Arquitectura modernista
El edificio del Círculo Mercantil e Industrial y Teatro Cervantes, materializó con su inauguración en 1921 las aspiraciones existentes en Almería, desde varias décadas antes, de poseer un edificio noble para dedicarlo a actividades culturales y recreativas. El arquitecto Enrique López Rull diseñó en 1898 esta construcción monumental, notoriamente decorada, que encaja perfectamente dentro de los parámetros del eclecticismo de la época.
Descripción
Edificio exento de planta rectangular. De sus cuatro fachadas destaca la que mira al Paseo de Almería, situada en uno de los lados menores del rectángulo, en la que un cuerpo saliente de tres alturas y cinco huecos concentra los elementos decorativos a base de pilastras, cornisas de dentellones, balaustradas, frontones curvos, relieves con símbolos teatrales, mascarones, un tondo con la efigie de Cervantes y farolas con girasoles, que aportan una nota de estilo modernista.
Las fachadas laterales son mucho más sencillas, organizándose en la secuencia de vanos adintelados y cornisas que subrayan la distribución de las plantas.
En la zona contigua a la fachada principal están situadas las dependencias del Círculo Mercantil. El vestíbulo de entrada ofrece una notable decoración debida a T. Villalba y realizada en 1920. Un alto zócalo de azulejos bordea las paredes, las puertas presentan ricas tallas y enmarcamientos con pilastras y entablamentos y los techos son artesonados dorados.
Otra estancia destacada es el salón del primer piso que se divide en dos ámbitos por tres columnas jónicas. De su decoración cabe resaltar las pinturas del techo, relativas a la música y la danza, y los bodegones de flores colocados entre cariátides sobre las puertas.
El teatro tiene forma de herradura con una pronunciada curva hacia levante. La embocadura del escenario y los frentes de los tres pisos de palcos ofrecen variados motivos ornamentales de escayola dorada, centrando el techo un gran rosetón.
Leyenda
La leyenda más oída y conocida es una historia sobre la muerte de Conchita Montes y de Juan Aguilar.1
Conchita Montes era una actriz que iba a realizar una función muy esperada en su ciudad. Acababa de divorciarse de su marido, el Capitán de Caballería Carlos Verdugo, y ella, al conocer el carácter de Carlos, suponía que a causa del divorcio traería problemas, por lo que pidió la vigilancia para que Carlos no pudiera acceder al teatro, aunque accedió por la puerta de entrada a los actores y apuntó con su arma a Conchita nada más verla. Conchita cogió a un chico de 16 años, Juan Aguilar, el cuál era un aprendiz de imprenta, y lo colocó delante de ella con la finalidad de que Carlos se detuviera y no disparara. Pero no se frenó, y primero mató al joven y después le disparó a ella, y aun estando herida salió a interpretar su parte de la función hasta que en el propio escenario se desplomó.2
Los disparos se escucharon en la sala, pero la gente no se sorprendió porque pensaron que formaría parte de la obra teatral.
Desde entonces, algunas personas afirman que ocurren hechos extraños y que son causados por la presencia de los fantasmas de Juan Aguilar y de Conchita Montes.
El hotel Miramar o palacio de Miramar es un edificio de la ciudad española de Málaga, ubicado en el número 22 del Paseo de Reding en el barrio de La Caleta. Se trata de un edificio de estilo modernista, con la fachada principal orientada hacia la bahía de Málaga y el mar Mediterráneo. El inmueble, obra del arquitecto Fernando Guerrero Strachan y cuya construcción data de 1926, fue proyectado en origen como un hotel, aunque también ha servido como sede de la Audiencia Provincial. En la actualidad está ocupado por el Gran Hotel Miramar, un hotel de cinco estrellas que se inauguró parcialmente el 29 de diciembre de 2016.
Historia
Considerada la obra cumbre del arquitecto Fernando Guerrero Strachan, tras cinco años en construcción fue inaugurado el 10 de febrero de 1926 por el rey Alfonso XIII con el nombre «Hotel Príncipe de Asturias», aunque tras la proclamación de la Segunda República se le cambió el nombre por el de «Hotel Miramar».3 En el verano de 1936 y hasta la evacuación de la población por la entrada de las tropas franquistas en la ciudad el 7 de febrero de 1937, estuvo instalado en el edificio el hospital de sangre de la ciudad.
