martes, 21 de abril de 2015

Pseudohistoria



Hipótesis sobre la Atlántida .- .....................:http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Especial:Libro&bookcmd=download&collection_id=7d253c6ef4ccedcba33d9282ede4e5e6d0a134a8&writer=rdf2latex&return_to=Hip%C3%B3tesis+sobre+la+Atl%C3%A1ntida


l respecto al continente perdido de la Atlántida se barajan muchas hipótesis, pero la teoría más aceptada es que esta importante civilización fue desvastada por una gran erupción volcánica.
Se dice que el nombre de Atlántida fue dado en honor de su primer gobernante, Atlas, uno de los hijos de Poseidón que se rebeló contra los dioses y fue condenado por Zeus a cargar sobre los hombros la bóveda del cielo.
Aunque no existe ningún hallazgo arqueológico que avale su existencia, existe una larga lista de lugares potenciales que se disputan las coordenadas en las que pudo existir este continente y su civilización.
Toda la leyenda de la Atlántida surge de una misma fuente: "Los diálogos de Platón". En dos de estos diálogos, mantenidos por Platón con Critias y con Timeo, se hace una descripción bastante exhaustiva sobre la Atlántida, su geografía, sus habitantes y su forma de vida. Platón asevera en sus "diálogos" que esta historia les fue relatada por el sabio griego Solon, quien a su vez la recibió de un sacerdote egipcio.
Se describe como una historia genuina la narración acerca de un pueblo originado por los dioses que habitaba en una gran isla situada más allá de las Columnas de Hércules(actualmente el Estrecho de Gibraltar) y que superaba en superficie a Asia y Libia juntas.
Según este relato, el poderío de los gobernantes atlantes alcanzaba gran parte de Europa y de Egipto pero cometieron el gran error de pretender someter a los atenienses, quienes triunfaron finalmente sobre los invasores (no es extraño, considerando que Platón era griego) a la vez que liberaron a los otros pueblos sometidos. Al cabo de un tiempo, intensos terremotos y grandes inundaciones acabaron con la Atlántida (y con los gloriosos guerreros atenienses) en un solo día.
En los Diálogos también se describe como vivía la civilización atlante con bastante detalle. Esta civilización tuvo su origen en la unión del dios Poseidón con una mortal llamada Cleito. El amor de Poseidón por Cleito era tan grande que, para protegerla, aisló la isla de todo cuanto la rodeaba por medio de dos anillos de agua y tres de tierra, fosos inundados y muros alternados. Convirtió así el centro de la isla en un círculo.
El suelo de la isla era inmensamente rico, y con el se edificaron templos y palacios de gran hermosura y magnitud, a la altura de sus moradores. También construyeron puertos y dársenas para los barcos que transportaban mercancías procedentes de todo el mundo y construyeron un gran canal que, partiendo desde el centro de la isla, desembocaba en el mar.
Cada una de las provincias en que se dividía la Atlántida estaba gobernada por un rey, y todos ellos seguían la ley de Poseidón, escrita en una columna de oro y cobre erigida en medio de la isla. Los habitantes que en un principio vivían y pensaban de acuerdo a la ley, iniciaron su decadencia tras comenzar a mezclarse con los mortales, por lo que Zeus decidió castigarlos.
Para atenernos al rigor histórico, la heroica hazaña bélica en la que los atlantes fueron derrotados por los atenienses tuvo lugar, según el sacerdote egipcio, hace más o menos unos 9.000 años. Como Solon vivio alrededor del año 640 a.C. podríamos deducir que la Atlántida alcanzo su mayor apogeo aproximadamente en el año 10.000 a.C.
Del origen de esta civilización no se tiene conocimiento alguno; ahora bien, es necesario admitir que los principales datos de la existencia real, o no, de la Atlántida provienen de un relato sobrecargado de leyendas, y que éstas suelen encerrar una veracidad que ha soportado una considerable deformación, pero que cuya búsqueda no resulta del todo irrealizable.
Tampoco debemos olvidar que los mitos griegos (donde aparecen las leyendas atlantes), fueron imaginados y/o creados por la gente que vivía en regiones que mantenían estrechos contactos con la Creta Minoica (una superpotencia económica y política de la antigüedad), de hecho, los cretenses tenían sometidos a los atenienses.
¿Dónde está la Atlántida?
Podemos así apreciar que existe gran similitud entre la isla de Creta y la Atlántida, además, ocurrió un hecho muy significativo: la gran explosión del volcán de la Isla de Thera (hoy en día Santorini) que tuvo lugar aproximadamente en el siglo XVI a.C.
Los geólogos americanos Shenk y Stanley encontraron restos de la gran explosión de Santorini al analizar restos volcánicos en el río Nilo. Unos vulcanólogos daneses encontraron restos de este volcán en Groenlandia, a unos 3000 Km. de distancia. La hipótesis de la explosión se ve avalada por algunos relatos bíblicos; para algunos conocidos investigadores, la separación de las aguas del Mar Rojo y el ensombrecimiento del cielo en Egipto fueron la consecuencia directa de la erupción volcánica de la isla de Thera.
También los chinos afirman, en algunos manuscritos antiguos, que durante el reinado del emperador Xieh, los campos del cálido valle del Río Amarillo aparecían cubiertos diariamente por escarcha. Después de las erupciones de los volcanes Laki (Islandia, 8 de julio de 1783) y Tambora (Indonesia, 5 de abril de 1815) parece ser que ocurrieron fenómenos similares.
Indudablemente la catástrofe de Santorini no es única. Un caso similar ocurrió con el volcán Krakatoa (al suroeste de Indonesia, entre Java y Sumatra) el 26 de agosto de 1886. El gran estallido de este volcán produjo una ola colosal que destruyó las costas de Java y Sumatra, de la misma manera que el volcán de Santorini podría haber aniquilado la civilización atlante.
Pero existen otras coordenadas que se diputan con Santorini la ubicación del reino perdido:
  • La Isla de Pharos (frente al delta del Nilo)
  • La cordillera del Atlas (conjunto montañoso al Norte de África)
  • La desaparecida civilización de Tartessos (en las proximidades de Cádiz)
  • El antiguo lago de Tritonis (hoy, marismas de Chott el Djerid y Chott Melrhir)
Hay quien señala a los guanches, los primitivos habitantes de Canarias, como los descendientes de los atlantes, basándose en que las momias guanches son de elevada estatura. Pero si se recurre a la antropología, queda claro que los guanches procedían de las costas africanas.
El escritor griego Plutarco (c. 50 d.C.) sugiere que la Atlántida podría buscarse enEscandinavia (la región del norte de Europa que comprende Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia e Islandia).
También se menciona la Atlántida en la zona del Canal de Korinthos, una brecha de 6,3 Km. abierta a través del istmo del mismo nombre, que une el Peloponeso con el resto de Grecia; una zona muy propensa a los terremotos.
Si mencionamos a Tartessos (comarca al sur de España), también allí se dan muchísimas coincidencias con lo descrito acerca de la Atlántida, lo que nos haría situarnos en el Océano Atlántico.



