miércoles, 27 de abril de 2016

Neuroanatomía

el cerebelo

Introducción
El cerebelo es la  estructura encefálica que se originó del metencéfalo. Está alojado en la fosa craneana  posterior y junto con el puente y bulbo raquídeo forman el IV ventrículo. Se conecta con el tronco encefálico mediante los pedúnculos cerebelosos superiores (al mesencéfalo), los medios (al puente) y los inferiores (al bulbo).
Estructura Externa
En el cerebelo se describe una región central o vermis y dos zonas laterales o hemisferios. Desde el punto de vista funcional se describen tres lóbulos: el anterior, el posterior y el nódulo flocular. El lóbulo anterior se aprecia desde una vista de la cara superior del cerebelo. Está separado del lóbulo posterior (que algunos autores también denominan como lóbulo medio) por la fisura prima. El lóbulo posterior que es el más grande se encuentra entre la fisura prima y la fisura póstero-lateral, esa última fisura separa el lóbulo nódulo-flocular del resto del cerebelo. El lóbulo nódulo-flocular es el más pequeño del cerebelo, se aprecia bien en una vista anterior del cerebelo separado del tronco encefálico.
La superficie inferior del cerebelo muestra una depresión amplia entre ambos hemisferios, la cual se denomina vallécula. Es en esta vallécula donde se encuentra el vermis inferior. Hacia adelante y lateral del vermis se encuentran los pedúnculos cerebelosos, un poco mas lateral y desde una vista anterior se localizan los flóculos a ambos lados del cerebelo.
El vermis inferior está formado por tres estructuras que de adelante atrás son: el nódulo, la úvula y la pirámide. Se sabe que el nódulo, los flóculos y la língula, forman el cerebelo vestibular (arquicerebelo) el cual recibe las aferencias vestibulares del oído interno. Por otro lado el lóbulo anterior más la úvula , la pirámide y las amígdalas forman el cerebelo espinal (paleocerebelo) el cual recibe las aferencias propioceptivas del aparato locomotor vía haces espinocerebelosos anterior y posterior y cuneo-cerebelosos. Por último el lóbulo posterior formado principalmente por los hemisferios (neocerebelo) recibe aferencias de la corteza cerebral vía núcleos pontinos, vía núcleo olivar del bulbo y vía formación reticular.
Estructura interna
Al hacer un corte sagital del cerebelo llama la atención la distribución de la sustancia gris y de la sustancia blanca.
Sustancia gris
La sustancia gris forma una delgada capa superficial, la corteza cerebelosa, la cual está muy plegada formando los lobulillos, las láminas y las laminillas. Las laminillas tienen un centro de sustancia blanca como la nervadura de una hoja. El conjunto de todo esto visto en un corte sagital de cerebelo da la apariencia de un árbol, es el llamado �arbor vitae�. En la región central del cerebelo se encuentran los núcleos intracerebelosos, ellos son los núcleos dentados, emboliformes, globosos y fastigios.
La corteza es uniforme en todo el cerebelo, está constituida por tres capas. La más externa es la capa molecular, la media es la capa de las neuronas de Purkinje y la interna es la capa granular.
La capa molecular tiene dos tipos de neuronas, las células estrelladas que son más externas y las células en canasto ubicadas más internamente. Estas neuronas son poco numerosas y se encuentran distribuidas entre las arborizaciones dendríticas de las neuronas de las capas mas profundas y las fibras paralelas.
La capa de las células de Purkinje la forma un sólo estrato de neuronas. Las dendritas de estas neuronas se expanden como en abanico en la capa molecular transversalmente al eje longitudinal de la laminilla cortical.
La capa granular está llena de numerosas neuronas pequeñas con el núcleo densamente teñido y escaso citoplasma. Por ello se llaman células granulares. Además se encuentran algunas neuronas tipo golgi que arborizan sus dendritas en la capa molecular y cuyos axones terminan sinaptando con las dendritas de las células granulares. Los axones de las células granulares se dirigen a la capa molecular donde se bifurcan en forma de T para constituir las fibras paralelas que recorren longitudinalmente respecto del eje de las laminillas de la corteza. Estos axones sinaptan con las dendritas de las células de Purkinje.
Los axones de las células de Purkinje se proyectan hacia la sustancia blanca para sinaptar con los núcleos intracerebelosos. Algunas colaterales  de ellos hacen contacto sináptico con las células en canasto, estrelladas y otras neuronas de Purkinje.
Sustancia blanca 
En ella se encuentran tres grupos de fibras : a) intrínsecas b) aferentes c) eferentes.
Las fibras intrínsecas no abandonan el cerebelo y conectan diferentes regiones tanto ipsilateralmente como contralateralmente.
Las fibras aferentes forman la inmensa mayoría de las fibras del cerebelo, ellas penetran por los pedúnculos cerebelosos. Todas estas fibras terminan en la corteza formando ya sea las fibras musgosas que sinaptan con las células granulares o las fibras trepadoras que sinaptan con las neuronas de Purkinje.
Las fibras eferentes constituyen la salida (output) de toda la actividad del cerebelo . Ellas son axones de los núcleos intracerebelosos que proyectan a través del pedúnculo cerebeloso superior hacia el tálamo y núcleo rojo del lado opuesto.


