viernes, 5 de junio de 2020

CRUZADAS - HISTORIA Y PERSONAJES

SEXTA CRUZADA

La sexta cruzada comenzó en 1228, tan sólo siete años después del fracaso de la quinta cruzada, y fue un nuevo intento de recuperar Jerusalén. Finalmente los cruzados lograron reconquistar esta ciudad y también NazaretSidónJaffa y Belén.



Antecedentes[editar]

El emperador Federico II había intervenido en la Quinta Cruzada, enviando tropas alemanas, pero sin llegar a acompañarlas personalmente, pues necesitaba consolidar su posición en Alemania e Italia antes de embarcarse en una aventura como la cruzada. No obstante, prometió tomar la cruz después de su coronación como emperador en 1220 por el papa Honorio III.La Sexta Cruzada se realizó sin permiso papal, en el año 1228 y fue realizada por Federico II. Logró reconquistar Belén, Nazareth y Jerusalén, convirtiéndose en su rey por decisión personal, aunque Jerusalén fue nuevamente ocupada en el año 1247.

Viaje frustrado y enfrentamiento de Federico con el papa[editar]

En 1225 Federico se casó con Yolanda de Jerusalén (también llamada Isabella), hija de Juan de Brienne (rey nominal del Reino de Jerusalén) y María de Montferrato. Por esto Federico tenía aspiraciones al trono de dicho reino, o lo que es lo mismo, tenía una razón poderosa para intentar recuperar Jerusalén. En 1227, siendo ya papa Gregorio IX, Federico y su ejército partieron de Brindisi hacia Siria, pero una epidemia les obligó a volver a Italia. Esto le dio a Gregorio la excusa para excomulgar, por romper sus votos de cruzado, a Federico, que llevaba años luchando por consolidar el poder imperial en Italia a expensas del Papado. Tras varios intentos de negociación con el papa, Federico decidió embarcarse nuevamente hacia Siria en 1228 a pesar de la excomunión; llegó a Acre en septiembre.

Intrigas en Tierra Santa[editar]

Una vez allí pronto se vio atrapado por la complicada política del Oriente Próximo. Por un lado, entre los propios cristianos muchos veían en esta nueva cruzada un intento de extender el poder imperial. Se produjo por tanto en Tierra Santa una continuación de la lucha mantenida en Europa entre los defensores del Papado (güelfos), y los del Imperio (gibelinos).
Del otro lado, los musulmanes tenían sus propias luchas internas, por lo que el sultán al-Kamil firmó un tratado con Federico para unirse contra su enemigo al-Naser. A cambio, el emperador podría obtener varios territorios, entre ellos Jerusalén exceptuando la Cúpula de la Roca (sagrada para el islam) y una tregua de diez años. A pesar de la oposición del papa Gregorio IX a este acuerdo, Federico se coronó rey de Jerusalén, si bien legalmente actuaba como regente de su hijo Conrado IV de Alemania, nieto de Juan de Brienne.

Regreso a Europa[editar]

Mapa de la Cruzada
La partida de Jerusalén de Federico, acosado por graves problemas en Europa y la expiración de la tregua en 1239 supondría el final de la breve recuperación de Jerusalén por parte de los cruzados. La Ciudad Santa, reconquistada por los musulmanes en 1244 no volvería a estar en manos de cristianos hasta 1917. No obstante, Federico había sentado un precedente: la Cruzada podía tener éxito aun sin apoyo papal. A partir de ese momento los reyes europeos podían, por iniciativa propia, tomar la Cruz, como hicieron Luis IX de Francia (séptima cruzada y octava cruzada) y Eduardo I de Inglaterra (novena cruzada).









Enrique I de Chipre o Enrique I de Lusignan, llamado el Gordo (1217-1254) fue Rey de Chipre desde 1218 hasta 1253. Era el hijo de Hugo I de Chipre y Alicia de Champaña y Jerusalén.

