viernes, 17 de abril de 2015

CURSO DE BIOLOGÍA


CONSIDERACIÓN FINAL SOBRE LAS FUNCIONES DE NUTRICIÓN. 
Es conveniente resaltar el hecho de que la nutrición de una célula dada no necesariamente implica la puesta en juego de todos y cada uno de los procesos que se han descrito en los apartados anteriores. Cada tipo celular pone en práctica todos o sólo algunos de estos procesos en función de sus propias capacidades para llevarlos a cabo y de la naturaleza de los nutrientes que se encuentran disponibles en el medio extracelular. Como regla general, las células que viven en medios ricos en nutrientes sencillos, fácilmente asimilables, los incorporan directamente a su metabolismo mediante transporte a través de las membranas y expulsan del mismo modo los productos de deshecho de la actividad celular, mientras que si el alimento disponible es de naturaleza más compleja (macromoléculas o partículas supramoleculares) las células deberán recurrir a una secuencia de procesos más completa que generalmente incluirá endocitosisdigestión intracelulartransporte y exocitosis, o bien simplemente digestión extracelular y transporte. Además, muchas células tienen la capacidad de adaptarse a las condiciones cambiantes de su entorno alterando la secuencia de procesos que llevan a cabo para garantizar su propia nutrición. 

 

2.-FUNCIONES DE REPRODUCCIÓN. 
La reproducción es la capacidad que presentan los seres vivos para dar lugar a otros seres vivos semejantes a sus progenitores. Las células, en cuanto que unidades funcionales de todos los seres vivos, también presentan esta capacidad. Es más, la reproducción celular es un proceso previo a la reproducción de todo ser vivo.
La teoría celular establecía, ya desde sus primeros tiempos, que toda célula procede, por división, de otra célula preexistente. Así pues, la reproducción celular consiste en un proceso de división en el que una célula madre da lugar ados células hijas de características similares a las de su progenitora.
Debemos recordar que la información genética que gobierna todos los procesos celulares se encuentra depositada, en forma de secuencias de nucleótidos, en las moléculas de DNA que forman parte de los cromosomas. Es por ello que, si la célula madre ha de transmitir sus características estructurales y bioquímicas a las células hijas, el proceso de división celular debe garantizar que cada una de ellas reciba una copia exacta de la información genética que poseía la célula madre, es decir, una dotación cromosómica completa. Para conseguir este fin se ponen en juego una serie de mecanismos citológicos y bioquímicos que, dado que es allí donde se encuentran localizados los cromosomas, afectan fundamentalmente al núcleo de la célula. Estos mecanismos operan no sólo durante el proceso de división propiamente dicho, sino lo largo de todo el ciclo celular.

