilizan los ojos, pero en cambio tienen finísimo oído, un agudo olfato y una sensibilidad táctil extremada. Poseen mamas pectorales en número de uno o dos pares. En el reposo diurno y durante el sueño invernal, que algunos realizan, permanecen suspendidos de las garras posteriores cabeza abajo. Se alimentan de insectos, que cazan al vuelo de noche guiados por el oído. Su dentición es, en la mayoría, semejante a la de los insectívoros (molares erizados de puntas de esmalte).
A ellos pertenecen nuestros murciélagos comunes y los vampiros, de América del Sur, que chupan sangre de otros mamíferos.
Orden 11.º Primates. Orden de mamíferos en el que se Reúnen el hombre y los monos, es decir, los mamíferos adaptados, en general, a la vida arborícola, que tienen las extremidades prensiles, o sea con el pulgar oponible a los otros dedos, constituyendo manos. Todos los dedos, o por lo menos algunos, llevan uñas planas o abovedadas. Los ojos tienen posición anterior. Su régimen alimenticio, omnívoro o frugívoro, determina una dentición completa, poco diferente de la humana (fig. 308). Las mamas son dos y están en posición pectoral. Se dividen en dos Subórdenes, que algunos autores consideran como Órdenes independientes:
El Aye-aye (Daubentonia madagascariensis). Según Vogt y Specht en Claus.
Figura 349. El Aye-aye (Daubentonia madagascariensis). Según Vogt y Specht en Claus.
Suborden 1.º Prosimios o Lemuroideos. (Semimonos). Animales trepadores parecidos a los insectívoros y de morro prolongado como los mamíferos hasta aquí descritos. Habitan en Madagascar, en la India y en las islas próximas. El más notable de ellos es el aye-aye (fig. 349), cuya cola es larguísima y muy peluda.
Suborden 2.º Simios o Antropoideos. Comprende el hombre y los monos. Se distinguen de los Prosimios y demás mamíferos por sus uñas planas o casi planas (todo lo más hay una en garra); por su cara corta, pequeña y más o menos desprovista de pelo, y porque las cuencas orbitarias están separadas de las fosas temporales (sienes) por un tabique óseo que falta en los demás animales (figura 350). Distinguiremos tres grupos:
Cráneo de prosimio (arriba) y de Hombre (abajo). Obsérvese que en el primero las fosas orbitariasestán abiertas por detrás. Según Leche.
Figura 350. Cráneo de prosimio (arriba) y de Hombre (abajo). Obsérvese que en el primero las fosas orbitariasestán abiertas por detrás. Según Leche.
Cabeza de platirrino (Ateles). Según Leche.
Figura 351. Cabeza de platirrino (Ateles). Según Leches.
Cabeza de catarrino (Cercopithecus). Según Leche.
Figura 352. Cabeza de catarrino (Cercopithecus). Según Leche.--. 
1 º Platirrinos. Monos del Nuevo Continente. Los orificios nasales separados por un ancho tabique membranoso (fig. 351). Cola bien desarrollada y a menudo prensil. A este grupo pertenecen el tití y los monos arañas.
2 º Catarrinos. Monos del Antiguo Mundo. Tabique nasal estrecho (fig. 352); fórmula dentaria idéntica a la del hombre (2.1.2.3/2.1.2.3) (la de los platirrinos es más próxima a la fórmula primitiva: 2.1.3.3/2.1.3.3). Cola nunca prensil y a veces atrofiada. Se dividen en dos grupos bien diferentes:
1º CINOMORFOS. Monos de aspecto de perro, generalmente con cola, que andan como los cuadrúpedos y tienen uñas abovedadas. Las piernas son un poco más largas que los brazos. En las posaderas poseen sendas callosidades (callosidades isquiáticas) para sentarse, y, en las mejillas, bolsas (abazones) para guardar el alimento. La caja torácica es comprimida como la de los demás mamíferos. A ellos pertenecen los macacos y la mona de Gibraltar (Inus sylvanus), que carece de cola y es el único mono europeo.
Orangutanes jóvenes.
Figura 353. Orangutanes jóvenes.
Chimpancé adulto.
Figura 354. Chimpancé adulto.
2º ANTROPOMORFOS. Grandes monos desprovistos de cola (que, como en el hombre, queda reducida al coxis), de abazones y de callosidades isquiáticas; con uñas planas, y caja torácica ancha. Es decir, monos de aspecto humano. Difieren del hombre principalmente por su pie prensil (fig. 357) y la gran longitud de sus brazos, en consonancia con la intensa vida arborícola. En tierra no caminan como los demás mamíferos, sino sobre los pies, bien que apoyando en el suelo los nudillos de una mano.
Chimpancé del jardín Zoológico de Leipzig, con la mueca de decepción. Fotogr. K. Linke, en Natur und Museum.
Figura 355. Chimpancé del jardín Zoológico de Leipzig, con la mueca de decepción. Fotogr. K. Linke, en Natur und Museum.
Gorila macho. Ejemplar disecado del Museo Filético de Jena, según Plate.
Figura 356. Gorila macho. Ejemplar disecado del Museo Fiético de Jena, según Plate.
Pie de Gorila. Pie de Humano. Obsérvese en ambos el hueso calcáneo o del talón.
Figura 357. Pie de Gorila.
Figura 358. Pie de Humano.
Obsérvese en ambos el hueso calcáneo o del talón.
A este grupo pertenecen: el orangután (Pithecus satyrus, fig. 353), de Sumatra y Borneo, y el chimpancé (Troglodites niger, figs. 354 y 355) y el gorila (Troglodites gorilla, fig. 356), ambos del África occidental y muy parecidos. El gorila alcanza a veces 1´70 metros de altura. En un grupo o familia intermedia entre los Cinomorfos los Antropomorfos se serian el gibón, de Asia, que es más pequeño que los Antropomorfos, pero tiene los brazos tan largos que puede caminar sobre ellos como si fueran muletas.
3º Antropinos. (Hombres). Distinguen al hombre los siguientes caracteres: 1º El gran desarrollo de las piernas, que sostienen al cuerpo sin ayuda de las manos. 2º El pie no prensil. 3º La cortedad y poca fortaleza de los brazos, que no se emplean en la locomoción, por abandono de la vida arborícola. 4º El extraordinario desarrollo del cerebro. Que determina el desarrollo de la inteligencia (lenguaje articulado, etc.) y hace que el cráneo sea muy voluminoso (fig. 359). Y 5º La poca fortaleza de a dentición y de las mandíbulas y músculos masticadores, que contribuyen al achicamiento de la cara y a exagerar el tamaño del cráneo. Por lo demás la constitución cerebral, así como la del resto del cuerpo, incluso la de pies. (En efecto: las pretendidas manos posteriores de los monos no tienen exactamente la misma constitución que el pie del hombre. No son manos, sino pies prensiles (pulgar oponible). Se comprenderán, pues, el abandono en que han quedado el nombre cuadrumanos que aplicaron los antiguos naturalistas al hombre y a los monos, respectivamente), es en el hombre idéntica a la de los monos antropomorfos (figs. 357 y 358). Otras diferencias que a veces se citan como existentes entre el hombre y esos monos no tienen valor general alguno.

Todos los hombres se reúnen en una especie, Homo sapiens.

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