 Cerebelo
   Es una estructura que se ubica detrás del tronco encefálico y debajo del lóbulo occipital de los hemisferios cerebrales. En su parte externa, está formado por una sustancia gris y en la interna por una sustancia blanca. Su función es dirigir la actividad motora del individuo. Controla movimientos musculares amplios  (motricidad gruesa) como caminar, y otros más específicos (motricidad fina) como poner la llave en la cerradura o enhebrar una aguja. Es una estructura con muchas circunvoluciones situada por detrás del cuatro ventrículo y de la protuberancia y unido al tronco cerebral por haces de fibras aferentes, que le llevan impulsos procedentes de la médula, bulbo, puente y cerebro medio y anterior. A su vez, de los núcleos del cerebelo nacen fibras eferentes para cada una de estas regiones.
    En el cerebelo la sustancia gris está en la corteza, mientras que la blanca está en el centro. El cerebelo tiende a ser grande y bien desarrollado en los animales capaces de movimientos precisos y finos; y su extirpación produce pérdida de la precisión y de la coordinación de los movimientos.
        El cerebelo se asemeja morfológicamente a una mariposa, con un cuerpo central alargado en sentido posteroanterior y dos alas dispuestas lateralmente a él, denominadas lóbulos cerebelosos: Las dos superficies del cerebelos (superior cóncava e inferior convexa) son bastante irregulares por la presencia de numerosos surcos más o menos profundos y curvilíneos, con una concavidad anterior y medial. La superficie cerebelosa, y algunos núcleos situados en el interior, están constituidos por sustancia gris (núcleo del techo, núcleo dentado, etc.); la sustancia blanca ocupa la parte restante y contiene numerosas fibras nerviosas, aferentes y eferentes, que llegan o salen del cerebelo a través de los pedúnculos cerebelosos superiores, medios e inferiores. Además se encuentran un discreto número de fibras nerviosas comisurales que ponen en relación zonas del hemisferio del mismo significado funcional y fibras nerviosas asociativas interpuestas entre las láminas de sustancia delimitada por los surcos cerebelosos. De gran importancia son los núcleos dentados, inmersos uno a cada lado en cada lóbulo y constituidos por una estría de sustancia gris, flexuosa, que delimita internamente una zona de sustancia blanca, característicamente reconocible en sección transversal del órgano y que recorre diferentes fibras nerviosas de conexión entre el cerebro y el bulbo, entre el cerebelo y el tálamo óptico, etc.
        Desde el punto de vista histológico las corteza cerebelosa presenta capa externa o molecular formada por células de pequeñas dimensiones, con numerosas prolongaciones; una capa interna o granular, o células de distintas formas y dimensiones y por último, una capa intermedia compuestas por células voluminosas (células de Purkinje), provistas de numerosísimas prolongaciones dendríticas, que alcanzan la capa molecular, y prolongaciones neuríticas que, penetrando en la capa alcanzan los núcleos de sustancias del cerebelo. Están además presentes células de neuroglia distribuidas en forma diferente.
Funciones:
  • Se asocia a actividades motoras iniciadas en otras partes del sistema nervioso.
  • Contribuye al control de los movimientos voluntarios proporcionándoles precisión y coordinación.
  • Regula y coordina la contracción de los músculos esqueléticos.
  • Controla los impulsos necesarios para llevar a cabo cada movimiento, apreciando la velocidad y calculando el tiempo que se necesitará para alcanzar un punto deseado. Así mismo, frena los movimientos en el momento adecuado y necesario.
  • Ayuda a predecir las posiciones futuras de las extremidades.
  • Es esencial para el mantenimiento de la postura y el equilibrio por sus conexiones kinestésicas y vestibulares.