2.1.-EL CICLO CELULAR. 
Se denomina ciclo celular a la sucesión de acontecimientos que tienen lugar a lo largo de la vida de una célula, desde que finaliza la división que le dio origen hasta que se divide a su vez para dar lugar a dos nuevas células hijas (Figura 12.10). El ciclo celular consta de dos etapas principales: la interfase y la división celular. Durante estas dos etapas la célula, y sobre todo su núcleo, sufren una serie de cambios importantes.
a)         Interfase.- Así se denomina a la etapa que media entre dos divisiones celulares sucesivas. Cuando se observa al microscopio el núcleo celular durante esta etapa no se aprecian en él cambios citológicos relevantes, por lo que a veces también se denomina, no muy acertadamente, período de "reposo". A lo largo de toda la interfase los cromosomas permanecen desespiralizados, en la forma que hemos denominado cromatina, y no es posible distinguirlos como entidades individualizadas. Sin embargo el núcleo interfásico, lejos de encontrarse en reposo, es el escenario de una intensa actividad bioquímica, pues es durante esta fase cuando tiene lugar la duplicación del material genético previa a todo proceso de división celular.
La interfase puede dividirse a su vez en tres períodos, denominados G1S y G2. Durante el período G1 se produce un crecimiento general de la célula con duplicación de muchos de sus orgánulos, mientras que en el núcleo se sintetiza activamente RNA mensajero que dirigirá la síntesis de las proteínas celulares. Durante el período S un equipo altamente especializado de enzimas lleva a cabo la duplicación de las moléculas de DNA que forman parte de los cromosomas; al mismo tiempo se sintetizan histonas que rápidamente se asocian con el DNApara formar nuevas fibras de cromatina. Al finalizar el período S la célula ya posee dos copias completas de su información genética, que posteriormente podrán ser repartidas entre las dos células hijas. Durante el período G2la célula simplemente se prepara para la puesta en marcha del proceso de división celular que sobreviene a continuación; todavía no se pueden distinguir citológicamente los cromosomas individualizados, pero, si se pudiese, comprobaríamos que ya están divididos longitudinalmente en dos cromátidas hermanas, cada una de ellas conteniendo una molécula de DNA que es copia fiel de la que se encuentra en su vecina.
La duración de la interfase varía considerablemente en función del tipo de célula. Los períodos S y G2 son relativamente constantes y en las células de los mamíferos se prolongan durante unas 7 y 3 horas respectivamente. El período G1 es el más variable, pudiendo prolongarse desde 2 ó 3 horas hasta días, meses o incluso años. Algunas células que no se dividen, como las neuronas, permanecen indefinidamente en una fase especial del ciclo celular denominada período G0.
b)         División celular.- Una vez finalizada la interfase, la célula, con su material genético ya duplicado, entra en el proceso de división (período M del ciclo celular). En este proceso, que en la mayoría de las células dura alrededor de una hora, se ponen en marcha una serie de complejos mecanismos encaminados a garantizar que cada una de las células hijas resultantes reciba una dotación cromosómica completa. Existen dos tipos de división celular, denominados respectivamente división celular mitótica y división celular meiótica.



