Esculturas urbanas de Barcelona del siglo XIX
La fuente de las Tres Gracias (en catalán, Font de les Tres Gràcies) se encuentra en la plaza Real de Barcelona, en el distrito de Ciutat Vella. Fue creada en 1867 por Antoine Durenne sobre un diseño de Louis-Tullius-Joachim Visconti, e instalada en 1876 con un proyecto arquitectónico de Antoni Rovira i Trias. Esta obra está inscrita como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) en el Inventario del Patrimonio Cultural catalán con el código 08019/646.
Historia y descripción
La plaza Real, así llamada en honor a los Reyes Católicos, se comenzó a construir en 1850 en el solar dejado por un antiguo convento de capuchinos, con un proyecto de urbanización de Francesc Daniel Molina. En el centro se decidió poner un monumento dedicado a Fernando el Católico, encargado al escultor valenciano Josep Piquer. Pero en 1856, en una visita de la reina Isabel II, como todavía no estaba fundida la estatua en bronce se decidió instalar un primer modelo que tenía hecho el escultor en yeso, que no fue del agrado de los ciudadanos, que poco después lo rompieron a pedradas. Tan solo quedó el pedestal, obra de los hermanos Baratta, que fue derribado en 1868 en el transcurso de la revolución que dio origen a la I República.2
Entonces, en 1876 se planteó la colocación de otro monumento en la plaza, y por iniciativa del arquitecto Antoni Rovira i Trias se decidió la instalación de esta fuente, copiada de un modelo francés elaborado diez años antes por Antoine Durenne sobre un diseño de Louis-Tullius-Joachim Visconti. La fuente está compuesta por un estanque circular en cuyo centro se alza una taza con seis mascarones que arrojan agua, sobre la que se ubican las estatuas de las Cárites, rematadas por otra taza superior. Antiguamente estaba rodeada de un parterre circular de césped cercado por una barandilla baja de hierro, y el estanque de la fuente quedaba a ras de suelo; posteriormente se eliminó este parterre y se circundó el estanque con un muro bajo de piedra.3
Las figuras de Aglaya, Eufrósine y Talía, diosas del encanto, la creatividad y la fertilidad, están representadas en forma de triple Hécate, espalda con espalda y con las manos entrelazadas, como en una danza. Este modelo estaba inspirado en unas estatuas de Germain Pilon elaboradas hacia 1560 para la iglesia parisina de los Celestinos, conservadas actualmente en el Museo del Louvre, que a su vez estaban influidas por un dibujo de Primaticcio. Este modelo tenía un origen neoplatónico, en que las tres Gracias representarían el amor, la belleza y el placer, al tiempo que es una alegoría de las tres acciones liberales de origen estoico: ofrecer, aceptar y devolver los beneficios. De la serie elaborada por Durenne surgió otra fuente homónima instalada en la plaza de la Bolsa de Burdeos.4
Esta fuente fue sustituida en 1892 por un surtidor luminoso y trasladada a la Rambla del Poblenou, pero en 1926 fue retornada a su lugar original por decisión de Nicolau Maria Rubió i Tudurí, director de Parques y jardines de Barcelona.
La fuente fue restaurada en 1983, en el conjunto de una reforma de la plaza en que se eliminó el tráfico de vehículos. Cerca se encuentran las farolas diseñadas por Antoni Gaudí para la plaza.
La fuente de los Niños (en catalán, font dels Nens), también conocida como Jarrón con niños (en catalán, Gerro amb nens), es una fuente escultórica situada en el parque de la Ciudadela de Barcelona, en el distrito de Ciutat Vella. Obra de Josep Reynés de 1893, es una de las esculturas más populares del parque. Esta obra está inscrita como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) en el Inventario del Patrimonio Cultural catalán con el código 08019/647.
