Cuarta Guerra de los Diádocos (308 – 301 AC)

Tras el asesinato del pequeño Alejandro IV y Roxana por Casandro (310 AC), Antígono tomó el título de basileus (306), iniciativa en la que le siguieron, para no ser menos, los restantes diadocos, comenzando entre ellos la lucha por el poder. Iniciándose el período conocido con el nombre de guerra de los Cuatro años (305-301 AC).
Se enfrentaron las fuerzas coaligadas de Ptolomeo I (faraón de Egipto), de Seleuco (emperador de Babilonia y de los sátrapas orientales), de Casandro (rey de Macedonia) y de Lisímaco (soberano de Tracia) contra  los ejércitos de Antígono y de su hijo Demetrio I Poliorcetes (“asediador de ciudades”).
Reinos de los Diádocos en el 301 AC
Reinos de los Diádocos en el 301 AC
La guerra estalló de nuevo pronto. Ptolomeo había estado expandiendo su poder en el mar Egeo y Chipre, mientras que Seleuco fue en una gira por el este de consolidar su control de los vastos territorios.
Antígono reanudó la guerra, envío  a su hijo Demetrio para recuperar el control de Grecia. En 307 tomó Atenas, y proclamó la ciudad libre de nuevo.
Demetrio volvió su atención a Ptolomeo, invadió de Chipre y derrotó a la flota de Ptolomeo en la batalla de Salamina.
En 306, Antígono intentó invadir Egipto, pero las tormentas impidieron a  la flota de Demetrio suministrara su ejército, y se vio obligado a regresar a casa.
En el 305 AC, Demetrio dirigió  su atención a Rodas, que fue sitiada.
Casandro llamó en ayuda de sus aliados, y Lisímaco acudió en su ayuda, unieron sus ejércitos y éstos cruzaron el Helesponto.
Antígono llamó a su hijo porque preveía un enfrentamiento importante, este con barcos se unió a él dejando Tesalia.
Casandro y Lisímaco invadieron gran parte de Anatolia occidental, pero pronto quedaron aislados por Antígono y Demetrio cerca de Ipsos.









La Cuarta Guerra Sagrada es un conflicto que tuvo lugar en 339 a. C.-338 a. C. entre Filipo II de Macedonia y la ciudad de Atenas.
Después de la paz de Filócrates, las relaciones entre Filipo y Atenas se habían ido deteriorando, por la manipulación constante que elrey macedonio hacía de la Anfictionía en favor de sus intereses. Así, mientras Filipo concertaba un tratado de amistad con Persia(343 a. C.), para asegurar la frontera oriental, y aumentaba su fuerza en la Anfictionía, controlando los delegados de Tesalia y otros miembros asociados, Atenas aumentaba sus gastos militares para mantener la flota, todavía poderosa de 300 trirremes, y lograba unakoiné eirene con 9 estadosAcarnaniaAcayaAmbraciaCórciraCorintoEubeaLéucade y Megara (340 a. C.). 
Los locrios ozolios de la localidad de Anfisa, próxima a Delfos, acusaron a los atenienses ante la Anfictionía délfica, porque durante laTercera Guerra Sagrada habían colgado dos escudos dorados en el templo de Apolo, que aún no había vuelto a ser consagrado. Dichos escudos contenían una inscripción que decía:
Los atenienses, como botín de los medos y los tebanos, cuando luchaban juntos contra los griegos.2

Atenas replicó con una contraacusación: «La gente de Anfisa estaba cultivando el suelo sagrado de Cirra, lo que estaba prohibido».
Filipo había sitiado, sin éxito las ciudades de Perinto y Bizancio en 340 a. C., sin que Atenas reaccionase, pero cuando en el mismo año, la flota comercial de 230 naves cargadas con grano, fue capturada en el Bósforo, la Asamblea ateniense declaró la guerra.
En 339 a. C., el Consejo de la Anfictionía invitó a Filipo a llevar la dirección de la Guerra Sagrada, como hegemón. La flota ateniense logró romper el sitio de Bizancio, pero las tropas de Filipo atacaron por tierra en un ataque relámpago, atravesando Fócide, y apoderándose de la ciudad de Elatea, que cortaba la comunicación entre Beocia y la ruta del norte.
Demóstenes envió una embajada a Tebas, ofreciendo una alianza a la Liga Beocia, que fue aceptada, organizando una línea defensiva frente a Elatea para impedir el avance macedonio. Durante el invierno de 339 a. C. hubo mucha actividad diplomática por ambos bandos y pocos hechos bélicos. Los macedonios consiguieron atraer a locrios, focenses y etolios, mientras que los peloponesios se mantuvieron neutrales.
En 338 a. C., Filipo atacó, ocupando Anfisa y Naupacto, ofreciendo la paz, que por dos veces fue rechazada. Finalmente, tuvo lugar la decisiva batalla de Queronea, que resultó una gran victoria para Macedonia.

La Cuarta Guerra Sagrada se dio entre el rey Filipo II de Macedonia y Atenas. Los problemas del rey macedonio envalentonaron a sus enemigos, que se preparaban para la guerra. En Macedonia, Filipo, durante el verano del año 339 se encontró con una nueva situación que le permitió intervenir de nuevo en los asuntos de Grecia.
Durante una reunión del Consejo de la Anfictionia délfica, Esquines propuso declarar una guerra sagrada, contra los habitantes de la ciudad de Anfisa acusándoles de aprovecharse de unas tierras en la llanura de Cirra, consideradas sagradas por pertenecer al santuario de Delfos.
En la reunión siguiente, se resolvió pedir ayuda a Filipo de Macedonia, que ocupó la ciudad de Focidía de Elatea, amenazando Tebas, aliada de Anfisa.
Los ateniences consideraron que la ocupación de Elatea también les amenazaba y enviaron delegados a Tebas, donde se encontraron con los enviados macedonios.
Ambas delegaciones trataron de atraer a Tebas a su lado, logrando Atenas su apoyo a cambio de numerosas contrapartidas. Se formó, así, una coalición contra Macedonia, aunque los más poderosos Estados griegos, como Arcadia, Argos, Élide, Esparta y Mesenia se mantuvieron al margen y sólo Eubea, Megara, Acaya, Acarnania, Córcira y Leucade enviaron refuerzos.

mapa cuarta guerra sagrada