«Biomecánica»
El criterio de lesión encefálica (CLE) (también conocido por sus siglas en inglés HIC Head Injury Criterion) es un índice relacionado con la probabilidad de sufrir algún tipo de traumatismo craneoencefálico como resultado de un impacto o deceleración violenta de la cabeza en algún tipo de accidente. El CLE o HIC se usa como índice estándar en la industria automovilística y en la industria de equipamientos deportivos como índice estándar para predecir posibles daños encefálicos.- ..............:http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Especial:Libro&bookcmd=download&collection_id=9f4a9b84b6a87b667de25c8e99e8791fa56bc8e3&writer=rdf2latex&return_to=Criterio+de+lesi%C3%B3n+encef%C3%A1lica
Actualmente el diagnóstico y diferenciación de una lesión y disfunción cerebral tiende a ser complejo en el plano de la Medicina, Neuropsicología y la “Educación”. Para muchos profesionales, la certeza de este diagnóstico se torna compleja, por no tener unas bases clínicas que les permita caracterizar la diferenciación, ya que existen pocas referencias bibliográficas que permitan realizar esta distinción. Es por eso que este artículo, aunque breve en su contenido, permite mostrar una caracterización diferencial detallada de lo que es una lesión y una disfunción cerebral.
Los datos encontrados muestran que una lesión cerebral va a ser de mayor pronóstico, la disfunción suele ser de menor impacto y permite un mejoramiento casi total de la calidad de vida de los sujetos. Finalmente, es necesario tener en cuenta que los únicos profesionales capacitados para diagnosticar una disfunción cerebral son los neuropsicólogos clínicos, ya que, en el plano de la educación, los docentes han tendido a generar diagnósticos que solamente son competencia de las personas que manejan los criterios de diferenciación, por tal razón se sugiere que los estamentos públicos y privados de la educación vean en la Neuropsicología infantil una oportunidad de hacer trabajo en equipo con el propósito de establecer trabajos en red que permitan un libre y sano desarrollo del aprendizaje.
Palabras clave: disfunción cerebral, educación, lesión cerebral, neurología, neuropsicología infantil.
Introducción
La Neuropsicología es una Neurociencia Conductual que estudia la relación entre la conducta y el cerebro, direccionando su objeto de análisis a las alteraciones que producen las lesiones cerebrales en la conducta o el comportamiento del sujeto que la padece.
Su carácter interdisciplinar, epistemológico y científico hace que la Neuropsicología sea vista como una urdimbre o tejido que enlaza el trabajo en equipo como una oportunidad para mejorar la calidad de vida biológica, psicológica y social de aquellos sujetos sanos o que, en su defecto han estado sometidos a alteraciones de su sistema nervioso central.
De igual manera, la Neuropsicología infantil es una rama de la Neuropsicología que se instaura con el objetivo de estudiar la relación de la conducta y el cerebro en desarrollo, tomando como propósito inicial las consecuencias que produce una disfunción o lesión cerebral en diversidad de patologías clínicas infantiles, generando de manera clara y objetiva el significado, la distinción y los criterios operativos para diferenciar una lesión de una disfunción cerebral.
Lesión y disfunción cerebral
Estos conceptos hacen referencia a dos tipos de categorías diagnosticas que lo único que tienen en común es el constructo de alteración, pero se diferencian en su estado de gravedad, es decir, la lesión cerebral es de mayor compromiso y peor pronóstico, se encuentra acompañada de déficits cognitivos permanentes y alteraciones sensitivas y motoras de mayor gravedad como parálisis cerebral infantil, encefalopatías, epilepsias severas y trastornos neurodegenerativos.
A continuación presentamos una breve descripción de estos síndromes caracterizados en el plano de la lesión cerebral.
Parálisis cerebral
Pascual y Koenigsberger (2003) manifiestan que las lesiones en la sustancia blanca, los ganglios basales y el cerebelo suelen generar alteraciones en el movimiento y la postura las cuales, a su vez, se reflejan en una parálisis cerebral. Los autores argumentan que el aporte que se ha realizado en cuanto al tratamiento de la parálisis cerebral va ligado a la aparición de enfermedades genéticas y metabólicas que la hacen parte de síndromes de lesiones cerebrales.
