El rey asirio Salmanasar V se encontró con serios problemas para tomar Samaria. El asedio se prolongó infructuosamente durante tres años. No sabemos bien lo que sucedió, pero tal vez un ejército acostumbrado a victorias fáciles se exasperó ante las dificultades. El caso es que Salmanasar V fue depuesto y sustituido por un nuevo rey (quizá uno de sus generales), que adoptó el nombre de Sargón II(que, como ya sabemos, significa "rey legítimo"). Samaria fue tomada finalmente en 722. Sargón II se atribuyó la conquista, mientras que la Biblia la atribuye a Salmanasar V. Babilonia aprovechó el cambio de monarca para rebelarse. Un noble caldeo se apoderó de la ciudad y se proclamó rey con el nombre de Marodac-Baladán. Su reinado duró mientras Sargón II estuvo ocupado en otros puntos de su imperio.
El rey Oseas no sobrevivió a la caída de Samaria, y con él desapareció para siempre el reino de Israel. Sargón II siguió la política de deportaciones iniciada por Teglatfalasar III, de modo que 27.000 personas tuvieron que abandonar Israel, entre aristócratas, terratenientes y funcionarios. Fueron trasladados a más de 700 km de distancia, al extremo oriental de la media luna fértil, donde perdieron su identidad al mezclarse con la población nativa. Para ocupar las regiones despobladas se llevó allí deportados de otras regiones, que al mezclarse con la población nativa se convirtieron en los que en generaciones posteriores fueron llamados samaritanos. Los samaritanos adoptaron el culto a Yahveh, así como las tradiciones principales de los israelitas.
El poder de Sargón II llegó hasta la isla de Chipre, donde se han encontrado estelas erigidas por él. Mientras tanto, el Mediterráneo estaba cada vez más transitado. Los fenicios potenciaron sus expediciones comerciales ante la necesidad de reunir a tiempo el tributo que periódicamente les exigía Asiria. Los griegos les iban a la zaga. En 721 fundaron la ciudad de Síbaris en el empeine de la "bota" italiana. Por aquel entonces ya había una colonia Griega en la península itálica. Era Cumas, que según la tradición había sido fundada sobre el año 1000. Probablemente fue una colonia temprana de Calcis, pero de ningún modo podía ser tan antigua. Fue el asentamiento más al norte que ocuparon los griegos.
Mientras tanto a Sargón II le surgieron problemas en su propia capital, Calach. Al parecer, la dinastía a la que él mismo había derrotado contaba con mucho apoyo en la ciudad. Eligió un lugar al norte de Nínive y puso a trabajar implacablemente a una legión de prisioneros de guerra en un proyecto monumental. Se trataba de una nueva capital, que iba a llamarse Dur-Shakurrin (fuerte de Sargón) cuya planta era un cuadrado perfecto de más de kilómetro y medio de lado. Sus ángulos estaban orientados exactamente según los puntos cardinales. Las obras comenzaron en 717.
Por esta época China estaba sufriendo transformaciones importantes. Los señores feudales se otorgaban ya el título de reyes, y el monarca Cheu era ahora un emperador meramente nominal que ejercía una débil influencia en los estados más cercanos a la capital, los Reinos del Centro. Algunos señoríos periféricos se aliaron ocasionalmente con pueblos bárbaros y aumentaron su poder hasta eclipsar el de la monarquía Cheu. Destacaron cinco reinos, conocidos como los cinco supremos: Qin, Jin, Qi, Chu y Song. En los siglos siguientes serían los auténticos protagonistas de la política china. Pese a ello, los Reinos del Centro se negaban a admitir la situación. Para ellos el rey Cheu era considerado el Hijo del Cielo y su dominio era "Todo bajo el Cielo".China era una isla rodeada por bárbaros y por "los cuatro mares". El estado más poderoso era Qi, pues tenía el ejército más fuerte y contaba con riquezas naturales. El estado monopolizó la extracción del hierro y de la sal.
