sábado, 6 de junio de 2020

CRUZADAS - HISTORIA Y PERSONAJES

SÉPTIMA CRUZADA

La batalla de El Mansurá entre el 8 y 11 de febrero de 1250 durante la Séptima Cruzada entre los sitiadores cruzados que mandaba Luis IX de Francia y los asediados ayubíes encabezados por el emir Fakhr-ad-Din Yussuf. El combate acabó con la victoria musulmana.

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La batalla de Fariskur sucedió el 6 de abril de 1250 en el contexto de la Séptima Cruzada. El ejército cruzado al mando de Luis IX de Francia tras el fracaso del asedio de El Mansurá fue atacado en Fariskur, donde fue totalmente destrozado y su líder fue capturado. El rey francés tuvo que pagar un alto rescate y devolver Damieta a los musulmanes para obtener su liberación.










Al-Malik as-Salih Naŷm ad-Din Ayyub (en árabeالملك الصالح نجم الدين ايوب, apodado Abu al-Futuh [أبو الفتوح] (El Cairo, 5 de noviembre de 1205-Al Mansura, 22 de noviembre de 1249), también conocido como al-Málik as-Sálih, fue el sultán ayubí de Egipto desde 1240 hasta 1249. Dominó también Damasco a partir de 1245.

Primeros años[editar]

En 1221 as-Sálih fue entregado como rehén al final de la Quinta Cruzada, intercambiado por Juan de Brienne, que lo fue de su padre, al-Kamil, hasta que Damieta fue reconstruida y devuelta a Egipto. En 1232 se le dio Hasankeyf en al-Yazira (ahora parte de Turquía), que su progenitor había arrebatado a los artúquidas. As-Sálih era el primogénito de al-Kamil.2​ En 1234 su padre lo envió a gobernar Damasco; lo eliminó de la sucesión al trono de Egipto por sospechar que conspiraba contra él confabulado con los mamelucos. Su tío as-Sálih Ismaíl pronto lo expulsó de Damasco; al-Sálih huyó a al-Yazira,32​ donde se alió con los Jorezmitas.
En 12373​ al-Kamil murió dejando en herencia a as-Sálih al-Yazira, y a su otro hijo al-Adil II, Egipto.2​ En las disputas dinásticas que siguieron, as-Sálih se hizo con el control de Damasco en 1239, y se dedicó a utilizarlo como base para la ampliación de sus dominios. Recibió a los emisarios de los antiguos emires de su padre en Egipto, que le encarecieron que eliminase a su hermano; a principios de 1240, mientras que se alistaba para invadir Egipto, se le informó que su hermano había sido capturado por sus soldados y estaba prisionero. A la vez, se le invitó a trasladarse a Egipto y asumir el sultanato.2​ El 19 de junio de 1240,4​ as-Sálih hizo una entrada triunfal en El Cairo y asumió la jefatura de la familia ayubí.3​ La falta de prestigio en comparación con los tres sultanes que le habían precedido en el cargo hicieron que muchos de sus familiares, entre ellos su tío, su hermano y algunos de sus sobrinos, se negasen a jurarle fidelidad.4
Era, a diferencia de la mayoría de los miembros de la familia, un hombre solitario y serio, sin la afabilidad y el interés por la cultura que solía caracterizar a los señores ayubíes.5​ Tenía, también en contraste con el resto de la familia, ascendencia sudanesa, mientras que sus rivales mantenían el tradicional origen kurdo.5​ Gobernante capaz, fue el último de los grandes sultanes ayubíes.5

El ascenso de los mamelucos[editar]

