martes, 7 de abril de 2015

zoología


«Anatomía y fisiología de los mamíferos»

El abomaso o cuajar es el cuarto y último compartimento del estómago de los rumiantes. Secreta la rennina - cuya variedad artificial se denomina cuajo, y que se utiliza en la producción de queso.
La palabra abomaso proviene del latín abomasum "intestino de un buey". La ubicación anatómica normal del abomaso es a lo largo del eje ventral. Es un estómago secretador de ácido clorhídrico(HCl) y las enzimas pepsina y renina con una función similar al estómagomonogástrico. Principalmente interviene en la hidrólisis ácida de los microbios y proteínas dietarias, preparando a dichas fuentes de proteínas para su posterior digestión y absorción en el intestino delgado.
El ganado lechero sometido a dietas para producciones elevadas puede sufrir cierto número de enfermedades en el abomaso, principalmente después de tener cría. Un abomaso lleno de gas se puede desplazar a posiciones diferentes de la normal, pudiendo identificarse dos condiciones diferentes: cuando el abomaso se desplaza hacia la izquierda (LDA) y cuando se desplaza hacia la derecha (RDA). Si el abomaso se desplaza hacia la derecha, corre el riesgo de ser torsionado convirtiéndose en un abomaso torsionado a la derecha (RTA). Un abomaso desplazado puede dar como resultado algunos o todos de los siguientes síntomas en las vacas: pérdida de apetito, disminución de las contracciones del rumen, disminución del mascado del bolo alimenticio y descenso en la producción de leche. Aunque un LDA o RDA no representa un riesgo inmediato para la vida, se requiere la atención de un veterinario para su corrección. La abomasitis (inflamación del abomaso) es una enfermedad relacionada con el abomaso relativamente rara pero grave, cuyas causas se desconocen.

Desplazamiento de Abomaso.

El abomaso se sitúa normalmente en el piso del abdomen, pero puede llenarse de gas y subir hasta el techo del abdomen, y así recibir el término ‘desplazado’.

La causa específica del desplazamiento de abomaso no se conoce bien, pero, hay dos factores de riesgo implicados:
Parto – La mayoría de los casos ocurren justo después del parto. Durante la preñez, el útero desplaza el abomaso, y así este debe volver a su posición normal, incrementando el riesgo de desplazamiento de abomaso.

Funcionamiento del abomaso – Si el abomaso deja de funcionar, se puede acumular gas y hay más probabilidades de que el abomaso se desplace hacia arriba dentro del abdomen.

Tanto en el desplazamiento de abomaso hacia la derecha o a la izquierda, la entrada y salida hacia el estomago esta algo torcida. Esta torcedura, junto con la acumulación de gas y fluidos, hacen que el pasaje del alimento sea mas lento. Los síntomas observados en la vaca son depresión, disminución del apetito, especialmente menor ingesta de concentrados, una reducción drástica en la producción de leche, y estiércol flojo (diarrea) o firme, pero en escasa cantidad.

La prevención de un desplazamiento de abomaso se basa en asegurarnos de que la ingestión de material seca al principio de la lactancia se mantenga constante:

  • Asegúrese de que el Ganado no este muy gordo al parto (CC >3.5)

  • provea alimento de alta calidad, con forraje de Buena calidad

  • De una ración totalmente mezclada y no solamente concentrados

  • Asegúrese de que todas las vacas tengan suficiente espacio para comer

  • Minimice los cambios de ración entre el último periodo de seca y el comienzo de la lactancia

  • Prevenga y trate de inmediato enfermedades como fiebre de leche, metritis, mastitis toxica, y placenta retenida, que también pueden reducir la ingesta de alimento

  • Maximice el confort de las vacas y disminuya el estrés.


Figura 1: Etapas en el desarrollo ruminal

El abomaso tiene funciones similares a las que se llevan a cabo en animales monogástricos, la diferencia radica en la presencia de pliegues abomasales, que mpiden la estratificación de la ingesta y dado el carácter semilíquido del bolo su paso por esta porción es relativamente rápido.