2.2.-DIVISIÓN CELULAR MITÓTICA. 
El tipo de división celular más frecuente, al que la inmensa mayoría de las células eucariotas recurre en algún momento de su ciclo vital, es la división celular mitótica. Este tipo de división consta de dos fases: la mitosis o división del núcleo, y la citocinesis o división del citoplasma.
La mitosis, también llamada cariocinesis, es un proceso en el que el núcleo de la célula madre se divide para dar lugar a los núcleos de las dos células hijas. Aunque se trata de un proceso continuo, es habitual que, para facilitar su estudio, se distingan en él cuatro fases sucesivas denominadas profasemetafaseanafase y telofase.
a)         Profase.- Es la fase más larga y compleja. Las fibras de cromatina comienzan a condensarse progresivamente de manera que al comienzo de la profase los cromosomas empiezan a hacerse visibles como delgados filamentos en el interior del núcleo. A medida que esta condensación progresa los cromosomas se van haciendo más cortos y más gruesos, y se puede apreciar que están formados por dos cromátidas hermanas que permanecen unidas por el centrómero (Figura 12.11). Paralelamente a todo ello, el nucleolo se va difuminando y termina por desaparecer. 
Mientras esto sucede en el núcleo, en el citoplasma comienza a formarse el huso mitótico, que, debido a que se tiñe con dificultad, se denomina también huso acromático. El huso mitótico es una estructura formada pormicrotúbulos que se encargará de dirigir los movimientos de los cromosomas a lo largo de la mitosis. En las células animales el huso mitótico se forma a partir del centrosoma (Figura 12.12). La pareja de centriolos(diplosoma) presente en este orgánulo se ha duplicado ya durante el período S del ciclo celular, pero las dos parejas resultantes permanecen unidas en un solo centrosoma hasta el comienzo de la profase. En este momento, el centrosoma se divide para dar lugar a dos centrosomas hijos cada uno de los cuales cuenta ya con un diplosoma formado por dos centriolos. Los centrosomas hijos comienzan a separarse y se dirigen a polos opuestos de la célula. A medida que se van separando, van organizando entre ellos un haz de microtúbulos que constituyen el huso mitótico. Hacia el final de la profase los centrosomas hijos han alcanzado ya polos opuestos de la célula y el huso mitótico está ya completamente formado. En las células vegetales, que carecen de centriolos, el huso mitótico se organiza a partir de una zona difusa y desprovista de orgánulos, la zona clara, que se divide al comienzo de la profase para constituir los dos polos del huso.
En la parte final de la profase, que algunos denominan prometafase, la envoltura nuclear se rompe y sus membranas se van diluyendo progresivamente entre las del retículo endoplasmático hasta hacerse indistinguibles (Figura 12.11). Los cromosomas, que se han ido acortando y engrosando a lo largo de toda la profase, presentan ya su aspecto característico de bastoncillos alargados divididos longitudinalmente en dos cromátidas. En el centrómero de cada uno de ellos se forma un gránulo denso y oscuro denominado cinetocoro. La desaparición de la envoltura nuclear permite que los cromosomas puedan interactuar con los microtúbulos del huso mitótico. Cada cromosoma se une a través de su cinetocoro a uno de estos microtúbulos. Puesto que hay más microtúbulos que cromosomas, algunos de ellos quedan libres, y se denominan microtúbulos polares, mientras que otros, los que están unidos a algún cromosoma, se denominan microtúbulos cinetocóricos.
b)         Metafase.- La tracción ejercida por los microtúbulos cinetocóricos, que se dirigen desde cada cromátida hacia polos opuestos del huso mitótico, obliga a los cromosomas, que han alcanzado su máximo grado de condensación y acortamiento, a alinearse en el plano ecuatorial de la célula constituyendo la llamada placa metafásica (Figura 12.11). Una vez formada la placa metafásica, se produce la división de los centrómeros que mantenían unidas a las cromátidas hermanas de cada cromosoma. De este modo, las dos cromátidas hermanas de cada cromosoma metafásico se escinden y dan lugar a dos cromosomas hijos (ver Figura 11.23). La división de los centrómeros marca el final de la metafase.
c)         Anafase.- Los cromosomas hijos, que evidentemente ya no están divididos longitudinalmente en dos cromátidas, se van desplazando progresivamente desde la placa ecuatorial hacia polos opuestos de la célula arrastrados por los microtúbulos cinetocóricos (Figura 12.11). Se forman así dos grupos idénticos de cromosomas hijos cada uno de los cuales se dirige hacia un polo opuesto del huso mitótico. El mecanismo en el que se basa este desplazamiento reside en la polimerización y despolimerización de las subunidades de tubulina que forman los microtúbulos del huso mitótico. Los microtúbulos cinetocóricos se van despolimerizando por el extremo próximo al polo celular, con lo cual ejercen una tracción sobre los cromosomas hijos que se ven así arrastrados hacia el polo respectivo. Al mismo tiempo los microtúbulos polares se alargan por polimerización de subunidades de tubulina haciendo que los dos polos del huso se separen todavía más, con lo cual colaboran en el desplazamiento de los cromosomas. Hacia el final de la anafase los cromosomas hijos alcanzan los polos opuestos del huso mitótico situándose en la inmediaciones de los respectivos centrosomas hijos.

 

