«Células de la sangre»
Los linfocitos T citotóxicos (CTL, por sus siglas en inglés Citolytic T Lymphocyte) pertenecen a la línea de los linfocitos T encargados de las funciones efectoras de lainmunidad celular. Neutralizan células infectadas por microorganismos intracelulares,1 mediante un ataque directo a las células infectadas, inyectando enzimas tóxicas que provocan su destrucción. Se les llama comúnmente CD8+,2 por la presencia del receptor de membrana CD8.Las CTL son células en las que las adiestra provocando la apoptosis celular al ser estimuladas por los antígenos intracelulares presentados por el MHC clase I. Son tan específicas en sus funciones letales que son capaces de destruir a la célula diana sin afectar a las células vecinas no infectadas[cita requerida]. El proceso de destrucción celular mediado por CTL consta de:
- Reconocimiento del antígeno foráneo y formación de un conjugado estable con receptores de membrana;
- Activación de la célula CTL por medio de interrelaciones celulares mediadas por proteínas de membrana y la transducción de señales intracelulares;
- Lisis celular obligando cambios en la célula diana y la exocitosis de gránulos ponzoñosos conteniendo principalmente perforina y granzima;
- Apoptosis de la célula diana incluyendo la mediación de moléculas inductores de muerte celular como la Fas y su ligando...
Los Linfocitos T CD8+ en la Respuesta Inmune Celular
¿Cómo Funcionan?, ¿Cómo se Evalúan?
Los conocimientos generados en el campo de la función y la actividad de los linfocitos T CD8+ al igual que en la caracterización de las moléculas del Complejo Mayor de Histcompatibilidad han sido parte fundamental para determinar los mecanismos inmunes celulares que actúan en el control de procesos infecciosos y tumorales. Los linfocitos T CD8+ tienen la capacidad de reconocer antígenos presentados por las moléculas del clase I en la superficie de las células.
Una vez el antígeno es reconocido por los linfocitos, se inicia una serie de vías de activación en el linfocito que llevan finalmente a la eliminación de la célula blanco mediante mecanismos como citotoxicidad directa o la inducción de muerte celular programada.
En este artículo se revisan los principales aspectos de la respuesta celular mediada por los linfocitos T CD8+ que permiten su
identificación mediante técnicas de laboratorio como la prueba de liberación de cromio y la determinación de citocinas mediante ELISPOT.
identificación mediante técnicas de laboratorio como la prueba de liberación de cromio y la determinación de citocinas mediante ELISPOT.
John Mario González MD. Ph.D., Anilza Bonelo M.Sc
Candidata Ph.D., Myriam Arévalo B.Sc., Candidata Ph.D. y Sócrates Herrera MD.
Candidata Ph.D., Myriam Arévalo B.Sc., Candidata Ph.D. y Sócrates Herrera MD.
Introducción
La respuesta inmune adquirida o específica es mediada por dos tipos de moléculas receptoras: las inmunoglobulinas (Ig) en la superficie de los linfocitos B y el receptor de celulas T (RCT) en los linfocitos T. A diferencia de las Ig que reconocen antígenos solubles, el RCT reconoce sólo antí-genos presentados en el contexto de las moléculas del Complejo Mayor de Histocompatibilidad (CMH) MACROAUTO ENRef (1). De esta forma, los linfocitos T (LT) pueden detectar patógenos intracelulares al reconocer fragmentos de antígenos derivados del microorganismo en la superficie de la célula infectada. Los patógenos como los virus y algunas bacterias que se replican en el citosol, son reconocidos y eliminados por los linfocitos T CD8+ MACROAUTO ENRef (2). Los patógenos que viven en vesículas como bacterias y parásitos son reconocidos por los linfocitos T CD4+ MACROAUTO ENRef (3). En este artículo se revisarán los conceptos generales de los principales participantes en la respuesta inmune mediada por los linfocitos citotóxicos (LCT). Finalmente se revisarán los sistemas de evaluación para la función de la respuesta de LCTs con énfasis en las pruebas basadas en la citotoxicidad y la producción específica de citocinas.
Moléculas de clase I del CMH y presentación de péptidos
El estudio de las moléculas de clase I del CMH por medio de cristalografia de rayos X, ha permitido no sólo hacer aproximaciones a su estructura sino también a conocer aspectos funcionales MACROAUTO ENRef (4, 5). Las moléculas de clase I están conformadas por una cadena (codificada en el cromosoma 6 humano y por la (2 microglobulina. La cadena (presenta tres dominios funcionales, los dominios (1 y 2) que forman la hendidura donde se une el péptido y el dominio (3 forma la región parecida a la inmunoglobulina MACROAUTO ENRef (1). La (2 microglobulina se une de forma no covalente a la cadena ( y le brinda estabilidad a la molécula de clase I antes de que se una el péptido antigénico MACRO-AUTO ENRef (6), Figura 1. Actualmente, es posible determinar las características de los péptidos que potencialmente se unen a ciertas moléculas de clase I. En las moléculas de clase I, la hendidura de unión al péptido sólo reciben antígenos de 9 a 10 aminoácidos, algunos de estos residuos tienen la capacidad de insertarse en una especie de bolsillos formados en la base de la hendidura del las moléculas del CMH.