Según las leyendas romanas, Rómulo reinó hasta 716, tras lo cual desapareció (al parecer porque los dioses lo llevaron consigo, convertido en el diosQuirino) y fue sucedido por el sabino Numa Pompilio, el segundo rey de Roma (tal vez en realidad fue el primero). La tradición dice que Numa instituyó la religión romana, si bien ésta era esencialmente la de los etruscos y los sabinos. Por ejemplo, Quirino era el dios sabino de la guerra, equivalente al dios latino Marte. Posteriormente los romanos identificaron sus dioses con los dioses griegos, con lo que trasvasaron directamente a su mitología todas las leyendas griegas. Así, Zeus se identificó con el principal dios romano, Júpiter, sus hermanos Poseidón y Efesto se identificaron con Neptuno y Plutón. El dios de la guerra Ares se identificó con Marte, la diosa de la belleza Afrodita con Venus, etc. Durante un tiempo, los mitos sobre los dioses griegos fueron más conocidos a través de sus equivalentes romanos. No obstante, algunos dioses romanos no hallaron un equivalente entre los griegos. Aparte de que cada familia tenía sus propios dioses menores como protectores, estaba, por ejemplo, Jano, dios de las puertas y, por extensión, de las entradas y salidas, de los cambios. Había un templo en Roma dedicado a Jano cuyas puertas se cerraban únicamente en tiempos de paz. Dichas puertas estuvieron cerradas durante el reinado de Numa, pero una muestra de la trayectoria posterior de Roma es que en los siete siglos siguientes las puertas del templo de Jano sólo estuvieron cerradas cuatro veces, y ello por cortos periodos de tiempo.
La máxima autoridad religiosa en Roma era el Pontifex Maximus. Es interesante que Pontífice significa literalmente "constructor de puentes". Tal vez aquí encontramos un vestigio de una antigua cultura palafítica, esto es, de viviendas construidas sobre el agua a modo de protección, en la que el cuidado y la vigilancia de los puentes era una cuestión vital encomendada a los sacerdotes.
También se atribuye a Numa Pompilio una modificación del calendario. El calendario primitivo de los latinos contaba con diez meses lunares, de los cuales sólo los cuatro primeros tenían nombre propio:Martius (dedicado a Marte), Aprilis (el mes en que se abren las flores), Maius (dedicado a la diosa Maya), Iunius (dedicado a la diosa Juno, la esposa de Júpiter, identificada con Era). Los siguientes se enumeraban: Quintilis, Sextilis, September, October, November y December. Al parecer, fue Numa quien añadió dos meses más: Ianuarius (dedicado a Jano) y Februarius (el mes de unas fiestas llamadasFebrua). El número de días de cada mes sufrió algunas variaciones a lo largo de la historia, pero el año tenía 354 días (que hacen un total de 12 ciclos lunares completos). Para ajustar el año a los ciclos estacionales faltaban 11 días, que se añadían normalmente en bloques de 22 días cada dos años, pero la decisión correspondía al Pontifex Maximus y había cierta flexibilidad.
En 715 unos colonos procedentes de Calcis fundaron Zancle en Sicilia. Ese mismo año murió el rey Ajaz de Judá, que fue sucedido por su hijo Ezequías. Su política fue compleja, pues pagaba tributo a Asiria, pero no dejaba de oponer resistencia a dicha dominación. La principal arma de Ezequías fue la religión. Siguiendo la forma de pensar común de la época, los asirios daban por sentado que su dios Assur era más poderoso que Yahveh, pues sólo así se explicaba que los judíos estuvieran postrados ante Asiria. Por consiguiente, esperaban que los judíos adorasen a Assur con el debido respeto. En cambio, Ezequías fomentó el culto a Yahveh, trató de eliminar otros cultos, centralizando así en el templo todo el sentimiento religioso de su pueblo. Los sacerdotes difundieron y modelaron las antiguas historias sobre el cautiverio en Egipto y la forma en que Yahveh liberó a su pueblo, fomentando así la esperanza de una nueva liberación. Los primeros libros de la Biblia empezaron a tomar su forma actual en esta época. Por otra parte, Ezequías fortificó y aprovisionó varias ciudades, construyó una canalización de agua para abastecer a Jerusalén y consiguió financiación de Egipto. Sólo faltaba encontrar la ocasión adecuada para sublevarse.