d)         Telofase.- Los dos grupos de cromosomas hijos que se han constituido durante la anafase van a dar lugar ahora a los núcleos de las futuras células hijas (Figura 12.11). Los acontecimientos que tienen lugar durante la telofase son similares a los de la profase, pero transcurren en sentido inverso. Los cromosomas comienzan a desespiralizarse, haciéndose cada vez más largos y delgados, hasta que al final de la telofase se hacen indistinguibles y adoptan el aspecto característico de la cromatina interfásica. Va apareciendo en cada núcleo hijo un nucleolo, que se forma a partir de unas regiones de determinados cromosomas denominadas organizadores nucleolares. Las membranas del retículo endoplasmático se organizan y reconstruyen las envolturas nuclearesalrededor de cada grupo de cromosomas hijos. Mientras tanto en el citoplasma, los microtúbulos del huso mitótico se despolimerizan, haciéndose cada vez más tenues, hasta desaparecer por completo. Con los últimos acontecimientos de la telofase se da por terminada la mitosis, con el resultado de que, a partir del núcleo de la célula madre, se han obtenido dos núcleos hijos, cada uno de ellos con una dotación cromosómica completa.
Para completar el proceso de división celular, se ha de dividir, además del núcleo, el citoplasma de la célula madre. El proceso de división del citoplasma, denominado citocinesis, transcurre en parte paralelo a la mitosis: suele iniciarse durante la anafase, y continúa una vez finalizada la telofase. La citocinesis es, en algunos aspectos, diferente según se trate de una célula animal o de una célula vegetal.
a)         Citocinesis en células animales.- El proceso comienza con la asociación espontánea de filamentos de actinamiosina del citoesqueleto para formar un anillo contráctil localizado a la altura del plano ecuatorial de la célula inmediatamente por debajo de la membrana plasmática. La contracción de este anillo, debida a la interacción entre los filamentos de actina y miosina, provoca la aparición de un surco en la superficie celular denominadosurco de segmentación. A medida que el anillo contráctil se va estrechando el surco de segmentación se va haciendo cada vez más profundo y va dividiendo el citoplasma de la célula en dos mitades aproximadamente iguales cada una de las cuales contiene uno de los núcleos hijos. Al final del proceso el surco es tan profundo que sólo queda una débil conexión citoplasmática entre las dos mitades de la célula. Esta conexión termina por romperse con lo que se consuma la separación de las dos células hijas.
b)         Citocinesis en células vegetales.- En este caso, la existencia de una pared celular rígida impide cualquier deformación de la célula por lo que no se puede formar un surco de segmentación análogo al que aparece en las células animales. En lugar de ello, multitud de vesículas secretoras procedentes del aparato de Golgi se van alineando en el plano ecuatorial de la célula y se van fundiendo unas con otras hasta dar lugar a un tabique membranoso de forma alargada que se denomina fragmoplasto (Figura 12.13). Este tabique crece, por aposición de nuevas vesículas secretoras, hasta que toma contacto con la membrana plasmática fundiéndose con ella para dar lugar a un tabique continuo que separa definitivamente a las dos células hijas. El contenido de las vesículas secretoras, depositado ahora en el espacio intercelular, constituye la primera capa (lámina media) de la nueva pared celular.


2.3.-DIVISIÓN CELULAR MEIÓTICA. 
La división celular meiótica es un tipo especial de división celular que está relacionada con los procesos dereproducción sexual. En los seres vivos existen dos tipos de reproducción: la reproducción asexual, en la que interviene un sólo organismo que da lugar a otros de iguales características, y la reproducción sexual, en la que intervienen dos organismos que aportan sus característica hereditarias a la descendencia. La reproducción sexual, de mayor complejidad que la asexual, consta de varias fases:
a)         Gametogénesis.- Consiste en la formación de unas células especializadas, denominadas gametos, que constituyen el vehículo que transporta la información genética de los progenitores a la descendencia.
b)         Fecundación.- Es la fusión de los gametos y de sus núcleos para dar lugar a una sola célula, denominadazigoto, que contiene la información genética de los dos progenitores.
c)         Desarrollo del zigoto.-  Mediante sucesivas divisiones mitóticas el zigoto da lugar a un individuo adulto capaz de producir nuevos gametos.
En el proceso de fecundación dos gametos, uno de cada progenitor, aportan una determinada dotación cromosómica, característica de cada especie, al núcleo del zigoto. Por lo tanto, el zigoto presentará el doble de cromosomas que cada uno de los gametos. El individuo adulto que se desarrolla a partir de este zigoto por sucesivas divisiones mitóticas también presentará una dotación cromosómica doble. Si los gametos que ha de formar este individuo, y otros de su misma generación, también presentaran una dotación cromosómica doble, los individuos de la siguiente generación, que resultarían de la fecundación entre estos gametos, presentarían una dotación cromosómica cuádruple, los de la siguiente óctuple, y así sucesivamente. Sin embargo, sabemos que el número de cromosomas característico de cada especie permanece constante de generación en generación. Debe existir por lo tanto, a lo largo del ciclo biológico de las especies que se reproducen sexualmente, algún instante en el que el número de cromosomas se reduzca a la mitad, ya que de lo contrario este número aumentaría indefinidamente. Esta reducción se consigue mediante un tipo especial de división del núcleo celular que recibe el nombre de meiosis. La meiosis es por lo tanto un proceso de división del núcleo celular que da lugar a núcleos hijos con la mitad de cromosomas que el de la célula madre. Se lleva a cabo en los ciclos biológicos de reproducción sexual con el objeto de contrarrestar la duplicación del número de cromosomas que tiene lugar en el proceso de fecundación.
En la meiosis, el núcleo de la célula madre, con una dotación cromosómica diploide (2n), se divide para dar lugar a dos núcleos hijos con una dotación cromosómica haploide (n). Dicho de otro modo, la reducción del número de cromosomas que conlleva la meiosis no se realiza al azar, sino que cada uno de los núcleos hijos recibe uno de los miembros de cada par de cromosomas homólogos. Los cromosomas homólogos son pares de cromosomas que contienen información genética relativa a los mismos caracteres y que provienen cada uno de un gameto diferente. Así, los núcleos hijos que resultan de lameiosis reciben un juego completo de cromosomas con toda la información genética propia de la especie.
La división del núcleo en la meiosis va acompañada generalmente de la división del citoplasma, denominándose el proceso en su conjunto división celular meiótica. De la misma manera que la reproducción sexual evolucionó a partir de la reproducción asexual, la división celular meiótica evolucionó a partir de la división celular mitótica, con la que comparte muchos de sus rasgos esenciales. La división celular meiótica consta en realidad de dos divisiones sucesivas, denominadas respectivamente primera y segunda división meiótica; cada una de ellas se divide a su vez en profase, metafase, anafase ytelofase, a las que sigue la citocinesis o división del citoplasma. En líneas generales, estas fases transcurren de modo muy similar a como lo hacen en la división celular mitótica, pero con algunas diferencias importantes que analizaremos a continuación.
La profase de la primera división meiótica, denominada profase I, es más larga y compleja que la de la división mitótica; se suelen distinguir en ella cinco subfases denominadas leptoteno, zigoteno, paquiteno, diploteno y diacinesis(Figura 12.14).

