domingo, 19 de abril de 2015

anatomía animal



El angular es un hueso ubicado en el maxilar inferior (mandíbula) de los anfibios y reptiles (aves incluidas). Está conectado con todos los huesos de la mandíbula inferior: el de otros dentario (que es toda la mandíbula inferior en los mamíferos), el esplénica, el suprangular y el articular. Es homólogo al hueso del tímpano en mamíferos, debido a la incorporación de varios huesos de la mandíbula hacia el oído medio de los mamíferos en su evolución temprana.

El angular es un gran hueso en el maxilar inferior de los anfibios y reptiles, que está conectado con el resto de los huesos maxilar inferior: el dentario, el splenial, el suprangular y el articular. Es homóloga a la médula ósea timpánica en los mamíferos, debido a la incorporación de varios huesos de la mandíbula en el oído medio de los mamíferos a principios de evolución de los mamíferos.
En terápsidos, el maxilar inferior está formado por el dentario y un grupo de pequeños huesos "postdentarios" cerca de la articulación de la mandíbula. Como el dentario aumentó de tamaño durante millones de años, dos de estos huesos postdentarios, el articular y angular, se convirtió cada vez más reducida y el contacto directo con el tiempo realizado dentario con el maxilar superior. Estos huesos postdentarios, incluso antes de que se pierde su función articular, probablemente transmiten las vibraciones del sonido al estribo y, en algunos terápsidos, una placa doblada que podrían haber apoyado una membrana capaz de detectar vibraciones desarrollados en el angular. Con el tiempo, se convirtió en el anillo ectotimpánico que soporta la membrana timpánica en el oído de los mamíferos modernos.

 ijares o ijadas a las partes laterales del vientre, especialmente del caballo.
Limitados superiormente por la región lumbar, anteriormente por las costillas falsas y posteriormente por los huesos de la caderas. Se debe considerar en los ijares:
  1. Su amplitud. Deben estar llenos y su superficie igual a la del vientre y costillas. Los caballos que los tienen muy hundidos, de modo que forman una cavidad más o menos profunda se llaman estrechos de ijares o trasijados y no son propios para realizar un gran trabajo porque por lo ordinario tienen las costillas planas, débiles los corvejones, son demasiado ardientes, jamás están muy gordos y adelgazan con facilidad.
  2. Cuando el vientre tiene poca extensión, de modo que el ijar se dirige hacia arriba, se llama ijar arremangado.
  3. Los movimientos no deben ser ni muy lentos ni muy acelerados, ni desiguales, porque cualquiera de estos defectos es síntoma de alguna enfermedad. El movimiento entrecortado de los ijares es síntoma de asma o huélfago.
  4. La tirantez de los ijares es síntoma de enfermedades inflamatorias de las vísceras del pecho, y su contracción espasmódica, del tétano.







El ligamento falciforme es una estructura anatómica fibrosa alargada de anterior a posterior que une la cara diafragmática del hígado al diafragma y la pared abdominal anterior. Las dos hojas peritoneales que lo forman están adosadas entre sí. Contiene algunas venas del ligamento falciforme, venas diafragmáticas (porta accesorias, filetes nerviosos del plexo diafragmático y el ligamento redondo del hígado.
En el hígado es la referencia visual para dividir el lóbulo izquierdo del hígado en su cara diafragmática, en sus regiones izquierda y derecha. El ligamento fija el hígado con la pared anterior del abdomen(un repliegue en el peritoneo)junto con las venas suprahepáticas.
El hígado está ampliamente tapizado por peritoneo, pero se separa de éste en la cara diafragmática, en su porción superior, por el ligamento falciforme; en su porción posterior por la hoja inferior del ligamento coronario; y en la cara visceral por el omento menor. Ligamento falciforme: Conecta la cara diafragmática con el diafragma y con la pared abdominal anterior. La cara derecha del ligamento es superior y la cara izquierda es inferior, con el órgano in situ. Este ligamento es un medio de fijación del hígado poco eficaz. Es importante en topografía, ya que divide el receso subfrénico en dos: interhepatofrénico derecho e izquierdo. Ligamento coronario: Amarra la porción posterior de la cara diafragmática del hígado al diafragma. En ambos extremos, el ligamento coronario se encuentra prolongado por los ligamentos triangulares derecho e izquierdo. La superficie de adherencia, desprovista de peritoneo, es el área desnuda del hígado, rodeada por el ligamento coronario. De los dos ligamentos triangulares, el izquierdo está perfectamente definido y visible, por delante del hiato esofágico del diafragma. El ligamento coronario contribuye realmente a la fijación del hígado por intermedio de la cava inferior, que, con sus tributarias, constituye el medio de amarre más sólido del órgano (venas hepáticas, cápsula fibrosa alrededor de la vena, adherencias de la vena cava al centro tendinoso del diafragma y al atrio derecho del corazón). Omento menor: Tiene una inserción gástrica (en la curvatura menor, ya estudiada), y una inserción hepática. En esta inserción presenta una porción transversal (en el porta hepático) y una porción vertical (sobre los labios de la fisura del ligamento venoso, a la izquierda del lóbulo caudado). El omento menor oculta toda la parte izquierda retroportal de la cara visceral del hígado, así como el lóbulo caudado. Este medio de unión le deja mucha movilidad al hígado, para que pueda seguir los movimientos del diafragma. 

Estructura anatómica laminar, mesotelial al estudio microscópico, de forma triangular y delimitada por el diafragma, el lóbulo hepático izquierdo y el ligamento redondo del hígado. Su inserción en la cápsula de Glisson del hígado se realiza en la cisura umbilical, y, por tanto, delimita la separación de los segmentos II y III del segmento IV del hígado. 

  

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