En este órgano, los microorganismos del rumen y los residuos sin fermentar pero digeribles de los alimentos se someten a la digestión enzimática y sus productos son absorbidos. La secreción de ácido clorhídrico y pepsina inician la degradación de las proteínas alimenticias (de escape) y microbianas. Se produce la prorrenina en
rumiantes neonatos, el cual es un zimógeno que al entrar en contacto con el ácido clorhídrico se transforma en renina, la cual ataca la proteína de la leche (caseína) en presencia de iones calcio, formando un producto denominado paracaseína al que posteriormente desdoblan enzimas duodenales.

El intestino de los rumiantes se caracteriza por su considerable longitud, por disponer de una cámara distal de fermentación y un colon en espiral unido a una placa

mesentérica.
A continuación podemos apreciar las características del abomaso
Figura 12 Abomaso



Fuente: www.ugrj.org.mx/index.php?option=com_content

Tabla 3. Capacidad en litros de los diversos compartimentos ruminales en dos especies
diferentes
  
Rumen
Retículo
Omaso
Abomaso
Total
Bovinos
140
15
13
13
181
Ovinos
12
1
0.5
2


15.5


El desplazamiento del abomaso a la izquierda comenzó a presentarse recién después de la II Guerra, en los años 50 en Europa y Estados Unidos y después en otros países, en vacas lecheras – de la raza Holstein primero y luego también de otras razas – principalmente como consecuencia de la modificación del sistema clásico de alimentación casi exclusivo a base de forrajes, por otro que incluía cada vez mayor cantidad de insumos concentrados en la ración. Nosotros registramos el 1er caso en el Perú en 1960.
Un segundo factor fue la progresiva modificación genética de la vaca, conducente al incremento en su tamaño y su capacidad abdominal, a fin de darle mayor espacio al aparato digestivo (sobre todo del rumen) y por ende incrementar la producción, sobre todo de la energía necesaria para obtener mayor producción de leche.
Sin embargo, a medida que aumenta la gestación en la vaca seca, aumenta el volumen del útero y se reduce el volumen del rumen; pero después del parto colapsa bruscamente el volumen del útero creando una inestabilidad espacial del abomaso – que normalmente tiene una suspensión pendular en el abdomen a cargo de los omentos mayor y menor, la cual le permite una cierta libertad para desplazarse.
Esto explica porqué un 80% de la casos de desplazamientos del abomaso ocurren dentro de los primeros 30 días post-parto.
Por su ubicación anatómica, es más fácil y frecuente (95% de los casos) que el abomaso se desplace hacia la izquierda por la escotadura que existe entre el retículo y el saco ventral del rumen. La dilatación (desplazamiento a la derecha) o el vólvulo del abomaso hacen el 5% restante.
Se estima que el desplazamiento del abomaso tiene una heredabilidad de 0.24 a 0.28.
Etiología
Las causas son las mismas para el desplazamiento a la izquierda o a la derecha. Aparte de los factores predisponentes ya señalados, otros factores contribuyentes importantes son la producción de gas, la motilidad disminuida del abomaso asociada a un estado de hipocalcemia post-parto, así como un deficiente llenado del rumen.
La motilidad disminuida del abomaso también se relaciona con raciones bajas en forrajes y ricas en concentrado, que probablemente causen un incremento en el volumen de ácidos grasos volátiles en el abomaso, así como un incremento en la producción de algunos gases como CO2, metano y N.
Si se reduce mucho la relación F: C en raciones de pré y post-parto, o si el forraje es picado en trozos cortos, se reduce el colchón fibroso del rumen; el mismo que ya no es capaz de retener las partículas de granos de la ración.
Una parte de las partículas forman AGV en el rumen, que pasan al abomaso. Otra parte de las partículas pasan al cuajo, donde forman más AGV.
Los AGV reducen y debilitan contracciones del abomaso.
El deficiente llenado del rumen y la distensión del abomaso favorecen que éste se desplace hacia la izquierda para terminar ubicándose entre el rumen y la pared abdominal, pero causando sólo una obstrucción parcial del abomaso; razón por la cual no se interfiere con la evacuación de su contenido. El apetito está disminuido.
También ocurre una moderada rotación del omaso, retículo e hígado.
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Patogenia y Patología Clínica
Tener presente que los desplazamientos ocurren casi siempre durante el 1er mes post-parto.