Una vez instalado en El Cairo, as-Sálih estaba lejos de estar seguro.6​ La naturaleza compleja del Estado ayubí determinaba que, tanto en la propia familia real como en los clanes kurdos ligados a ella, las lealtades fluctuasen. En Egipto, una poderosa fracción de emires, la Ashrafiyya, conspiraba para derrocarlo y reemplazarlo por su tío as-Sálih Ismaíl, que había recuperado el control de Damasco después de su partida. As-Sálih se encerró en la ciudadela de El Cairo, ya no podía confiar ni siquiera en los emires otrora leales que lo habían llevado al poder. La falta de soldados leales le impelió a empezar a comprar gran número de esclavos kipchak, que estaban disponibles en gran cantidad por las invasiones mongolas de Asia central.76​ Pronto conformaron el núcleo de su ejército; a estos soldados de origen esclavo se les conocía como mamelucos.8​ Algunos de ellos provenían del periodo sirio de as-Sálih, antes de que se hubiese apoderado de Egipto.2​ As-Sálih no fue el primer gobernante ayubí en hacer uso de mamelucos, pero él fue el primero en depender tanto de ellos.2​ En lugar de limitarse a reclutar un pequeño número de mamelucos, al-Sálih estableció dos cuerpos completos de ellos, que sumaban hasta mil hombres. Una unidad era conocida como Baḥrīyah o Bahriyya (literalmente, «mamelucos fluviales»), porque estaba acuartelada en la isla Roda, en el río Nilo, al que los egipcios llaman en ocasiones Bahr al-Nil.329​ El segundo cuerpo era el Jamdārīyah, que parece haber funcionado como guardia pretoriana de as-Sálih. Como los mamelucos posteriormente derrocaron a la dinastía ayubí y fundaron una propia, su ascenso durante el reinado de as-Sálih Ayub es de gran importancia histórica. Las referencias a los soldados de la Bahriyya tras la muerte de al-Sálih, cuando se convirtieron en el grupo dominante en Egipto, por lo general los llaman los mamelucos Bahri.10​ A los miembros de la Bahriyya que fueron reclutados y liberados por el propio al-Sálih también se les conoce como Salihiyya, pues era habitual que los mamelucos liberados adoptasen como cognomen el nombre de quien manumitía.11​ En vida del sultán, estos términos eran sinónimos. La mayoría eran de origen Kipchak.2​ El grueso del gran ejército creado por al-Sálih era de caballería, se dispersaba por todo el territorio del sultanato y solo se reunía para participar en campañas concretas.2​ Pese a la creciente importancia de los mamelucos en el sultanato, los emires libres de origen kurdo conservaron notable influencia en asuntos administrativos y militares.2

Las guerras con otros reinos ayubíes y los cruzados[editar]

Una vez que se hubo adueñado de Egipto, el sultán se enfrentó con los demás miembros de la familia que gobernaban Damasco, HamaHomsAlepoSubayba y Diyarbakır.12​ En las luchas intestinas que debilitaron a la familia ayubí, participaron, también divididos, los cruzados: mientras que los templarios sostuvieron al tío de as-Sálih, los hospitalarios tomaron partido por este.4​ As-Sálih y sus seguidores desbarataron la invasión de Egipto que emprendieron su tío as-Sálih Ismaíl y los templarios en una batalla que los dos bandos libraron en Gaza.4
Al igual que sus mamelucos Bahri eran importantes porque le permitían mantener el orden en Egipto, los jorezmitas le fueron útiles a as-Sálih para imponerse a los otros señores ayubíes de las regiones vecinas. En el verano de 1244,13​ por invitación de as-Sálih, los jorezmitas avanzaron a través de Siria y Palestina saqueando Jerusalén el 11 de julio,141513​ que había sido entregada a Federico II, emperador del Sacro Imperio Romano por al-Kamil durante la Sexta Cruzada.13​ Damasco se les había resistido, y lo único que consiguieron fue talar su campiña.13​ La pérdida de Jerusalén para los cruzados resultó definitiva: nunca recobraron la ciudad.13
Más tarde ese año, as-Sálih, de nuevo en concierto con los Jorezmitas, derrotó a as-Sálih Ismaíl en la batalla de La Forbie, en Siria; el tío del sultán egipcio se había aliado con el Reino cruzado de Jerusalén.154​ El 2 de octubre de 1245,4​ al-Sálih tomó Damasco,16​ y fue galardonado con el título de sultán por el califa al-Musta'sim de Bagdad. Al-Sálih no fue, sin embargo, capaz de extender su autoridad más allá de Damasco, a los otros Estados ayubíes.15​ En 1246, convencido del peligro que suponían sus aliados jorezmitas, a los que no podía controlar,14​ se volvió contra ellos y los derrotó cerca de Homs; mató a su jefe y dispersó sus fuerzas por toda Siria y Palestina.15​ As-Sálih conquistó Jerusalén tras la expulsión de los jorezmitas, lo que condujo a la convocatoria de una nueva Cruzada en Europa, en la que participó Luis IX de Francia. Los preparativos de la campaña llevaron varios años, pero en 1249 Luis invadió Egipto en la Séptima Cruzada y ocupó Damietta en junio.141517​ Por entonces se hallaba en Siria, cercando Hama que, junto con Alepo, se habían rebelado en 1247.4​ Federico II que mantenía excelentes relaciones con los ayubíes egipcios y había tratado de disuadir al monarca francés de emprender una nueva cruzada, mantuvo en todo momento a as-Sálih al tanto de los preparativos franceses.18

