La época clásica
Este período abarca desde el inicio del siglo V a. C., con los
enfrentamientos de las ciudades griegas con el vecino Imperio Persa, hasta la muerte de Alejandro Magno en el 323 a. C.
Las Guerras Médicas
Desde mediados del siglo VII, los jonios de Asia Menor estaban en estrecho contacto son la vecina Lidia y habían adquirido un gran desarrollo económico y cultural; pero la llegada de los persas desde Oriente a Asia Menor causó un gran impacto en los pueblos griegos de la costa.
Muchos jonios no se sometieron a las
tiranías impuestas por los persas y huyeron a Occidente, donde fundaron nuevas colonias; el comercio griego sufrió un duro golpe por el bloqueo de sus fuentes de materias primas; la independencia política de los griegos estaba amenazada.
Hacia el 500 a. C. los jonios se sublevaron contra el imperio persa y pidieron ayuda a los griegos del otro lado del Egeo; tras varios años de guerra fueron sometidos y duramente castigados. Los reyes de Persia, decididos a evitar nuevas revueltas, emprendieron la conquista de Grecia
Al acabar las Guerras Médicas, Atenas y las ciudades joniascrearon una alianza, la Liga Marítima Délico-Ática, con sede en la isla de Delos, para defenderse de futuros ataques persas. Al cabo de poco tiempo, esta alianza se transformó en un imperio al servicio de los intereses atenienses, pues éstos obligaron a varias polis a integrarse en la Liga, reprimieron duramente cualquier deserción, instalaron colonias militares de vigilancia, trasladaron los fondos de la Liga a Atenas y los administraron con absoluta libertad y finalmente, promovieron la instauración de regímenesdemocráticos.
Asimismo, Atenas comenzó la reconstrucción de la Acrópolis, la construcción de los Largos Muros desde Atenas al puerto del Pireo, se dio un gran desarrollo de la vida literaria y artística y hubo una gran afluencia de intelectuales y pensadores que acudían a la ciudad procedentes de otros lugares de Grecia.
La Democracia Ateniense y PericlesEl progreso democrático fue rápido debido al papel desempeñadopor las clases populares en su victoria sobre los persas. Pericles y Efialtes introdujeron reformas constitucionales por las que el pueblo asumió mayores responsabilidades en la Asamblea y los Tribunales populares, los miembros de las instituciones recibían remuneración salarial, el Consejo aristocrático y el Areópago perdieron poder político. De este modo Atenas robusteció su democracia y mantuvo la supremacía sobre el resto de Grecia, debido a su poderío naval.
Para mantener sus privilegios sociales y económicos los ciudadanos impusieron leyes restrictivas de acceso a la ciudadanía a quienes no lo eran (metecos, extranjeros, esclavos). El imperialismo ateniense propició el alejamiento del peligro persa, seguridad en la navegación, unidad entre los griegos del Egeo (unidad monetaria, jurídica, política, cultural, lingüística...), pero también suprimió la autonomía de los aliados y entró en conflicto con los intereses comerciales de los aliados de Esparta: Corinto y Megara.
Guerras del Peloponeso
Esparta impuso su hegemonía sobre los griegos e instauró gobiernos oligárquicos, en Atenas el gobierno de los Treinta Tiranos instauró un régimen de terror que propició la vuelta de la democracia. En otras ciudades hubo también revueltas antiespartanas y Esparta llegó a aliarse con los persas para poder mantener su hegemonía sobre los griegos. Pero su poderío se vio dañado también por la corrupción de sus instituciones y el descenso democrático.
La Liga Beocia, comandada por Tebas y dirigida por Pelópidas y Epaminondas, venció al poderoso ejército espartano en la batalla de Leuctra (371 a. C.) La hegemonía de Tebas desapareció con la muerte de Epaminondas en la batalla de Mantinea. Atenas consiguió recuperarse, pero no volvió a tener fuerza suficiente para liderar al resto de Grecia, la crisis de las polis se agravaba cada vez más.
MacedoniaEn ese momento entró en escena una nueva potencia: la Macedonia de Filipo II, rey enérgico, tenaz e inteligente. En pocos años reorganizó su reino y sus ejércitos y se impuso a los estados griegos: conquistó Tesalia y Calcídica, intervino en Grecia Central y venció a sus opositores, encabezados por Atenas, en la batalla de Queronea (338 a. C.). Desde entonces, los griegos perdieron su independencia política y estuvieron bajo la autoridad de los reyes macedonios.
Macedonia se impuso con facilidad en Grecia debido a la crisis de las polis, con continuos conflictos internos y externos, agudización de las luchas entre ricos y pobres y desinterés por participar en la política.
Tras el asesinato de Filipo II, su hijo Alejandro sofocó los levantamientos de algunas ciudades griegas contra Macedonia y dirigió su ejército contra el Imperio Persa tras cruzar el Helesponto.
En el curso de once años, Alejando Magno derrotó a los persas en una serie de impresionantes victorias: Gránico, Isos, expedición a Egipto, Gaugamela... Tras la toma de Persépolis inició una gran expedición hacia el Este para conocer los límites de su enorme imperio, que se extendía desde los Balcanes hasta Afganistán y desde Egipto al Indo.
En la organización y administración de su imperio Alejandro mostró una gran amplitud de miras: bajo su inspiración se produjo la fusión de la cultura helénica y la de los pueblos conquistados, la adopción de ritos y ceremoniales autóctonos, la fundación de ciudades con vistas a fomentar el estilo griego de vida y la mejora de las vías de comunicación a fin de potenciar las actividades económicas. Su temprana muerte a los 33 años frustró la realización de mayores empresas.
La época helenística
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