sábado, 3 de octubre de 2015

Batallas por orden cronológico - Edad antígua

Batallas del siglo IV a. C.

La batalla de Cnido (394 a. C.), fue una operación conjunta de Persia y Atenascontra la flota de Esparta que tuvo lugar junto a Cnido durante la guerra de Corinto. La flota persa, dirigida por el almirante ateniense Conón, destruyó completamente a la flota espartana dirigida por el general Pisandro, que carecía de experiencia en operaciones navales. La batalla acabó con el intento espartano de conseguir la supremacía naval.
El resultado de la batalla supuso un impulso muy significativo a la coalición de estados en contra de Esparta que buscaba acabar con su hegemonía en el curso de la guerra de Corinto.- ......................:https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Batalla_de_Cnido&printable=yes








La batalla de Coronea de 394 a. C. fue una batalla de la guerra de Corinto en la que se enfrentaron Esparta y sus aliados, comandados por el rey espartanoAgesilao II, contra una fuerza de tebanos y argivos que intentaban bloquear su marcha hacia el Peloponeso. La batalla terminó en victoria espartana.- ............................................:https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Batalla_de_Coronea_(394_a._C.)&printable=yes

historia de la batalla y cronologia .- ..................................................:http://www.academia.edu/3702244/Las_batallas_hopl%C3%ADticas_de_Nemea_y_Coronea







La batalla de Cranón (322 a. C.) fue librada entre el ejército macedonio deAntípatro y Crátero y las fuerzas rebeldes griegas, lideradas por los atenienses. Fue la batalla decisiva de la guerra Lamiaca. La victoria macedonia, aunque nada espectacular desde el punto de vista militar, convenció a los griegos a pedir la paz. Esto marcó el final de las ciudades estado libres y el principio de la hegemonía macedonia sobre Grecia.
Los atenienses, al enterarse de la muerte de Alejandro Magno en junio de 322 a. C.decidieron aprovechar la situación para rebelarse contra la hegemonía macedonia en Grecia. La contratación de una fuerza de mercenarios y la colaboración de muchas otras ciudades estado dio a los atenienses un ejército con gran número de soldados capaz de oponerse a un enemigo como Antípatro de Macedonia, el virrey macedonio en Europa, que poseía pocos efectivos debido a las campañas macedonias en el este. Obligado a refugiarse en Lamia, Antípatro solicitó refuerzos de Asia. El primero en responder fue Leonato, pero fue asesinado en un combate contra la caballería griega, que sin embargo permitió a Antípatro escapar de Lamia y unir su ejército con el de Leonato. La llegada de una tercera fuerza macedonia bajo el mando de Cráterodesplazó decididamente la superioridad numérica al lado macedonio.
Antípatro y Crátero marcharon entonces con su combinado ejército al sur para obligar a los griegos a batallar. Los griegos, después de reunir a sus dispersas fuerzas se reunieron con los macedonios cerca de Cranón, en Tesalia.
Basándose en la alta reputación de la caballería tesalia, el general ateniense Antífilo decidió utilizar la misma estrategia usada conLeonato, vencer la batalla por acción de la caballería. La batalla, por lo tanto, se abrió con el choque entre la caballería griega y macedonia. Con la caballería de ambos lados ocupadas, Antípatro ordenó a su infantería cargar contra las líneas griegas. Los infantes griegos fueron superados por un enemigo más numeroso y se retiraron a las colinas, desde donde podrían fácilmente rechazar cualquier asalto macedonio. Viendo la retirada de la infantería, la caballería griega abandonó el campo de batalla, dejando el campo y la victoria en manos macedonias.
Si bien el ejército griego estaba aún intacto, era evidente que los macedonios habían obtenido la ventaja en la guerra. Después de que el mando se confierese al comandante de caballería de AntífiloMenón de Farsalia, este envió una embajada a Antípatro de Macedonia al día siguiente pidiendo un armisticio. Sin embargo, Antípatro se negó a firmar ninguna paz con la alianza griega en su conjunto, insistiendo en que cada ciudad enviase sus propios embajadores. Si bien estos términos fueron primeramente rechazados, la posterior captura por los macedonios de varias ciudades tesalias causó una avalancha de deserciones, ya que cada ciudad se esforzó en hacer una paz por separado.
Atenas, abandonada por sus aliados, fue finalmente obligada a rendirse incondicionalmente. En la paz impuesta por Antípatro, los atenienses se vieron obligados a aceptar una guarnición macedonia, así como la sustitución de la democracia por una oligarquía bajo el mando de Foción.








