Esculturas urbanas de Barcelona del siglo XIX
Barcelona a Prim es un monumento escultórico situado en el Parque de la Ciudadela de Barcelona, en el distrito de Ciutat Vella. Fue creado en 1887 con un diseño arquitectónico de Josep Fontserè, mientras que la parte escultórica corrió a cargo de Lluís Puiggener. Destruida la obra original en 1936, fue sustituida en 1948 por otra elaborada por Frederic Marès. El monumento está dedicado al militar y político catalán Juan Prim y Prats (Reus, 1814 – Madrid, 1870), Presidente del Consejo de Ministros de España y uno de los artífices de la Revolución de 1868. Esta obra está inscrita como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) en el Inventario del Patrimonio Cultural catalán con el código 08019/870.
El proyecto de hacer un monumento al héroe de la guerra de África surgió en 1880, diez años después de su muerte. Se organizó un concurso que ganó Lluís Puiggener, mientras que Josep Fontserè, autor de la urbanización del Parque de la Ciudadela, se encargó del proyecto arquitectónico; el pedestal fue obra de Josep Colomé. La primera piedra se puso el 25 de septiembre de 1882, y las obras duraron cinco años. El coste del monumento se sufragó con las ganancias de un sorteo hecho con la venta de un solar en el Paseo de San Juan, que dio 124 919 pesetas. La estatua ecuestre del general, hecha en bronce en la Fundición Comas i Cia., se efectuó con el metal de unos morteros del Castillo de Montjuic. La obra fue inaugurada el 26 de mayo de 1887, con la asistencia del hijo del general. Durante la Exposición Universal de Barcelona de 1888 la estatua estaba situada delante del Palacio de la Industria, el edificio principal de la exposición; hoy día queda justo en la entrada del Zoo de Barcelona.2
El 20 de diciembre de 1936 la estatua fue destruida por las Juventudes Libertarias de Gracia, adscritas a la FAI, que aprovecharon el bronce para hacer municiones para la guerra. Unos años después, en 1948, se volvió a hacer el monumento, a cargo de Frederic Marès, quien se fijó en un modelo antiguo e hizo una copia bastante parecida.
El monumento sigue los cánones habituales de la época por lo que se refiere a este tipo de representaciones a caballo, y está probablemente inspirado en la estatua ecuestre de Enrique IV que hizo François-Frédéric Lemot en 1817 para el Pont Neuf de París, la cual está infuida a su vez por el monumento a Cosme I de Médicis de la Plaza de la Señoría de Florencia, obra de Giambologna de 1594. La obra presenta un primer cuerpo de forma paralelepipédica, sobre el que se alza el pedestal, que presenta unos relieves con escenas de las gestas militares del personaje, la retirada de México y la batalla de los Castillejos; esta solución es idéntica al monumento a Felipe IV realizado por Pietro Tacca en la Plaza de Oriente de Madrid. Sobre el pedestal figura la estatua ecuestre de Prim, vestido con uniforme militar con la gorra en la mano, en gesto de salutación, representado en una actitud serena que fue criticada por quienes le reprochaban que era demasiado fría. Sin embargo, la figura del general es más rígida que no en los relieves, tratados con mayor dinamismo y fluidez, con composiciones más claras y equilibradas. En los relieves, los personajes están tratados de forma clásica, con composiciones geométricas (triángulos y rectángulos), con mucho cuidado por los detalles y la individualización de los personajes.3
En cuanto a la intervención de Marès, pese a que se basó en un modelo en yeso de Puiggener que se conservaba en el Museo de Historia de Barcelona, hizo algunas modificaciones consistentes básicamente en un mayor trabajo de los volúmenes y una simplificación de los detalles, especialmente en el rostro, más sintético y de rasgos claros y definidos, no tan naturalistas como los de la obra original. Entre otras cosas, modificó la crin del caballo, más rizada que en el original, que estaba peinada y recogida; y modificó algunos detalles del uniforme, que hizo más precisos.
