sábado, 11 de abril de 2015

Fisiología


«Cronobiología»

El sueño es un estado fisiológico de autorregulación y reposo uniforme de un organismo. En contraposición con el estado de vigilia -cuando el ser está despierto-, el sueño se caracteriza por los bajos niveles de actividad fisiológica (presión sanguínea, respiración) y por una respuesta menor ante estímulos externos.- .....................................................:http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Especial:Libro&bookcmd=download&collection_id=c118be5340ec0f19ec229cc6426c0bd0e3f58244&writer=rdf2latex&return_to=Sue%C3%B1o

Significado de los Sueños

Estás entrando en el mundo de los sueños; un mundo misterioso y fascinante donde las reglas de la realidad no aplican. Aquí encontrarás herramientas que te permitirán encontrar la clave para descubrir e interpretar el significado de tus sueños. Esperamos poder ayudarte a encontrarles sentido y a lograr una mejor comprensión de ellos.
Desde la antigüedad los sueños han sido considerados una forma de contacto con la divinidad y la mejor forma de vaticinar eventos futuros.Los sueños nos traen cada noche universos insólitos, personajes misteriosos, visiones infernales o angelicales, episodios maravillosos que no podríamos vivir despiertos.
Soñar es abrir una puerta de la mente. Todas las esperanzas, ambiciones, deseos, miedos, fantasmas, amigos, tiempos buenos y malos residen allí, son parte de la mente primitiva y constituyen una vía de acceso a realidades que están más allá del alcance de la lógica, han sido objeto de estudio a través de los siglos y forman una parte importante del psicoanálisis moderno.
Sabemos que tus sueños son únicos. Ninguna otra persona puede tener tus antecedentes, tus emociones, o tus experiencias. Cada sueño se conecta con su propia "realidad". Por lo tanto, al interpretarlos, es importante ponerlos en el contexto de tus experiencias y vida personal.
Recuerda que un sueño unifica al cuerpo, mente, y espíritu. Provee conocimientos sobre nosotros mismos y medios para la exploración de la propia personalidad. Si comprendes tus sueños, te habrás conocido y entendido un poco mejor y puedes llegar a conocer y mejorar aspectos de tu propia personalidad.
Los sueños parecen ser una manera por la cual el subconsciente considera, clasifica y procesa todos los problemas que se encuentran en la vida despierta. Muchas personas piensan que todo lo que se ha dicho sobre la mente y el psicoanálisis, relacionado con la interpretación de los sueños, son tonterías, pero no deberíamos caer en el error de pensar que se trata de una seudociencia. El trabajo de famosos psicoanalistas como Freud y Jung ha ayudado a miles de personas normales y sanas, por no mencionar los muchos casos de perturbaciones mentales graves. Sus hallazgos pueden ser aplicados de una forma sencilla a la propia experiencia de cada uno. Al igual que los médicos pueden tratar enfermedades físicas graves y enseñar al mundo en general las reglas básicas de la higiene personal o del hogar, también los psicólogos han enseñado a personas bien equilibradas, como pueden conocerse a sí mismas y llevar una vida más feliz.
Los sueños se constituyen de pensamientos del soñador. Es muy difícil, si no imposible, interpretarlos si no se conoce al soñante. Para reconocer el significado, es necesario conocer los "antecedentes" de la persona. Por esta misma razón, la mejor interpretación la puede dar el mismo soñante. El diccionario de símbolos en los sueños es sólo una guía para desarrollar esta labor.
Aprovecha esta oportunidad que te brinda tu subconsciente, descubre el sitio, investiga tus sueños, conoce personas con sueños similares, aprovecha las experiencias de los demás, compartiendo los tuyos propios.