Por esta época, la región comprendida entre el mar Negro y el mar Caspio estaba ocupada por los cimerios, que al parecer eran una tribu escita. Otras tribus escitas iniciaron un proceso de expansión, y los cimerios huyeron hacia el sur, a través del Cáucaso. Siguieron las rutas que habían seguido anteriormente los hititas, los hurritas y los arios, pero tuvieron menos suerte, pues se encontraron con el poderoso Imperio Asirio. En realidad primero se encontraron con el maltrecho reino de Urartu, y apenas empezaron a acosarlo por el norte cuando Sargón II se lanzó sobre él por el sur. En su campaña, siguiendo la tradicional política asiria de terror, Sargón II destruyó el sistema de irrigación de Urartu, lo que supuso un duro golpe para la tierra, pues reconstruirlo suponía una tarea de años. Por otra parte, el rey admiró el sistema de acequias subterráneas y llevó la idea a Asiria, de donde se difundió por el mundo antiguo en general. En 714 Urartu capituló definitivamente ante Asiria, aunque sus reyes conservaron su poder (siempre como tributarios de Asiria). Juntas, Urartu y Asiria se enfrentaron a los cimerios y los expulsaron de la Media Luna Fértil. A continuación Sargón II pudo por fin ocuparse de Babilonia. El rey caldeo Marodac-Baladán fue depuesto y enviado al exilio en 711.
En 710 se fundó Crotona, unos 80 Km. al sur de Síbaris. Síbaris y Crotona mantuvieron desde siempre una enconada rivalidad. Este mismo año Esparta logró la capitulación de Mesenia en la guerra que libraban contra dicha región desde hacía 20 años. Encolerizados por tanta resistencia, los espartanos convirtieron en ilotas a los mesenios. También en esta fecha, el rey egipcio Pianji fue sucedido por su hermano Shabaka, que trasladó la capital de la lejana Napata hasta Tebas.
Por esta época Etruria se estaba convirtiendo en una de las grandes potencias del Mediterráneo, junto a los griegos y los fenicios. Etruria era (y sigue siendo) una de las regiones más fértiles de Italia, así que no es extraño que los etruscos se dieran pronto al comercio. Hubo grandes contactos e intercambios culturales. Así, los etruscos adaptaron a su lengua el alfabeto griego (alfabeto que éstos habían adaptado a su vez del fenicio). Las primeras inscripciones etruscas conocidas datan de estas fechas. Así mismo recibieron influencias religiosas. Las ideas etruscas sobre el Averno que les aguardaba tras la muerte eran muy similares a las griegas. Paulatinamente fueron imitando el arte griego. En arquitectura llegaron a aventajar a los griegos, pues los etruscos sabían construir arcos que reducían el número de columnas necesarias para sostener una construcción.
