viernes, 17 de abril de 2015

anatomía humana



 MANO
Corresponde al segmento terminal del miembro superior y se extiende desde el plano horizontal que pasa por el pisiforme y el escafoides, hasta los dedos. Topográficamente se reconoce en la mano la región palmar, la región dorsal y los dedosFig .1
REGIÓN PALMAR DE LA MANO
Esta región incluye el conjunto de partes blandas que se superponen sobre la segunda fila del carpo y de los metacarpianos. Superficialmente presenta tres prominencias muy evidentes: la eminencia tenar, en relación con la base del pulgar; la eminencia hipotenar, en relación con la base del dedo mínimo; entre las regiones precedentes, el hueco de la mano, zona que presenta cierto número de pliegues cutáneos. La piel de la región es muy gruesa, adherida al plano profundo, lampiña, sin glándulas sebáceas pero con abundantes glándulas sudoríparas. El tejido subcutáneo es denso, con escaso tejido adiposo. En este plano aparece un delgado músculo, el palmar cutáneo, que se extiende desde la aponeurosis palmar hasta la piel de la eminencia hipotenar. Las arterias y nervios superficiales son de pequeño calibre. En cambio,  las venas son más gruesas, formando en la región tenar e hipotenar el origen de las venas cefálica y basílica antebraquial respectivamente. La fascia profunda en considerablemente gruesa en la zona del hueco de la mano formando aquí la aponeurosis palmar, hacia los bordes de la mano esta capa se hace más delgada. Fig .2
Compartimentos de la región palmar.
Desde la cara profunda de la aponeurosis palmar se desprenden dos tabiques de disposición sagital, uno lateral y otro medial. El tabique lateral se fija en el borde anterior del tercer metacarpiano, el tabique medial se inserta en el borde anterior del quinto metacarpiano. Estos dos tabiques dividen el espacio subaponeurótico en tres compartimientos: uno lateral (tenar), uno medial (hipotenar) y entre ambos, el compartimiento central.
En el compartimiento lateral encontramos:
I.- En un primer plano, al músculo abductor corto del pulgar.
II.- Debajo del anterior el oponente del pulgar (por lateral) y la cabeza superficial del flexor corto del pulgar. Entre estos dos planos musculares se encuentra la rama palmar superficial de la arteria radial y el ramo recurrente del nervio mediano.
III.- En un tercer plano, la cabeza profunda del flexor corto del pulgar. Entre las dos cabeza de este músculo, se forma un canal por donde transcurre el tendón del flexor largo del pulgar.
IV.- Bajo los músculos señalados anteriormente, se dispone un pequeño, compartimiento que contiene al músculo aductor del pulgar,  espacio por donde transita la arteria radial. Fig .3 y Fig .4

En el compartimiento medial se disponen:
I.- En un primer plano, el abductor y el flexor corto del dedo mínimo.
II.- Un segundo plano, que contiene al oponente del dedo mínimo.  Entre estos dos planos musculares transitan la rama palmar profunda de la arteria ulnar y el ramo profundo del nervio ulnar. Fig . 5

El compartimiento medio, situado entre los dos precedentes, contiene de superficial a profundo:
I.- En un primer estrato, inmediatamente bajo la aponeurosis palmar,  al plano neurovascular formado por el arco arterial palmar superficial y los nervios digitales palmares del nervio ulnar y del mediano.
II.- En un segundo plano, los cuatro tendones del flexor superficial de los dedos.
III.- Un tercer plano que contiene a los cuatro tendones del flexor prufundo de los dedos con los cuatro lumbricales.
IV.-  Un plano neurovascular formado por el arco arterial palmar profundo y el ramo profundo del nervio ulnar.
V.- El plano interoseo, representado por la aponeurosis palmar profunda y músculos interóseos. Fig .6 , Fig .7 y Fig.8
La aponeurosis palmar profunda o interósea se extiende por delante de los espacios interóseos, insertándose sucesivamente en el borde anterior a los metacarpianos. Los músculos interóseos se disponen entre los metacarpianos, en número de tres interóseos palmares y cuatro los interóseos dorsales. Se extienden desde las caras laterales de los metacarpianos hasta las falanges proximales y las expansiones de los tendones extensores. Fig .9