 Durante el leptoteno comienza la condensación de los cromosomas, que ya están divididos longitudinalmente en dos cromátidas. La fase de zigoteno se inicia con el emparejamiento de los cromosomas homólogos; cada cromosoma se empareja longitudinalmente con su homólogo estableciéndose entre ellos un íntimo contacto, denominado sinapsis; la sinapsis afecta a toda la longitud de los cromosomas y se establece "gen a gen", de manera que quedan enfrentados los segmentos de cada cromosoma homólogo que llevan información genética relativa a los mismos caracteres. Los pares de cromosomas homólogos, estrechamente unidos tras la sinapsis, reciben, debido a que cada uno de ellos está formado por cuatro cromátidas, el nombre de tétradas o bivalentes. En la fase de zigoteno se produce un intercambio de fragmentos entre cromosomas homólogos que recibe el nombre de entrecruzamiento cromosómico; este intercambio de fragmentos tiene lugar mediante roturas y posteriores reparaciones de los filamentos de DNA presentes en cromátidas no hermanas de una misma tétrada. Puesto que cada cromosoma homólogo procede de un progenitor diferente, el entrecruzamiento cromosómico permite reunir en un mismo cromosoma información genética procedente de ambos progenitores y constituye la base citológica de la recombinación genética del material hereditario, fenómeno que estudiaremos en un capítulo posterior. El número de entrecruzamientos varía en función de la longitud de los cromosomas; en la especie humana se producen 2 ó 3 entrecruzamientos por cada tétrada. En la fase de diploteno comienza la separación de los cromosomas homólogos de cada tétrada. A medida que progresa esta separación se observa que los cromosomas homólogos permanecen unidos en determinados puntos, denominados quiasmas, que se corresponden con los lugares en los que se han producido los entrecruzamientos en la fase anterior. En la fase de diacinesis culmina la condensación de los cromosomas, que se hacen más cortos y más gruesos adoptando su aspecto característico. Se distinguen perfectamente las cuatro cromátidas de cada tétrada; las cromátidas que han intervenido en los entrecruzamientos permanecen unidas por los quiasmas, que no desaparecerán hasta entrada la metafase. Por último, se rompe la envoltura nuclear y los cromosomas pueden ahora interactuar, a través de sus cinetocoros, con las  fibras del huso acromático, que se ha ido formando a lo largo de toda la profase.
En la metafase I los cromosomas emigran hacia el plano ecuatorial de la célula dando lugar a la placa metafásica, que, a diferencia de lo que ocurre en la mitosis, está formada por pares de cromosomas homólogos y no por cromosomas individuales. Hacia el final de la metafase desaparecen los últimos quiasmas.
En la anafase I se separan definitivamente los pares de cromosomas homólogos, siendo los dos miembros de cada par arrastrados, debido a la tracción ejercida por los microtúbulos cinetocóricos, hacia polos opuestos del huso acromático. Se forman así, en las inmediaciones de los respectivos centrosomas hijos, dos grupos de cromosomas hijos cada uno de los cuales incluye una dotación haploide completa.
La telofase I abarca la descondensación de los cromosomas, la desaparición del huso acromático y la reconstrucción de las envolturas nucleares para dar lugar a los dos núcleos hijos. Con la citocinesis, que sigue a la telofase I, culmina la primera división meiótica.