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Biografía[editar]

Nació el 3 de marzo de 1217 y su padre falleció el 10 de enero de 1218, así que se convirtió en Rey de Chipre con tan solo nueve meses de edad. Su madre, ayudada por su tío Felipe de Ibelín, ejerció como regente. En 1220, la regente firma Los Acuerdos de Limasol, que resuelven los litigios planteados entre la nobleza y el clero latino de Chipre sobre las zonas pertenecientes a los monasterios griegos donados a la nobleza. Una disputa entre Felipe y Alicia en 1225, oficiada por el papa Honorio III, destituye de la regencia a Alicia, confirmando a Felipe como regente. Felipe murió en 1227 y fue reemplazado como regente por su hermano Juan de Ibelín (el Viejo Señor de Beirut).
En 1225 el emperador Federico II Hohenstaufen se casa con la reina Yolanda de Jerusalén y anuncia su intención de iniciar una cruzada. Deposita su confianza en Juan de Brienne como regente del Reino de Jerusalén y reevindica la regencia de Chipre. Ante la presión de la nobleza chipriota, decide dejar de momento las cosas como están, y que se corone, en ese mismo año, a Enrique I de Chipre en la Catedral de Santa Sofía en Nicosia, con tan sólo ocho años de edad.
En julio de 1228, Federico II parte, encabezando la Sexta Cruzada, y retira de la regencia de Jerusalén a Juan de Ibelín para el ejercerla él mismo. A continuación se ocupa de Palestina, donde negocia el retorno de Jerusalén a los latinos. En mayo de 1229 abandona el Este, dejando el Reino de Chipre en manos de un consejo de regencia compuesto por cinco nobles, y organiza la boda de Enrique I con Alicia de Montferrato. Juan de Ibelín organizó un ejército que desembarcó en Chipre, eliminó al consejo de regentes y conquistó la isla de Chipre, pero el emperador envió a Roger Filangeri para que se hiciera con el control de algunas ciudades de Siria y Beirut, propiedad de Juan de Ibelín. La guerra civil continuó en Chipre, y Juan de Ibelín, a pesar de ser derrotado en mayo de 1232 en Casal-Imbert, consiguió derrotar el 15 de junio de 1232 a los imperiales en la batalla de Agridi, y sitió a los regentes que estaban en Castillo de Cérines. En la Semana Santa de 1233, Enrique I se declara capacitado para comenzar su reinado. La resistencia de Cérines se rinde en junio de 1233.
En 1247, el papa Inocencio IV visita el Reino de Chipre. Ese mismo año, a petición de los Hospitalarios, envía un ejército para defender de Ascalón, asediada por el Sultán de Egipto, pero una tormenta le impide llegar con suficiente tiempo como para evitar la caída de la ciudad.
En 1248, Enrique ayuda a San Luis en la Séptima Cruzada, hospedándole en Chipre en invierno desde septiembre de 1248 a mayo de 1249. Le acompaña a Egipto e interviene en el ataque a Mansourah, pero los dos reyes fueron hechos prisioneros por Fariskur. Regresó después a su reino y murió en Nicosia el 18 de enero de 1254.
Cuando murió fue sucedido por su único hijo, un niño llamado Hugo II de Chipre (1253-1267). Si no hubiera tenido descendencia, sus herederos hubieran sido los hijos de su hermana mayor: Juan de Brienne (1234-1260) y Hugo de Brienne (1240-1296), así como el hijo de su hermana menor, Hugo de Antioquía (1235-1284), que posteriormente heredaría el reino. Fue enterrado en la Iglesia de los Templarios, en Nicosia.
En la literatura histórica se dice que la cosa más interesante en el reinado de Enrique fue su corpulencia. Aparentemente significaría un periodo de sorprendente paz, seguridad y, desde un punto de vista histórico, aburrimiento. Además Enrique fue regente de Jerusalén con Conrado II.

Matrimonio e hijos[editar]

Se casó tres veces. El tercer matrimonio en 1250 fue con Plaisance de Antioquía, hija de Bohemundo V de Antioquía, con la que tuvo un hijo, Hugo. Sus mujeres fueron:

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