Historia y descripción
La fuente está situada en el paseo de las Magnolias del parque, frente al Museo de Zoología, también conocido como Castillo de los Tres Dragones, edificio que sirvió de restaurante durante la celebración de la Exposición Universal de 1888, obra de Lluís Domènech i Montaner. Para su confección se depositó en el lugar un bloque de mármol de 400 quintales, en mayo de 1891, en la ubicación donde se había situado el pabellón del Círculo del Liceo durante la Exposición Universal. Reynés modeló la obra, que tenía finalizada en julio de ese año, aunque el conjunto de la fuente no se finalizó hasta diciembre, y fue inaugurada ya en 1893.2
En un estanque de forma octogonal y sobre un pedestal de cuatro brazos decorado con volutas se alza la escultura, un gran jarrón sobre el que suben unos niños desnudos, unos subiendo y otros que ya se encuentran arriba. En un lateral, el niño de abajo pone las dos manos para impulsar a otro que se encarama al jarrón, mientras que un tercero se encuentra ya en el borde; arriba, hay un niño de pie, mientras otro está tumbado asomando la cabeza fuera, y un tercero se zambulle en el agua del jarrón, con las piernas por fuera. La obra es de un gran dinamismo y minuciosidad de detalles, de aspecto informal y decorativo, rompiendo con la seria monumentalidad de la mayor parte de obras escultóricas del parque. El autor supo dar a los niños una gran variedad de gestos y expresiones, con un vivo realismo tanto en el movimiento de las figuras como en el trabajo anatómico de los infantes, así como en los múltiples detalles decorativos del jarrón.
La fuente de Neptuno se encuentra en la plaza de la Merced de Barcelona, en el distrito de Ciutat Vella. Fue creada en 1826 por Adrià Ferran, con la ayuda de Celdoni Guixà.
Historia y descripción
Esta fuente, encargada a Adrià Ferran por la Junta de Obras del Puerto de Barcelona, estuvo situada inicialmente en el Muelle de la Riba —o del Rebaix—, en la Barceloneta, donde fue inaugurada el 14 de abril de 1826. Una inscripción al pie de la fuente hacía constar que había sido erigida en honor al rey Fernando VII, así como en adorno de la ciudad y para comodidad de los navegantes. Adrià Ferran se encargó de la imagen del dios del mar, y unos años más tarde Celdoni Guixà realizó las esfinges situadas a sus pies. Una maqueta de esta obra se conserva en el Museo de Historia de Barcelona.1
En 1919, a causa de una remodelación del puerto, la fuente fue trasladada a los Jardines de Laribal, en Montjuic. Sin embargo, la construcción de la Fundación Miró en 1975 obligó a trasladarla de nuevo y, después de un tiempo guardada en un almacén municipal, en 1983 fue colocada en la plaza de la Merced, frente a la basílica homónima, en el espacio dejado por un grupo de casas que habían sido derribadas. Antes de su colocación fue restaurada, y se colocó en el centro de un estanque, con un nuevo basamento diseñado por los arquitectos municipales Rosa Maria Clotet, Ramon Sanabria y Pere Casajoana. Se le añadió también una placa con la especificación de sus ubicaciones anteriores, y el conjunto fue inaugurado el 6 de febrero de 1983. Hubo cierta polémica por la protesta de unos concejales de Convergència i Unió, que criticaron la colocación de un dios pagano frente a un templo católico.2
La estatua del dios del mar se encuentra sentada sobre una roca, sosteniendo un tridente, en lo alto de un pedestal en cuya base se hallan cuatro figuras de esfinges, situadas sobre un basamento de forma poliédrica de donde salen unos chorros de agua que caen sobre el estanque. El estilo empleado es el neoclásico de la época, aunque sin la majestuosidad de otras figuras dedicadas al dios marino, como las de Madrid o Roma; en cambio, la actitud del dios es a la vez protectora del tráfico marino y un tanto inquieta, inestable, como si le molestase el ambiente mundano y estuviese a punto de retirarse a sus dominios acuáticos.3
En Barcelona existió otra fuente de Neptuno, situada junto a la Aduana, en la ubicación de la actual Estación de Francia. Realizada en 1784, fue obra de Joan Enrich; en 1877 fue desmontada.4 Otra fuente de Neptuno, obra de Nicolau Travé, se encuentra en el patio del palacio de la Lonja de Barcelona.
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