Estos residuos que son los realmente encargados de la unión péptido/CMH reciben el nombre de motivos o secuencias de anclaje MACROAUTO ENRef (7-9). La secuencia potencial de unión de los péptidos a la molécula de clase I HLA-A*0201 es mostrada de forma esquemática en la Figura 2. Antes de unirse a las moléculas recién sintetizadas en el retículo endoplásmico, los péptidos de tamaño adecuado son generados en el citosol por medio del denominado “procesamiento antigénico”, tal es el caso de antígenos virales y tumorales MACROAUTO ENRef (10). Las proteínas en el citosol sufren un procesamiento enzimático por medio de una organela denominada proteasoma MACROAUTO ENRef (11). El proteasoma está compuesto por diversas subuni-dades, dos de las cuales, denominadas LMP-2 y LMP-7, son codificados por genes localizados en el loci del CMH en el cromosoma 6 MACROAUTO ENRef (12). La expresión de estos genes puede ser inducida por el interferón gama (IFN-(). La incorporación de estas subunidades al proteasoma está asociada con la especificidad del corte en los péptidos gene-rados que se ensamblarán junto con las moléculas de clase I MACROAUTO ENRef (13).
Una vez los péptidos son gene-rados, son transportados del citosol a la luz del retículo endoplásmico. Dos moléculas denominadas transportadores,
Figura 1. Presentación de antígenos al linfocito T CD8+. La célula presentadora de antígeno, procesa y presenta el antígeno en el contexto de las moléculas de clase I. Una vez reconocido el antígeno se activa el linfocito T y se disparan los mecanismos de acción. RCT: receptor de células T, CMH: complejo mayor de histocompatibilidad, FasL: ligando de la molécula Fas.
Figura 2. Esquema que representa los residuos del péptido (aminoácidos en posición 2 y posición 9) que se unen a la molécula de clase I HLA-A*0201. Los aminoácidos están re-presentados por el código de una letra: L, Leucina; M, Metionina; V, Valina.
¿Qué es lo que se analiza?
Las células CD4 y CD8 son células de la serie blanca de la sangre (glóbulos blancos o leucocitos) que se encargan de luchar contra las infecciones y juegan un papel muy importante en la función del sistema inmunitario. Se producen en la médula ósea, y acaban de madurar en el timo; circulan por todo el organismo encontrándose principalmente en la sangre, bazo y ganglios linfáticos. Los linfocitos T4 y T8 presentan en su superficie unos marcadores conocidos como CD (por sus siglas en inglés, cluster differentiation); el número de CD indica el tipo específico celular. La prueba que evalúa CD4 y CD8 mide el número de ese tipo de células en sangre, y juntamente con la carga viral del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH carga viral) y con los anticuerpos VIH (VIH anticuerpos) permite conocer el estado del sistema inmune en una persona que ha contraido la infecciónpor el VIH.
Las células CD4 y CD8 son células de la serie blanca de la sangre (glóbulos blancos o leucocitos) que se encargan de luchar contra las infecciones y juegan un papel muy importante en la función del sistema inmunitario. Se producen en la médula ósea, y acaban de madurar en el timo; circulan por todo el organismo encontrándose principalmente en la sangre, bazo y ganglios linfáticos. Los linfocitos T4 y T8 presentan en su superficie unos marcadores conocidos como CD (por sus siglas en inglés, cluster differentiation); el número de CD indica el tipo específico celular. La prueba que evalúa CD4 y CD8 mide el número de ese tipo de células en sangre, y juntamente con la carga viral del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH carga viral) y con los anticuerpos VIH (VIH anticuerpos) permite conocer el estado del sistema inmune en una persona que ha contraido la infecciónpor el VIH.
Las células CD4 reciben también el nombre de células T colaboradoras (o cooperadoras). Ayudan a identificar, atacar y destruirbacterias, hongos y virus que afectan al organismo. Las células CD4 son la diana principal del VIH, el cual se une a su superficie, se introduce dentro de ellas y o bien se reproduce de manera inmediata destruyéndolas en el proceso o bien se queda en estadolatente para reproducirse más adelante. A medida que el VIH entra en las células CD4 y se replica, y a medida que la enfermedad progresa, el número de CD4 en sangre disminuye progresivamente. Esta disminución puede persistir durante muchos años antes de que el número de células CD4 disminuya hasta un nivel crítico; a partir de ese momento, aparecerán los síntomas y signos propios del SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). Con el tratamiento, la cantidad de partículas víricas en la sangre disminuye con lo que la progresión de la enfermedad se enlentece y el número de células CD4 se estabiliza o aumenta.
Los linfocitos CD8 reciben también el nombre de células T supresoras o células T citotóxicas. Las células CD8 identifican y matan a las células infectadas por virus o afectadas por un cáncer. Así, al matar a células infectadas por el VIH y, puesto que estos linfocitos también producen sustancias que bloquean la replicación del VIH, juegan un papel muy importante en la respuesta inmune frente al virus.
A medida que la enfermedad progresa, el número de células CD4 disminuye en relación al número total de linfocitos y de células CD8. Para proporcionar una idea más clara de la situación del sistema inmune, los resultados de estas pruebas se expresan como un cociente entre el número de linfocitos CD4 y la suma de todos los linfocitos (porcentaje) o bien como un cociente entre CD4 y CD8.
Estas pruebas suelen utilizarse para monitorizar la progresión de la infección por VIH, aunque pueden solicitarse en algunas otras ocasiones, como en linfomas y en transplantes de órganos
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