Esculturas urbanas de España del siglo XIX
El busto de Guillermo Schulz, ubicado en la entrada de la Facultad de Ingenieros de Minas (C/ Independencia), en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar de esculturas urbanas que adornan las calles de la mencionada ciudad española.1 2
El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.3
La escultura, hecha en bronce, es obra de José Gragera y Herboso, y está datada en 1898. Fue el 26 de agosto de 1898 cuando a ofrecimiento de la Diputación Provincial, el Ayuntamiento de Oviedo decidió disponer del busto de bronce esculpido en homenaje al ingeniero de minas Guillermo Schulz, que se le otorgaba en depósito. Es por ello que se coloca el mencionado busto sobre la columna meteorológica, la cual se ubicaba en la plaza de Riego, convirtiéndose de este modo en pedestal del mismo. En 1993 se decide ceder el busto del geólogo alemán a la Universidad de Oviedo para ser colocado a la entrada de la Escuela Superior de Minas que está situada en la calle Independencia, lugar actual de su emplazamiento; mientras que en su original ubicación se instala un busto del militar asturiano Rafael del Riego, como parte de los actos del homenaje a este ilustre hijo de Tineo que da nombre a la plaza en donde se encuentra la escultura urbana de su busto, que además es obra de José Antonio Nava.
El busto de Isabel II, ubicado en la calle Ramón y Cajal, en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar que adornan las calles de la mencionada ciudad española.1 2
El paisaje urbano de Oviedo se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, como ocurre con este busto de Isabel II de España , y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.3
La escultura, hecha en bronce, es obra de Francisco Pérez del Valle, y está datada en 1846. El busto fue fundido en el Taller de Fundición de la Fábrica de Armas de Trubia, siendo la primera obra de este tipo que se realizaba en la mencionada fundición.1 2 Más tarde, en 1859, para conmemorar la visita real a la ciudad de Oviedo, se realizó una copia en hierro que fue ubicada en el patio central de la Universidad de Oviedo. Esta obra tuvo que ser restaurada, trabajo realizado por Vicente Vázquez Canónico, y en la actualidad puede contemplarse todavía en el patio interior del caserón universitario.
El crucero de Hío (en gallego: cruceiro do Hío) es un monumento escultórico, considerado como el mejor crucero de Galicia (España).1 Está situado en la plaza de la iglesia de San Andrés, en Hío, municipio de Cangas de Morrazo. Tallado en 1872, se discute su autoría; las opciones más defendidas son los canteros y escultores José Cerviño García e Ignacio Cerviño Quinteiro. A excepción de algunas tallas exentas, casi todo el crucero se elaboró con una sola pieza de granito.
Su talla representa dramáticamente los momentos más significativos de la vida humana, desde la creación hasta la redención, de forma simbólica. La iconografía es barroca. El propio simbolismo de las figuras está discutido.
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