sábado, 16 de abril de 2016

BANCO DE IMÁGENES EN ANATOMÍA

El carcinoma de la glándula suprarrenal



Pregunta GE-36. Carcinoma de la glándula adrenal. Los carcinomas suprarrenales, tales como adenomas (véase la parte anterior) se originan en la capa cortical. Pueden ocurrir a cualquier edad, incluso en la infancia, y son más a menudo los adenomas funcionamiento. El ejemplo de esta pieza es grande y se deforma la llanta. El color amarillento sugiere lípidos riqueza, imitando las celdas de origen. Las áreas de necrosis son comunes. El tumor tiende a invadir la vena cava inferior y la linfa, dando metástasis a los ganglios linfáticos regionales y órganos distantes, como el pulmón. 


¿Qué puede producir el incidentaloma?
Las causas son múltiples, lo primero que se debe de diferenciar es entre tumores malignos y metástasis y las lesiones benignas. Aunque los tumores suprarrenales son raros, las metástasis de algunos tumores (pulmón, mama, gastrointestinales, riñón) representan el 20-30% de las masas de más de 3 cm.  Mientras que las lesiones inferiores a ese tamaño suelen ser benignas.
Causas:
  • Adenomas corticales
  • Carcinomas corticales
  • Feocromocitomas
  • Ganglioneuromas
  • Mielolipomas
  • Adenolipomas
  • Metástasis
  • Quistes
¿Qué molestias puede producir?
Se caracteriza por la ausencia de síntomas llamativos. En aquellas situaciones en los que la masa se hace muy grande puede producir dolor, o dar alteraciones gastrointestinales por compresión.
Carcinoma corticosuprarrenal
Es un tumor raro, que suele aparecer alrededor de los 40 años. Aunque es potencialmente curable en los estadios iniciales, sólo el 30% de los casos el tumor afecta exclusivamente a la glándula a la hora del diagnóstico.
Los tumores se clasifican en funcionantes y no funcionantes según sean capaces de producir y liberar ciertas sustancias (hormonas), en el 60-80% de los casos son funcionantes.
Para descubrirlo debemos realizar estudios de sangre y orina, tomografía axial computarizada o resonancia nuclear magnética. También puede ser útil la angiografía selectiva.
El pronóstico depende del tipo de tumor y de la extensión del mismo.
¿Qué molestias puede producir?
Salvo en los casos de tumores que producen hormonas, la mayoría de las veces el primer signo es una masa palpable en el abdomen o en la región lumbar y dolor en esa zona. También puede producir fiebre, hematuria, pérdida de peso, disnea.
En aquellos casos en los que el tumor es funcionantes se puede producir: Síndrome de Cushing, virilización, feminización, pubertad precoz o hiperaldosteronismo, por las hormonas liberadas.
Síndrome de Cushing (exceso de cortisol): obesidad del tronco, facies redonda, hipertensión, estrías, alteración de la tolerancia a la glucosa, debilidad,plétora, hirsutismo, amenorrea.
Hiperaldosteronismo (exceso de aldosterona): hipertensión, hipopotasemia, debilidad, calambres musculares, poliuria y polidipsia.
Exceso de andrógenos. En varones y mujeres prepúberes el exceso de andrógenos provoca aumento del crecimiento y la masa muscular, acné, cambio de la voz, agrandamiento de los genitales y crecimiento del vello púbico y facial. Las mujeres adultas presentan aumento de la masa muscular, acné, cambios de la voz, hirsutismo, amenorrea, infertilidad y calvicie transitoria.
Exceso de estrógenos. Suelen asociarse con procesos malignos y consisten en ginecomastia en los varones prepúberes; pubertad precoz (hemorragia vaginal y desarrollo mamario) en las mujeres prepúberes; y ginecomastia, disminución de la líbido, impotencia e infertilidad en los varones adultos.
¿Cómo se descubre?
Diagnóstico por imágenes
Radiografía simple de abdomen: en masas grande se puede ver como desplaza otras estructuras del abdomen.
Tomografía computerizada (TC): la TC del abdomen tiene una sensibilidad del 95% para localizar masas por lo que es útil en el diagnóstico, pero no nos permite saber si la lesión es benigna o no. Generalmente, las masas mayores de 6 cm de diámetro suelen ser carcinomas, mientras que las menores de 3,5 son adenomas. Puede identificar las metástasis hepáticas y pulmonares.
Resonancia magnética (RM): al igual que las TC, puede obtener imágenes precisas de masas suprarrenales de tan sólo 1cm.
Pruebas hormonales
Alrededor del 60% de los casos producen hormonas, es decir, son funcionantes. Por ello se debe de realizar mediciones hormonales séricas y urinarias en todos los casos. Los esteroides urinarios frecuentemente serán la clave para el diagnóstico, porque los cánceres de la glándula suprarrenal excretan habitualmente grandes cantidades de 17-cetoesteroides, independientemente del síndrome clínico que manifiesten.