Cerebelo
El cerebelo (metencéfalo) es un órgano presente en todos los vertebrados, pero con diferentes grados de desarrollo: muy reducido en los peces, reptiles y pájaros, alcanza su máximo desarrollo en los primates y en el hombre.
Ocupa las fosas occipitales inferiores y, por arriba, está cubierto por una lámina fibrosa, dependiente de la duramadre, llamada tienda del cerebelo, que lo separa de los lóbulos occipitales del cerebro (*). Por delante, se halla conectado al tronco del encéfalo mediante tres pares de cordones blancos, los pedúnculos cerebelosos superiores, medios e inferiores que, alejándose del hilio del cerebelo, llegan respectivamente al mesencéfalo, a la protuberancia y al bulbo. Tiene forma de elipsoide aplanado en sentido vertical, con un diámetro transversal de unos 9 cm., anteroposterior de unos 6 cm., y vertical de unos 5 cm. Está formado esencialmente por tres partes: una central, llamada lóbulo medio, y dos laterales, que constituyen los lóbulos laterales o hemisferios cerebelosos (*). En la superficie inferior del cerebelo, el vermis cerebeloso presenta anteriormente una eminencia redondeada, llamada úvula. Para poder observar por completo la superficie inferior del vermis cerebeloso, hay que separar los dos lóbulos de los hemisferios cerebelosos, llamados amígdalas que, al estar adosados al vermis, lo esconden en parte. Por delante de las amígdalas se encuentran dos lobulillos llamados flóculos. La superficie externa del cerebelo no es lisa, sino que está interrumpida por numerosos surcos que dividen a cada lóbulo en muchos lobulillos (lóbulo de la amígdala, del flóculo, lóbulo cuadrado, etc.)(*); otros más numerosos y menos profundos, son las láminas del cerebelo que dan a la superficie un característico aspecto estriado
Como las demás partes del neuroeje, el cerebelo está formado por la sustancia blanca y la sustancia gris.
  • La sustancia blanca, formada por haces de fibras mielínicas (la fibra mielínica es el cilindroeje de una célula nerviosa, revestido de una vaina de mielina), está dispuesta en el centro del órgano, donde constituye el cuerpo o centro medular irradiando hacia la periferia por medio de innumerables prolongaciones que constituyen el eje de cada lobulillo y de las láminas. Esta disposición de la sustancia blanca se conoce como arbol de la vida (*) .
  • La sustancia gris, constituida fundamentalmente por las células nerviosas y sus prolongaciones carentes de capa de mielina, está dispuesta principalmente en la periferia, donde forma la corteza cerebelosa, y se encuentra también, en menor proporción, en el seno del centro medular, donde forma los llamados núcleos centrales; éstos, en número de cuatro por cada lado, se denominan: núcleo dentado, núcleo emboliforme, núcleo globuloso y núcleo tegmental. De estos núcleos se originan principalmente los tractos que salen del cerebelo a través de sus pedúnculos, dirigiéndose a otras partes del sistema nervioso
La corteza cerebelosa (*) tiene un espesor de 1 mm. Se distinguen dos capas bien diferenciadas: una externa, de color gris claro, llamada capa molecular, y otra interna, de color amarillo rojizo, denominada capa granulosa; entre éstas se interpone una delgada capa constituida por gruesas células nerviosas, de aspecto bastante característico: las células de Purkinje (*)
  • La capa molecular está formada por numerosas fibras, entre las cuales se encuentran las células en cesta, así llamadas porque su cilindroeje, que tiene un curso horizontal, emite ramas colaterales que descienden hacia las celulas de Purkinje y se ramifican a su alrededor, formando una especie de nido o cesta. A la capa molecular llegan numerosas fibras trepadoras, procedentes, a través de la sustancia blanca, de otras partes del neuroeje, y que terminan adhiriéndose íntimamente a las dendritas de las células de Purkinje (*).
  • La capa media, o de las células de Purkinje, se caracteriza por sus notables dimensiones y por el aspecto de sus celulas. Éstas tienen forma de pera, con el polo más grueso vuelto hacia dentro y el delgado dirigido hacia fuera. Del polo externo parten dos o tres gruesas dendritas que se ramifican repetidamente, dando origen a una. rica arborización, cuyas ramas están dispuestas en el mismo plano; del polo interno parte un cilindroeje que se reviste con una vaina de mielina y desciende a la sustancia blanca, llegando hasta los núcleos centrales del cerebelo.
  • La capa granulosa está formada, sobre todo, por pequeños elementos, llamados gránulos, muy densificados, provistos de cuatro o cinco cortas dendritas y de un cilindroeje que asciende hacia la capa externa, donde se divide en T: sus ramas de división se relacionan con las arborizaciones dendríticas de numerosas células de Purkinje. Procedentes de otras partes del neuroeje, desde la sustancia blanca, llegan hasta la capa granulosa unas fibras, llamadas musgosas, porque terminan con unas características expansiones en forma de plumero.
El cerebelo resulta esencial para coordinar los movimientos del cuerpo. Es un centro reflejo que actúa en la coordinación y el mantenimiento del equilibrio. El tono del músculo voluntario, como el relacionado con la postura y con el equilibrio, también es controlado por esta parte del encéfalo. Así, toda actividad motora, desde jugar al fútbol hasta tocar el violín, depende del cerebelo. 