Muerte y herencia[editar]

As-Sálih estaba combatiendo a sus primos en Siria cuando llegó la noticia de la invasión de los cruzados.41519​ Había pasado el invierno de 1248 en Damasco, esperando poder rematar la campaña contra Homs antes de tener que enfrentarse a la cruzada de Luis.20​ Al principio creyó además que el desembarco cruzado se produciría en Siria, y no en Egipto.20
Ya enfermo de tuberculosis,9​ volvió rápidamente a Egipto y acampó en El Mansurá, donde murió el 22 de noviembre.151920nota 1​ Los preparativos que había realizado para sostener Damieta, cuya guarnición la componían beduinos famosos por su gallardía, resultaron inútiles.20​ Había tratado en vano de intercambiar Damieta por Jerusalén, propuesta que Luis rechazó.19​ Del tesoro del sultán, que había sido enviado a la fortaleza de Kerak en la Transjordania para evitar que cayese en manos de los cruzados, se apoderó otro ayubí.22
Al-Sálih no se fiaba de su heredero, al-Muazzam Turanshah, y lo había mantenido alejado de Egipto,14​ en Hasankeyf.239​ La viuda de as-Sálih, Shayarat-Durr, logró ocultar su muerte hasta que Turanshah llegó para reclamar el trono.239245​ Al reinado de Turanshah, breve, le siguió un largo y complicado interregno hasta que los mamelucos Bahri finalmente tomaron el poder.25​ As-Sálih fue así el último señor ayubí importante de Egipto, y el último en reinar tanto en Egipto como en parte de Siria y Palestina.








Saif ad-Din Qutuz al-Muʿizzi fue un sultán mameluco que reinó en Egipto en 1259-1260. Venció a los mongoles en la batalla de Ain Yalut, de gran importancia simbólica, pero fue asesinado poco después.

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Mameluco de Aibek[editar]

Qutuz era el principal jefe de los mamelucos fieles al sultán Aibek.1​ Como tal, encabezó el grupo que asesinó en enero de 1254 al rival del sultán y jefe de los mamelucos Bahri, Faris al-Din Aqtay al-Jamdar.1​ El destacado papel que había tenido en la muerte del jefe de los mamelucos Bahri le granjeó el odio de estos.2​ Cuando Aibek fue asesinado por esclavos sobornados por su esposa, Shajar Al-Durr, en marzo de 1257, Qutuz devino uno de los personajes principales que se disputaban el poder en el sultanato.3

Sultán y enfrentamiento con los mongoles[editar]