Punción Aspiración con Aguja Fina (PAAF): Se emplea en los quistes, ya que no suele ser útil para diferenciar una lesión benigna de una maligna.
Etapas del cáncer de la corteza suprarrenal
La clasificación por etapas consiste en ver si el tumor se ha extendido a otras partes del cuerpo. Esto ayudará a tomar una decisión del tipo de tratamiento más eficaz.
Etapa I: El cáncer mide menos de 5 centímetros y no se ha diseminado a los tejidos situados alrededor de la glándula suprarrenal.
Etapa II: El cáncer mide más de 5 centímetros y no se ha diseminado a los tejidos situados alrededor de la glándula suprarrenal.
Etapa III: El cáncer se ha diseminado a los tejidos o a los ganglios linfáticos situados alrededor de la glándula suprarrenal.
Etapa IV: El cáncer se ha diseminado a los órganos vecinos y a los ganglios linfáticos situados alrededor de la corteza suprarrenal, o a otras partes del cuerpo.
Recurrente: El cáncer ha vuelto a aparecer después de haber sido tratado. Puede reaparecer en la corteza suprarrenal o en otra parte del cuerpo.
¿Qué medidas hay que tomar para su tratamiento?
Existe un tratamiento para minimizar las molestias y otro para el tumor. Se emplean tres clases de tratamiento para el cáncer:
Cirugía (extracción de la glándula adrenal, que se conoce como adrenalectomia). Puede eliminarse también los ganglios linfáticos de la zona. El abordaje quirúrgico se puede hacer desde tres vías: anterior, lateral y posterior. También se puede emplear la laparoscopia.
Quimioterapia (uso de medicamentos para eliminar las células cancerosas que se puede tomar en pastillas o inyectarse en una vena)
Radioterapia (uso de rayos X de alta energía u otros rayos de alta energía para eliminar las células cancerosas).
Depende de la situación del tumor y de la situación del paciente que se emplee uno u otro tratamiento.
Estadio I y II: El tratamiento de elección es la cirugía. La radiación o quimioterapia no ha probado que mejore la supervivencia.
Estadio III: Resección quirúrgica completa del tumor con o sin disección de los ganglios linfáticos locales.
Existen ensayos clínicos con quimio y radioterapia.
Estadio IV: Se emplean las tres opciones. Quimioterapia en algunos casos. Radioterapia para metástasis óseas. Resección quirúrgica de metástasis localizadas, particularmente aquellas que sean funcionantes.
Carcinoma adenocortical recurrente: Hay que tener en cuenta varios aspectos: sitio de recurrencia, consideraciones individuales del paciente. En ocasiones el tratamiento puede ser quirúrgico. Aunque ninguno de estos pacientes pueden ser curado pueden lograrse la disminución de los síntomas hormonales.
Feocromocitoma
¿Qué es el feocromocitoma?
El feocromocitoma, es un cáncer poco común, que se produce en un tipo especial de células (células cromafines). La mayoría de los feocromocitomas comienzan en el interior de la glándula suprarrenal (la médula suprarrenal), donde están ubicadas la mayoría de las células cromafines. Generalmente, el feocromocitoma afecta sólo a una de las glándulas suprarrenales, aunque también puede comenzar en otras partes del cuerpo.
Los feocromocitomas favorecen la producción de un exceso de hormonas (catecolaminas). Las catecolaminas extras causan hipertensión, lo cual puede causar dolores de cabeza, sudoración, latidos fuertes del corazón, dolor en el pecho y sensación de ansiedad.
¿Cómo se descubre el feocromocitoma?
Se realizará un análisis de sangre y orina para comprobar si el paciente tiene cantidades superiores de hormonas en el cuerpo. Otras pruebas:  gammagrafía, tomografía axial computarizada, o resonancia nuclear magnética.
El feocromocitoma es a veces parte de un estado conocido como síndrome de neoplasia endocrina múltiple (MEN, por sus siglas en inglés). Las personas con MEN a menudo padecen otros tipos de cáncer (como cáncer de la tiroides) y otros problemas hormonales.
Etapas del feocromocitoma
Una vez que se encuentra un feocromocitoma, se harán más exámenes para determinar la extensión del cáncer.
Feocromocitoma benigno localizado : El tumor se encuentra en una sola área y no se ha extendido a otros tejidos. Es lo habitual.
Feocromocitoma regional: El cáncer se ha diseminado a ganglios linfáticos del área o a otros tejidos alrededor del cáncer original.
Feocromocitoma metastático: El cáncer se ha extendido a otras partes del cuerpo.
Feocromocitoma recurrente: Al hablar de enfermedad recurrente nos referimos a que el cáncer ha regresado (recurrido) después de haber sido tratado. Puede volver a aparecer en el área donde había empezado o en otra parte del cuerpo.

Carcinoma  bilateral  da  supra-renal

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