Arquitectura modernista
El Edificio El Águila es un edificio modernista, situado en la Calle Colom de Palma de Mallorca, capital de las Islas Baleares, en España. Fue construido en 1908 por el arquitecto Gaspar Bennazar.
La estructura consta de cuatro plantas. En la fachada hay balcones con barandillas de hierro ondulado que da un gran dinamismo, cerámicas policromas y una profusa decoración floral y vegetal según la técnica modernista del arte nuevo. Destaca el conjunto de un arco de medio punto decorativo.
El edificio del Águila tiene por objetivo lograr el máximo aprovechamiento del espacio y una buena iluminación natural al interior. La solución adoptada consiste en utilizar nuevos elementos constructivos, en este caso el hierro. También expuesto como recursos decorativos. Las columnas de hierro hacen de pesado menaje y permitieron la instalación de grandes vidrieras para obtener una mayor iluminación.
Can Prunera (o Can Magraner; en castellano, Casa Magraner) es un museo de arte modernista situado en Sóller (Mallorca, Islas Baleares, España).1
Se trata de un monumental casal de planta noble, tres pisos y planta subterránea, construido entre 1909 y 1911 por Joan Magraner Oliver (alias Joan Prunera), inmigrante sollerense enriquecido gracias a sus negocios frutícolas en Francia.2 El edificio sigue la estela artística del modernismo arquitectónico tan en boga en aquellos tiempos en Sóller, pero con especial preponderancia del Art Nouveau francés, fruto de los estrechos vínculos de esta ciudad con Francia. No se sabe con seguridad quién fue su arquitecto, pero todos los indicios apuntan a Joan Rubió i Bellver, también autor del diseño del edificio del Banco de Sóller y de la fachada modernista de la Iglesia parroquial de Sant Bartomeu, ambos en la Plaza de la Constitución de Sóller. Bellver era discípulo y ayudante de Antoni Gaudí cuando éste llegó a Mallorca para reformar la Catedral de Palma, de ahí su notable presencia en el modernismo arquitectónico de Mallorca.3
La casa fue domicilio particular hasta hace pocos años. En 2006 fue adquirida por el Ferrocarril de Sóller4 y luego gestionada por la Fundació Tren de l'Art,5 presidida por el editor, empresario y coleccionista de arte sollerense Pere A. Serra. Desde entonces se procedió a su completa restauración, cofinanciada por el Gobierno autonómico de las Illes Balears y la Unión Europea.6 Bajo la dirección del arquitecto Luis A. Corral Juan7 el casal fue restaurado hasta el más mínimo detalle, recuperando su esplendor original: mobiliario de la época, vidrieras, enlosados o jardinería fueron excelentmente recuperados, fieles al diseño original.8 9
La nueva casa museo abrió sus puertas el 24 de agosto de 2009 en una solemne inauguración, a la que asistieron las principales autoridades de las Islas Baleares.
Edificio
El casal se encuentra en la calle de sa Lluna núm. 90, y dispone de las siguientes dependencias:
- Sala de exposiciones temporales - Sala permanente Juli Ramis Palau (planta subterráneo)
- Casa museo, biblioteca de arte y centro de interpretación del Modernismo (planta noble, primera y segunda)
- Sala de exposición permanente - Colección Serra (tercera planta)
- Jardín para actos diversos (patio interior)
- Entrada, tienda y sala de actos (fincas de sa Lluna núms. 86 y 88, anexos de moderna construcción)
El horario de visita es de martes a domingo, de 10:30 a 18:30 horas. En temporada alta (abril-septiembre) abre todos los días.
Colección
La casa museo acoge una colección de arte contemporáneo de los siglos XIX y XX de artistas nacionales e internacionales, y es fundamentalmente pictórica. Una pequeña parte son obras de la segunda mitad del siglo XIX y primera mitad del XX, en parte contemporáneas del tiempo de Can Prunera pero abarcando estilos muy diferentes, desde el academicismo más convencional hasta las vanguardias pictóricas, destacando las creaciones de Joan Miró. La mayoría de su fondo artístico lo componen obras de pintores contemporáneos de finales del siglo XX, principalmente mallorquines. En conjunto, la mayoría de obras allí expuestas no tienen nada que ver con la estética modernista del casal.
Aparte del ámbito pictórico también hay algunas esculturas (todas ellas de autores contemporáneos), así como algunas cerámicas de Picasso, dos salas con una colección de muñecas antiguas de los siglos XIX y XX de León López,13 y una biblioteca especializada en arte (especialmente Joan Miró).
Toda la colección de Can Prunera es privada. En gran parte pertenece al empresario y coleccionista Pere A. Serra, que como Presidente del Patronato de la Fundació Tren de l'Art y estrechamente vinculado al Ferrocarril de Sóller impuso la exhibición de parte de su colección personal a cambio de su apoyo para la adquisición y restauración del Casal. De ahí que la exposición apenas tenga que ver con el estilo modernista del edificio y que la colección contenga constantes referencias a su propietario.14 15
Desde su inauguración, el Museo ha recibido multitud de donaciones de artistas o coleccionistas para que sus obras pudieran ser expuestas públicamente, con el objetivo de dar a conocer jóvenes creadores, reivindicar autores olvidados o exponer obras hasta entonces inéditas.1617 Son tanto esculturas como pinturas en proporciones similares. No se sabe con exactitud quien es el titular actual de las mismas, si la Fundació Tren de l'Art o Pere A. Serra, y en qué condiciones.