Tras la conclusión de la Guerra Civil en 1939 recuperó su función original como hotel acogiendo ilustres huéspedes de la realeza europea, del mundo de la cultura internacional y de la burguesía industrial malagueña. El Hotel Miramar estuvo operativo hasta el año 1967 cuando se produjo el cierre de sus instalaciones.4 5
En 1987 el palacio fue reorganizado para dar cabida a la Audiencia Provincial de Málaga, que en 2007 se trasladaría a la Ciudad de la Justicia de Málaga, quedando el edificio en estado de abandono mientras se iniciaban los trámites para que retornara a su función primigenia como hotel de lujo.6 7
En el año 2012 el hotel Miramar fue la recreación elegida para ocupar la portada de la Feria de Málaga sustituyendo a la anterior portada de la Tabacalera.8 9 10
En el año 2014 comenzó el proyecto para su rehabilitación después de varios años paralizado por la crisis económica de España.11 Su rehabilitación siguió el modelo para recuperar los elementos originales, la estructura y el esplendor del hotel primigenio perdidos por el estado de abandono y la agresiva reconversión para ocupar la sede judicial,12 aunque tuvo que superar ciertos escollos administrativos por la reconstrucción de las icónicas escaleras que se encontraban en ruina y la conservación de especies arbóreas en sus jardines.13 El proyecto hotelero llevado a cabo por el estudio del arquitecto José Seguí se orienta al turismo de lujo, para completar una oferta turística de la que adolecía la capital de la Costa del Sol, lo cual provocaba una fuga de visitantes a la cercana Marbella.14 15 El Ayuntamiento de Málaga ha destinado fondos para reurbanizar una de las calles aledañas hotel para reforzar su caracter peatonal y establecer un eje de conexión entre el Paseo de Reding y el paseo marítimo Pablo Ruíz Picasso.16
El nuevo hotel, que a fecha de octubre de 2016 aún no había sido inaugurado y que espera su apertura antes de finales de año, pertenece al grupo The Leading Hotels of the World y es gestionado por la cadena hotelera Santos.17 18
Arquitectura
El hotel de estilo decimonónico con aires historicistas, aunque con matices andaluces, fue construido siguiendo el modelo del Hotel Ritz de Madrid y del hoy abandonado 'Hotel Riviera Palace' de Montecarlo.19 20
Hasta su restauración hotelera, presentaba en su exterior amplios jardines, coloridos aleros y tejados a distinto nivel y una fachada con una vistosa policromía de cerámicas, forja y madera. En su interior hay un patio cuadrado donde conviven motivos árabes y de otros estilos como el plateresco salmantino o el isabelino francés. Destacaba su fachada polícroma combinando el color ocre con el beige de las pilastras almohadilladas, así como el colorismo de los tejados, aleros y decoración cerámica.
Fachada principal
La fachada principal se compone de un pabellón saliente que forma el eje central y dos cuerpos laterales que prolongan en vertical un piso más de altura, formando dos torretas cuadradas. El pabellón tiene en su frente tres arcos adintelados sobre pilares con pedestal de ladrillo, en tanto que los arcos posteriores situados sobre la escalinata de acceso al vestíbulo son de medio punto. En el alfiz que enmarca los arcos existe decoración pintada polícroma y sobre ella el nombre de su destino. Se remata el pabellón con una cornisa que sustenta el pretil de piedra de la terraza y con pequeños pilares en los que descansan airosas lámparas de hierro. Las ventanas del bajo están protegidas por una especie de guardapolvos de obra, común en algunos casos para tres de ellas. En el entresuelo hay óculos enmarcados. Los balcones del primer piso, volados sobre cúbicas ménsulas, se cubren por cornisas sobre alargadas ménsulas. La cornisa amensulada, que remata el segundo piso, sirve de base a una terraza cubierta con columnas corintias que unen el barandal de hierro. Sobre esta terraza se alza otra descubierta con barandal corrido de cerámica decorada con motivos vegetales y frutos y, en los puntos de mayor fuerza, bellos jarrones de cerámica vidriada verde y blanca. En el frente del ático que remata el eje central se labró un escudo entre pedestales coronados por bolas, en los extremos de la terraza hay dos figuras sedentes que no se observan desde la base del edificio. En el tercer piso de los cuerpos laterales, la ventana central se halla encuadrada por pilastras cajeadas de orden corintio que marcan la directriz de los chapiteles los cuales flanquean en el piso superior un barroco frontón. Se rematan las torres por alero volado sobre canes de madera.
Fachadas laterales
Las fachadas laterales se componen por un cuerpo central resaltado y otros de menor altura a los lados. En la fachada de cara al mar el eje central queda encuadrado entre dos torrecillas de proporciones cuadradas y ante ella se extiende un hermoso jardín hoy arruinado. El pabellón delantero es sustituido aquí por una señorial escalera de tres tramos y en el primer piso hay una preciosa terraza con arquería de medio punto. El barandal corrido en toda la longitud de la tercera y cuarta planta le da una característica particular a la fisonomía de esta fachada. Un factor que juega un importante papel en la belleza del edificio es la policromía. En los paramentos delanteros se combinan perfectamente el color ocre con el beige de las pilastras almohadilladas y el refuerzo de los ángulos del edificio. Las notas de color vienen dadas también por la pintura del pabellón así como por la cerámica del barandal de la terraza y los jarrones.
