domingo, 3 de abril de 2016

Apuntes de la Dermatología

Prevalencia de infecciones fúngicas superficiales en pacientes con psoriasis tratados con terapia biológica anti-TNF


RESUMEN:
Los ensayos aleatorios pequeños y de corto seguimiento son insuficientes para identificar la creciente incidencia de infecciones por hongos asociadas con biológicos anti-TNFa. Si bien la mayor parte de los investigadores ha informado de infecciones fúngicas profundas, sólo se han documentado pocos casos de infecciones micóticas superficiales.
El presente estudio pretende determinar la prevalencia de micosis superficiales en pacientes con psoriasis y bajo tratamiento con terapia biológica anti-TNFa, atendidos en nuestro servicio de dermatología.
PALABRAS CLAVE: Micosis, psoriasis, anti-TNFa
ABSTRACT
Small, randomized trials with brief follow-ups fail to establish the increased incidence of fungal infections associated with anti-TNFa drugs. While several cases of deep mycoses have been reported, there are few documented instances of superficial fungal infections.
This paper seeks to determine the prevalence of superficial fungal infections in patients with psoriasis under anti-TNFa biologic therapy in our dermatology department.
KEYWORDS: Mycoses, psoriasis, anti-TNFa

Introducción

Las micosis superficiales son infecciones de piel y/o mucosas causadas por hongos patógenos para el ser humano, incluidas dermatofitosis o tiñas, candidiasis y pitiriasis versicolor.1
Las dermatofitosis o tiñas son provocadas por dermatofitos, hongos parásitos de la queratina de los géneros Trichophyton, MicrosporumEpidermophyton. Estos organismos afectan piel y anexos, representan 70-80% de todas las micosis y tienen una frecuencia de 5% en la consulta dermatológicas.2 Las tiñas se clasifican según la región anatómica donde se presenten: tiña de cabeza, barba, cuerpo, ingles, pies, manos y onicomicosis.3
Pitiriasis versicolor (PV) es una micosis superficial, recurrente y benigna causada por el género Malassezia. Se caracteriza por máculas descamativas de color variable, acrómicas o hasta color rosado, salmón o marrón. Aunque la mayoría de los pacientes presenta sólo lesiones unicolor, a veces pueden ser de dos colores y forma variable, distribuidas sobre todo en la parte superior de tórax anterior y posterior, cara y cuello.4
Las candidiasis son ocasionada por levaduras del género Candida sp. y sus manifestaciones clínicas pueden ser localizadas o sistémicas, afectando sólo piel y mucosas o bien, estructuras y órganos profundos.2
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica, de origen inmunológico y mediada por linfocitos T. Hasta 30% de los pacientes con psoriasis sufre también de artritis. El impacto físico y emocional en la calidad de vida de estos individuos es similar a padecimientos como depresión, diabetes mellitus, artritis reumatoide, hipertensión, insuficiencia cardiaca congestiva o cáncer.5
Deberá administrarse tratamiento sistémico a 20-30% de los pacientes con psoriasis. En los últimos años el arsenal terapéutico se ha enriquecido con los llamados “fármacos biológicos”: efalizumab, etanercept, infliximab, adalimumab y ustekinumab.
Estos agentes actúan inhibiendo de forma selectiva la activación y maduración de las células presentadoras de antígeno, la activación y proliferación de los linfocitos T, su migración a la piel, su función efectora o la reactivación y secreción de citocinas.6
Los antagonistas del factor de necrosis tumoral alfa (anti-TNFa) han revolucionado el tratamiento de enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide, enfermedad de Crohn y psoriasis. Aunque esos medicamentos han mostrado eficacia en el tratamiento de trastornos autoinmunes, también pueden afectar la resistencia del huésped a las infecciones, sobre todo granulomatosas (Mycobacterium tuberculosis), histoplasmosis, aspergilosis, listeriosis, citomegalovirus, coccidioidomicosis, nocardiosis y otras infecciones bacterianas graves.7
Pequeños ensayos aleatorios con periodos de seguimiento breves no han servido para identificar el incremento de las infecciones por hongos asociadas con medicamentos anti-TNFa.8 Si bien la mayoría de los estudios refiere casos de infecciones fúngicas profundas, sólo hay contados informes de infecciones fúngicas superficiales.9
El objetivo del presente estudio es determinar la prevalencia de micosis superficiales en pacientes con psoriasis y bajo tratamiento con terapia biológica anti-TNFa, atendidos en el servicio de dermatología de la Unidad Nacional de Dermatología y Alergias (UNDA) de Caracas, Venezuela.

Materiales y métodos

Se realizó un estudio descriptivo, abierto, observacional, prospectivo y transversal, que incluyó pacientes con diagnóstico de psoriasis, en tratamiento con anti-TNFa y atendidos en el servicio de dermatología de la Unidad Nacional de Dermatología y Alergias (UNDA), durante el periodo enero 2012–enero 2014. Los criterios de inclusión fueron que no hubieran recibido tratamiento antimicótico previo ni presentaran manifestaciones clínicas antes de iniciar la terapia con biológicos. Se excluyeron todos los individuos que se negaran a participar en el estudio o firmar consentimiento informado.
En los pacientes en quienes había sospecha de infección micótica superficial, se practicó un interrogatorio para recoger la siguiente información: características demográficas, tiempo con diagnóstico de psoriasis, biológico administrado, duración del tratamiento, manifestación clínica y tiempo de evolución.
En todos los casos se realizó registro fotográfico, examen micológico directo con KOH al 10% y negro de clorazol.
Las muestras obtenidas se sembraron en cultivos de agar Sabouraud con antibióticos, realizando una lectura semanal durante cuatro semanas. Los cultivos positivos fueron sometidos a macroscópica y microscópica con azul de lactofenol, a fin de identificar el agente causal.
Se utilizó el programa Excel® para organizar la información reunida, y determinar frecuencias y porcentajes para el análisis de los datos.

