Astrogenómica
El término Astrogenómica es un concepto basado en la integración de dos ramas importantes de las ciencias biológicas: Genómica y Astrobiología. La genómica, puede contribuir en la investigación de la astrobiología, abordando temas como el origen y la evolución de la vida en la Tierra, como un ejemplo para entender el origen de la vida en cualquier otro lugar del universo1 2
Éste término fue introducido por primera vez por David S. Holmes,3 durante la asistencia al Congreso "Integrative Biology Summit-2013" realizado el 5-7 de Agosto de 2013 en la ciudad de Las Vegas (USA), donde fue invitado como uno de los expositores principales.
En biología el atavismo o regresión se define como semejanza con los abuelos o antepasados lejanos. Aparición de caracteres propios de antepasados.El atavismo suele atribuirse a la expresión de un gen que habría quedado inactivo en algún momento de la historia filogenética de la especie. En términos mendelianos, el atavismo se ha explicado como resultado de la herencia de dos genes recesivos.
- Las aletas en los cetáceos.
- Los dedos extra en los caballos, al igual que en los caballos arcaicos.
- La reaparición de reproducción sexual en Hieracium pilosella y Crotoniidae.1
- La reaparición de dientes en las gallinas.
- La aparición, en humanos, de la llamada "cola vestigial", y la aparición de vello en lugares en donde normalmente no crecen (como en la cara).
Las semejanzas con nuestros abuelos lejanos son manifiestas, en comportamientos individuales, sociales y políticos.
Atavismo deriva de antepasado, y en biología significa la reaparición de caracteres propios de ascendientes más o menos remotos, como un cabello pelirrojo de un bisabuelo que renace en su biznieto. Ciertos insólitos signos físicos pueden surgir en forma de hirsutismo extremo, vestigios de dobles o triples pares de pezones, o rastro de cola en las vértebras terminales del espinazo. Siendo sumamente raras estas manifestaciones anatómicas, el atavismo en actitudes sigue presente en nuestro siglo.
El atavismo conductual no es necesariamente positivo ni negativo por razón de su arcaico origen. No obstante, representa una marcada extemporaneidad que denota una notable falta de evolución en la respuesta de la humanidad. Se manifiesta de variadas formas de vida o costumbres primitivas, como la tendencia a mantener la afición a la caza o el goce de oler una fogata al aire libre. En el comportamiento infantil está presente el atavismo y su influencia animista que atribuye voluntad a lo inanimado. Como cuando un niño se consuela al devolver el golpe al pedrusco con el que ha tropezado, para castigar al objeto culpable.
Otros instintos atávicos más sutiles, procedentes de la prehistoria, son perceptibles aún en múltiples aspectos tan inconscientes que pasan desapercibidos. Por ejemplo, el lado de la cama que elige una pareja viene determinado por un reflejo de hace cientos de miles de años. En el 90% de los casos, el varón elige el lado que está más cerca de la puerta, como sus ancestros lo hacían cerca de la entrada de la cueva para defenderla (en una pareja esto funciona en la primera ocasión, pues establecido un hábito de derecha o izquierda, éste no cambia al alojarse en un hotel o en una nueva habitación).
La política actual, en todo el mundo, mantiene numerosos tiques y tintes atávicos, como el patriarcado y la gerontocracia. Sin duda, el peor de los atavismos de estancamiento histórico es la violencia, que aún abunda a todas las escalas, desde el fiero terrorismo bestial del “te voy a matar” hasta las guerras sanguinarias, inacabables y salvajes, con armamento nuclear que no es sino un gigantesco garrote capaz de aniquilar el planeta.
Es manifiesto atavismo el modelo actual de “poder global” basado en la fuerza (bruta, con independencia de la sofisticada tecnología utilizada). Ese “nuevo orden” de tribus superiores (occidente frente a oriente, y norte versus sur), de razas dominantes y dominadas. Recuperemos otros instintos atávicos más justos y solidarios como el libre comercio (sin ventajas) derivado del trueque que a todos beneficia, o el legado ancestral del neolítico de ayudarnos y educarnos mutuamente todos a lo largo de la vida.
El término autóctono (del griego αὐτόχθων, "indígenas", a su vez de αὐτο, "yo mismo", y χθων, "la tierra, el suelo") significa "ente (biológico o no) que es propio de un lugar".
En la biología se usa el término autóctono para designar a aquellos seres vivos que son propios del ecosistema en el que se hallan, en contraposición con los alóctonos. Estos seres autóctonos se suponen evolutivamente adaptados al ecosistema, y por lo tanto canalizan mejor los flujos de materia y energía del mismo que otros seres introducidos que tenderán a causar desequilibrios. El concepto se puede aplicar a todos los reinos biológicos, y no sólo a especies silvestres, sino también a razas domésticas, tanto vegetalescomo animales. Esto es especialmente importante en agronomía, en concreto en prácticas extensivas, pues estas razas estarán mejor adaptadas a las condiciones locales, tanto climáticas como edáficas, etc.
El sustantivo autoctonía o el adjetivo autóctono puede referirse:
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