Tronco del encéfalo
El tronco del encéfalo está dividido anatómicamente en: mesencéfalo o cerebro medio, la protuberancia y el bulbo raquídeo (*) El mesencéfalo se compone de tres partes.
- La primera consiste en los pedúnculos cerebrales, sistemas de fibras que conducen los impulsos hacia, y desde, la corteza cerebral.
- La segunda la forman los tubérculos cuadrigéminos, cuatro cuerpos a los que llega información visual y auditiva.
- La tercera parte es el canal central, denominado acueducto de Silvio, alrededor del cual se localiza la sustancia gris. La sustancia negra también aparece en el mesencéfalo, aunque no es exclusiva de éste. Contiene células que secretan dopamina. Los núcleos de los pares de nervios craneales tercero y cuarto (III y IV) también se sitúan en el mesencéfalo
Protuberancia o puente
Situada entre el bulbo raquídeo y el mesencéfalo, está localizada enfrente del cerebelo. Consiste en fibras nerviosas blancas transversales y longitudinales entrelazadas, que forman una red compleja unida al cerebelo por los pedúnculos cerebelosos medios. Este sistema intrincado de fibras conecta el bulbo raquídeo con los hemisferios cerebrales. En la protuberancia se localizan los núcleos para el quinto, sexto, séptimo y octavo (V, VI, VII y VIII) pares de nervios craneales.
Bulbo raquídeo o médula oblongada
Situado entre la médula espinal y la protuberancia, el bulbo raquídeo (mielencéfalo) constituye en realidad una extensión, en forma de pirámide, de la médula espinal. El origen de la formación reticular, importante red de células nerviosas, es parte primordial de esta estructura. El núcleo del noveno, décimo, undécimo y duodécimo (IX, X, XI y XII) pares de nervios craneales se encuentra también en el bulbo raquídeo. Los impulsos entre la médula espinal y el cerebro se conducen a través del bulbo raquídeo por vías principales de fibras nerviosas tanto ascendentes como descendentes (*) . También se localizan los centros de control de las funciones cardiacas, vasoconstrictoras y respiratorias, así como otras actividades reflejas, incluido el vómito. Las lesiones de estas estructuras ocasionan la muerte inmediata.