Encefalopatías
Para Rohkamm (2011) las encefalopatías hacen referencia a trastornos locales o generalizados del funcionamiento encefálico, hace parte de las lesiones cerebrales porque se encuentran afectados varios sistemas funcionales del cerebro, en estos se encuentran las encefalopatías en la primera infancia (hasta el 2do año de vida) como el síndrome de fenilcentonuria, la enfermedad de Hartnup y la leucodistrofia metacromática.
También se pueden citar las encefalopatías metabólicas en niñez y adolescencia (de 3 a 18 años) como el síndrome de la abetalipoproteinemia, la adrenoleucodistrofia y la homocistinuria.
Asimismo, en la encefalopatía metabólica en la adultez se puede apreciar el síndrome de la leucodistrofia metacromática, la enfermedad de Krabbe, entre otros.
Epilepsias severas
En un artículo de revisión de Maestú, Martín, Sola y Ortiz (1999) manifiestan que la epilepsia suele presentar un deterioro cognitivo mayor en las personas que la padecen. De igual forma, los autores muestran que alteraciones cerebrales como tumores, accidentes cerebro vasculares y traumatismos cráneo encefálicos suelen desencadenar cuadros clínicos de epilepsia, datos que llevan a clasificar este síndrome convulsivo como una lesión cerebral.
Trastornos neurodegenerativos
Este tipo de trastornos se clasifican dentro de las lesiones cerebrales porque el deterioro que presentan las personas que la padecen es progresivo, dentro de las cuales se puede mencionar a la enfermedad de Alzheimer, Parkinson, Huntington, esclerosis lateral amiotrofica y entre otras que desmejoran notable y rápidamente la calidad de vida de las personas.
Con base en lo anterior, la lesión cerebral es totalmente visible en pruebas de neuroimágen anatómica, su diagnostico es exclusivamente Neurológico y su expresión semiológica es de signos neurológicos mayores que permanecen a lo largo del tiempo (Portellano, 2005).
A diferencia de la lesión, la disfunción cerebral es una alteración de menor gravedad que, al igual que la lesión, presenta déficits Neuropsicológicos, pero de manera moderada o ligera.
El concepto de disfunción es de carácter polisémico, presenta diversas acepciones que lo han ido marcando en entidades diagnósticas como dificultades Neuropsicologicas de aprendizaje (dislexias, discalculia, disortografía y disgrafía), trastornos psicomotores (TDAH), trastornos en los procesos cognitivos (memoria, razonamiento y funciones ejecutivas) y trastornos del lenguaje oral. La disfunción cerebral es ausente en estudios de neuroimágen, su diagnostico es exclusivo de la Neuropsicología y la expresión semiológica de signos neurológicos es menor, a diferencia de la lesión cerebral, la exploración por Neurología suele ser normal.
Hamill (1990) argumenta que las dificultades de aprendizaje son trastornos internos que se encuentran relacionados con una disfunción del sistema nervioso central y que pueden permanecer a lo largo del tiempo (Hamill, 1990, citado por Ramos, F, Manga D, González, H y Pérez, M 2008).
Ramos et al. (2008) manifiestan que estas dificultades de aprendizaje se relacionan en aspectos del lenguaje hablado, escrito y numérico las cuales, a su vez, se denominan como dificultades primarias o disfunciones cerebrales.
Por lo tanto, es necesario tener en cuenta los siguientes criterios para realizar una adecuada aproximación diagnóstica y diferenciación de una lesión y disfunción cerebral:
Lesión cerebral (ver gráfica 1)
1. Toda lesión cerebral se manifiesta o se asocia con signos neurológicos mayores que se hacen visibles en estudios de neuroimágen anatómica.
2. La exploración neurológica de un sujeto con lesión cerebral genera resultados de índole patológica.
3. Los déficits cognitivos en una lesión cerebral perduran a lo largo del tiempo.
4. La incidencia de la lesión cerebral se da en ambos sexos.
Figura 1. Esquema Conceptual de una Lesión Cerebral
Disfunción cerebral (ver gráfica 2)
1. La disfunción cerebral no es visible por estudios de neuroimágen anatómica, por lo regular estas pruebas arrojan falsos positivos que llevan a confundirlas o relacionarlas con una lesión cerebral.
