lunes, 22 de junio de 2020

PARTES DE UN BARCO


El calma-olas es una instalación comúnmente dispuesta a proa o a popa, apropiada para soltar aceite sobre el agua con objeto de producir, cuando hay una gran marejada, una zona tranquila en torno del buque o por la parte de barlovento.
El aceite se emplea para calmar el oleaje, lanzándolo por medio de un bombillo en la dirección deseada o bien suspendiendo por la parte exterior del buque, en los puntos más convenientes, sacos llenos de algodones o estopas empapadas en tal materia.











Una campana de a bordo es una campana náutica que sirve a bordo de un barco para marcar los tiempos y pautas, considerándose una pieza tradicional del cargo de señales 1​, siendo utilizada hoy en día más que nada con fines ceremoniales (aunque en algunas embarcaciones pequeñas y medianas se sigue usando para alertar de la presencia de la nave 2​). La campana suele estar confeccionada de latón o bronce, y con el tiempo se ha convertido en uno de los artilugios más representativos del buque, llevando cincelado en relieve su nombre y la fecha de su botadura, y en algunos casos también algún lema pagano o religioso.


Historia[editar]

La utilización de la campana de a bordo data de la época en que el tiempo se determinaba por medio de un reloj de arena, al cual se debía dar la vuelta cada media hora pues ese era el tiempo en que se vaciaba cada ampolleta 3​.
Esta tarea era atendida por un grumete, y debido a que con el paso de las horas se volvía cada vez más tediosa, debía dar por cada vuelta del reloj un golpe de campana para indicar de esta forma que el grumete seguía en su puesto de guardia despierto y atento 1​. Estos turnos, que recibían diferentes nombres (el más conocido quizás sea el de la guardia de perro - un término que se sigue utilizando hasta nuestros días), se cumplían de cuatro en cuatro horas, con lo que con cada ocho campanadas se señalaba el fin del turno de guardia y el comienzo del siguiente 3​. Con cada dos campanadas se "picaba" para marcar los cuartos de guardia, con un repique por cada hora transcurrida y un pique en las medias 1​. En la historia militar, el "picado" de la hora - término que se refiere a estas campanadas - era (y sigue siendo de algún modo) una costumbre compartida por los buques de guerra de todo el mundo 1​.
Campana de a bordo moderna del crucero lanzamisiles USS Chancellorsville
El tamaño de la campana guardaba relación con el tamaño del barco y existía una tabla de relación de pesos; en otras palabras, el tonelaje del buque determinaba el peso en kilos o libras de la campana 3​.
También con la aparición de los relojes mecánicos se seguía utilizar este método para regular la vida cotidiana de la tripulación, ya que, por su rareza, éstos se solían guardar en el cuarto de cronómetros 1​. Sin embargo, con la aparición de relojes con mecanismos más avanzados, baratos y fáciles de fabricar, la utilidad de las campanas de a bordo se vería relegada a usos secundarios y simbólicos.
En los buques mercantes y pesqueros, la campana de a bordo era de obligado cumplimiento para el despacho del buque y la expedición de la autorización de reconocimiento del material náutico 4​.
Aparte de marcar los tiempos, el otro uso principal de la campana de a bordo, alternado con el pitido del silbato del contramaestre (con su tono peculiar que se sigue manteniendo a día de hoy aunque por medios digitales), era dar la voz de alarma. Una situación frecuente era para avisar de la presencia del barco en tiempo de niebla cerrada.

Actualidad[editar]

Las campanas de a bordo mantienen en la actualidad poca utilidad funcional (sobre todo relativa a su uso en condiciones de niebla), aunque siguen formando parte del equipo de cubierta en algunas armadas con funciones más bien rituales. Muchos marinos afirman que oír los picados durante los turnos de guardia les hace de compañía y provocan un sentimiento de familiaridad. Obviamente, en cuanto a su uso como medio de alerta, las flotas modernas emplean la famosa alarma de tono intermitente característico de los buques de guerra.
La campana también tiene papel en la tradición ceremonial marinera, desde botaduras a reuniones de veteranos, y hasta bautismos.
Siendo una pieza única para cada barco, las campanas de a bordo de los antiguos barcos, sobre todo naufragados, son muy codiciadas por coleccionistas de piezas náuticas.