Sistema límbico
Formado por partes del tálamo, hipotálamo, hipocampo, amígdala, cuerpo calloso, septum y mesencéfalo, constituye una unidad funcional del encéfalo (*). Antes se pensaba que estaba estrechamente ligado a la percepción olfativa, por lo que también se le denomina rinencéfalo. El sistema límbico mantiene estrechas interacciones bioquímicas y nerviosas con la corteza cerebral, considerándosele como el elemento encefálico encargado de la memoria, las emociones, la atención y el aprendizaje (*).
La amígdala está vinculada al comportamiento agresivo, el hipocampo a la memoria, y el septum pelucidum al placer. El giro cingulado y la comisura anterior cumplen una función de comunicación entre las distintas partes. Los cuerpos mamilares también cumplen una función de comunicación e intervienen de forma decisiva en los mecanismos de la memoria.
 
Pares craneales
Hay doce pares de nervios craneales, simétricos entre sí, que salen de la base del encéfalo (*). Se distribuyen a lo largo de las diferentes estructuras de la cabeza y cuello y se numeran, de adelante hacia atrás, en el mismo orden en el que se originan. Las fibras motoras controlan movimientos musculares y las sensitivas recogen información del exterior o del interior del organismo.
Los nervios cervicales, en número de 8 pares, proceden todos ellos de la médula espinal. Todos ellos posee cuatro tipos de fibras: motoras somáticas, efectivas viscerales, sensitivas somáticas y sensitivas viscerales.
 


Vascularización
El oxígeno y la glucosa llegan a las células nerviosas por dos pares de arterias craneales. Justo debajo del cuello, cada una de las dos arterias carótidas comunes se divide en una rama externa, la carótida externa que lleva sangre a la parte externa craneal, y una rama interna, la carótida interna, que lleva sangre a la porción anterior del cerebro. Las dos arterias vertebrales se unen formando la arteria basilar, que irriga la parte posterior del cerebro. A nivel de la base del cerebro existe un sistema denominado círculo de Willis que une ambos sistemas y sirve como compensación si se obstruye alguna de las arterias (*). El 25% del gasto cardiaco llega a los tejidos cerebrales a partir de una enorme red de arterias cerebrales y cerebelosas.
Los vasos cerebrales (arterias y arteriolas) son de tipo elástico, es decir, contienen poco músculo liso y, por lo tanto, tienen una contractilidad limitada. Los procesos astrocíticos se extienden a los capilares y los envuelven con un lámina u hoja perivascular formada por glía (*). La pared capilar consiste en células endoteliales que se solapan en sus bordes como las tejas y se unen unas a otras mediante unas uniones muy ajustadas (llamadas zónulas ocluyentes). Todo el capilar está rodeado por una lámina basal y por la cubierta astrocítica. La cubierta glial que rodea los capilares explica porqué es dificil el paso de materiales desde la sangre al cerebro formando la barrera hematoencefálica (conjuntamente con el endotelio capilar de los vasos cerebrales que no son fenestrados, a diferencia del endotelio de otros muchos órganos que tiene poros o fenestraciones)