 
Como resultado de la primera división meiótica las dos células hijas han recibido una serie completa de cromosomas homólogos cada una, es decir, una dotación haploide. Puesto que este era el objetivo que se perseguía con la meiosis podríamos incurrir en el error de dar el proceso por finalizado. Sin embargo, debemos reparar en el hecho de que en laanafase I de la primera división meiótica se han separado cromosomas homólogos y no cromátidas hermanas como en la mitosis, por lo tanto, las dos células hijas que resultan de la primera división meiótica contienen cromosomas hijos que todavía están divididos longitudinalmente en dos cromátidas. Si estas células entrasen a continuación en interfase, durante el correspondiente período S se duplicaría su material genético dando lugar a cromosomas con cuatro cromátidas. Para evitar esto, sin llegar a entrar en una verdadera interfase, las células hijas de la primera división meiótica inician la segunda división meiótica, que tiene por objeto separar las cromátidas hermanas dando lugar a cromosomas hijos formados por una sola cromátida.
La segunda división meiótica es prácticamente idéntica a una división mitótica con la diferencia de que se parte de células con dotación cromosómica haploide (ver Figura 12.14). La profase II es muy breve, e incluye la desaparición de la envoltura nuclear y la formación del nuevo huso acromático; el grado de condensación de los cromosomas, que no han llegado a desespiralizarse por completo durante la telofase I, vuelve a aumentar progresivamente. En la metafase II los cromosomas se alinean formando la placa metafásica. Una vez divididos los centrómeros las dos cromátidas hermanas de cada cromosoma, transformadas ya en cromosomas hijos, emigran durante la anafase II hacia polos opuestos de la célula. En la telofase II se reconstruyen los núcleos de las nuevas células hijas a lo que sigue la citocinesis o división del citoplasma. De este modo se culmina la división meiótica, en la que a partir de una célula diploide se han obtenido, mediante dos divisiones sucesivas, cuatro células haploides.


La meiosis se da en todas las especies con reproducción sexual, pero el instante del ciclo reproductivo en que tiene lugar varía de unas especies a otras. Atendiendo a ello se distinguen distintos tipos de ciclos biológicos.

3.-FUNCIONES DE RELACIÓN. 
La capacidad de los seres vivos para percibir estímulos procedentes de su entorno y de elaborar respuestas frente a ellos, es decir, la función de relación, nos resulta familiar en los organismos pluricelulares, sobre todo en los animales superiores, y aún en las plantas (recuérdese por ejemplo que algunas flores abren y cierran sus pétalos en función de la cantidad de iluminación). Aunque a nivel celular esta capacidad resulta menos evidente, podemos afirmar que las células, sobre todo las que viven aisladas en organismos unicelulares, también presentan funciones de relación.
Los estímulos ambientales capaces de generar respuestas en las células son de naturaleza muy variada (químicos, térmicos, eléctricos, luminosos, etc.). Las respuestas que las células elaboran frente a estos estímulos son de dos tipos:
a)         Estáticas.- No implican movimiento celular. Entre ellas destaca la capacidad de algunos organismos unicelulares para construir una cubierta externa resistente que los aisla del medio cuando las condiciones son desfavorables; este fenómeno recibe el nombre de enquistamiento.
b)         Dinámicas.- Implican movimientos celulares. Estos movimientos, denominados tactismos, pueden ser positivos o negativos según el desplazamiento se realice hacia el estímulo o en dirección contraria. Así, algunos organismos unicelulares presentan fototactismo positivo, es decir, tienden a moverse hacia la luz; otros presentanquimiotactismo negativo, pues tienden a alejarse de determinadas sustancias químicas presentes en el medio. En cualquier caso el origen de todos los movimientos celulares hay que buscarlo en la interacción entre los distintos tipos de filamentos proteicos que componen el citoesqueleto.

