Esculturas urbanas de España de los años 2000
El Parotet es un monumento muy conocido situado en la glorieta de Europa, al este de la ciudad de Valencia, cerca de la Ciutat de les Arts i les Ciències y la Torre de Francia. El nombre lo recibe por su semejanza al insecto libélula (parotet en valenciano).
Fue diseñado por el arquitecto valenciano Miquel Navarro y erigido en 2003. Es un regalo a la ciudad de la Fundació Caixa d'Estalvis i Mont de Pietat de València, que conmemora la creación de la Obra Social.
Tiene una altura de 46 metros.
Se trata de una pieza realizada en bronce, que se caracteriza por su original silueta y su forma aerodinámica. Como otras obras del mismo artista es de gran tamaño.
Desde agosto de 2005, se exhibe en la ciudad andaluza de Málaga, en la confluencia de las calles Larios y Strachan, siendo la primera pieza del artista que se instala de forma permanente en un espacio público en España.
La escultura urbana conocida Al roble, ubicada en la plaza de Gabino Díaz Merchán, en la Florida, en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar que adornan las calles de la mencionada ciudad española.1 2
El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.3
La escultura, hecha en acero corten, es obra de Miguel Álvarez Fernández, "Ponticu", y está datada en 2003.
La escultura urbana conocida por el nombre Aprendices de la Fábrica de Armas de Trubia, ubicada en la plaza General Ordóñez (Trubia), en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar que adornan las calles de la mencionada ciudad española.1 2
El paisaje urbano de esta ciudad, se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.3
La primera escuela de formación profesional que se abrió en España fue la Escuela de Formación Profesional Obrera de Trubia, localidad del concejo asturiano de Oviedo, que se instaló el 7 de enero de 1950, gracias a la labor del director Antonio de Elorza y Aguirre.1
Trubia fue uno de las localizaciones más importantes de la industria metalúrgica de Mieres, Langreo y Oviedo, y de su escuela salieron tanto la base como así como los expertos de primer orden en cualquier actividad mecánica durante muchas décadas.1 Por ello, el Ayuntamiento de Oviedo quiso reconocer su gran labor, y encargó a Félix Alonso Arena este conjunto escultórico, que se inauguró en julio de 2001. Es una pieza, de unos 600 kilos, que representa un joven aprendiz limando una pieza que está sujeta a la mesa de trabajo, en la que se apoya el profesor, quien está vestido con uniforme militar, sujetando con su mano izquierda un libro.
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