La batalla de Crimiso fue un enfrentamiento entre las fuerzas de Siracusa, al mando de Timoleón, contra Cartago, comandadas por Asdrúbal y Amílcar, en el marco de las guerras sicilianas. Resultó en la derrota de los invasores cartagineses de Sicilia.
En 340 a. C.Cartago envió un gran ejército bajo el mando de Asdrúbal y Amílcar contra Siracusa. Según Plutarco, la fuerza constaba de 70 000 hombres (sin duda estas cifras son exageradas) e incluía muchos carros de guerra y Timoleón comandaba sólo 5.000 hombres de infantería y 1000 de caballería.1 Otros autores calculan cifras más altas, en torno a 12 000 hombres. Timoleón fue capaz de coger a los cartagineses cuando cruzaban el río Crimiso, primero enviando a su caballería contra ellos para desordenar sus filas y para prevenir que los cartagineses formaran un frente de batalla. Cuando la infantería griega atacó, estalló una tormenta y el viento sopló de cara a los cartagineses, que empezaron a tener más dificultad para luchar. Mientras los ejércitos estaban trabados en la lucha, la caballería griega cargó contra el flanco púnico. El ejército cartaginés rompió filas, siendo la Legión sagradala última en caer, luchando, según las fuentes, «con bravura hasta el último hombre».
Los cartagineses fueron derrotados y Timoleón capturó su campo de provisiones, apropiándose de un importantísimo botín. Las bajas griegas no debieron de ser muchas, pero las púnicas según las cifras de Plutarco (bastante fiables), 10 000 fueron muertos, de ellos 3000 cartagineses y 5000 prisioneros.

Los sicilianos estaban en una situación crítica frente a Cartago, ya que disponía de unas fuerzas muy superiores a cualquier ejército que pudieran reunir los griegos. Ante esto, reclamaron ayuda a su metrópolis, con la cual siempre tuvieron una situación cordial, prestándose ayuda mutuamente a lo largo de la historia. Esta eligió a un ciudadano que no representara un peligro al mando de las fuerzas griegas en Sicilia, ya que el riesgo de convertirse en un tirano era muy alto. La situacion de descontento popular era enorme y el número de tropas estipendiarias también, por lo tanto estaban dos de los principales factores para poder eregirse en tirano. Timoleón no solamente había demostrado su capacidad militar con anterioridad, sino que era el mayor defensor de la democracia que pudiera encontrarse. Él mismo fue responsable del asesinato de su hermano, Timófanes, que daba muestras de querer deponer la democracia en su ciudad natal. 

Una vez que hemos situado al general del ejército griego, describiré el panorama militar poco antes de la batalla. 

La Batalla del Crimiso 
PROLEGÓMENOS: 

En el 34o a.C., los generales cartagineses Asdrúbal y Amílcar desembarcan en la ciudad cartaginesa de Lilibeo al mando de un ejército de invasión. No iba a ser esta una simple campaña para derrotar al caudillo corintio, sino que se pretendía invadir toda la isla. Para ello dispusieron de unos efectivos enormes según Plutarco: 


200 barcos de guerra (principalmente trirremes). 
1000 barcos de transporte. 
60000 soldados. 
Numerosas provisiones y maquinas de asedio. 
Varios cientos de carros de guerra. 

Aunque está claro que las cifras son exageradas, si que hay que tener en cuenta que era un ejército que superaba ampliamente en número al griego. Incluso entre ellos venía el cuerpo de élite cartaginés, la Legión Sagrada, lo cual nos muestra lo determinante que se pretendía que fuera la campaña. 

En cuanto tuvo noticias de ello Timoleón, partió de Siracusa para enfrentarse a los cartagineses. Esto lo hizo por un factor muy importante: alejándose de Siracusa, y peleando bien distante de dicha ciudad, reduciría al mínimo las posibilidades de supervivencia del ejército en caso de derrota, por lo tanto, todo soldado sabría que la huída no era una opción (al lado de Siracusa donde encontrarían cobijo, si que lo era), sino que solo les quedaba pelear hasta la muerte. A la altura de Agrigento ocurrió un percance inesperado. Trasio, un mercenario que había estado a sueldo con los focidios, y uno de los que habían saqueado el sagrado Templo de Delfos, empezó a convencer a las tropas estipendiarias de que se dirigían a una muerte segura, dirigidos por la senilidad y locura de Timoleón. Además, apeló a lo más importante para un mercenario, no habían recibido todavía su merecida paga. Este discurso caló en los mercenarios que de casi se amotinan, ante lo cual, el corintió desplegó su dialéctica y frenó el motín. Aún así, 1000 de ellos optaron por marcharse (esto nos indica también que las posibilidades de éxito debido a la superioridad numérica del enemigo eran mínimas), pero para evitar más problemas, Timoleón no tomó represalias, al revés, ordenó a los de Siracusa que les pagaran las pagas atrasadas, pero eso sí, no disfrutarían de los réditos de la victoria... si llegaba. 

