viernes, 6 de enero de 2017

Estilos arquitectónicos del siglo XX

Arquitectura modernista 


La casa El Torico, sita en la plaza Carlos Castel n.º 13 de Teruel (España), fue construida en el año 1912 por el arquitecto tarraconense Pablo Monguió para la familia López y recibe este nombre por el local que originariamente ocupaba la planta baja, destinado a la venta de tejidos. El uso primitivo comercial y residencial se transformó en los años ochenta para albergar las oficinas de la Caja Rural Provincial. El edificio sufrió una profunda reforma interior para adaptarlo a su nuevo uso y tan sólo se conservan las fachadas y dos columnas de fundición en la planta baja.
Se ubica en la plaza Carlos Castel n.º 13, en un privilegiado solar en esquina con fachadas a las calles Hartzembusch y Tras el Mercado. Exteriormente todo el conjunto se unifica a través del color violeta de sus fachadas combinado con motivos decorativos en blanco, animados por la presencia de algunos detalles realizados en ladrillo, cerámica y forja. En la fachada a la plaza, el edificio se resuelve en continuidad con la estructura porticada de la plaza y presenta tres pisos sobre los porches. En esta fachada Monguió utiliza un variado vocabulario formal dominado por la utilización de la línea curva, dentro de una composición simétrica que se rompe en la esquina con la calle Hartzembusch. Las otras dos fachadas están concebidas con una mayor simplicidad.
La casa es uno de los mejores edificios modernistas conservados en Aragón por su pureza estilística, sentido lúdico y libertad compositiva, todo ello resaltado por la armonía y el cuidado del detalle de los motivos decorativos en los distintos materiales. Por otro lado, es reflejo de un contexto histórico muy concreto, el de la ciudad de Teruel de principios del siglo XX, y de una nueva clase social burguesa con una mentalidad y unos gustos artísticos muy determinados que, en este caso, Pablo Monguió supo plasmar a la perfección.









La casa Ferrán, sita en la calle Nueva n.º 4 de Teruel (España) fue construida en 1910, es la primera obra plenamente modernista del arquitecto tarraconense Pablo Monguió en Teruel. El solar está definido por las calles Nueva, Laureano y El Salvador, por la medianera con la calle Nueva n.º 2, y por una pequeña casa incrustada en la finca. El volumen edificado ocupa todo el solar y consta de siete plantas: sótano, baja y entresuelo de uso comercial, tres alzadas y bajo cubierta de uso residencial.
Exteriormente la unidad del conjunto queda reforzada por el tratamiento común de las plantas bajas y de la coronación, mientras que el cuerpo central de las plantas alzadas y bajo cubierta, de acabado enfoscado en amarillo, presenta una mayor variedad compositiva. Hacia la c/ Nueva, las dos partes en que queda dividida la fachada presentan soluciones distintas, pero con composiciones análogas en plantas bajas y dos últimas plantas. En la parte derecha, la disposición de los tres elementos singulares, el óculo del portal, el de la parte superior y el mirador, equilibran compositivamente este alzado. Y en la izquierda, destaca el gran mirador achaflanado que pone en valor la esquina y que es el elemento más significativo del edificio. Las otras dos fachadas del edificio están concebidas con mayor simplicidad.
Todo el conjunto destaca por la elegancia y el dinamismo de su decoración modernista, de inspiración principalmente vegetal y formas sinuosas, en la que sobresalen las labores de forja y fundición. Por otro lado, interiormente destacan el arrimadero de mármol, el artesonado y el cerramiento del portal, la cancela del vestíbulo y la caja de escalera. El local comercial, aunque transformado, mantiene la esencia al conservar algunos elementos originales de interés.
La casa Ferrán es reflejo de un contexto histórico muy concreto, el de la ciudad de Teruel de principios del siglo XX, y de una nueva clase social burguesa con una mentalidad y unos gustos artísticos muy determinados que, en este caso, Pablo Monguió supo plasmar a la perfección.










La casa La Madrileña sita en la Plaza Carlos Castel n.º 8 de Teruel (España) fue diseñada por el arquitecto tarraconense Pablo Monguió para la familia Garzarán y construida hacia 1912 en estilo modernista.

Responde a la tipología de casa de pisos para alquilar propia de principios del siglo XX y recibe este nombre por el local comercial que originariamente ocupaba la planta baja. Está situado en la plaza Carlos Castel n.º 8 y ocupa una estrecha parcela entre medianeras de unos 4,60 m de fachada y 28 m de profundidad.
Las limitaciones dimensionales de la parcela, se ven compensadas por el tratamiento de la fachada a la plaza que aprovecha al máximo las posibilidades expresivas del modernismo. La esmerada decoración presenta una composición simétrica en color azul claro combinado con detalles en blanco y estructurada en base al gran óvalo que enmarca los tres huecos de las tres plantas alzadas. En la parte superior, sobre el óvalo, una decoración de líneas curvas forma pliegues en relieve que se funden con las formas sinuosas de las cuatro ventanas del bajo cubierta. La decoración floral de esta parte asemeja guirnaldas que parecen colgar de las cinco zapatas de madera que sustentan el alero decorado con cerámica vidriada en su parte inferior. La rejería se atribuye a Matías Abad y destaca por ser una de las más puramente modernistas de Teruel.
En su fachada la delicadeza, el dinamismo y el gusto por los motivos naturales, ya sean vegetales o animales (mariposa), propios del modernismo dan lugar a una magnífica composición en la que estructura y decoración forman un todo indisoluble.
La Casa «La Madrileña» es reflejo de un contexto histórico muy concreto, el de la ciudad de Teruel de principios del siglo XX, y de una nueva clase social burguesa con una mentalidad y unos gustos artísticos muy determinados que, en este caso, Pablo Monguió supo plasmar a la perfección. Por último, podemos decir que exteriormente conserva gran parte de su autenticidad e integridad, pero en el interior, su imagen ha sido algo alterada.

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