La Atlántida

La leyenda cuenta que la Atlántida era una isla de grandes dimensiones, se podría considerar un continente, según algunas hipotesis en el Mediterráneo, en otras versiones en el Océano Atlántico, fue destruída por un terremoto o tsunami que inundó totalmente sus tierras dejándola por siempre sumergida bajo las aguas y olvidada en el pasado.

Sus habitantes poseían una tecnología y cultura muy superior a la de los contemporáneos de su época y fueron decisivos en los avances de todas las culturas mundiales. Su ubicación les permitía el acceso a culturas tan dispares como la egipcia y la Maya y eran consumados viajeros, dominando con sus barcos todos los mares y océanos del planeta. La similitud entre estructuras arquitectónicas como las piramides Mayas y Egipcias, o el parecido fonético de algunas palabras en culturas separadas por aguas y miles de kilómetros de distancia se deben según los partidarios de la existencia de dicha isla o continente y a la influencia que los Atlantes (nombre con el que habitualmente se designa a los habitantes de la Atlántida) gracias a su avanzada tecnología marcaron culturas de todo el mundo.

Aspecto que tenía según los relatos de Platón la ciudad central de la Atlántida, todos los canales eran navegables.
Nacimiento y Caída de la Atlántida

La leyenda de la Atlántida parte de Platón hacia el 350 a.C., el cual, en los diálogos Timeo y Critias, cuenta la historia de una civilización floreciente que vivía en una isla "más allá de las columnas de Hércules" (nombre antiguo del Estrecho de Gibraltar). Él aseguraba basarse en el sabio griego Solón, que 200 años antes decía haber oído en Egipto que una isla había sido destruida "al oeste" como consecuencia de un gran cataclismo que la sumergió en las aguas en tan solo unas horas. En más o menos 20 páginas describe esta floreciente cultura, sus ciudades y abundancias y como debido a una afrenta a los dioses (eran adoradores de Poseidón) fueron castigados y una serie de cataclismos les sumergieron en las aguas.