Se han encontrado restos etruscos en Campania, la región de Italia situada al sur del Lacio, donde se encontraba la colonia griega de Cumas. De aquí se infiere que los etruscos navegaban por las costas de Italia. De hecho, también fundaron colonias en la isla de Cerdeña. Los griegos distinguían claramente entre pueblos bárbaros y civilizados. No cabe duda de que a los etruscos los tenían entre los segundos. Un hecho notable es la imagen que los griegos, y más tarde los romanos, tenían de las mujeres etruscas. Por ejemplo, Teopompo de Quíos (en el siglo IV a.C.) escribe:
Entre los tirrenos es costumbre arraigada que las mujeres sean propiedad común. Éstas prestan mucha atención al cuidado de su cuerpo y hacen ejercicio desnudas, a menudo con hombres y en ocasiones entre ellas. No comen con sus maridos, sino con quien se encuentren por azar en ese momento, y beben a la salud de quien quieren, pues son grandes bebedoras y muy bellas. Los tirrenos crían a todos los niños que vienen al mundo sin saber de qué padre procede cada uno.Al parecer, nada de esto tiene fundamento. El origen de esta imagen parece deberse al desconcierto que en griegos y romanos producía la posición social y la independencia de que gozaban las mujeres etruscas, similar a la de las mujeres de los países civilizados de hoy en día. Las mujeres griegas nunca salían de casa por placer, y cuando tenían que salir lo hacían bien cubiertas para no llamar la atención de los hombres y carecían de instrucción y de iniciativas. En Atenas la costumbre era que comieran aparte, sin participar en las conversaciones de los hombres. Plutarco cuenta que en Mileto hubo en una ocasión una racha de suicidios femeninos, signo de la frustrante vida que llevaban las mujeres. Por cierto, que las autoridades resolvieron el problema decretando que las víctimas serían exhibidas desnudas en público. Por el contrario, las mujeres etruscas participaban en todos los aspectos de la vida social. Una diferencia frente a las mujeres romanas era que tenían nombre propio. En efecto, un ciudadano romano como Numa Pompilio tenía dos nombres: Numa era su nombre propio, mientras que Pompilio era el nombre de su familia. Las mujeres, en cambio, tenían sólo el nombre familiar. Si Numa hubiera tenido una hija, se habría llamado irremisiblemente Pompilia, y si hubiera tenido otra más le habrían improvisado una forma de llamarla lo más simple posible. En cambio, Clelia, Ati, Larthia, son ejemplos de nombres propios de mujer etrusca, algo prácticamente desconocido en Roma. Por último, las inscripciones funerarias muestran que cada difunto conocía perfectamente su árbol genealógico.
Al terminar la Primera Guerra Mesenia, Esparta se lanzó al mar como sus vecinos. En 707 fundó Tarento, que llegó a convertirse en la ciudad griega más importante de Italia. Por esas fechas terminaba la construcción de la que había de ser la nueva capital de Asiria. El "fuerte de Sargón" era una ciudad magnífica, con un zigurat de siete pisos, muchos templos y un palacio para Sargón II con una extensión de 100.000 metros cuadrados. Además había una biblioteca en la que el rey reunió las tablillas cuneiformes que contenían la antigua literatura mesopotámica.
En realidad Sargón II no llegó a habitarla, pues los cimerios rechazados en el norte de Asiria se desviaron hacia el oeste e invadieron Asia Menor, donde los frigios, ahora también tributarios de Asiria, no eran capaces de contenerlos. El rey tuvo que acudir a marchas forzadas y en 705 murió en una batalla contra los nómadas.
Sargón II fue sucedido por su hijo Senaquerib. La sucesión trajo consigo los habituales disturbios, por lo que los frigios tuvieron que arreglárselas por sí mismos contra los cimerios. Edom había acogido al rey caldeo Marodac-Baladán y ahora le estimuló a recuperar su trono. Senaquerib tuvo que descender a poner orden en Babilonia.
Por alguna razón, Senaquerib no quiso ocupar la ciudad construida por su padre, que nunca fue habitada. En su lugar, eligió Nínive como capital. Nínive siempre había sido una ciudad importante del Imperio Asirio, pero nunca había sido la capital. Senaquerib la reconstruyó desde sus cimientos, la dotó de un gran acueducto que garantizaba el suministro de agua y se edificó un gran palacio de 80 habitaciones.
Mientras tanto, el rey Ezequías de Judá había aprovechado también la sucesión asiria para llevar a la práctica sus proyectos de rebelión. En alianza con Fenicia, los filisteos y Egipto, se negó a pagar el tributo. En 701 Senaquerib pudo dejar Babilonia y enviar un ejército a Canaán. Las ciudades fenicias fueron asoladas, y el rey de Tiro tuvo que huir a las colonias fenicias de Chipre. Tras varios años en que el único apoyo de Egipto a Canaán había sido monetario, el rey Shabaka consideró que ya se hacía necesario intervenir militarmente, así que envió a su sobrino Taharka contra Senaquerib. El encuentro se libró en territorio filisteo y los asirios vencieron sin dificultad. Luego Senaquerib se dirigió a Judá y tomó todas sus ciudades excepto Jerusalén, a la que puso sitio. Los egipcios atacaron de nuevo y fueron nuevamente rechazados, pero el ejército asirio se debilitó. Además, Senaquerib debió de recibir noticias de una rebelión en Babilonia, y Babilonia era sin duda mucho más importante de Jerusalén, por lo que no podía permitirse un largo asedio. Así pues, llegó a un acuerdo con Ezequías, que se comprometió a seguir pagando el tributo y el rey asirio se marchó.