Qué es un sueño

Todos tenemos la experiencia de soñar y por ello sabemos lo que es un sueño y tenemos la experiencia de que es algo más de lo que contamos, que nuestros relatos no los recogen de una forma exacta, sin embargo el conocimiento científico de los sueños tiene que basarse en las narraciones que se hacen de ellos, porque no vale analizar exclusivamente nuestros propios sueños para hacer una teoría sobre ellos.
Hobson (2000) describe de la siguiente forma lo que es un sueño: “La actividad mental que ocurre en el sueño se caracteriza por una imaginación sensomotora vivida que se experimenta como si fuera la realidad despierta, a pesar de características cognitivas como la imposibilidad del tiempo, del lugar, de las personas y de las acciones; emociones, especialmente el miedo, el regocijo, y la ira, predominan sobre la tristeza, la vergüenza y la culpabilidad y a veces alcanzan una fuerza suficiente para despertar al durmiente; la memoria, incluso de los muy vívidos, es tenue y tiende a desvanecerse rápidamente después de despertarse a no ser que se tomen medidas especiales para retenerlo”.

Las fases del sueño

Dentro del sueño se distinguen distintas fases que se identifican por la existencia o no de un movimiento rápido de ojos REM (Rapid Eye Movement), que es visible debajo del párpado para el observador.
En el sueño no-REM (NREM) que se llama también sueño lento, se distinguen también cuatro etapas (Bobes, Diaz y Bomper, 1999):
  1. La Etapa 1 de transición de la vigilia al sueño, ocupa cerca del 5% del tiempo de sueño en adultos sanos, desaparecen las ondas alfa que en el EEG corresponden a la vigilia y son substituidas por ondas más lentas (ondas theta) propias del sueño NREM. También aparece un enlentecimiento del latido cardíaco. Durante esta fase, el sueño es fácilmente interrumpible. Esta etapa dura pocos minutos.
  2. La Etapa 2 aparece a continuación de la 1 y representa más del 50% del tiempo de sueño. Se caracteriza por ondas electroencefalográficas con una frecuencia mayor, que las theta. El tono muscular se hace algo más débil y se eleva el umbral del despertar. Corresponde al principio del sueño propiamente dicho.
  3. Las Etapas 3 y 4 se corresponden al sueño más profundo porque durante ellas aparecen las ondas delta, que son muy lentas. El tono muscular es débil y la frecuencia cardiaca y respiratoria disminuyen. Durante ellas ocurren los sueños, así como los episodios de terror nocturno en el niño y los episodios de sonambulismo. Los movimientos oculares, si existen, son lentos.
Después de pasar por estas etapas, durante unos 70 a 120 minutos, suele presentarse la primera fase REM (Rapid Eye Movement, Movimiento Rápido de Ojos). El tiempo que se tarda en iniciar esta fase nos dará la latencia REM. El sueño REM ocupa el 20% del tiempo total del sueño en el adulto, aunque varía con la edad, siendo mayor en los niños y en él se observan descargas de movimientos oculares rápidos y una abolición completa del tono muscular, la frecuencia respiratoria y el pulso se hacen más rápidos e irregulares.
Luego, las diferentes fases del sueño se alternan cíclicamente a lo largo de la noche, durante la primera parte del sueño predomina el sueño NREM y durante la segunda los periodos REM se van haciendo más largos. Durante el sueño normal aparecen periodos de vigilia tan breves que pueden no ser recordados al día siguiente.
Los estudios sobre la fisiología del sueño han avanzado de forma muy importante en los últimos años basándose en las nuevas tecnologías de neuroimagen, entre otras.
Las características fisiológicas de la actividad onírica varía a lo largo de las distintas etapas del sueño. Durante el sueño REM aparecen imágenes más raras y estrafalarias, los reportes de los sueños son más largos, más emocionales que en las etapas NREM lo que correlaciona con la diferente fisiología de estas fases.