2. A diferencia de la lesión cerebral, los déficits neuropsicológicos son moderados.
3. La disfunción cerebral prevalece más en los varones que en las mujeres, al parecer (Portellano, 2008) el cerebro de los niños es más vulnerable a sufrir algún tipo de daño o disfunción cerebral.
4. La exploración neurológica por lo regular es normal.
Figura 2. Esquema Conceptual de una Disfunción Cerebral
Es relevante tener en cuenta que los déficits neuropsicológicos menores – correspondientes a disfunción cerebral (Abad, S, Brusasca, M y Labiano, L.M, 2009)- pueden presentarse en un estado latente, es decir, los déficits neuropsicológicos poco significativos se van a manifestar años más tarde cuando se termine de activar el proceso disfuncional.
Propuesta a la Educación
En la práctica clínica y educativa se ha observado que en muchas ocasiones los docentes o profesores se han arriesgado a hablar con los padres de algunos estudiantes, dialogo que los lleva a manifestarles que su hijo es “hiperactivo”, solo por el hecho de verlos brevemente distraídos o porqué no se pueden quedar quietos, es necesario que los docentes comiencen a apersonarse de la realidad de la educación como sujetos situados y capacitados que están para fortalecer el aprendizaje en las aulas; no obstante, deben de tener en cuenta los siguientes puntos a considerar en el libre desarrollo de su profesión:
1. El diagnóstico de lesiones y disfunciones cerebrales es competencia de los profesionales en Neurología y Neuropsicología respectivamente.
2. La posición de un docente es el enlace principal entre el Neurólogo y Neuropsicológo para determinar la existencia de un problema de aprendizaje en los sujetos que se encuentran en desarrollo, no obstante, es necesario tener en cuenta que esto no hace que los docentes sean Neuroeducadores.
3. Es necesario que las directivas de los planteles educativos fomenten el trabajo en equipo con el propósito de que el aprendizaje sea de manera holista o integral.
4. Es vital y necesario que los estamentos educativos cuenten con la labor profesional de un psicólogo clínico-educativo, con el objetivo de fomentar el trabajo en equipo y el aprendizaje significativo entre directivos, docentes, estudiantes, personal administrativo y servicios generales, esto va a permitir dimensionar un solo lenguaje que va tener un único objetivo: una educación incluyente.
5. El anterior punto se debe reforzar con la participación de los padres de familia, de esta manera el proceso del aprendizaje va a ser incluyente y dirigido a cada uno de los puntos mencionados anteriormente.
Salas Silva, en su artículo titulado ¿La Educación Necesita Realmente de la Neurociencia? (2003), manifiesta que los docentes tienden a estar centralizados en una posición conductista, enfoque que solamente los lleva a inferir juicios sobre lo observable y medible, pero a desconocer la realidad que subyace en los mecanismos o procesos cognitivos de los sujetos, es por eso que propone que los docentes se encuentren inmersos en un proceso de capacitación como la Investigación-Acción, campo metodológico que va a generar respuestas metódicas entre la relación de enseñanza-aprendizaje-cerebro/Neurociencia generando, así, respuestas con un grado mayor de objetividad y evaluación.
Para mayor retroalimentación la gráfica 3 recrea lo anteriormente explicado.
Figura 3 . Propuesta a los entes educativos en relación a los problemas de aprendizaje
Conclusión
Luego de realizar esta caracterización diferencial sobre lesión y disfunción cerebral, se concluye que la Neuropsicología infantil debe continuar fortaleciendo sus objetivos de estudio con el propósito de seguir realizando aportes a diferentes áreas como la educación básica que, en medio de su afán o por la dispedagogía de algunos profesores, termina con el “diagnóstico” en un niño con cuadros clínicos inexistentes.
Para ellos, y para la educación, la Neuropsicología infantil es un nuevo prospecto de desarrollo de conocimiento que no solamente se inscribe como un área que ayuda a regular los procesos de aprendizaje, es una Neurociencia Conductual que busca relacionar este aprendizaje en los cerebros que se encuentran en pleno desarrollo.
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