REGION DORSAL DE LA MANO
Comprende todas las partes blandas colocadas detrás de la segunda fila del carpo y de los cinco metacarpianos. La región dorsal de la mano, de forma cuadrilátera, presenta relieves y depresiones formados los metacarpianos que alternan con espacios interóseos. La piel de la región es delgada, móvil, con pelos y glándulas sebáceas. En el plano celular subcutáneo se aprecia una fascia laminar, desprovista de grasa donde se dispone una rica red venosa superficial, siendo las arterias finas y de poca importancia. Fig .10
La fascia profunda es fibrosa, recubre toda la región y se continúa hacia proximal con el retináculo extensor y hacia distal, con las expansiones de los tendones extensores. Bajo esta fascia se dispone un primer plano tendinoso formado por los tendones extensores que, de lateral a medial son: el abductor largo del pulgar, el extensor corto del pulgar, el extensor largo del pulgar, el extensor del índice, los tendones del extensor de los dedos y del extensor del dedo mínimo. Luego aparece un segundo plano tendinoso donde se disponen, de lateral a medial: el tendón del extensor radial largo, el extensor radial corto y el extensor ulnar del carpo. Fig .11 , Fig. 12 , Fig .13, y Fig14
 Profundo al estrato tendinoso se encuentra un plano vascular, el arco arterial dorsal de la mano y finalmente, la aponeurosis dorsal profunda que delimita al compartimiento de los músculos interoseos dorsales. Fig . 15


DORSO, CADERA Y REGIÓN GLUTEA.

REGIÓN DORSOLUMBAR
Esta región cuadrilátera, colocada a los lados de las procesos espinosos de las vértebras torácicas y lumbares, tiene límites: superior, un plano a nivel del vértice de la séptima cervical (prominente); inferior, un plano que va del sacro a la cresta ilíaca; lateral, el borde externo de los músculos espinales.
La piel de la región, como toda la piel del dorso, es gruesa y fija al plano profundo, especialmente en la línea media. El tejido subcutáneo es denso, con una capa grasa variable. La fascia profunda en la región dorsal es delgada y se confunde con el epimisio de los músculos subyacentes; en la región lumbar es más bien fibrosa, fuerte, dispuesta por encima de los músculos subyacentes. Los músculos de la región se disponen en cuatro planos, a saber:
I.- Un primer plano, donde se encuentran la porción inferior del trapecio y la porción medial del latísimo del dorso.
II.- El segundo plano, colocado debajo del precedente, contiene a los romboides menor y mayor; músculos delgados que van del borde espinal de la escapula a los procesos espinosos de la séptima cervical y de las cuatro primeras vértebras dorsales.
III.- En el tercer plano se ubican los serratos posterosuperior y posteroinferior, entre los cuales se extiende la fascia tóraco lumbar. El primero, oblicuo hacia abajo y afuera; y el segundo, oblicuo hacia arriba y afuera. Los músculos mencionados en los puntos precedentes corresponden a la musculatura extrínseca del dorso, asociados a movimientos de la extremidad superior o del tórax e inervados por ramas ventrales de los nervios espinales. Es necesario destacar que la aponeurosis de inserción del latísimo del dorso en la columna vertebral (procesos espinosos), la fascia toracolumbar, es una aponeurosis de inserción muy resistente, que brinda inserción además a otros músculos profundos como los serratos posteriores, el oblicuo interno y el transverso del abdomen.
IV.- Por último, el plano profundo, que contiene a la musculatura intrínseca del dorso, músculos poderosos, que mantienen la posición erguida y que son inervados por los ramos dorsales de los nervios espinales. Este plano muscular comprende a:
IV.1. - Un plano superficial, formado por el erector de la espina, con sus porciones iliocostal (lateral), el longísimo (intermedio) y el espinal (medial).FIG 01 A , FIG 01B.
IV.2.- Un plano profundo, colocado en los canales vertebrales, donde encontramos a los músculos transversoespinales, que de dorsal a ventral son: El semiespinoso , el multífido y los rotadores. Las arterias de la región son pequeñas y provienen de las ramos dorsales de las arterias intercostales y lumbares.  Las venas siguen el mismo camino que las arterias y comunican ampliamente con las venas posteriores de la columna. Los linfáticos superficiales drenan en los linfonodos de la axila (los del tórax) y en los linfonodos inguinales (los de la región lumbar). Los linfáticos profundos drenan en los linfonodos lateroaórticos. Fig .1Fig .2Fig.3

