domingo, 19 de abril de 2015

anatomía animal



 molleja hace referencia a distintas partes de la anatomía de los animales.La molleja es una especialización del estómago de ciertos invertebrados y vertebrados, como pueden ser pecesreptiles y las aves. Tiene una pared gruesa, no glandular, con una fuerte musculatura. Permite triturar finamente la comida. Dentro de la molleja de las aves pueden encontrarse gastrolitos.








El ojo de los cefalópodos es un órgano análogo al ojo de los vertebrados. Se forma a partir de pliegues en la piel del embrión, al contrario que los ojos de los vertebrados, formados a partir del diencéfalo. Su estructura es similar. Posee cristalinoescleróticaretina y humor acuoso. El nervio óptico es prácticamente inexistente ya que el ojo está separado tan solo por unos milímetros del lóbulo óptico del cerebro. Por tanto, toda la información se procesa directamente en el cerebro.
El ojo de los cefalópodos carece de punto ciego, ya que los ganglios y nervios se sitúan por detrás de la retina y no tapan esa porción. El cristalino es rígido, de modo que para enfocar se mueve hacia delante y hacia atrás por medio de un paquete muscular. Por tanto, a mayor edad del organismo, mayor superficie ocular y mayor capacidad de movimiento del cristalino que se traduce en una mayor capacidad de enfoque.
Los rabdómeros son unas membranas especializadas de las células fotosensibles de los cefalópodos. Son de forma tubular, orientadas hacia el origen de la fuente de luz, lo que se conoce como visión directa y le da cierto aspecto de cepillo al ojo. Los rabdómeros no crecen a lo largo de la vida del animal, pero si que aumentan su número proporcionando agudeza visual extra con la edad.
La gran mayoría de cefalópodos poseen tan solo un pigmento visual en sus rabdómeros, la rodopsina, por lo que al carecer también de varios bancos de receptores no pueden ver en color, salvo excepciones. Tampoco necesitan la visión en color en los oscuros fondos marinos.
Los ojos estan más desarrollados ya que cazan de noche, poseen vista nocturna.
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La visión de los pulpos.

Los ojos de los cefalópodos, especialmente los de los pulpos se parecen en gran medida a los de los vertebrados, aunque sólo si se estudian superficialmente. Esta similitud entre cefalópodos y vertebrados, se da por convergencia adaptativa (ver glosario).

En los pulpos, el ojo se aloja en una órbita ocular, de forma similar a los vertebrados. Como se muestra en el esquema, la colocación de la córnea, el iris, y el cristalino son prácticamente iguales en pulpos y vertebrados, sin embargo, el cristalino de los pulpos, aunque esté sujeto por músculos ciliares como el de los vertebrados, tiene una forma fija, y por tanto en teoría, no poseería tanta capacidad de enfoque como el ojo de los vertebrados.

Aún no se sabe con exactitud, pero se cree que la visión de los pulpos es algo miope, es decir, pueden distinguir formas (vertical u horizontal), y tamaños. No obstante, los pulpos enfocan los objetos modificando la distancia que hay entre su cristalino y la retina, y no modificando la forma del cristalino, como nosotros, puesto que en el caso de los pulpos, dicho tejido es rígido.

Al igual que los vertebrados, los pulpos pueden controlar la cantidad de luz que entra en el ojo, mediante el iris, que le da a su pupila una forma de hendidura horizontal (ver esquema comparativo de la pupila de pulpo y pupila humana).



Un ojo parietal u ojo pineal, también conocido como órgano parietal o tercer ojo, es una parte del epitálamo presente en algunas especies animales. El ojo puede ser fotorreceptor y está asociado comúnmente con la glándula pineal, regulando el ritmo circadianoy la producción hormonal para la termorregulación.1
La tuátara tiene un ojo parietal desarrollado, con retina y cristalino.2 3 Los ojos parietales también se encuentra en lagartijasranas,sapos y lampreas, así como en ciertos peces como el atún y algunos tiburones. Una versión menos desarrollada, comúnmente llamada glándula paripineal, se encuentra en las salamandras. El ojo parietal no se presenta ni en aves ni en mamíferos.

Seguro que de pequeños todos hemos hecho la típica broma de cuatrojos capitán de los piojos o de que tenemos tres ojos (y uno no está en la cara)… ¿Pero y si realmente tuviéramos tres ojos en la cabeza? Porque señores, en algunos vertebrados existen tres ojos aunque uno no sea realmente un ojo funcional y no sirva para ver en tres dimensiones, pero tiene otras funciones. Este órgano se llama ojo parietalojo pineal, órgano parietal o tercer ojo y está asociado a la glándula pineal oepífisis. La epífisis es sensible a la luz y regula el ritmo circadiano, como el del sueño y la vigilia, a través de la secreción de melatonina.

En los vertebrados ectotermos (es decir, peces, anfibios y reptiles), la epífisis está formada por tejido glandular y un órgano sensorial fotorreceptor, relacionados con respuestas en pigmentación y con los ritmos biológicos que dependen de la luz y la oscuridad. Los ritmos circadianos (autogenerados o endógenos)  tienen una duración aproximada de 24 horas y actúan como relojes biológicos para muchos procesos biológicos que siguen un patrón regular.

Foto de la tuatara (Sphenodon punctatum
En las lampreas, muchos anfibios, lagartos y en la tuatara, así como en ciertos peces como el atún y algunos tiburones, el órgano fotorreceptor mediano está bien desarrollado, y presenta unas estructuras análogas al cristalino y la córnea de los órganos normales, motivo por el cual en algunas ocasiones se denomina “tercer ojo” pero está cubierto por la piel y no es muy apreciable. En las aves y mamíferos, el complejo pineal ha evolucionado hasta formar una estructura totalmente glandular, denominada glándula pineal o epífisis. La epífisis produce la hormona melatonina, cuya secreción está muy relacionada con la exposición a la luz. Su producción es pequeña durante el día y muy alta durante la noche. En mamíferos, la epífisis ha perdido la mayor parte de su capacidad de control de los ritmos circadianos, tarea que ha asumido una parte del hipotálamo, denominada núcleo supraquiasmático, aunque la epífisis sigue produciendo melatonina durante la noche reforzando los ritmos circadianos que controla el núcleo supraquiasmático.
 
En los mamíferos en que los ritmos reproductores estacionales están regulados por el fotoperíodo, la melatonina tiene un papel fundamental en la regulación de la actividad de las gónadas u órganos productores de gametos (células reproductoras). En los mamíferos que se reproducen cuando los días son largos, la poca estimulación debida a la luz durante los días cortos de otoño causa un aumento en la secreción de melatonina, que inhibe la síntesis y secreción de hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), interrumpiendo las actividades reproductoras durante los meses de invierno. Los largos días de primavera provocan el efecto contrario y se reanuda la actividad reproductora. Por el contrario, en los animales que se reproducen cuando los días son cortos, se ven estimulados por la reducida duración de los días en otoño, aumenta la melatonina, que esta vez estimula las actividades reproductoras en vez de inhibirlas.

En humanos, la secreción de melatonina ha sido relacionada con irregularidades en el sueño y el apetito, conocidas como enfermedades afectivas estacionales (SAD). Algunas personas que viven en zonas muy al norte, donde los días en invierno son muy cortos, tienen una elevada producción de melatonina y suelen estar abatidas durante el invierno, pasan mucho tiempo durmiendo y pueden entrar en periodos en los que tienen un gran apetito. En muchos casos, estos trastornos invernales pueden tratarse con lámparas solares que emiten todo el espectro luminoso, provocando que disminuya la producción de melatonina por parte de la epífisis.

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