La Cascada del parque de la Ciudadela —también conocida como Gran cascada o Cascada monumental— es un conjunto arquitectónico y escultórico con fuentes y surtidores de agua ubicado en el parque de la Ciudadela, en el distrito de Ciutat Vella de Barcelona. Fue construido entre 1875 y 1888 con un diseño general de Josep Fontserè, mientras que el proyecto hidráulico fue de Antoni Gaudí, y en sus elementos escultóricos intervinieron Rossend Nobas, Venancio Vallmitjana, Eduard B. Alentorn, Francesc Pagès i Serratosa, Josep Gamot, Manel Fuxà, Joan Flotats y Rafael Atché. Está registrado como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) en el Inventario del Patrimonio Cultural catalán con el código 08019/355.
Historia
El parque ocupa los terrenos de la antigua Ciudadela construida por Felipe V para dominar la ciudad tras la Guerra de Sucesión Española, en el siglo XVIII. Durante mucho tiempo fue considerada un símbolo de opresión por parte de la población barcelonesa, hasta que la Junta de Vigilancia lo mandó derribar en 1841, proceso que no se realizó hasta 1868 gracias a la revolución de La Gloriosa. Surgió entonces la idea de convertir aquel espacio en un parque público, para lo que en 1872 se organizó un concurso que ganó el maestro de obras Josep Fontserè, el cual proyectó unos amplios jardines para esparcimiento de los ciudadanos, bajo el lema «los jardines son a las ciudades lo que los pulmones al cuerpo humano». Para ello se inspiró en jardines europeos como los de William Rent en Inglaterra, André Le Nôtre en Francia, o las villas de recreo de Roma y Florencia, y junto con la zona verde proyectó una plaza central y un paseo de circunvalación, así como una fuente monumental y diversos elementos ornamentales, dos lagos y una zona de bosque, además de diversos edificios auxiliares e infraestructuras, como el mercado del Borne, un matadero, un puente de hierro sobre las líneas de ferrocarril y varias casetas de servicios. Fontserè contó con la colaboración del joven Antoni Gaudí, que intervino en el proyecto de la Cascada, uno de los puntos neurálgicos del parque, de la que realizó el proyecto hidráulico y diseñó una gruta artificial debajo del conjunto.2 El monumento fue inaugurado el 12 de junio de 1881, antes de estar completamente terminado. El Parque de la Ciudadela fue el epicentro de la Exposición Universal de Barcelona de 1888, que tuvo lugar entre el 8 de abril y el 9 de diciembre de 1888, en la que concurrieron un total de 22 países de todo el mundo y recibió unos 2 240 000 visitantes.3
Descripción
La Cascada se sitúa en el ángulo norte del parque, cerca de la entrada por el Paseo Lluís Companys, donde se encontraba el Arco de Triunfo que daba la bienvenida a los visitantes de la Exposición de 1888. El conjunto arquitectónico presenta una estructura central en forma de arco triunfal con dos pabellones en sus costados y dos alas laterales con escalinatas, que acogen un estanque dividido en dos niveles. La obra recuerda el Palacio Longchamp de Marsella, obra de Henri Espérandieu, influencia que el mismo Fontserè reconoció.1 En el proyecto original Fontserè preveía una cascada de menor tamaño, en consonancia con las otras fuentes, surtidores y lagos del parque, y que serviría para situar un depósito de agua detrás de ella, para alimentar los dos lagos y los surtidores del recinto; sin embargo, poco más tarde cambió de opinión y monumentalizó el conjunto, que adquirió la fisonomía actual. El motivo del cambio no está claro, y puede que fuese una imposición de la comisión de la Ciudadela, formada por Elies Rogent, Antoni Rovira i Trias y Joan Pau Torras.1 En su parte posterior la cascada tiene varias dependencias, como una gruta artificial, sobre la que se sitúa el Aquarium, al que se accede desde la parte superior de la escalinata, detrás del grupo del Nacimiento de Venus; aquí se hallaba el depósito de agua que alimentaba la cascada, y actualmente es un espacio cerrado al público. El monumento ha sido restaurado en 1956, 1972, 1989 y 2009.