Usos simbólicos, honoríficos y tradicionales[editar]

Campana de un buque canadiense con nombres de niños bautizados
Las campanas de a bordo sirven hasta el día de hoy para celebrar ciertos acontecimientos.
En algunas flotas, como la estadounidense, se usan para anunciar la subida a bordo del capitán del barco, almirantes y dignatarios, o su abandono del buque (en el caso del capitán). El número de campanadas equivale al número de acompañantes que corresponde al oficial por su rango y posición. En otros países, estos eventos se anuncian por medio de los silbatos, a veces acompañados por tambores.
En muchas flotas, a la medianoche de cada noche vieja, se doblan los piques de campana, dieciséis en total, ocho correspondiendo al año saliente y ocho al año nuevo.
Cuando fallece un miembro de la tripulación, se le suele honrar con ocho campanadas, con el significado de "fin de turno" o "fin de la guardia". El término eight bells, usado mayoritariamente en inglés, puede escucharse durante el obituario. Este mismo término también se usa como eufemismo náutico para una tarea acabada.
En la tradición naval de algunos países, como Canadá, se usa la campana de a bordo como fuente bautismal para el bautizo de hijos de miembros de la tripulación. Posteriormente se graban los nombres de los niños bautizados en la campana.








En náutica, el candelero es el hierro de grueso y alto que con otros iguales o semejantes se coloca verticalmente en las bordas, propaos y cantos de popa de las cofas.
Sirven para el apoyo y sostén de las batayolas y para pasar un cabo por el ojo que algunos tienen en su extremo en lugar de horquilla, donde se asegura la red o lona que forma o cubre los parapetos. Los hay también del mismo metal o de bronce en los portalones y en las bocas de las escalas, para afirmar en ellos los guardamancebos y asimismo, aunque en otra forma en las falúas y botes que gastan carroza, para establecer su armazón si bien entre constructores llaman a estos macarrones.
También se llama candelero al pilar o puntal vertical que se coloca en las bordas y otros parajes para extender y sostener los toldos.








En náutica, la caña del timón es una palanca metálica o de madera, de formas muy variadas, que ajustada a la cabeza del timón sirve para hacerlo girar.


Descripción[editar]

Tradicionalmente, la caña del timón era una barra de madera de roble que se introducía horizontalmente por uno de sus extremos en una muesca u ojo labrado en la cabeza del timón al nivel de la cara superior del yugo principal. La caña del timón asentaba por su otro extremo por dentro del buque sobre una pieza particular, que se llama la telera o corredera. La telera o corredera es una pieza labrada en forma de arco, colocada en popa y a lo ancho del buque en la Santabárbara.
El escuadreo de la caña era proporcionado al largo y demás dimensiones del timón: su largo se arreglaba en la práctica sobre el mayor ángulo que se quería que describiera, para que el timón imprimiera más velocidad en los movimientos del buque, bajo los baos de la segunda cubierta y sobre la cual corría la caña del timón cuando se la quería mover. La rueda del timón es la que comunica el movimiento a la caña. Esta rueda se colocaba verticalmente sobre el castillo de popa y correspondía perpendicularmente al extremo de la caña que corría sobre la telera, y esta rueda tenía un tambor o eje cilíndrico sobre el cual se guarne de varias vueltas, y por el medio un cabo que se llama guardín, cuyos dos chicotes, después de haber atravesado por medio de poleas el grueso de la cubierta del alcázar, la altura y grueso de la segunda cubierta; bajaban en sentido contrario u opuesto sobre los dos extremos de la telera, donde eran recibidos en otras poleas, y venían a amarrarse al extremo de la caña, que debía correr sobre la telera; de modo que si se hacía girar la rueda a la derecha, el extremo de la caña iba a la izquierda, y recíprocamente.
En los navíos con cañones, por la cara de popa del mamparo, y en la parte inferior de la segunda cubierta, se abrían las cajeras para el paso de los guardines de la caña del timón, y en el mismo sitio se establecía el medio punto del descanso de ésta, que formaba arco, cuyos extremos se fijaban en los costados, habiendo labrado en la cabeza del codaste una fogonadura de figura triangular de babor a estribor, para la introducción y juego de la caña.

Tipos[editar]

  • Caña de rueda: es la de madera del timón que se maneja por medio de los cabos llamados guardines envueltos en el cubo o tambor de la rueda.
  • Caña de batir: es la barra de hierro o bronce que en un extremo tiene una fuerte abrazadera por medio de la cual se asegura al timón por la parte de la pala, junto a la línea de agua.

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