Hasta aquí podría parecer la típica historia moralista tan habitual en Mitología griega, pero numerosos estudiosos a lo largo de la historia han buscado su significado real pues en gran cantidad de culturas existen mitos similares a los de la Atlátida de Platón, según algunos de ellos existe una especie de memoria histórica o componente real en dicha historia y si bien la mayoría de las hipotesis fueron desestimadas por falta de pruebas o demostrada su invalidez, es cierto que de tratarse de un leyenda fue de gran difusión en una edad tan temprana del hombre que pervivió en diferentes y dispares culturas.
  Ubicación de la Atlántida

La imagen romántica de una isla fabulosa tragada por el mar, ha significado que su ubicación haya sido buscada desde la época de Platón, aunque nadie está seguro si existió realmente muchos son los investigadores que la buscaron, una empresa no del todo descabellada, pues al fin y al cabo también la Troya de Homero se creía producto de la fantasía, hasta que el arqueólogo Heinrich Schliemann la descubrió en 1903. Las ubicaciones sugeridas para la Atlántida, incluyen lugares diversos a continuación enumeraré algunas de las ubicaciones más nombradas:

La erupción volcánica de Santorín en 1470 a. JC. sepultó la colonia minoica allí establecida. Al derrumbarse el cono volcánico se formaron acantilados y una bahía salpicada de islas. Algunos atlantólogos han señalado que los tonos rojos y negros de esos acantilados se corresponden con los de los edificiosdescritos por Platón, pudiendo ser este el origen de dicha confusión.
En el Mar Mediterráneo - Del relato de Platón se deduce que la civilización atlante debió florecer hace más de 12.000 años. Este dato no puede ser exacto en ningún caso, puesto que en aquellos remotos tiempos todavía no existía ninguna cultura evolucionada que trabajara los metales, estuviera gobernada por reyes y dominara los mares con sus barcos. En cuanto a la localización del misterioso continente, el texto del filósofo ateniense lo sitúa "más allá de las Columnas de Hércules", y esto significaba, según la concepción de la antigüedad, al otro lado del estrecho de Gibraltar, es decir, en el océano Atlántico. Pero atención, recordemos que la fábula procede de los antiguos egipcios y, para ellos, la isla perdida se llamaba Keftiu (el nombre que tenían para Creta). La fuente de información de Platón, el legislador y estadista Solón, pensaba naturalmente en griego, de modo que traduciría las indicaciones del sacerdote egipcio a su propia lengua, pudiendo producirse por esto algunos equívocos. Posiblemente los egipcios tenían en mente un lugar totalmente diferente al referido por Solón, ya que para esta civilización confinada en el valle del Nilo, el mundo conocido terminaba no ya en el Atlántico, sino en el mismo Mediterráneo.

La teoría que desde 1909 ha sumado más adeptos afirma que la Atlántida fue Creta u otra isla cercana, la de Santorini. Por consiguiente, la civilización atlante se identificaría con la minoica. Son muchos los datos que apoyan esta tesis. Para los antiguos egipcios, Creta constituía un lugar de interés a causa de su cercanía y su fuerza, aunque resultaba casi inaccesible debido a su ubicación en mitad del Mediterráneo. Por otro lado, la decadencia y caída de esta civilización encaja con el dramático final descrito por Platón: hacia el año 1500 a.C. una tremenda erupción volcánica en la isla de Thera (hoy llamada Santorini) originó terremotos, tsunamis y lluvias de cenizas que acabaron por dar el golpe de gracia a aquella cultura de la Edad del Bronce, que ya había sufrido anteriores seísmos.

La fecha es lo único que no concuerda, pues recordemos que, según Platón, la Atlántida debió florecer alrededor de 12.000 años atrás. Sin embargo, pudo ocurrir que el informador egipcio de Solón se hubiera basado para sus cálculos en uno de los calendarios lunares al uso en aquella época, confundiendo al griego, quien habría tomado los años lunares por solares. En tal caso, la fecha referida por el sacerdote sería el año 1200 a.C. aproximadamente, lo cual coincide, admitiendo un margen de tolerancia de dos o tres siglos, con la explosión de Thera.
En cualquier caso, por bien que suene esta hipótesis -desarrollada y defendida sobre todo por los investigadores griegos Angelos Galanopoulos y Spyridon Marinatos- también tiene sus puntos débiles. Así, la clasificación cronológica de los diferentes estilos cerámicos de la isla de Santorini demuestra que esta cultura sobrevivió al menos cincuenta años a la erupción del volcán. La Atlántida no se hundió, por tanto, en este lugar. Y menores son las posibilidades de que se tratara de la cercana isla de Creta; Cnosos, el centro de la cultura minoica, no se colapsó hasta algunos siglos después de la erupción del volcán y, como todos sabemos, la isla continúa en su sitio.
En el Océano Atlántico - El relato de Platón hablaba de una enorme isla "más allá de las columnas de Hércules" este dato hacia suponer que debía encontrarse en el Océano Atlántico y durante siglos investigadores del tema la situaron en dicho emplazamiento. Dicha teoría fue totalmente rechazada en 1.950 cuando se demostró la tectónica de placas y se comprobó que no existen ni existieron vestigios de ningún continente sumergido.