 

Por otra parte, las células que forman parte de organismos pluricelulares no resultan, en la mayor parte de los casos, accesibles a los estímulos procedentes del entorno. Sin embargo, la capacidad que presentan estas células para recibir señales químicas o eléctricas procedentes de otras células del mismo organismo y desarrollar frente a ellas respuestas de la misma naturaleza es la base de los mecanismos de coordinación hormonal y nerviosa que resultan imprescindibles para muchos seres vivos.

4.-FISIOLOGÍA DE LA CÉLULA PROCARIOTA. 
La fisiología de la célula procariota, en concordancia con su mayor simplicidad estructural, es en muchos aspectos más simple que la de la célula eucariota. A continuación analizaremos brevemente las funciones de nutrición, reproducción y relación en las células procariotas.
a)         Funciones de nutrición.- Las células procariotas incorporan los nutrientes que necesitan  y excretan los productos de deshecho de su metabolismo mediante diferentes modalidades de transporte a través de la membrana plasmática, entre las que se cuentan, al igual que en la célula eucariota, la difusión simple, la difusión facilitada y el transporte activo. La rígida pared celular les impide experimentar deformaciones, por lo que no son posibles los fenómenos de endocitosis y exocitosis. Como consecuencia de ello, también están ausentes por innecesarios los procesos de digestión celular. Así, los nutrientes que incorporan las células procariotas deben ser de bajo peso molecular, como por ejemplo monosacáridos, aminoácidos, ácidos grasos, etc., nunca macromoléculas.
Por otra parte, el metabolismo de las células procariotas puede ser muy variado. Muchas de ellas son capaces de sintetizar la mayor parte de las biomoléculas que necesitan a partir de precursores muy sencillos que obtienen de su entorno. Algunas, concretamente las cianobacterias, pueden vivir exclusivamente de CO2, H2O, N2y luz solar.
b)         Funciones de reproducción.- Las células procariotas se reproducen por simple bipartición, a la que precede la replicación de su material genético. Cada célula hija se lleva una copia completa del únicocromosoma. No existe por lo tanto ningún mecanismo complejo de división celular como la mitosis o la meiosis de las células eucariotas. Tal mecanismo, además de innecesario al existir un único cromosoma, no sería posible dada la ausencia de microtúbulos u otras estructuras afines que pudiesen conformar algo parecido a un huso mitótico.
Además de la simple bipartición, forma de reproducción típicamente asexual, se ha detectado en muchas especies bacterianas una forma de reproducción alternativa, denominada conjugación, en la que dos células intercambian material genético a través de sus pilos (Figura 12.15); este intercambio es dirigido por pequeñas moléculas de DNA denominadas plásmidos y va seguido de un proceso de recombinación genética análogo al que tiene lugar durante la meiosis eucariota. Actualmente se considera  que la conjugación bacteriana es una forma primitiva de reproducción sexual, pues, al igual que ésta, permite reunir en un sólo organismo características hereditarias procedentes de dos organismo diferentes.

 

c)         Funciones de relación.- Las células procariotas tienen la capacidad de elaborar algunas respuestas sencillas frente a variaciones de las condiciones ambientales (temperatura, luz, salinidad, abundancia de nutrientes, etc). Muchas bacterias están dotadas de flagelos que les permiten desplazarse por el medio que habitan en busca de condiciones favorables. Algunas, cuando las condiciones se tornan desfavorables, se rodean de una envoltura gruesa y resistente que las aísla del medio dando lugar a formas de resistencia denominadas quistes oesporas; esta envoltura desaparece cuando las condiciones vuelven a ser favorables.

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