En el desplazamiento a la izquierda, la motilidad disminuida y obstrucción parcial del abomaso, asociadas a la secreción continua de ácido clorhídrico, causan una alcalosis metabólica moderada con hipocloremia y deshidratación. También hay hipokalemia por retención del potasio en el abomaso y la menor ingestión de forrajes.
Es común la acetonemia secundaria; y también hay casos complicados con hígado graso.
Lo mismo ocurre con el desplazamiento a la derecha. La diferencia está en que en esta forma de desplazamiento, luego de producirse la dilatación del abomaso, éste rota con frecuencia sobre su eje mesentérico formándose un vólvulo generalmente hacia la izquierda.
Si se forma un vólvulo, se produce un estrangulamiento con obstrucción e isquemia local. El desplazamiento también compromete en cierta medida al omaso, hígado y retículo.
El secuestro de gran cantidad de líquido al interior del abomaso causa deshidratación y alcalosis metabólica.
El aporte circulatorio al abomaso y estructuras vecinas está afectado, pudiendo resultar en necrosis isquémica del abomaso, acidosis metabólica y shock.
Signos clínicos
1- Desplazamiento a la izquierda
Constantes normales. Inapetencia, depresión, producción de leche baja o disminuida.
Rumen atónico o con actividad disminuida. Heces escasas, generalmente pastosas. La percusión-auscultación del flanco izquierdo produce un característico ping-ping metálico, que sugiere la presencia de una víscera hueca conteniendo líquido y gas.
Aún cuando la literatura señala que el ping-ping puede estar ausente en un 10-15% de casos de desplazamiento, en nuestra experiencia siempre ha estado presente si la vaca no ha estado sometida a transporte vehicular previo.
A la sucusión –auscultación se escucha un chapoteo claro como tañido de campanas.
Hay acetonemia secundaria. Casi nunca es necesaria la confirmación, que puede hacerse con una punción abdominal en la parte baja de la resonancia del ping-ping para obtener una muestra del líquido presente; que si es de abomaso es de color parduzco, muy ácido y sin protozoos.
En diagnóstico diferencial considerar los trastornos de rumen con ruidos de chapoteo a la sucusión –auscultación y/o con ping-ping positivo a la percusión-auscultación.
2 – Desplazamiento a la derecha
Mientras que el desplazamiento a la izquierda ofrece un cuadro clínico “más o menos estandar”, el desplazamiento a la derecha suele más complicado y variable.
En algunos casos el desplazamiento y la distensión no son muy manifiestos, y por lo tanto tampoco lo son los signos clínicos. La percusión-auscultación (ping-ping) y la sucusión-auscultación son positivas en la parte ventral derecha del abdomen. Al principio las constantes están, por lo general, en su rango normal. Hay inapetencia, depresión y disminución de la producción de leche.
Si la distensión se acentúa, la auscultación-percusión es positiva en la parte dorsal del abdomen. La actividad ruminal suele estar disminuida o ausente, aunque en algunos casos se observa hipermotilidad. Las heces sueles ser pastosas, secas o con moco; en algunos casos hay diarrea.
Al aumentar la distensión, se comprime el duodeno lo que afecta la evacuación gástrica. El estado general se deteriora y en casos severos se palpa por recto el abomaso distendido.
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El cuadro clínico se agudiza si se produce torsión del abomaso hasta de 180º (usualmente con un giro hacia la izquierda; a veces hacia la derecha). Se observa deterioro del estado general, ojos hundidos, intranquilidad, quejidos, frecuencia cardiaca en 100 o más. A la palpación rectal las heces son escasas, por lo general pastosas o cubiertas con moco. Casi siempre es posible detectar el abomaso desplazado.
Con una torsión de > 180º se forma un vólvulo con isquemia y acumulación de agua y electrolitos en su interior. Hay apatía, deshidratación y deterioro general marcado; conjuntivas inyectadas, taquicardia (>120 ppm), quejidos, cólico, distensión abdominal bilateral y a la percusión del hígado ausencia de la sub-macicez. No hay defecación y al examen rectal puede haber moco espeso o vestigios de heces negruzcas a veces mezcladas con algo de sangre.
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En el diagnóstico diferencial considerar los casos con ruidos de chapoteo a la sucusión –auscultación y/o conping-ping positivo a la percusión-auscultación, que podrían originarse del recto, colon, o dilatación y torsión del ciego, neumoperitoneo y otros.
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Tratamiento del desplazamiento de abomaso a la izquierda

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