Hulagu y sus soldados en una miniatura medieval persa. Su conquista de Siria que comenzó a finales de 1259 precipitó la toma del poder en Egipto por Qutuz.
Cuando llegó a Egipto la noticia de la entrada de los mongoles en Siria en diciembre, Qutuz depuso al sultán al-Mansur Nur al-Din Ali, hijo del difunto Aibek, y se arrogó el título de sultán.2456​ Lo hizo cuando sus principales rivales se hallaban ausentes de El Cairo.2​ Justificó el derrocamiento afirmando que el joven sultán lo era demasiado como para dirigir la yihad que había de declararse contra los invasores mongoles.785​ Estos, tras ocupar Damasco, se habían apresurado a enviar contingentes para apoderarse de Naplusa y Gaza.4​ Qutuz, hombre maduro y enérgico, parecía más adecuado para afrontar la amenaza mongola.8
En el verano de 1260, llegó a Egipto una embajada mongola,46​ que exigió la sumisión de Qutuz y del sultanato y mostró su desprecio por los orígenes esclavos del sultán y de los emires mamelucos.7​ En respuesta, Qutuz los mandó ajusticiar,46​ medida que se tornó habitual en los intercambios diplomáticos posteriores entre mamelucos y mongoles.7​ El sultán reunió en torno a sí a todas las fuerzas regionales —algunos ayubíes sirios entre ellas— que deseaban hacer frente a los mongoles, y se decidió a combatirlos en Siria.76​ Incluso los mamelucos Bahri, acaudillados por Baibars, se reconciliaron temporalmente con el sultán para luchar contra los invasores.6​ Un gran ejército partió de Egipto hacia Palestina el 266​ de julio y a él se unieron tribus beduinas y otras fuerzas.7​ El enemigo, sin embargo, se hallaba muy debilitado, pues el grueso de sus tropas se había retirado de la región cuando Hulagu, noticioso de la muerte del gran kan Mongke, se replegó para participar en la lucha por el trono mongol.89​ En Siria apenas quedaban unos miles de jinetes al mando de un general de Hulagu, Kitbuqa.86
Para cuando la vanguardia egipcia venció a la del enemigo apostada en Gaza —que casi no resistió el embate—,86​ puede que Qutuz mandase unos cien mil hombres, aunque de calidad muy desigual.7​ Los francos, que habían prometido a Kitbuqa mantenerse neutrales en el conflicto, permitieron el paso del ejército mameluco por sus territorios y lo abastecieron.71011​ La brutalidad mongola había desvanecido para entonces las ilusiones de los francos del sur y la colaboración de estos permitió a Qutuz poder avanzar hacia Damasco sin preocuparse por proteger la retarguardia.10​ Kitbuqa, que se hallaba en Baalbek y deseaba marchar de inmediato al sur, tuvo que regresar apresuradamente a aplastar una revuelta que había estallado en Damasco durante su ausencia de la ciudad.6
El choque principal entre los dos bandos se libró el 3 de septiembre, cerca del lago Tiberiades, y se conoce como batalla de Ain Yalut.71011​ Pese a las ventajas numérica y de posición de las huestes mamelucas, la lucha fue reñida.1211​ Finalmente los egipcios lograron empujar al enemigo hacia los pantanos y matar1013​ a Kitbuqa y alcanzaron la victoria.12​ Baibars derrotó nuevamente a los supervivientes en Beit She'an, en donde habían tratado de reagruparse.12​ De inmediato, los que sobrevivieron y las guarniciones mongolas trataron de abandonar el territorio, pero muchos perecieron en el intento, perseguidos por las fuerzas de Baibars y acosados por contingentes árabes y turcomanos.1213​ El 8 de septiembre, las fuerzas egipcias entraron en Damasco, que las recibió con alborozo.101415​ A principios de octubre, alcanzaron Alepo.1615​ Aunque la trascendencia militar de la batalla se limitó a impedir temporalmente la invasión mongola de Siria y Egipto —los mongoles realizaron varias campañas posteriores en la región—, tuvo gran relevancia psicológica y política: demostró la posibilidad de derrotar a las hordas mongolas y aumentó el prestigio militar de los mamelucos.12

Triunfo y muerte[editar]

Siria quedó en manos de Qutuz,16​ que permaneció en ella organizando su administración y repartiendo mercedes a sus seguidores.1214​ La excesivas promesas que había tenido que hacer a estos para convencerlos para seguirlo en la ofensiva contra los mongoles hizo que algunos quedasen desilusionados con el reparto de recompensas.12​ Entre los descontentos se contó Baibars, que reclamó en vano el gobierno de Alepo o de Palestina.12161415​ Las disensiones impidieron que se acometiesen las deseadas campañas de castigo contra los principales aliados de los mongoles, el rey de la Cilicia armenia y el príncipe de Antioquía.16​ El 5 de octubre, Qutuz partió de Damasco y emprendió el regreso a Egipto.14​ Los insatisfechos con las disposiciones del sultán se confabularon contra él y lo asesinaron en su campamento de las cercanías de Gaza el 23 de octubre, cerca ya de Egipto.121715​ Aprovechando una partida de caza de liebres —deporte al que era muy aficionado el sultán—, los conjurados lo apuñalaron.181915​ Los principales emires del campamento se reunieron entonces y, tras una tensa discusión, escogieron al propio Baibars —que había atravesado con su espada al sultán—1815​ para suceder al asesinado Qutuz.

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