sábado, 17 de octubre de 2015

Arte - Géneros pictóricos

Alegorías en el arte

Avaricia (German: Allegorie des Geizes) es una obra de Alberto Durero pintada al óleo sobre tabla de tilia con unas medidas de 35 x 29. Está datada en 1507 y actualmente se conserva en el Museo de Historia del Arte de Viena.

Antecedentes

Aunque la traducción del alemán, Allegorie des Geizes, es Alegoría de la avaricia, el museo no tiene asignado a esta obra un título oficial y popularmente se la conoce simplemente como "Avaricia".
Retrato pintado en el reverso.
La tabla en realidad son dos cuadros pues en el lado opuesto está pintado Retrato de hombre joven y por ello, y por haber indicios de estar inacabada, hay también quien se refiere a ella como "el boceto detrás del retrato de hombre joven".
Se especula con la posibilidad de que se tratara de un díptico aunque es imposible saberlo con seguridad. Otros historiadores afirman que se trataría de un pequeña venganza de Durero por no recibir el precio acordado por el retrato del hombre. Por otro lado y dada la precaria situación económica del pintor por aquella época, parece poco probable que Durero ofendiera deliberadamente a un cliente potencial.
El escritor Jessie Allen descarta por completo esta teoría y piensa más bien que le resultó imposible vender el trabajo de Avaricia y aprovechó la tabla para pintar en su reverso algo más comercial, como un retrato.1

Descripción y estilo

"Avaricia" es una obra alegórica y sirve como advertencia de lo efímero de la vida y lo inútil de poseer fortuna cuando llegan los últimos días. Normalmente se la agrupa dentro de las imagines vanitas de Durero junto a Melancolía I.2
Retrato de una anciana deGiorgione. 1506
La obra muestra una vieja grotesca y desdentada con un flácido pecho colgando fuera de su camisón mientras sujeta con ambas manos una bolsa llena de monedas de oro.
Intentando representar tanto la avaricia humana como la natural decadencia de la juvenil belleza, la mujer es mostrada de medio cuerpo pintada con gruesos empastes de pintura.3 Tiene el pelo largo, liso y rubio, los ojos vidriosos, una larga nariz y una boca donde sólo quedan dos dientes que muestra en una sonrisa burlona. El brazo derecho visible es musculoso y está desproporcionado con el resto del cuerpo al tiempo que una negra mata de pelo asoma por la axila. Únicamente su pelo y sus regulares y casi nobles facciones de su cara insinúan una pasada belleza. El intenso centrado de la imagen lo logra gracias a un fuerte perfilado del contorno y el contraste del exuberante colorido de la túnica y el pelo sobre un fondo negro mate.4
Historiadores del arte comparan "Avaricia" con un lienzo de GiorgioneRetrato de una anciana, con el que comparte obvias similitudes temáticas, 4 aunque el uso de Durero de gruesos empastes de pintura y el fuerte colorido, muestran una deuda a la Escuela Veneciana. El historiador de arte, T. Sturge Moore, sugiere que Durero quiso simplemente demostrar que él podía pintar como Giorgione.

Albrecht Dürer 004b.jpg






Barbería de monos y gatos es una pintura satírica realizada por un seguidor del pintor flamenco David Teniers el Joven en el siglo XVII. Esta obra es relevante porque utiliza a monos y gatos como alegoría de las relaciones de poder en Flandes durante la época. En la pintura, los monos representan el poderío económico de la región de Flandes sobre los franceses –retratados como gatos, a quienes se les recortan los bigotes para que pierdan el sentido de la orientación.1
La barbería fue una de las alegorías preferidas de David Teniers el Joven, junto con la taberna, como se demuestra también en el cuadro Taberna de monosBarbería de monos y gatos forma parte de la colección del Museo Soumaya de la Ciudad de México.
Barberia de monos y gatos.JPG








Buen pastor es una advocación aplicada en el Antiguo Testamento a Dios (Yahvéh) como alegoría y en el Nuevo Testamento aJesucristo como parábola.
La exégesis interpreta que la función de Dios o Jesucristo como Buen Pastor es la salvación de la «oveja descarriada» (el hombrecomo pecador).

En el «Antiguo testamento»

El tema aparece en el Antiguo Testamento, referido siempre a Yahvéh:
En el Salmo 23:
El Señor es mi pastor.
En el Libro de Ezequiel (34, 12):
Como un pastor vela por su rebaño […] así velaré yo por mis ovejas […] la oveja perdida, la buscaré.
En el Libro de Isaías (40,11)
Como pastor pastorea su rebaño.

En el «Nuevo testamento»

Según los autores de los Evangelios, Jesucristo se apropia de la alegoría bíblica para aplicársela a sí mismo como Hijo de Dios:
Entonces Jesús les dijo esta parábola: «Si alguno de vosotros pierde una oveja de las cien que tiene, ¿no deja las otras noventa y nueve en el desierto y se va en busca de la que se le perdió, hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra se la carga muy feliz sobre los hombros, y al llegar a su casa reúne a los amigos y vecinos y les dice: “Alégrense conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había perdido”. Yo les digo que de igual modo habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que vuelve a Dios que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de convertirse».
Aparece también en el Evangelio de san Juan:
Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pastor. El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa,porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor.
Evangelio de Juan, 10, 11-16

Iconografía

Ícono ruso del siglo XIX.
Desde el comienzo del cristianismo, el «buen pastor» es la imagen de Jesús de Nazaret que, en su calidad de pastor, cuida y salva a su rebaño.
El tema es el más representado en la iconografía paleocristiana (más de 900)1 y pueden encontrarse testimonios a partir delsiglo II. La inspiración de las primeras representaciones se toma de la imagen de Orfeo —al que se le atribuía el don de encantar a los animales mientras tocaba la lira—, y de las representación de las obras romanas en las que el cordero entre los brazos era un símbolo de filantropía. En el primer tema el «buen pastor» guarda su rebaño, de pie o sentado. La otra representación con el cordero extraviado en los brazos o sobre los hombros está mucho más extendida y procede directamente de los modelos paganos del moscóforo o el Hermes (Crióforo) que lleva la oveja del sacrificio.
A partir del siglo VI decae la representación del «buen pastor» hasta desaparecer completamente en la Edad Media, hasta que se recupera entre los siglos XV y XVI, para volver a quedar relegada en el siglo XIX. En los siglos XVII y XVIII reaparece a veces con la versión de la «divina pastora».
La variedad de representaciones es numerosa. Las características comunes de las obras suelen presentar a un niño que porta un báculo, cayado o flauta, con túnica, y que tiene en su regazo o lleva sobre los hombros un cordero. También se ha representado con Jesucristo adulto.
En pintura se encontraba ya en la catacumbas de San Calixto o de Domitila. Una de las representaciones del «buen pastor» más conocidas es la de Bartolomé Esteban Murillo. En la escultura ha sido también una imagen común, que empezó siendo esculpida en los flancos de los sarcófagos y recurrente en la música religiosa, como la pieza para órganoEl tríptico del buen pastor, de Jesús Guridi.

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