Causas de la Caída del Reino de Israel
17 En el año doce de Acaz, rey de Judá, Oseas, hijo de Ela, comenzó a reinar sobre Israel en Samaria, y reinó nueve años. 2 Hizo lo malo ante los ojos delSeñor, aunque no como los reyes de Israel que habían sido antes de él. 3 Subió contra él Salmanasar, rey de Asiria, y Oseas fue hecho su siervo, y le pagaba tributo. 4 Pero el rey de Asiria descubrió una conspiración de[a] Oseas, quien había enviado mensajeros a So, rey de Egipto, y no había pagado tributo al rey de Asiria como había hecho año tras año. Por tanto el rey de Asiria lo detuvo y lo encadenó en la cárcel. 5 Entonces el rey de Asiria invadió todo el país y subió a Samaria, y le puso sitio por tres años. 6 En el año noveno de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria y se llevó a Israel al destierro en Asiria, y los puso en Halah y en Habor, río de Gozán, y en las ciudades de los Medos.
7 Esto sucedió porque los Israelitas habían pecado contra el Señor su Dios, que los había sacado de la tierra de Egipto de bajo la mano de Faraón, rey de Egipto, y habían reverenciado a otros dioses; 8 y anduvieron en las costumbres de las naciones que el Señor había arrojado de delante de los Israelitas, y en las costumbres de los reyes de Israel que ellos habían introducido. 9 Los Israelitas secretamente hicieron cosas[b] que no eran rectas contra el Señor su Dios. Además se edificaron lugares altos en todas sus ciudades, desde las torres de atalaya hasta las ciudades fortificadas. 10 Se erigieron pilaressagrados y Aseras (deidades femeninas) sobre toda colina alta y bajo todo árbol frondoso. 11 Quemaron incienso allí en todos los lugares altos, como las naciones que el Señor se había llevado al destierro de delante de ellos; e hicieron cosas malas provocando al Señor. 12 Y sirvieron a ídolos, acerca de los cuales el Señor les había dicho: “Ustedes no harán esto.”
13 El Señor amonestaba a Israel y a Judá por medio de todos Sus profetas y de todo vidente, diciendo: “Vuélvanse de sus malos caminos y guarden Mis mandamientos, Mis estatutos conforme a toda la ley que ordené a sus padres y que les envié por medio de Mis siervos los profetas.” 14 Sin embargo, ellos no escucharon, sino que fueron tercos[c] como sus padres, que no creyeron en elSeñor su Dios. 15 Desecharon Sus estatutos y el pacto que El había hecho con sus padres, y Sus advertencias con las cuales los había amonestado. Siguieron la vanidad y se hicieron vanos, y fueron en pos de las naciones que los rodeaban, respecto de las cuales el Señor les había ordenado que no hicieran como ellas. 16 Y abandonaron todos los mandamientos del Señor su Dios, y se hicieron imágenes fundidas de dos becerros; hicieron una Asera (deidad femenina), adoraron a todo el ejército de los cielos y sirvieron a Baal.17 Hicieron pasar por el fuego a sus hijos y a sus hijas. Practicaron la adivinación y los encantamientos, y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos del Señor, provocándolo. 18 Y el Señor se enojó en gran manera contra Israel y los quitó de su presencia. Sólo quedó la tribu de Judá.