Diferencias en los sueños de las distintas fases

Los sueños que se reportan cuando uno se despierta en la fase REM del sueño son típicamente más largos, más nítidos perceptivamente (llegando a tomar la forma de alucinaciones), más animados motóricamente, que cambian rápidamente de escena y son más raros y estrafalarios, más cargados emocionalmente y menos relacionados con nuestra vida normal que los que se narran cuando nos despertamos en la fase NREM. Por el contrario los que surgen del despertar en las fases NREM contienen más representaciones de nuestras preocupaciones cotidianas y son más de tipo pensamiento y menos como imágenes (Hobson et al., 2000).
El mismo autor menciona las siguientes características de los sueños REM, que se dan en ellos casi siempre y raramente en los sueños NREM:
  1. Contienen percepciones alucinatorias.
  2. Las imágenes cambian rápidamente y son raras y estrafalarias, aunque también se refieren a nuestra vida cotidiana.
  3. Son tan vívidos que a veces nos hacen dudar si estamos dormidos o despiertos.
  4. La reflexión racional en los sueños está ausente o muy reducida, aunque actualmente se piensa que la reflexión, el autocontrol y otras formas metacognitivas son más comunes de lo que se pensaba.
  5. A los sueños les falta estabilidad en la orientación, así los lugares, las épocas y las personas se fusionan de forma plástica incongruente y discontinua.
  6. Los sueños crean historias para integrar todos los elementos del sueño en una narrativa más lógica.
  7. Los sueños incrementan e intensifican las emociones, especialmente el miedo y la ansiedad, que parecen integrarse en las características más raras del sueño y pueden incluso marcar la narrativa del sueño.
  8. Los sueños muestran una incorporación incrementada de programas instintivos, especialmente los relacionados con luchar o huir que pueden actuar también como organizadores de la cognición en el sueño.
  9. El control voluntario está muy atenuado. El soñador raramente considera la posibilidad de controlar realmente el flujo de los sucesos del sueño y en las pocas ocasiones en las que esto ocurre, el que sueña solo lo puede ganar en lucidez y por pocos segundos. Sin embargo otras formas de control más corrientes pueden ser más comunes en el sueño.
  10. Una de las razones de que las descripciones de los sueños REM sean más largos es que tienen que explicarse las imágenes raras que lo componen.
Los sueños tienen poca relación con lo que pensamos o hacemos antes de dormir, por lo que no se puede pensar en dirigir los sueños para resolver problemas. Aunque otros autores afirman que hay métodos de incubación de sueños que tienen impacto en el sueño REM.
Según Hobson (2000) los procesos que se dan en el sueño REM son debidos a que:
  1. La entrada salida del sistema cambia, se corta la llegada de estímulos exteriores y la salida de órdenes motoras a la médula espinal, desactivándose las neuronas piramidales que transmiten las órdenes del movimiento. En consecuencia se produce una bajada del tono muscular.
  2. Se activan algunas partes del tronco cerebral que a su vez activan distintas partes del cerebro lo que provoca una activación caótica de diversas partes del cerebro.
  3. Se desactivan las partes de la corteza cerebral frontal que controlan la reflexión y el pensamiento.
  4. Todo esto se refleja en un cambio del sistema neuromodulador que pasa de ser aminérgico en la vigilia a ser colinérgico durante el sueño, con lo que se activan y desactivan determinados caminos neuronales.

Relación entre las funciones fisiológicas del sueño y sus contenidos

Hobson (2000) establece un modelo de estas relaciones en el que concluye:
  • Las alucinaciones visuales intensas se deben a la autoactivación del cerebro visual por el proceso de activación del pontine que afecta inicialmente al cortex visual.
  • Las emociones intensas, especialmente ansiedad, regocijo, y rabia se deben a la autoactivación de la amígdala y otras estructuras del sistema límbico. La relavancia de las imágenes del sueño es debida a la activación del cortex paralímbico por la amígdala.
  • La ilusión de que estamos despiertos, la falta de pensamiento dirigido, la pérdida de la conciencia reflexiva y la falta de insight relativa a las experiencias, ilógicas e imposibles del sueño, se deben a la combinación, y posiblemente efectos relacionados de la demodulación aminérgica y la desactivación selectiva de la corteza frontal.
  • Las cogniciones raras y estrafalarias del sueño se deben a la inestabilidad orientativa causada por la naturaleza caótica del proceso de autoactivación del tronco cerebral y a la ausencia del control frontal y de la memoria episódica, debidos en parte a los fallos en la modulación aminérgica

