El Bautismo de Jesús es un episodio en la vida de Jesús de Nazaret que aparece relatado en el Nuevo Testamento, y con él se inicia su ministerio público.1 Lo mencionan los cuatro Evangelistas: Mt 3,13-17; Mc 1,9-11; Lc 3,21-22; Jn 1,29-34.2 Los evangelios canónicos narran que Jesús llega a la orilla del río Jordán procedente de Galilea, y allí pide a su primo Juan que le bautice. Juan protesta y dice que es él quien debiera ser bautizado por Jesús. Jesús le responde:
«Déjame ahora, pues conviene que así cumplamos toda justicia.»Evangelio de Mateo 3,15
Juan procede y el Espíritu de Dios desciende sobre Jesús, al tiempo que una voz decía:
«Este es mi Hijo amado, en quien me complazco.»Evangelio de Mateo 3,17
Dado que el bautismo de Jesús por Juan el Bautista es coronado por la bajada del Espíritu Santo y la proclamación de Dios Padre de la filiación divina de Jesús,3 los cristianos consideraron esta escena como una manifestación o teofanía del misterio de la Santísima Trinidad.4 La Iglesia católica la conmemora bajo el nombre de Fiesta del Bautismo del Señor después de la solemnidad de Epifanía,4 y con ella finaliza el ciclo o tiempo de Navidad.
Iconografía
Las representaciones del bautismo de Cristo aparecen en la pintura paleocristiana y pueden verse ya en las catacumbas romanas: en un fresco de la catacumba de Calixto o en la cripta de Lucina del siglo II. Es una composición sencilla en que sólo aparecen las dos figuras de Jesús y Juan.
A partir del siglo VI, en la pintura bizantina la escena se enriquece con otros detalles, como la presencia de ángeles que actúan como acólitos. El mismo río Jordán toma a veces protagonismo y los artistas hacen de Jesucristo expresión artística y lo representan con barba. Otro elemento que se introduce a veces es un ciervo que bebe pacíficamente en la orilla.
En los siglos XIII y XIV, acomodándose a los cambios del ritual, en lugar de ver a Jesús Y sumergido en el agua, se ve a Juan que la derrama sobre su cabeza con la ayuda de una concha. Tal es la escena que puede contemplarse en los bajorrelieves de la puerta de bronce del baptisterio de Florencia (1335). Los artistas del Renacimiento, como Cima da Conegliano, relegan el tema de la Trinidad para destacar el propio acto bautismal; representan a Jesús orante y recibiendo el agua derramada sobre su cabeza por San Juan Bautista, mientras los ángeles participan del acto solemne. Esta tipología, con los dos protagonistas más el coro de ángeles, será la más difundida durante los siglos XVII y XVIII.
- El bautismo de Cristo, de Piero del la Francesca (ca. 1450).
- El bautismo de Cristo, del taller de Verrocchio (ca. 1475-1478).
- Bautismo de Cristo, de Cima da Conegliano (1492).
- Tríptico del bautismo de Cristo, de Gerard David (ca. 1502-1508).
- El bautismo de Cristo, parte de un retablo de El Greco (1596-1600).
Juan el Bautista predica en Judea — Jesús es bautizado, y el Padre proclama que Él es Su Hijo Amado.
3 Porque este es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo:Voz del que clama en el desierto:Preparad el camino del Señor,enderezad sus sendas.
4 Y Juan estaba vestido de pelo de camello y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre.
7 Y cuando vio él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Oh generación de víboras! ¿Quién os ha enseñado a huir de la ira venidera?
9 y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.
10 Ahora, el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego.
11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento, pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.
12 Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el alfolí y quemará la paja con fuego que nunca se apagará.
15 Pero respondiendo Jesús, le dijo: Permítelo ahora, porque así nos conviene cumplir toda justicia. Entonces se lo permitió.
16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió inmediatamente del agua; y he aquí, los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y se posaba sobre él.
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