Aferencias Cerebelosas
Como se mencionó al principio el cerebelo se divide en tres lóbulos y cada uno de ellos recibe aferencias  específicas diferentes. Así por ejemplo el neocerebelo recibe las aferencias provenientes de la corteza cerebral, la cual regula la actividad del cerebelo a través de tres circuitos; 1) el córtico-póntico-cerebeloso, 2) el córtico-ólivo-cerebeloso y 3) el córtico-retículo-cerebeloso.
El circuito córtico-póntico-cerebeloso se origina en amplias regiones de la corteza frontal, parietal, temporal y occipital. Los axones de las neuronas piramidales de esas áreas descienden a través de la corona radiada, cápsula interna, pedúnculos cerebrales para sinaptar luego en los núcleos pontinos ipsilaterales. Desde estos núcleos los axones cruzan al lado opuesto formando las fibras transversales del puente para luego ingresar por los pedúnculos cerebelosos medios a la corteza del hemisferio contralateral, como fibras musgosas.
El circuito córtico-ólivo-cerebeloso se origina también en áreas de la corteza frontal, parietal, temporal y occipital, de allí igual que el circuito anterior los axones descienden a través de la corona radiada, cápsula interna, para terminar sinaptando directamente en el núcleo olivar del bulbo o llegar a éste a trevés de una conección previa en cuerpo estriado. El núcleo olivar proyecta a su vez a la corteza neocerebelosa por los pedúnculos cerebelosos inferiores mediante las fibras trepadoras.
El circuito córtico-retículo-cerebeloso se origina en áreas amplias de la corteza cerebral, especialmente las áreas sómatosensorial y motora. Desde allí los axones descienden hasta la formación reticular del tronco la cual conecta a su vez con el neocerebelo vía pedúnculo cerebeloso inferior y medio, mediante fibras musgosas.
Todos los circuitos que la corteza cerebral establece con el cerebelo son importantes en el control de los movimientos voluntarios, ejerciendo estos circuitos los mecanismos de ajuste, coordinación y sincronización  necesarios.
El paleocerebelo recibe la información propioceptiva del cuerpo a través de tres vías 1) el tracto espinocerebeloso anterior, 2) el tracto espinocerebeloso posterior, 3) el tracto cuneocerebeloso.
El tracto espinocerebeloso anterior se origina del núcleo torácico de la médula espinal. La mayoría de los axones de las neuronas de éste núcleo cruzan  al lado opuesto, otros axones ascienden por el mismo lado. Este tracto penetra al cerebelo por el pedúnculo cerebeloso superior, terminando en la corteza del paleocerebelo como fibras musgosas. La información que  conduce es propiocepción de husos neuromusculares receptores de tendones y articulaciones de mienbro superior e inferior, además de información de la piel y fascia superficial.
El tracto espinocerebeloso posterior tambien se origina en el núcleo torácico de la médula espinal, pero en éste caso todos los axones que forman este tracto no se decusan, ascendiendo por el mismo lado de la médula para luego entrar al cerebelo vía pedúnculo cerebeloso inferior y terminar en la corteza del paleocerebelo como fibras musgosas. La información conducida es propiocepción del tronco y extremidad inferior.
El tracto cuneocerebeloso se origina en el núcleo cuneatus accesorio del bulbo raquídeo. Los axones penetran al cerebelo por el pedúnculo cerebeloso inferior terminando en la corteza del paleocerebelo como fibras musgosas. Este circuito lleva información propioceptiva de músculos del cuello.
El arquicerebelo recibe información vestibular de posición de la cabeza en el espacio. Estas aferencias provienen de núcleos vestibulares o directamente de neuronas del ganglio vestibular del oído interno. Los axones penetran por los pedúnculos cerebelosos inferiores y terminan en la corteza del arquicerebelo como fibras musgosas.
 
Eferencias del Cerebelo
La corteza cerebelosa envía todas sus eferencias por medio de las neuronas de Purkinje hacia los núcleos intracerebelosos. Estos núcleos a su vez proyectan hacia el tronco cerebral y al diencéfalo a través de diversos circuitos que transcurren por el pedúnculo cerebeloso superior.
-Vía dentotalámica. Los núcleos dentados envían axones que transcurriendo por el pedúnculo cerebeloso superior, lugar en que decusan al lado opuesto,  terminan sinaptando en el tálamo (núcleo ventral lateral principalmente). Luego los axones del tálamo ascienden por cápsula interna y corona radiada para terminar en el área motora primaria de la corteza cerebral. Este circuito permite que el neocerebelo de un lado influya en la actividad de la corteza motora del lado opuesto. Como la corteza motora a su vez controla los movimientos voluntarios de las motoneuronas inferiores del lado contralatreral, se entiende que el hemicerebelo de un lado coordine la actividad muscular del mismo lado del cuerpo.
-Vías dentato-rubral, globoso-rubral y emboliforme-rubral. Tanto los núcleos dentados, globosos como emboliforme envian axones, por pedúnculos cerebelosos superiores, al núcleo rojo del lado opuesto. Este núcleo proyecta hacia médula espinal por el tracto rubro-espinal que también se decusa. Del mismo modo que el circuito anterior los núcleos dentados, globosos y emboliformes que reciben aferencias de las neuronas de Purkinje del neocerebelo y del paleocerebelo, influyen en la actividad motora del mismo lado del cuerpo.
-Vía fastigio vestibular. Los axones de las neuronas de los núcleos fastigio que transcurren por los pedúnculos cerebelosos inferiores sinaptan principalmente en los núcleos vestibulares laterales. El núcleo vestibular lateral da origen al tracto vestíbulo espinal influyendo así en las motoneuronas del asta anterior. Algunos axones de los núcleos fastigios proyectan a la formación reticular del tronco cerebral de modo que vía tracto retículo-espinal también pueden influir en la motoneurona inferior.
Como resumen de todo el funcionamiento de los circuitos antes mencionados podemos decir que el cerebelo actua automáticamente (sin participación de la conciencia) en la coordinación de los movimientos precisos y finos del cuerpo, comparando la actidad de la corteza motora con la información propioceptiva que recibe de músculos tendones y articulaciones. Así puede realizar los ajustes necesarios de la actividad de las motoneuronas inferiores, como por ejemplo el nivel de descarga de ellas. Tambien el cerebelo envía información a la corteza cerebral motora para inhibir la musculatura antagonista y estimular los musculos agonistas, permitiendo hacer mas fluidos y precisos los movimientos voluntarios.
Otra función en la que participa el cerebelo es la mantención del equilibrio por las conecciones que mantiene con el sistema vestibular y por las modificaciones que puede realizar del tonus muscular. Por último el cerebelo juega un rol importante en la mantención de la postura del cuerpo.