Funciones psicológicas del sueño

La principal función del sueño es reparar el organismo para poder seguir la vida en condiciones óptimas. Es una función fisiológica, pero en el sueño aparecen materiales cognitivos de difícil interpretación y con un alto contenido emocional, a los que se muchas veces se les da muy diversas interpretaciones. Algunos autores como Hobson lo consideran como un producto fisiológico que debería ser olvidado cuanto antes, como así sucede en realidad (Hobson, 1997). Otros autores siguen manteniendo y fundamentando fisiológicamente la teoría de Freud de que son deseos reprimidos que surgen en momentos en los que baja la censura (ver modelo de Solms (1997)).
La función psicológica que más consenso ha despertado ha sido que el sueño REM consolida nuestra memoria y que la recuperación de nuestros recuerdos es más efectiva después de un buen sueño. Sin embargo, ni siquiera esta función es aceptada de forma universal (ver por ejemplo Vertes, 2000) Este autor propone que la función primaria del sueño REM es puramente fisiológica y consiste en proporcionar al cerebro una estimulación que necesita para recuperarse del sueño profundo.
Resumiendo nuestra postura podemos afirmar que el sueño actúa sobre nuestra memoria emocional activando los circuitos cerebrales asociados a la emoción, como la amígdala y el sistema límbico y desactivando el control consciente de la corteza frontal y la entrada y salida de estímulos desactivando partes del tronco cerebral.
Planteamos la hipótesis de que lo que consolida el sueño es la actitud, entendida como preparación a actuar (Bull, 1951), en la que se inhibe la acción, y al inhibirse la acción aparece el componente emocional, en el mismo sentido que da Frijda (1989) a las emociones como preparaciones a actuar.

La postura de Seligman

Lo que si es cierto es que en el sueño las actividades cognitivas tienen una organización caótica y que nuestro cerebro no está dispuesto a admitir el caos. En esta línea Seligman (1987) describe un experimento en el que simultáneamente a la emisión de una melodía se mostraba a los sujetos unas luces que se encendían y apagaban de forma totalmente aleatoria, la gran mayoría de los sujetos afirmaban que el comportamiento de las luces seguía a la melodía. La conclusión de este experimento es que nuestro cerebro está tan entrenado para dar significado a lo que percibe que no puede aceptar las percepciones sin orden ni sentido y que si lo que ve o siente no lo tiene, nuestro cerebro lo crea.
Siguiendo este razonamiento, la interpretación que da Seligman (1987) de los sueños es que son una elaboración cognitiva que intenta dar coherencia a los estímulos caóticos que generan las funciones fisiológicas que se han descrito en los puntos anteriores. El intento de racionalizar el sueño comienza en el mismo momento en que se produce y continúa cuando se narra o se escribe para consolidar su recuerdo. Seligman distingue dos tipos de contenidos en el sueño aquellos que tienen una alta definición visual o contenido emocional que corresponden a estímulos muy concretos e identificables y aquellas otras fases que son más borrosas y verbales que correspondería ya a un intento de explicar la transición entre dos estímulos visuales o emocionales nítidos.
Ver también La interpretación de los sueños en la terapia cognitivo conductual

Metáfora terapéutica de la semana

El uso de las metáforas en la terapia

Por cortesía del Centro de Psicología Clínica y Psicoterapia

Efecto de las quejas en los demás

Había un perro, que se llamaba hombre, lleno de pulgas y garrapatas que le hacían sufrir lo indecible. Las garrapatas y las pulgas estaban encantadas con una piel tan suave y tan sabrosa.
Cuando se encontraba con algún amigo o allegado, se rascaba mostrándole sus heridas, sus pulgas y sus garrapatas. El otro perro, que le quería, se acercaba a lamerle la herida, con gran alegría y cierto descanso de “hombre”. Las pulgas saltaban al amigo y le picaban durante un buen rato. Pero, por desgracia, se quedaban muy poco en casa ajena, siempre volvían. Por eso, nuestro perro cada vez con más frecuencia buscaba a sus amigos para mostrarles sus penas; pero los amigos, poco a poco, se fueron dando cuenta de que cada vez que lo hacía, sufrían los picotazos de los insectos y le evitaban y huían en cuanto le veían acercarse. ¡Y eso que le querían!
Cuando no podemos hacer nada para aliviar a las personas que queremos, sus quejas nos hacen daño. Por eso, muchos acabarán evitando al quejica. 

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