Resultados

El servicio de dermatología UNDA guarda un registro de 243 pacientes con psoriasis, en tratamiento con medicamentos anti-TNFa. En el período enero 2012-enero 2014, 21 individuos presentaron lesiones sospechosas de infección micótica superficial, la cual fue confirmada en 15 casos (15/243; prevalencia: 6%).
La distribución poblacional por género fue de 8 hombres (53%) y 7 mujeres (47%), con edades de 40-60 años (promedio: 47.8 años) y promedio de 13.26 años con diagnóstico de psoriasis.
De ellos, 8 recibían tratamiento con etanercept (53%) y 7 con adalimumab (47%). En cinco pacientes (33%) se detectaron comorbilidades que incluyeron hipertensión arterial, diabetes mellitus y/o hipocolesterolemia, así como artritis psoriásica (3 casos; 20%).
Las micosis detectadas obedecieron a la siguiente distribución: tiña de las uñas (6 pacientes; 40%), pitiriasis versicolor (2; 13%), tiña de los pies (2; 13%), tiña de la ingle (1; 7%), intertrigo por Candida sp. (1; 7%), tiña de ingle y pies (1; 7%), tiña de la cara (1; 7%; Fotografía 3) y tiña del cuerpo (1; 7%). (Fotografías 1-4; Cuadro 1).
Fotografía 1 . Tiña de las uñas y micológico directo.

Fotografía 2. Intertrigo por Candida sp. y extendido de cultivo micológico.

Fotografía 3. Tiña de la cara.

Fotografía 4. Tiña del cuerpo y micológico directo.

Cuadro 1. Distribución de casos por patología
Las presentaciones clínicas de onicomicosis fueron: distrófica total (5; 83%) y subungueal distal lateral (17%).
Sólo 10 cultivos resultaron positivos y los agentes aislados incluyeron T. rubrum (9 cultivos) y Candida sp. (1 cultivo) (Cuadro 2).
Cuadro 2. Distribución de casos por resultado del estudio micológico
Según el caso, se indicó tratamiento sistémico y/o tópico, con seguimiento a cargo del servicio de micología.

Discusión

Los biológicos anti-TNFa han revolucionado el tratamiento de enfermedades inflamatorias como artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, psoriasis, y enfermedad de Crohn. TNFa desempeña un papel importante en la patogenia de esas enfermedades autoinmunes, y su reducción mejora los síntomas y retrasa la progresión de la enfermedad.10
Infliximab, etanercept y adalimumab son anti-TNFa aprobados en Estados Unidos y en Europa para el tratamiento de psoriasis y artritis psoriásica. La función de dichos agentes es suprimir la actividad de TNFa, una citocina proinflamatoria importante para la respuesta inmunológica a las infecciones, de allí que varias enfermedades infecciosas se hayan asociado al uso de agentes anti-TNFa.11 Aunque se ha sugerido que el tratamiento con anti-TNFa podría asociarse con una mayor incidencia de infecciones oportunistas, incluyendo infecciones fúngicas invasivas, la literatura cita pocos casos de dermatofitosis secundarias al uso de estos fármacos.
Lee y colaboradores publicaron tres casos de tiña del cuerpo y 3 de pitiriasis versicolor en una serie de pacientes que recibían anti-TNFa, incluyendo tres individuos en terapia con infliximab (espondilitis anquilosante), 1 con etanercept (artritis reumatoide) y 2 con adalimumab (artritis reumatoide).12
Bardazzi y colaboradores informaron de un caso de psoriasis con tiña del cuerpo por Trichophyton rubrum, asociada al tratamiento con adalimumab y un caso de granuloma dermatofítico por Trichophyton mentagrophytes en un paciente tratado con infliximab.13
Nuestro estudio reveló una prevalencia de infecciones fúngicas superficiales de 6%, sin diferencias significativas de género y en pacientes tratados, en su mayoría, con etanercept. Respecto de las patologías observadas, la más común fue onicomicosis, seguida en frecuencia por tiña de los pies y tiña inguinal.

Conclusión

El uso de terapias biológicas para el tratamiento de la psoriasis, enriquece el arsenal terapéutico y mejora la calidad de vida de los pacientes. No obstante, no deben pasarse por alto los efectos adversos, que incluyen a las infecciones fúngicas superficiales.
Es importante poner énfasis en el examen físico minucioso, descartar posibles micosis superficiales en pacientes que vayan a iniciar tratamiento con biológicos, realizar un seguimiento estrecho e individualizar los casos al surgir manifestaciones de micosis cutáneas.
Por último, como sugiere la escasez de casos publicados en la literatura, el presente estudio identificó una reducida prevalencia de micosis superficiales en nuestra población de estudio (15/24 pacientes; 6%).

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