domingo, 5 de abril de 2015

anatomía animal


Las astas son exclusivas de los ungulados del Orden Artiodactyla de la familia Cervidae. Las astas son diferentes de los cuernos los cuales son exclusivos de otro grupo de artiodáctilos pero de la familia Bovidae. Las astas crecen y se caen cada año en relación al ciclo reproductivo de cada especie, mientras que los cuernos no se caen y siguen creciendo durante la vida del animal. Las astas están presentes solo en los machos de los ciervos excepto en el reno (Rangifer tarandus) donde las presentan los individuos adultos de ambos sexos. Por el contrario, en los bóvidos se presentan cuernos en ambos sexos pero en los machos tienden a ser mayores. Las astas juegan un papel importante durante el apareamiento.






Los términos cuerno y asta con frecuencia se usan en forma indistinta, pero en realidad, hacen referencia a estructuras bastante diferentes. Las astas son un par de estructuras óseas ramificadas que sobresalen de los huesos frontales de los animales y se cambian anualmente; los cuernos también son estructuras pares que sobresalen de los huesos frontales, pero son permanentes, no ramificados, y están formados por un núcleo óseo y una vaina queratinizada.

Astas

Las astas son una de las características más fácilmente reconocibles de la familia Cervidae. Están presentes solo en los machos (con la excepción del caribú,Rangifer tarandus) y son capaces de alcanzar tamaños asombrosamente grandes. Su morfología varía de una especie a otra. Las astas crecen a partir de pedicelos, que son estructuras óseas de sostén que se desarrollan en la región lateral de los huesos frontales.
Desarrollo de las astas en ciervos
El ciclo de crecimiento está regulado por las hormonas testiculares e hipofisarias. Las secreciones de la hipófisis o pituitaria inician el crecimiento en octubre o noviembre (N. de la T.: “abril o mayo”  en el original, en referencia a los meses de primavera de cada hemisferio). En el Hemisferio Norte, el fotoperíodo creciente también juega un papel en este proceso. En una etapa temprana de su desarrollo, las astas tienen un alto contenido de agua y proteínas. Mientras están creciendo, las astas están recubiertas por piel y un pelaje blando llamado terciopelo o felpa, que lleva vasos sanguíneos y nervios.
A medida que se aproxima el final del proceso de crecimiento, el hueso esponjoso de los bordes externos de las astas es reemplazado por hueso compacto, mientras que la parte central se rellena con hueso laminar esponjoso y recio, y espacios medulares. La felpa muere y es eliminada parcialmente por el golpe y frotamiento de las astas contra la vegetación que realizan los animales. Las astas también se tiñen durante estos movimientos, adquiriendo su aspecto marrón, pulido y semejante a madera.

Los machos utilizan sus astas completamente formadas durante la estación reproductiva, en las interacciones sociales de competencia por las hembras. En invierno, la estimulación por parte de la hormona hipofisaria estimulante del crecimiento de las astas disminuye junto con la menor duración del fotoperíodo, y también decrece la secreción de andrógenos. Como resultado, el pedicelo pierde calcio, debilitando el punto de conexión entre el mismo y el asta, y eventualmente las astas caen. Posteriormente los machos quedan desprovistos de astas durante unos pocos meses a fines del invierno, hasta que el ciclo comienza nuevamente. Curiosamente, algunos cérvidos tienen grandes dientes caninos, que son utilizados en los despliegues sexuales y las luchas. Con frecuencia las especies que tienen grandes caninos poseen astas pequeñas o carecen de ellas en absoluto.

Cuernos

Los cuernos están presentes en los machos de todas las especies de Bovidae, y con frecuencia también las hembras los portan. Los cuernos están formados por un núcleo óseo cubierto por una vaina de queratina. A diferencia de las astas, los cuernos nunca son ramificados, pero sí varían en forma y tamaño de una especie a otra.

El crecimiento de los cuernos es completamente diferente del de las astas. Ni la vaina ni el núcleo caen nunca, y en muchas especies, los cuernos nunca dejan de crecer. Los núcleos de los cuernos comienzan como pequeños crecimientos óseos bajo la piel, sobre el cráneo, en el tejido conectivo subcutáneo. No están unidos al cráneo y se los conoce como “osiconos”. El osicono posee su propio centro de osificación y se fusiona a los huesos craneanos secundariamente. En los miembros de la familia Bovidae, los cuernos se desarrollan desde o sobre los huesos frontales.

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