Mención aparte merece la sala dedicada a Juli Ramis Palau, pintor vanguardista sollerense, la cual está formada por una docena de cuadros cedidos por particulares que poseían en sus domicilios y eran desconocidos por el gran público.18
El hecho de que Pere A. Serra sea propietario de un importante grupo de comunicación (el Grupo Serra) ha favorecido que el Museo esté constantemente presente en los medios de su propiedad ya desde antes de su inauguración, lo cual ha favorecido su pronta popularidad y afluencia de público.19
Aparte de las peculiares circunstancias del funcionamiento del Museo, el edificio es un ejemplo de arquitectura civil modernista de gran valor y un ejemplar excepcional de simbiosis del Modernismo catalán y el Art Nouveau francés, fruto del especial dinamismo económico y social que se respiraba en Sóller en aquellos tiempos, tan particular y diferente al del resto de Mallorca y de las Islas Baleares.
El Gran Hotel de Palma de Mallorca es una construcción modernista del arquitecto Lluís Domènech i Montaner, terminada en 1903, y situada en el número 3 de la Plaza Weyler. Representa una de las muestras más importantes del modernismo en la isla, con una fachada ricamente ornamentada con elementos escultóricos y cerámicas.
El Gran Hotel fue el pionero de la industria turística y hotelera de gran lujo en Mallorca. Era el mejor de los hoteles mallorquines en lujo y clase, y hasta la inauguración del Hotel Ritz en Madrid, el Gran Hotel fue el más lujoso de España.
El hotel cerró sus puertas en el año 1941 y fue adquirido al año siguiente por el Estado para alojar el Instituto Nacional de Previsión.2 En 1993 el edificio fue reconvertido en centro cultural, actual CaixaForum Palma de la Fundación "la Caixa". El centro es la sede de periódicas exposiciones, conciertos, conferencias, y alberga una exposición pictórica permanente dedicada a Anglada Camarasa.
La casa Falcón y Quintana, es un edificio sito en la calle Muro, números dos, cuatro y seis, esquina Remedios y Plazuela de Hurtado de Mendoza, en el barrio de Triana, en Las Palmas de Gran Canaria (Canarias, España) es un ejemplo de arquitectura urbana de gran valor y originalidad, siendo una de las más singulares del último tercio del siglo XIX del Conjunto Histórico de Triana, por su elegancia, combinación de estilos, y por la relevancia profesional de los creadores (Manuel Ponce de León y Falcón, Francisco de la Torre, Laureano Arroyo y Fernando Navarro Navarro). En la Actualidad una parte del edificio está ocupada por la Biblioteca Insular.
La casa Falcón y Quintana está formada por dos plantas, con crujías que dan a dos patios centrales y corredores, sótanos y dos característicos torreones en la azotea. La casa alberga dos unidades: la que mira a la calle Remedios ocupando dos tercios del conjunto y la otra que da a la plazuela de Hurtado de Mendoza, con diferente fecha de realización, aunque formando un solo diseño al exterior. Se trata de la primera arquitectura de "fantasía", dentro del perímetro del casco antiguo.
Sobre los diferentes elementos arquitectónicos y ornamentales que contiene este exponente del clasicismo romántico de finales del siglo XIX, nos dice Manuel Ramírez Muñoz:
Lo más relevante de este edificio lo constituye su fachada a esta última calle (Muro), cuya riqueza arquitectónica y ornamental es impresionante, ofreciendo los caracteres más peculiares de la construcción canaria: mampuesto y remates de cantería en las esquinas, balaustres y dinteles de puertas y ventanas. Chaflanes circulares forman las esquinas de esta fachada, cuyo cuerpo inferior es de una gran sobriedad, con tres vanos en la parte central y cuatro en los laterales, alargados y con arcos de medio punto menos el correspondiente al vano central -la puerta principal- que es rebajado. Una serie de casetones lisos decoran los laterales sobre los que se alza el piso superior, con ventanas de frontón triangular que se prolongan hasta media altura y decorado con una roseta en el vértice inferior. Una sobresaliente cornisa se extiende sobre los laterales desde la que arranca una balaustrada de cantería.
La mayor originalidad de esta fachada se encuentra en el cuerpo superior de la parte central. Tres altísimos vanos coronados por frontones circulares prolongados hasta el suelo mediante baquetones, con decoración naturalista y cubiertos por un hermoso balcón de hierro artísticamente labrado, se encierran en un gran arco de medio punto, que arranca desde la calle y se prolonga hasta la balaustrada. Encima de los vanos hay una profusa decoración a base de guirnaldas, encerrando un escudo heráldico. Dicho arco, del que sobresale su clave con decoración también naturalista, se encuentra en marcado en un alfiz de dos grandes rosetones en las enjutas. Elemento característico de este edificio, como ocurre en muchas casas burguesas del casco histórico de Vegeta y Triana, es la torre o mirador. Ésta es de planta rectangular con dos cuerpos, con tres vanos en la fachada anterior, y cantería en las esquinas, frontones y dinteles, y balaustrada lisa extendida sobre un saliente sostenido por modillones, acentuado el sentido ascensional de la parte central de la fachada.
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