Eferencias del Cerebelo
La corteza cerebelosa envía todas sus eferencias por medio de las neuronas de Purkinje hacia los núcleos intracerebelosos. Estos núcleos a su vez proyectan hacia el tronco cerebral y al diencéfalo a través de diversos circuitos que transcurren por el pedúnculo cerebeloso superior.
-Vía dentotalámica. Los núcleos dentados envían axones que transcurriendo por el pedúnculo cerebeloso superior, lugar en que decusan al lado opuesto,  terminan sinaptando en el tálamo (núcleo ventral lateral principalmente). Luego los axones del tálamo ascienden por cápsula interna y corona radiada para terminar en el área motora primaria de la corteza cerebral. Este circuito permite que el neocerebelo de un lado influya en la actividad de la corteza motora del lado opuesto. Como la corteza motora a su vez controla los movimientos voluntarios de las motoneuronas inferiores del lado contralatreral, se entiende que el hemicerebelo de un lado coordine la actividad muscular del mismo lado del cuerpo.
-Vías dentato-rubral, globoso-rubral y emboliforme-rubral. Tanto los núcleos dentados, globosos como emboliforme envian axones, por pedúnculos cerebelosos superiores, al núcleo rojo del lado opuesto. Este núcleo proyecta hacia médula espinal por el tracto rubro-espinal que también se decusa. Del mismo modo que el circuito anterior los núcleos dentados, globosos y emboliformes que reciben aferencias de las neuronas de Purkinje del neocerebelo y del paleocerebelo, influyen en la actividad motora del mismo lado del cuerpo.
-Vía fastigio vestibular. Los axones de las neuronas de los núcleos fastigio que transcurren por los pedúnculos cerebelosos inferiores sinaptan principalmente en los núcleos vestibulares laterales. El núcleo vestibular lateral da origen al tracto vestíbulo espinal influyendo así en las motoneuronas del asta anterior. Algunos axones de los núcleos fastigios proyectan a la formación reticular del tronco cerebral de modo que vía tracto retículo-espinal también pueden influir en la motoneurona inferior.
Como resumen de todo el funcionamiento de los circuitos antes mencionados podemos decir que el cerebelo actua automáticamente (sin participación de la conciencia) en la coordinación de los movimientos precisos y finos del cuerpo, comparando la actidad de la corteza motora con la información propioceptiva que recibe de músculos tendones y articulaciones. Así puede realizar los ajustes necesarios de la actividad de las motoneuronas inferiores, como por ejemplo el nivel de descarga de ellas. Tambien el cerebelo envía información a la corteza cerebral motora para inhibir la musculatura antagonista y estimular los musculos agonistas, permitiendo hacer mas fluidos y precisos los movimientos voluntarios.
Otra función en la que participa el cerebelo es la mantención del equilibrio por las conecciones que mantiene con el sistema vestibular y por las modificaciones que puede realizar del tonus muscular. Por último el cerebelo juega un rol importante en la mantención de la postura del cuerpo.

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