grecia 

Después de este suceso, llegó la noticia esperada, los cartagineses se dirigían al río Crimeso (Crimisso según Nepote en Timoleón 2.4 o Crimiso en Diódoro, XVI, 79). El ejército griego fue a marchas forzadas hasta dicho río, para pillar a los cartagineses mientras vadean el río, aumentando sus posibilidades de victoria al atacar a las fuerzas divididas. Aquí sucede una anécdota que de casi pone en peligro la batalla. Según iban a pasar un pequeño cerro, tras el cual estaba ya el enemigo, vieron a unas acémilas cargadas de apio. Bien, esto para nosotros no significaría nada, pero entre los griegos, tenían por costumbre cubrir de apios los monumentos a los muertos (de hecho existía el dicho de que si alguien estaba enfermo de muerte, se decía que está ya pidiendo apio), por lo cual se tenía como un fatal augurio, que antes de la batalla unas bestias les trajeran apios como vaticinando su muerte. Un buen general no es solo aquel que tiene grandes dotes tácticas y/o estratégicas, pues la guerra es mucho más que eso. Estos momentos en los cuales la tropa pierde ánimos para batallar son cruciales y si no se restablece la moral, ni el mejor táctico del mundo puede conseguir una victoria. Timoleón hizo gala de una gran inteligencia cuando torno dicho mal augurio en uno bueno diciendo: 

“antes de la victoria la corona por sí misma se les venía a la mano, porque los Corintios coronan con apio a los que vencen en los Juegos Ístmicos, teniendo a esta planta por una insignia sagrada y propia de su país” 

A continuación, se coronó él, después sus oficiales y a continuación el resto de la tropa. De esta manera marchaba lo que parecía ser un ejército de campeones, o por lo menos lo que ellos se creían, que era lo más importante. Si ya estaban muy motivados, 2 águilas que volaban cerca de or allí, fueron interpretadas por los adivinos como buenos augurios. 

FUERZAS ENFRENTADAS: poco sabemos de la composición de dichos ejércitos, sobre todo del cartaginés, claramente exagerado. Por lo tanto haremos unas estimaciones más o menos realistas. 

Griegos: Era bastante homogéneo, formado por un nucleo muy importante de hoplitas: 

1000 de caballería. Irían armados con un par de jabalinas y una lanza, disponiendo también en muchos casos de espada para el combate más cercano, siendo la kopis la más adecuada, un sable curvo y de cierto tamaño muy adecuado para golpear. La mayoría llevaría sombreros de ala ancha que les protegería del sol y el polvo (petasos), aunque los casco pilos y beocios también serían comunes. Las corazas anatómicas de campana o petos serían muy usuales (eran de un nivel económico alto y podían permitirse un equipamiento caro), llevando también botas altas para protegerse las piernas. La verdad que no había una uniformidad en el equipamiento de la caballería griega. 

10000 infantes. En su mayoría serían hoplitas (véase el árticulo sobre el hoplita), aunque habría cierto número de peltastas. El hoplita era un infante pesado equipado con casco (podía ser de bronce o fieltro), lanza de acometida, espada, grebas (a veces), un escudo redondo de 1 metro de diámetro aprox. y armadura en el torso en algunas ocasiones. En esta época el equipo se había reducido bastante en peso, eliminándose algunos elementos de protección corporal. Formaban en un tipo de formación llamado falange, en la cual se disponían en un muro de escudos continuo. El peltasta era un infante ligero destinado al hostigamiento, armado de un pequeño escudo, un haz de jabalinas, y algunas veces casco y espada. Estaban compuestos por siracusanos, resto de sicilianos y mercenarios. 

Cartagineses: muy heterogéneo, compuesto por: 

Educación 

Carros de guerra. Se nos da un número bastante exagerado que habría que reducirlo a algunas decenas de carros. Estos eran un arma que estaba pensada para crear el caos en las filas ajenas, pero solían volverse contra el ejército propio. Eran tirados por 4 caballos, loscuales solían estar protegidos. Llevarían hoces en los ejes de las ruedas para hacerlos más mortíferos. El auriga estaba blindado, ya que era un objetivo codiciado. 