Hasta que dicho teórico emplazamiento se demostró que no era correcto, investigadores como Ignatius Donnelly, quien publicó su libro Atlantis: The Antidiluvian World en 1882, obra que conocería más de cincuenta ediciones y que sirvió de punto de partida para numerosas teorías posteriores. Donnelly estudió los enigmas de distintas culturas y elaboró a partir de tan misteriosos ingredientes una hipótesis irresistible: la Atlántida fue un continente entre Europa y América que se sumergió y que incluso llegó a constituir un puente terrestre entre ambos mundos.
Los principales datos que corroborarían su teoría son los siguientes: la lengua de los aztecas posee asombrosas semejanzas con la de los egipcios. (Esto no es exacto, dicen los escépticos; el parecido procede de una interpretación errónea de los signos de la escritura azteca). Los egipcios no fueron los únicos que construyeron pirámides; también los antiguos pueblos centroamericanos levantaron este tipo de estructuras, de modo que debió existir algún contacto entre ellos. (Tonterías, afirman los detractores de Donnelly; una forma geométrica tan elemental puede inspirar a cualquier arquitecto espontáneamente, sin que tenga que copiar de nadie).

Una de las ubicaciones de la Atlántida en el Océano Atlántico.
Donnelly no ofrecía nuevas pruebas de la existencia de la Atlántida, sino una síntesis tan brillante como persuasiva de las ya existentes, echando mano de informaciones procedentes de campos tan diversos como la arqueología, la oceanografía, la filología, la geología, la historia, la mitología, la etnología, la zoología y la botánica para argumentar la historia de Platón y con la intención de demostrar que sin un continente que hubiera servido de puente las coincidencias que proponía no hubiesen podido darse.

Bloques submarinos de piedra que parecen restos de calzadas y murallas ha inducido a suponer que la Atlátida se encuentra junto a las costas de Bimini una de las Islas Bahamas.
La Atlántida en América - Al ser descubierto el nuevo continente surgió como es lógico una nueva teoría, ¿Podría ser América el continente descrito por Platón?, ¿era posible que las tierras descubiertas por Cristobal Colon fueran parte de la isla soñada?

La respuesta parecía ser no pues parecía muy improbable con la tecnología de la época que relataba Platón pudiesen realizarse viajes en barco a tan larga distancia y más cuando se describían flotas de 1200 barcos que conquistaban allá por donde pasaban con sus tropas. Un dato cuando menos curioso sobre esta teoría es el siguiente:

En una sesión de trance realizada en 1933, el vidente norteamericano Edgar Cayce describió de una forma colorista y fantástica la vida en aquella antigua civilización, prediciendo, además, que una parte de ella sería encontrada en el año 1968. Y en efecto, un año más tarde de lo vaticinado se descubrieron en el fondo marino frente a las Bahamas ciertas estructuras aparentemente realizadas por la mano humana. La localización de la Atlántida en esta zona ya había sido propuesta por otros investigadores, que sin duda se remitían a los datos aportados por el geógrafo romano Marcelo, del primer siglo antes de nuestra era. Según él, el continente perdido habría estado integrado por siete islas pequeñas y tres grandes, la mayor de ellas de 1.000 estadios de diámetro, lo que equivale aproximadamente a 200 kilómetros.
¿Debemos, pues, buscar los restos de la Atlántida en el Caribe? La mayor de las islas antillanas, La Española, tiene un tamaño que coincide más o menos con el calculado por el sabio Marcelo. Sin embargo, estas especulaciones tienen muy poco que ver con la descripción de Platón. Las formaciones de piedra encontradas son según los expertos tan solo una formación rocosa insólita y no tienen nada que ver con la mano del hombre y aún en el caso de ser estructuras arquitectónicas creadas por el hombre parece muy poco probable que perteneciesen a la Atlántida que relataba Platón y con casi total seguridad serían parte de una cultura megalítica aun desconocida.
Conclusiones

La tectónica de placas no deja lugar a dudas, no hay lugar para la Atlántida, ningún continente o isla de dimensiones como las descritas pudo haberse sumergido o inundado sin dejar pruebas de ello. Por lo cual tenemos que pensar que de ser algo mas que un mito deberíamos buscar la Atlántida entre las tierras ya conocidas, probablemente una isla mediterranea, alguna región europea que fuera mal interpretada en los mapas o traducciones de textos antiguos, otras hipotesis barajan la posibilidad de que se tratara de las Azores e incluso en Suecia.

Aún así no deja de ser fascinante como durante siglos se ha buscado un continente idílico y existen tal cantidad de textos a lo largo de la historia aportando pruebas de su existencia.

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