El monumento destaca por su profusión escultórica, en la que intervinieron varios de los mejores escultores del momento: destaca el grupo escultórico de hierro forjado La Cuadriga de la Aurora, de Rossend Nobas, así como El nacimiento de Venus, de Venancio Vallmitjana; el frontón es obra de Francesc Pagès i Serratosa. Otras esculturas son: Anfítrite, de Josep Gamot; Neptuno y Leda, de Manel Fuxà; y Dánae, de Joan Flotats. Asimismo, Rafael Atché realizó los cuatro grifos que expulsan agua por la boca, en la parte inferior del monumento.
Nombre | Autor | Material | Dimensiones | Descripción | Foto |
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Cuadriga de la Aurora | Rossend Nobas | Hierro fundido | 6,66 x 5,79 x 8,15 m | Es una alegoría de la Aurora, situada sobre una cuadriga tirada por cuatro caballos. En su mano derecha alza una antorcha, como símbolo de la luz con la que ilumina el mundo cada mañana. En el concurso fallado en 1876 se concedió la realización de esta escultura a Andreu Aleu, pero tras su renuncia se hizo cargo Rossend Nobas. El encargo no se formalizó hasta 1883, por lo que fue la última escultura en colocarse, ya en 1888. Su peso de treinta toneladas obligó al arquitecto Elies Rogent a reforzar la estructura de la cascada para soportar la obra. La iconografía de esta escultura no se relaciona con la del resto del conjunto, centrada en los temas acuáticos, y parece responder a una iniciativa de Josep Fontserè, de ideario republicano, relacionando las ideas de luz y libertad.4 | |
Angelotes | Josep Gamot | Mármol blanco | 2,45 x 1,61 x 1,30 m | Repartidos por todo el monumento hay varios amorcillos alados, que forman el cortejo de Cupido, hijo de Venus. Hay ocho en los ángulos de la base que soporta el grupo de la Aurora, y dos sobre cada una de las puertas del cuerpo bajo; los primeros llevan guirnaldas de flores, mientras que los segundos portan atributos marinos (una caracola y un delfín).5 | |
Venus (frontón) | Francesc Pagès i Serratosa | Mármol blanco | 3,91 x 1,60 x 1,05 m | En el frontón del conjunto se sitúa una figura de Venus, la diosa de la belleza y el amor, nacida en el mar. Se halla recostada sobre un pez de aire grotesco, y la acompañan cinco putti con conchas y caracolas marinas.6 | |
Dánae | Joan Flotats | Mármol blanco | 1,80 x 2,21 x 0,78 m | Dánae era hija del rey de Argos, y fue fecundada por Júpiter en forma de lluvia dorada, con el que fue madre de Perseo. Aquí se encuentra desnuda en el momento previo a la fecundación, acompañada de un amorcillo. Al parecer, tanto esta figura como la de Leda fueron introducidas por Flotats sin estar previamente en el programa iconográfico, ya que no tienen mayor relación con Venus que el elemento acuático: la lluvia o un lago en el caso de Leda.7 | |
Leda | Manel Fuxà | Mármol blanco | 1,95 x 2,21 x 0,78 m | Leda era hija del rey de Etolia, y fue seducida por Júpiter con forma de cisne, unión de la que nacieron Helena, Cástor, Pólux y Clitemnestra. Aparece sentada con el cisne a su lado, en el momento en que se encuentran, previo al amor. Esta figura se relaciona con la de Dánae, y se enmarca en el conjunto iconográfico por la presencia del agua, en este caso el lago donde nada el cisne.8 | |
Nacimiento de Venus | Venancio y Agapito Vallmitjana (diseño), Eduard B. Alentorn (realización) | Mármol blanco | 4,86 x 3,94 x 3,12 m | Es el motivo principal del conjunto, que representa el nacimiento de la diosa Venus. La diosa se halla de pie con los brazos en alto, enmarcada por una concha marina y dos náyades a sus pies. Este grupo se alza sobre un conjunto irregular de rocas de donde brota el primer surtidor de la cascada. Debajo hay cuatro caballos marinos, con medio cuerpo de caballo y medio de pez, que parecen conducir un carruaje imaginario, efecto calcado de la obra de Henri Espérandieu en Marsella. El diseño de los Vallmitjana —realizado mayormente por Venancio— se centró en la frontalidad del grupo, ya que el monumento está diseñado para ser visto de frente, así como en su monumentalidad, ya que debía ser visto de lejos. El ejecutor de la obra, Eduard B. Alentorn, añadió unos elementos vegetales a la parte posterior del grupo, visible al subir las escalinatas, así como dos grandes hélices, en alusión a los barcos y la importancia marítima de Barcelona.9 | |
