historia de alemania :
HISTORIA DE ALEMANIA
Las palabras alemán y Alemania provienen del latín y eran utilizadas en la antigüedad por los romanos para denominar a los alamanes, no es lo mismo que alemanes, el pueblo germánico más cercano al territorio del Imperio Romano. De ahí fue usada para nombrar al país entero.
Las tribus de Germanic, que originaron probablemente de una mezcla de gente por la costa del Mar de Baltic, habitaron la parte septentrional del continente europeo por acerca de 500 B. C. Por 100 B. C., ellos habían avanzado en las áreas centrales y sureñas de la Alemania de día de presente. En aquel momento, había tres grupos tribales mayores: las gente orientales de Germanic vivieron por el Oder y ríos de Vistula, las gente septentrionales de Germania habitaron la parte sureña de día de presente Scandinavia, y las gente occidentales de Germanic habitaron el sur extremo de Jutland y el área entre el Mar del norte y el Elbe, Rhine, y los ríos Principales. El Rhine proporcionó una frontera temporaria entre Germanic y el territorio romano después de la derrota del tribu de Suevian por Julius Caesar acerca de 70 B. C.
El nombre República de Alemania federal refiere a República Federal de Alemania de su fundación de mayo el 23 de 1949, hasta la unificación alemana de octubre el 3 de 1990. Después de esta fecha, refiere a Alemania unida. Para el motivo de la brevedad y de la variedad, la república de Alemania federal a menudo se llama simplemente la república federal.
La república de Alemania federal consiste en dieciséis estados. Laender a partir de julio de 1990, cuando el territorio de la república democrática alemana fue dividido de nuevo en Laender. Por esta razón, al discutir los acontecimientos desde la unificación, alemanes refiera con frecuencia al territorio de la Alemania del este anterior como el nuevo o del este Laender y llamada que de la República Federal de Alemania anterior el viejo u occidental Laender. Para el motivo de la conveniencia y de la variedad, el texto sigue a menudo a esta convención para distinguir del este de Alemania occidental.
Tras la Segunda Guerra Mundial, fue dividida en dos estados separados a lo largo de las líneas de ocupación aliadas en 1949 pero los dos estados se reunificaron de nuevo en 1990. Fue miembro fundador de la Comunidad Europea (1957), que se convirtió en la Unión Europea en 1993. Es parte de la zona Schengen y adoptó la moneda común europea, el euro, en 1999.
Además de alemán, está también extendido el uso del gentilicio germano, derivado del nombre con que los romanos se referían a las tribus no romanas de la zona central de Europa, a las que llamaban Germania.[] Desde el siglo X, los territorios alemanes formaron una parte central del Sacro Imperio Romano Germánico que duró hasta 1806. Durante el siglo XVI, las regiones del norte del país se convirtieron en el centro de la Reforma Protestante. Como un moderno estado-nación, el país fue unificado en medio de la Guerra franco-prusiana en 1871.
El nombre Alemania se utiliza en tres sentidos: primero, refiere a la región en Europa central mirada comúnmente como constituir Alemania, incluso cuando no había estado alemán central, al igual que el caso para la mayoría de la historia de Alemania; en segundo lugar, refiere al estado alemán unificado establecido en 1871 y existir hasta 1945; y tercer, desde de octubre el 3 de 1990, refiere a la Alemania unida, formada por la accesión esta fecha de la república democrática alemana (RDA, o de Alemania del este) a la república federal de Alemania (RFA, o de República Federal de Alemania).
Alemania como bandera de la revolución mundial
“Y es que para los marxistas rusos la cosa estaba muy clara: una revolución proletario-socialista sólo podía tener lugar en un país plenamente industrial, en el que se pudiera relevar al capitalismo, y no en un país cuya mitad o sus tres cuartas partes todavía eran feudales, como Rusia, que primero debía realizar su revolución burguesa-capitalista. Y de todos los países capitalistas, Alemania, la tierra de Marx y Engels, que tenía el partido socialdemócrata más grande y fuerte y mejor organizado, era evidentemente el elegido para liderar el gran proceso histórico de transición del capitalismo al socialismo a escala mundial”.
Antes de 1917 ningún marxista serio y buen conocedor de la doctrina socialista hubiera podido imaginar que la revolución iba a iniciarse precisamente en Rusia. Es más, cuando Lenin tomó el tren que le llevó de Suiza a su tierra natal, muchos pensaron –eso afirma Sebastian Haffner- que había enloquecido.
Sin embargo, el líder de los bolcheviques no quería dejar pasar la oportunidad de hacer triunfar el socialismo en algún país, aunque fuese el menos indicado para ello.
Lenin creía que la revolución en Rusia era posible, pero no como un elemento independiente. Según se desprende de sus escritos y discursos, era imprescindible que en poco tiempo alguna nación capitalista con un alto grado de desarrollo económico siguiera el ejemplo ruso para convertirse en la bandera de la revolución mundial. Ese papel, no cabía la menor duda, debía desempeñarlo Alemania. La rusa debía quedar en la Historia socialista como la que dio el impulso a la verdadera revolución: la alemana. De ahí el empeño de los bolcheviques por extender las ideas revolucionarias a lo largo del territorio del II Reich. Así se entiende también ese pacto con el diablo imperial germano; esperaban que, de un momento a otro, ese aliado incómodo se convirtiera en fraternal amigo.
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