Esculturas urbanas de Barcelona del siglo XIX
El monumento al Marqués de Campo Sagrado, conocido como fuente del Genio Catalán, es una fuente monumental de estilo neoclásico, con esculturas, situada en la plaza del Palau de Barcelona. Está dedicada a la memoria de Francisco Bernaldo de Quirós y Mariño de Lobera (1763-1837), Marqués de Campo Sagrado, por haber traído a la ciudad en 1826 las aguas de la sierra de Moncada, cuando era Capitán General de Cataluña.
El Ayuntamiento decidió erigirle un monumento el 13 de julio de 1852, y encargó el proyecto al arquitecto Francesc Daniel Molina. Ese mismo año se inició la construcción de la fuente y fue inaugurada el 1.º de junio de 1856. Las esculturas son de los hermanos Baratta y de Josep Anicet Santigosa.1
Realizada en mármol blanco, consiste en un alto pedestal coronado por la estatua de un efebo alado que sostiene sobre su cabeza la estrella del Progreso.2 En la mano izquierda lleva una palma de victoria, y a la zaga trae un ancla y una rueda dentada como atributos de la Técnica. Sobre los estribos del basamento, cuatro matronas sedentes representan a las provincias catalanas. Y alternando con ellas, unas cascadas que brotan de cabezas de león —simbolizando los ríos Ebro, Segre, Llobregat y Ter— se vierten sobre cuatro pilas, que a su vez desaguan sobre el pilón por otras gárgolas menores. El frente del pedestal ostenta, bajo la inscripción,3 un escudo timbrado de corona y rodeado de ramos de laurel con las armas de Quirós y, en orla, el lema «Después de Dios la casa de Quirós». Por la superficie del estanque, sobrenadan otros cuatro genios montando caballos de mar.
Originalmente, tenía instalación de luces de gas. Durante el siglo XX sufrió varias restauraciones. La más importante, tras la Guerra Civil, fue obra de Frederic Marès.
La fuente del Viejo (en catalán, Font del Vell), también conocida como fuente del Chato (en catalán, Font del Xato), se encuentra en la plaza de Sants de Barcelona, en el distrito de Sants-Montjuic. Fue instalada allí en 1975, aunque fue creada originalmente en 1818 por Damià Campeny.
Historia y descripción
Esta fuente se encontraba inicialmente ubicada en la plaza del Teatro, junto a la Rambla, en el lugar donde actualmente se encuentra el monumento a Serafí Pitarra. En este lugar había existido anteriormente otra fuente llamada del Sátiro, que tuvo una existencia efímera (1802-1817). Inicialmente era un abrevadero decorado con la figura de un fauno con una jarra en la mano, confeccionada en yeso. Sin embargo, debido a su mal estado de conservación, esta obra fue derribada en 1817 y, por iniciativa del capitán general Castaños, se procedió a la construcción de otra más monumental.1
En 1818 la fuente del Sátiro fue sustituida por un proyecto más elaborado, realizado por el arquitecto Pere Serra i Bosch y los escultores Damià Campeny y Salvador Gurri. Sobre un pedestal en forma de pirámide truncada se colocó una escultura que representaba a la diosa romana Minerva —según otras versiones, sería el Genio de Barcelona o la Barcelona industriosa—, ataviada con casco y lanza, y un escudo con las armas de Barcelona, obra de Gurri. En la base del pedestal se colocaron cuatro hornacinas que debían contener alegorías de los cuatro principales suministros de agua de la ciudad: el río Llobregat, la Acequia Condal, el canal de Urgel y el puerto.2
Encargadas a Campeny, solo hizo la primera de estas alegorías, en forma de un viejo barbudo semidesnudo apoyado sobre unas rocas y con una cornucopia en la mano derecha, mientras que la izquierda se apoya sobre una jarra de la que cae agua. A veces ha sido tomado por una representación de Neptuno o Hércules, aunque no lleva ninguno de los atributos característicos de estos dioses. Al cabo de poco tiempo, esta figura perdió la nariz de un golpe, razón por la cual empezó a ser conocida como el Chato.3
El estilo de la obra es neoclásico con cierta influencia barroca. Campeny quizá se inspiró en algunas alegorías de ríos presentes en Roma, ciudad en la que vivió varios años, como la Alegoría del Nilo o la Fuente de los Cuatro Ríos de la Plaza Navona de Bernini.3
En 1877 este monumento fue derribado, y solo se conservaron las estatuas: la de Gurri se colocó temporalmente en el parque de la Ciudadela, después en el Museo Marítimo, y ahora se conserva en un almacén municipal; la figura del viejo fue también emplazada en el parque de la Ciudadela, hasta que en 1975 se ubicó en la plaza de Sants, donde fue inaugurada por el alcalde Enrique Masó el 1 de febrero de ese año.
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