Faunos | Rossend Nobas | Mármol blanco | 2,28 x 1,30 x 1,40 m (figura 1), 2,30 x 1,22 x 1,30 m (figura 2) | Los faunos se hallan junto a las náyades, en el grupo principal del conjunto. Eran seguidores del cortejo de Baco, por lo que no se relacionan con Venus, por lo que cabe suponer que su presencia está más ligada al concepto de la fecundidad, uno de los temas subyacentes en el programa iconográfico, como en los casos de Dánae y Leda. A la izquierda se encuentra el dios Pan tocando la siringa, con una cabra y una vara de pastor; a la derecha se halla un fauno cubierto con una piel de león y engalanado con hojas de viña, con dos crótalos en sus manos.10 | |
Anfítrite | Josep Gamot | Mármol blanco | 2,68 x 0,98 x 0,70 m | Anfítrite es una nereida, mujer de Neptuno. Se encuentra en una de las bases del grupo central, a la altura del tramo medio de las escalinatas, junto a la figura de Neptuno en el lado contrario, con el que forma pareja. La figura está semidesnuda y sostiene una lanza, mientras que su cabeza se gira hacia los caballos del primer surtidor.11 | |
Neptuno | Manel Fuxà | Mármol blanco | 2,85 x 1,03 x 0,80 m | Neptuno, dios del mar, forma pareja con la figura anterior. Como ella, dirige su vista hacia los caballos marinos, y sostiene entre sus manos un tridente, el habitual atributo iconográfico de este dios. La figura está en contraposto, que denota una tensión latente que contrasta con la actitud tranquila de su figura opuesta, Anfítrite. Una copia de esta estatua se encuentra en el Parque de la España Industrial.12 | |
Niños | Rossend Nobas | Mármol blanco | 1,39 x 1,10 x 0,65 (figura 1), 1,48 x 1,25 x 0,70 (figura 2) | En las puertas laterales del primer nivel de la escalinata se hallan dos pequeñas figuras de niños o angelitos, con diversos elementos marinos. Se relacionan con los putti del tímpano, y son elementos meramente decorativos, sin especial relevancia para el significado del conjunto.13 | |
Grifos | Rafael Atché | Mármol blanco | 3,97 x 3,24 x 1,92 m | Los grifos son animales mitológicos, mitad león y mitad águila. Se encuentran en el estanque, entre las dos láminas de agua que lo forman, y hacen de surtidores, gracias al agua que sale de su boca. Hay cuatro, cada uno de ellos diferenciados y con peculiaridades propias: uno tiene la cabeza de águila mientras que los otros tres la tienen de león; igualmente, las alas de cada figura son distintas, desde unas parecidas a las de un murciélago hasta otras con plumas o escamas. Quizá por su naturaleza fantástica estas figuras no son tan realistas como el resto del conjunto, y denotan un sello estilístico más estilizado y ornamental, por lo que se las considera como precedentes del modernismo.14 | |
Medallones del lagarto | Antoni Gaudí | Piedra caliza | Junto a la entrada del Aquarium, en la parte superior del monumento, se hallan dos medallones con lagartos en relieve, diseñados por Gaudí, autor del proyecto hidráulico del conjunto. El diseño de los animales es bastante naturalista, y recuerda las figuras del ábside de la Sagrada Familia que el arquitecto modernista realizaría años después.15 |
La Dama del paraguas es una fuente escultórica situada en el Zoo de Barcelona, en el distrito de Ciutat Vella. Fue creada en 1884 por Joan Roig i Solé. Esta obra está inscrita como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) en el Inventario del Patrimonio Cultural catalán con el código 08019/350.