Destacan el uso de diversos elementos de tradición clásica como los órdenes arquitectónicos y las galerías de arcos que, junto a otros elementos de la tradición local como el uso de la cerámica, hacen de este inmueble un claro ejemplo del estilo historicista. Además, en este inmueble, al igual que en otras obras de este arquitecto, como el palacio de Tomás Bolín, las casas de Félix Sáenz, o el antiguo 18 de Julio, la individualización de tejados a distintos niveles resulta una peculiaridad destacada.
El Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera es un teatro diseñado en estilo regionalista andaluz por Teodoro Anasagasti, construido en 1926.
En 1988 fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
Plantea una alternativa racional dentro de su natural respeto al entorno urbano. Pese a sus reducidas dimensiones, la sabia organización espacial y la llamativa belleza de su fachada imponen su presencia sobre el conjunto vecino.
Historia
El rey Alfonso XIII le encarga al alcalde don Álvaro Dávila y Agreda, marqués de Villamarta, la construcción de un teatro, y elige un terreno en la plaza Romero Martínez donde anteriormente estaba el Convento de la Veracruz.1 El proyecto definitivo es elaborado por el arquitecto vasco Teodoro Anasagasti, que ya había diseñado varios edificios en Jerez de la Frontera. La construcción empieza el 10 de enero de 1927, colocando simbólicamente Miguel Primo de Rivera la primera piedra.
El 11 de febrero de 1928 se inaugura el teatro con 2000 localidades. En el espectáculo inaugural se presentan dos zarzuelas: La viejecita y El huésped del sevillano de mano de la compañía de zarzuelas y operetas de Eugenia Zuffoli. Poco tiempo después se comienza a proyectar cine mudo. Durante mucho tiempo es la famila Riba la encargada de gestionar el teatro, llevándolo a cotas nunca vistas en la provincia con un plantel de estrellas que llenaban el teatro día si día también. A esta familia, que fue la principal artífice de la llegada del cine a la ciudad hay que agradecer grandes tardes y veladas inolvidables de la cultura jerezana. En junio de 1986 se cierra el teatro y en 1988 lo compra el Ayuntamiento de Jerez. En 1994 se empiezan las obras de reformas del actual teatro. Entre las modificaciones más importantes están la reducción de las butacas a 1200 y la eliminación de algunas columnas de mampostería presentes en medio del patio de butacas debidas a la impresión que causó cuando se construyó la visión de un anfiteatro tan grande sin ninguna sujección.
El 21 de noviembre de 1996 se reinaugura con un recital de Alfredo Kraus acompañado por la Orquesta Filarmónica de Turingia, siendo gestionado por la "Fundación Teatro Villamarta".2
Actualmente acoge dos importantes eventos de proyección exterior: Festival de Jerez y el Centro Lírico del Sur. Este último, en colaboración con otras fundaciones andaluzas, realiza zarzuelas y óperas en producción propia.
La Fachada
La fachada del Teatro Villamarta es modernista con reminiscencias gaudianas y cierto sabor cubista. En ella se observan dos grandes torres, dos rejas y mosaicos florales. Las ventanas situadas en las torres tienen forma de botella de vino.
Es uno de los primeros edificios de España en los que se utiliza el hormigón.
La Sala
La sala tiene un aforo total de 1226 localidades. Se reparten de la siguiente forma:
- Anfiteatro: 315 localidades.
- Plateas: 62 localidades
- Patio de butacas: 581 localidade
- Palcos: 56 localidades
- Principal: 200 localidades.
La sala está decorada con maderas, tonos rojos y cenefas en tonos amarillos. Contiene dos lienzos de 1927 de Teodoro Miciano. Hay 5 lámparas de cristal.
El Escenario
El escenario tiene unas medidas de 18 metros de ancho por 9,80 metros de fondo (más 2,5 metros opcionalmente de la plataforma del foso de la orquesta). Las dimensiones del escenario pueda cambiar si la obra lo requiere, por medio de un mecanismo hidráulico, una plataforma situada al pie del escenario puede elevarse y agrandarlo. Abajo hay un hueco para los músicos en las representaciones líricas.
La Caja Escénica
La caja escénica tiene una medidas de 12,75 metros de embocadura por 9,80 metros de fondo y 8 metros de altura. La concha acústica tiene una superficie útil de 100 metros cuadrados. En la caja escénica hay un total de 215 focos y dos cañones de luz. En su interior tiene un cortafuegos de acero que cierra herméticamente la sala.
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