19 Tampoco Judá guardó los mandamientos del Señor su Dios, sino que anduvieron en las costumbres[d] que Israel había introducido. 20 Y el Señordesechó a toda la descendencia[e] de Israel, y los afligió y los entregó en mano de saqueadores, hasta que los echó de su presencia. 21 Cuando El arrancó a Israel de la casa de David, ellos hicieron rey a Jeroboam, hijo de Nabat. Entonces Jeroboam apartó a Israel de seguir al Señor, y les hizo cometer un gran pecado. 22 Los Israelitas anduvieron en todos los pecados que había cometido Jeroboam; no se apartaron de ellos, 23 hasta que el Señor quitó a Israel de Su presencia, como El había hablado por medio de todos Sus siervos los profetas. E Israel fue llevado de su propia tierra al destierro, a Asiria, hasta hoy.
24 El rey de Asiria trajo hombres de Babilonia, de Cuta, de Ava[f], de Hamat y de Sefarvaim, y los puso en las ciudades de Samaria en lugar de los Israelitas. Y tomaron posesión de Samaria y habitaron en sus ciudades. 25 Al principio de habitar ellos allí, no temieron al Señor, así que el Señor envió leones entre ellos que mataron a muchos de ellos. 26 Entonces hablaron al rey de Asiria: “Las naciones que ha llevado al destierro a las ciudades de Samaria, no conocen la costumbre del dios de la tierra; por eso él ha enviado leones entre ellos, y es la causa por la que los leones los matan porque ellos no conocen la costumbre del dios de la tierra.”
27 Y el rey de Asiria ordenó: “Lleven allá a uno de los sacerdotes que ustedes llevaron al destierro, y que él vaya y habite allí; y que les enseñe la costumbre del dios de la tierra.” 28 Y vino uno de los sacerdotes que habían llevado al destierro desde Samaria, y habitó en Betel (Casa de Dios), y les enseñó cómo habían de temer al Señor. 29 Pero cada nación continuó haciendo sus propios dioses, y los pusieron en las casas de los lugares altos que los Samaritanos habían hecho, cada nación en las ciudades en que habitaban. 30 Y los hombres de Babilonia hicieron a Sucot Benot; los hombres de Cuta hicieron a Nergal; los hombres de Hamat hicieron a Asima; 31 y los Aveos hicieron a Nibhaz y a Tartac; y los de Sefarvaim quemaban a sus hijos en el fuego como ofrenda a Adramelec y Anamelec, dioses de Sefarvaim. 32 También temían (reverenciaban) al Señor pero nombraron de entre sí sacerdotes de los lugares altos, que oficiaban por ellos en las casas de los lugares altos. 33 Temían alSeñor pero servían a sus dioses conforme a la costumbre de las naciones de donde habían sido llevados al destierro.
34 Hasta el día de hoy siguen haciendo conforme a sus antiguas costumbres. No temen (reverencian) al Señor, ni siguen sus estatutos ni sus ordenanzas ni la ley ni el mandamiento que el Señor había ordenado a los hijos de Jacob, a quien puso el nombre de Israel, 35 con los cuales el Señor hizo un pacto y les ordenó: “No temerán (reverenciarán) a otros dioses ni se inclinarán ante ellos, no los servirán ni les ofrecerán sacrificios. 36 Sino que al Señor, que los hizo subir de la tierra de Egipto con gran poder y con brazo extendido, a El temerán (reverenciarán) y ante El se inclinarán y a El ofrecerán sacrificios. 37 Y los estatutos, las ordenanzas, la ley y el mandamiento que El les escribió, cuidarán de cumplirlos siempre, y no temerán a otros dioses. 38 Y el pacto que he hecho con ustedes, no lo olvidarán, ni temerán a otros dioses. 39 Sino que al Señor su Dios temerán, y El los librará de mano de todos sus enemigos.”
40 Pero ellos no escucharon, sino que hicieron conforme a su antigua costumbre. 41 Y aunque estas naciones temían al Señor, también servían a sus ídolos; y de la misma manera que hicieron sus padres, así hacen hasta hoy sus hijos y sus nietos.
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