Historia y descripción
Esta obra fue creada para la Exposición Universal de 1888, donde ocupaba la galería central del Palacio de la Industria, el edificio principal de la Exposición, desmantelado en 1930. La fuente, formada por dos tazas superpuestas sobre una base de rocalla situada en un estanque circular, fue diseñada en 1882 por Josep Fontserè, el autor de la urbanización del Parque de la Ciudadela, el recinto donde se celebró la Exposición. Según el diseño original, la fuente debía estar culminada por una alegoría del Progreso, que no llegó a ejecutarse. En su lugar, se colocó la Dama del paraguas, una escultura realizada por Joan Roig i Solé en Reus, la localidad natal del escultor. La estatua fue colocada en 1885, y al principio no fue del gusto de los barceloneses de la época, que la consideraron demasiado banal en comparación con el resto de la decoración monumental del parque, más ostentosa. Se llegó incluso a decir que el vestido de la señorita enseguida pasaría de moda y, por tanto, la estatua quedaría obsoleta. Sin embargo, con el tiempo los barceloneses se fueron encariñando con esta simpática figura, y con el tiempo se ha convertido en una de las esculturas más emblemáticas de la ciudad.2 En los años 1960, el alcalde José María de Porcioles hizo reproducciones de la estatuilla a pequeña escala, que regalaba en ocasiones señaladas. Por otro lado, la productora cinematográfica Barcino Films escogió su imagen como carátula para sus películas.3
Situada inicialmente en el recinto del Parque de la Ciudadela, al crearse el Zoo de Barcelona en 1957 quedó dentro de su terreno, por lo que hoy en día es necesario pagar la entrada del parque zoológico para poder verla. En 1985 se le puso un nuevo paraguas, que ya estaba muy deteriorado, y se conservó el original. En 2004 el monumento fue restaurado, y entre otras actuaciones se sustituyeron los antiguos tubos de plomo por unos nuevos de polipropileno.3
La figura de la dama, vestida con un traje de época, se encuentra de pie con un paraguas en la mano izquierda, mientras que asoma la derecha en actitud de comprobar si aún llueve. Se trata por tanto de un instante congelado en el tiempo, lo que otorga cierto dinamismo a la figura, alejado de los rigurosos cánones de las representaciones oficiales de la época. Asimismo, el hecho de que el agua caiga desde arriba del paraguas gracias a una canalización interior, confiere vida al conjunto, dando una apariencia de verosimilitud a la escena. Cabe precisar que lo que protege de la lluvia a la dama no es un paraguas propiamente dicho, sino un antucá (del francés en tout cas), que era más pequeño que un paraguas y sin los ornamentos habituales de una sombrilla, por lo que servía tanto para la lluvia como para el sol.3 La obra fue bien acogida por los fabricantes de paraguas y sombrillas, que cada 4 de mayo, día de su patrón, san Pedro Regalado, le obsequian ramos de flores.4 Sobre la modelo que sirvió de inspiración para el escultor se barajan dos nombres: según José Iglesias se trataba de Josepa Alimbau i Roig, sobrina del artista, mientras que para Josep Maria Garrut era Bonaventura Ricou i Solé, nacida en Puebla de Segur en 1868.3 La obra tiene cierta influencia de la escultura francesa de mediados del siglo XIX, especialmente de Jean-Baptiste Carpeaux.
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