CADERA
La región de la cadera corresponde a la raíz del miembro inferior y sus límites son: por arriba, la cresta ilíaca y el ligamento inguinal; por abajo y atrás, el pliegue glúteo; por abajo y adelante, un plano que pasa por el vértice del triángulo femoral (de Scarpa). Comprende cuatro zonas, a saber: por dorsal, la región glútea; por medial, la región obturatriz; por ventral, la región inguinocrural o triángulo femoral; en el centro, la región articular. Fig. 4Fig.5

REGIÓN GLUTEA
La región glútea, prominente y extensa, ocupa la parte posterior de la cadera; irregularmente cuadrilátera, queda enmarcada por la cresta ilíaca, el pliegue glúteo, la columna sacrococcígea y por una línea extendida entre la espina ilíaca ánterosuperior y el pliegue glúteo. La piel de la región es gruesa, flexible y distensible, con pelos y abundantes glándulas sebáceas. El tejido celular subcutáneo presenta abundante grasa. Los vasos superficiales son de calibre pequeño. La fascia profunda es firme, especialmente el la zona lateral de la región, formando tabiques que separan a los músculos subyacentes. Los músculos de la región se disponen en tres planos:
I.- Un plano superficial, donde se encuentra el glúteo mayos (máximo), músculo cuadrilátero, grueso, de 4 centímetros de espesor, formado por una serie de gruesos fascículos, yuxtapuestos y paralelos, que se extienden entre la cara posterior de la pelvis hasta la parte superior del fémur. Fig. 6
II.- Un plano medio, con el glúteo medio, músculo ancho que rebasa por arriba y ventral al glúteo mayor (máximo), extendido entre la cresta ilíaca y la fosa ilíaca externa (entre las líneas glúteas anterior y posterior) hasta la cara externa del trocánter mayor;  entre estos dos músculos se encuentra una capa de tejido celuloadiposo que comunica con la región isquioanal. Fig.7
III.- Un plano profundo que contiene a músculos pelvitrocantéreos, que ordenados de proximal a distal son: el glúteo menor (mínimo), músculo en abanico que desde de la fosa ilíaca externa (por delante de la línea glútea anterior) va al borde anterior del trocánter mayor (entre el hueso y el tendón, bolsa del glúteo menor); el piriforme, músculo triangular que desde la cara anterior del sacro pasa por la escotadura isquiatica (ciática) mayor para insertarse en el borde superior del trocánter mayor; el gémino superior, que va de la espina isquiática y se une al tendón del obturador interno para terminar en la cara medial del trocánter mayor; el obturador interno, que desde la superficie interna de la membrana obturatriz y la pared pélvica aledaña pasa por la escotadura isquiática menor hacia la cara interna del trocánter mayor; el gémino inferior, extendido entre el isquion y el tendón del obturador interno; el cuadrado femoral, extendido transversalmente entre el isquion y la cresta intertrocantérea, músculo que cubre al tendón del obturador externo, tendón que se fija en la fosa trocantérea. Fig. 8Fig.9
En este plano muscular profundo,  el piriforme constituye un hito anatómico clave para identificar los elementos neurovasculares profundos de la región glútea. Así, el borde superior de su parte media se corresponde con la emergencia de los vasos y nervio glúteo superior; el borde inferior se corresponde con la emergencia del nervio isquiatico (ciático), el nervio cutáneo posterior del muslo y los vasos y nervio glúteo inferior.  Medial a este punto aparecen fugazmente en la región la arteria y el nervio pudendo. Los linfáticos superficiales de la región glútea drenan en los linfonodos inguinales. Los linfáticos profundos acompañan a los vasos sanguíneos drenando en los linfonodos ilíacos. Fig. 10

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