miércoles, 20 de abril de 2016

Cuadros por autor

Cuadros de José de Ribera

San Pedro en penitencia es una pintura de José de Ribera, conocido como el Españoleto, creada entre 1630 y 1640 durante el barroco español de estilo tenebrista.

Descripción

La pintura retrata al apóstol san Pedro como un hombre anciano de perfil en un fondo obscuro, con ropas de color más brillante, las manos juntas y apretadas en un gesto de arrepentimiento u oración, mientras que la vista se dirige al cielo en un profundo gesto religioso.1

Estilo

La oscuridad del cuadro lo hace parte del estilo tenebrista desarrollado dentro del barroco, que Ribera heredó de sus influencias de Francisco Ribalta, especialmente de Caravaggio.




Sileno ebrio es un cuadro de José de Ribera, «El Españoleto», pintado al óleo sobre lienzo y con unas dimensiones de 185 x 228 cm. Firmado y datado en 1626, actualmente se conserva en el Museo de Capodimonte de Nápoles.

Historia

Es la pintura firmada y fechada por Ribera más antigua que se conoce.1 Realizada en Nápoles en 1626, la primera noticia acerca de la propiedad de la tela proviene de un célebre mercader y coleccionista deFlandes llamado Gaspare Roomer. Sin embargo no fue él quien encargó la tela pues la habría adquirido varios años después de la muerte del pintor.
La composición alcanzó fama en fecha temprana pues el mismo Ribera la reprodujo en un grabado alaguafuerte, fechado dos años después. En el grabado Ribera simplificó la escena, eliminando varios elementos, y le dio un ambiente más diáfano al sustituir el murete del fondo por un paisaje. Como es habitual en los grabados reproductivos, la imagen impresa es invertida: Ribera la repitió al derecho en la matriz de cobre, y debido al efecto especular las estampaciones salen al revés.
A finales del siglo XVIII, el cuadro de Silenio ebrio forma parte de la colección de la casa Borbón de Nápoles y consecuentemente es expuesta dentro del Museo de Capodimonte.2

Descripción

La obra, cuyo fondo es un paisaje clásico, está realizada con una pincelada gruesa para las figuras y personajes, mientras que una más sútil, en negro, delimita los contornos ofreciendo un mayor efecto tridimensional.3
Grabado de Sileno ebrio realizado por el propio Ribera en 1628. Ejemplar conservado en elHermitage de San Petersburgo (Rusia).
La figura central es la de Sileno, leal compañero de Baco y el más borracho, más viejo y más sabio de sus seguidores. Ribera le representa acostado sobre una manta durante un festejo en honor de Baco y en el acto de acercar un recipiente (una concha) a un personaje situado detrás, quien vierte vino de un pellejo que porta sobre su espalda.4 En la derecha del lienzo se ve a Pan con orejas, cuernos y pezuñas de cabra que corona a su hijo Sileno con unas hojas de parra. En torno a Pan, se representan algunos otros objetos típicos del personaje como el pastor de ovejas, la tortuga (símbolo de la pereza) y la caracola (símbolo que anuncia su muerte).2
Al otro lado de la tela, en el ángulo inferior izquierdo, una serpiente (símbolo de sabiduría) muerde un pergamino donde aparece la fecha y firma. "Josephus de Ribera, Hispanus, Valentín/ et academicus Romanus faciebat/ partenope 1626".
Arriba, en la esquina de la derecha, se asoma el perfil de una Ninfa a quien Apolo (Otros lo identifican con Priapo) mira con deseo. En el lado opuesto, vemos a un joven sátiro sonriente de orejas puntiagudas que alza una copa en su mano y a su espalda un asno (símbolo asociado a las representaciones de Sileno) que rebuzna.
En general se trata de la representación clásica de una escena de la vida cotidiana retratada con una fuerte dosis de ironía y grotesca lucidez, algo que no tiene comparación con ningún otro pintor de aquellos años.






Ticio es un cuadro de José de Ribera, «El Españoleto», pintado al óleo sobre lienzo y con unas dimensiones de 227 x 301 cm. Firmado y datado en 1632, actualmente se conserva en el Museo del Prado de Madrid.

Historia

El cuadro pertenece a una serie de cuatro telas que representan los suplicios sufridos por los Gigantes de la mitología griegaTicioSísifoTántalo e Ixión, a quien Zeus castigó por diversos crímenes. De esta serie de cuatro (Ribera realizó al menos otra más con el mismo tema de la que sólo se conservan los bocetos) han llegado hasta nuestros días las telas de Ticio e Ixión, ambas obras en el Museo del Prado.1
No se conoce con exactitud quién hizo el encargo del trabajo a Ribera y la primera constancia documental que se tiene es su compra en 1634 a la Marquesa de Charela por parte del pronotario de Aragón, Jerónimo de Villanueva para la decoración del palacio del Buen Retiro. No obstante, por sus grandes dimensiones y el tema de las obras (interpretadas como la justicia implacable que recaerá sobre los arrogantes que atenten contra el poder reinante) se tiene casi la total certeza de que se trata de un encargo de la misma Casa Real. Las obras permanecieron sin interrupción en el Palacio del Buen Retiro hasta el siglo XVIII y poco después entrarían a formar parte de la colección del Prado.2

Descripción y estilo

Ticio, hijo de Elara y Zeus, trató de violar a Leto, madre de Apolo y Minerva, quienes en defensa de su madre, abatieron al gigante con sus flechas. Como los gigantes eran inmortales, Zeus arrojó a Ticio al Tártaro donde fue condenado a que un buitre le comiera el hígado (órgano donde los antiguos creían que residían las pasiones) durante toda la eternidad, pues el buitre se lo comía por el día y el hígado le volvía a crecer al gigante por la noche.
Sobre esta base, Ribera crea una obra magnífica a la vez que terrorífica y de una poderosa fuerza visual. Ticio yace boca arriba, con el cuerpo arqueado, agitando los brazos y la cabeza echada hacia atrás con un inenarrable gesto de eterno sufrimiento en su rostro mientras el buitre extrae el hígado por un boquete de su costado. Ribera se fijó en el Tántalo pintado por Tiziano para realizar su Ticio, colocando en diagonal el cuerpo del gigante con sus pies que se hunden en la oscuridad del Averno y su cuerpo y rostro, iluminados, se proyectan hacia delante invadiendo con violencia el espacio del espectador.


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