Una sexta parte de caballería, lo cual, si le diéramos a dicho ejército un volumen de 20000 hombres, algo muy posible, nos quedarían poco más de 3000 jinetes. Su equipamiento sería similar al de la caballería griega. 

7500 de infantería pesada cartaginesa. Equipo hoplítico y formaban en falange. Se les distinguía por los escudos blancos. 

2500 de la Legión Sagrada. Eran la élite de los ejércitos cartagineses, formada por los hijos de los nobles de la ciudad. Su equipamiento era similar al de un hoplita, pero de magnífica calidad. Su equipo estaría formado por casco, grebas y armadura de bronce, espada, escudo blanco y lanza. 

10000? de infantería mercenaria de diversa procedencia, libia, hispana, númida, etc. 


ORDEN DE BATALLA: 

Griegos: En el centro estaban los siracusanos y a lo mejor de los mercenarios. En las alas dispuso al resto de mercenarios y sicilianos. En el ala derecha probablemente estaba la caballería al mando de Demarato. 

Cartagineses: los carros de guerra iban en vanguardia, seguidos por los 10000 cartagineses. En retaguardia la tropa mercenaria y la caballería. Estaba claro que la táctica era desordenar con los carros a la tropa griega, para a continuación embestir con su mejor tropa, que en caso de no obtener rápidamente la victoria, fijaría a los griegos mientras la retaguardia los flanquea. 

BATALLA: 

Alrededor del mes de mayo del 340 a.C., las tropas de Timoleón se dispusieron cerca de un collado que estaba cerca del río Crimeso. Estaban esperando que la niebla matutina que había levantado el río se disipara, para poder así distinguir algo más que los ruidos de la tropa que estaba al otro lado del río. No se podían arriesgarse a acercarse al Crimeso ante tan poca visibilidad, pero en cuanto se disipara la niebla deberían abandonar dicha posición si no querían verse rodeados. 

En cuanto avanzó el día se pudo ver el enorme ejército cartagines al otro lado, que ya estaba cruzando el río. En primer lugar los carros de guerra en formación de batalla vadearon el río. Según lo vieron, los griegos bajaron del collado, formando a continuación y recortaron la distancia. Timoleón envió a la caballería para que acosase a la infantería cartaginesa que avanzaba de manera desigual, pero los carros enemigos no permitían tal acción, teniendo que rodear la formación de carros para atacarla. Ante esto, el ejército entero de Timoleón cargó contra los cartagineses, tocando las trompetas para asustar a los carros enemigos, que en parte se estrellaron contra el enemigo, pero también contra su propia gente. Así, de esta manera, fueron derrotados los carros, pues se sembró confusión entre ellos, y por fin se pudo trabar la lucha entre las 2 falanges. Según empezó el cruel combate cuerpo a cuerpo, empezó a llover y caer relámpagos de manera profusa. Esto, aunque no fue un factor fundamental en la derrota cartaginesa como nos quieren dar a entender los antiguos (véase nota final), si que les perjudicó en algo, ya que llevaban un equipo más pesado que el griego y cuando caían en el barro todo empapados, con el río crecido cubriendoles los pies, tenían dificultades para reincorporarse, además de que al parecer les daba la lluvia en la cara. 

Mientras estas estaban trabadas las dos falanges, la caballería griega cargaba contra el flanco de los cartagineses, y fue en este momento cuando sobrevino la derrota total. Una vez que se rompió la formación, la falange entera se desmoronó, huyendo y chocándose con los mercenarios que cruzaban también el río y que no habían entrado en combate. Solo la fiable Legión Sagrada aguantó hasta el último hombre, haciendo honor a su fama y reputación de cuerpo de élite. 

Muchos perecieron aplastados o ahogados en el río, debido a la avalancha que se formó tras la derrota, no pudiéndose despojar de ellos botín alguno. Otros fueron alcanzados en la llanura, mientras corrían a su campamento. 


BAJAS: 

Solo conocemos las del lado cartaginés, que según Plutarco fueron 5000 prisioneros, 10000 muertos, de ellos 3000 cartagineses. Son cifras a mi parecer, totalmente fiables. Por el bando griego no debemos esperar muchas, ya que fue una victoria muy rápida, asi que puede que no pasen de algunas decenas los muertos. 

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