Boodes fue un senador y oficial de marina cartaginés que sirvió durante la primera guerra púnica. Comando con éxito la expedición a Lípari donde capturó al cónsul romano Cneo Cornelio Escipión Asina.
Bostar (Griego: Βώστωρ, Βώσταρος) (fl. 256 a. C.) fue un general cartaginés que combatió durante la primera guerra púnica. Uno de los tres comandantes1 de las fuerzas cartaginesas enviadas contra el cónsul romanoMarco Atilio Régulo cuando éste invadió África en 256 a. C.2
Aunque los planes iniciales eran enfrentarse a las legiones romanas en la llanura, donde la superioridad cartaginesa en caballería y elefantes habría permitido oponerse a los romanos en superioridad de condiciones, los generales cartagineses retiraron el ejército a las montañas, donde las fuerzas montadas resultaban inútiles. Las tropas púnicas fueron masacradas en la Batalla de Adís, y Bostar fue tomado prisionero junto a sus dos colegas.
Tras la muerte de Régulo, Bostar y Amílcar fueron entregados a los familiares del cónsul, quienes se comportaron con ellos con tal brutalidad que acabaron con la vida de Bostar.3
Según Diodoro,4 la crueldad de la familia levantó tal vergüenza en Roma que los hijos de Régulo creyeron recomendable quemar el cuerpo del general y enviar sus cenizas a Cartago.
Cartalón (m. aprox. 209 a. C.) fue un militar y diplomático cartaginés, oficial del ejército de Aníbal durante la segunda guerra púnica. Durante la campaña de Italia se destacó en una exitosa escaramuza contra los romanos al mando de la caballería númida, y tras la batalla de Cannas, Aníbal le envió a Roma como enviado de paz. La delegación que le acompañaba incluía un grupo de prisioneros romanos por los que los púnicos esperaban obtener un rescate. Sin embargo, el recientemente nombrado dictador Marco Junio Pera envió un mensajero a los cautivos, animándolos a escapar por la noche.
En 209 a. C., Cartalón servía como comandante de la guarnición de Tarento, que había caído ante Aníbal cuatro años antes, cuando Quinto Fabio Máximo dirigió a las fuerzas romanas en una ofensiva para recuperar la ciudad. En la subsiguiente batalla, cuando la derrota parecía inevitable, Cartalón depuso las armas con la intención de rendirse ante Fabio, pero fue asesinado antes de que tuviera la oportunidad de contactar con él.
Epícides (Cartago - después de 210 a. C.) fue tirano de Siracusa del 214 al 212 a. C. con su hermano Hipócrates de Siracusa.
Hijo segundogénito de una cartaginesa y del hijo de un siracusano exiliado por orden de Agatocles, sirvió de joven valerosamente con su hermano en el ejército de Aníbal y fue enviado en embajada al tirano de Siracusa, Hierónimo. Ambos lograron convencer al joven soberano a renunciar a la alianza con los romanos.
El asesinato del tirano y la revuelta que siguió, asustó a los dos cartagineses, que primera pensaron volver a su patria, y luego comprendieron que podrían conseguir beneficios de aquella situación. Después del asesinato del general Adranodoros, tomaron el poder. Pero en la ciudad volvió a prevalecer el partido filorromano, y los dos fueron obligados a refugiarse en Leontino. Allí los atacó Marco Claudio Marcelo, que se enemistó de nuevo con los siracusanos por sus crueldades, que aclamaron a Hipócrates y Epícides como nuevos tiranos.
Marcelo inició el asedio de Siracusa, que fue defendida audazmente por ambos y luego sólo por Epícides, mientras que Hipócrates fue a defender otras partes de la isla gracias a la ayuda de Himilcón. Intentó evitar la caída de la ciudad, que fue conquistada casi por completo por Marcelo, gracias a algunos traidores. Después de la derrota y la muerte de Hipócrates, Epícides encontró a Bomílcar que llegó con su ejército.
Después de la renuncia de este último, Epícides se vio derrotado y se refugió en Agrigento, donde colaboró con el jefe militar númida, Mutines. Después de la conquista de esta ciudad, en 210 a. C., volvió con Hannón a su patria y de él se perdieron sus huellas.
Aníbal Giscón (h. 300-290 - 260 a. C.), comandante en jefe cartaginés durante la primera guerra púnica contra Roma. Sus esfuerzos resultaron vanos y su eventual derrota en batalla precipitó su caída y posterior ejecución.
La primera fuente histórica nos habla de Aníbal Giscón en el año 261 a. C., como general al mando de la guarnición asediada por los romanos en Agrigento. A pesar de la tenacidad mostrada por Giscón y sus hombres, y de la llegada de refuerzos liderados por Hannón, la ciudad cayó en manos romanas. Aníbal consiguió escapar a Cartago en las postrimerías de la batalla. Aparentemente, su derrota - debida más a la persistencia del asedio romano que a su propia incompetencia - no fue óbice para la continuidad en el mando de Giscón. Al año siguiente (260 a. C., regresó como almirante al mando de la flota cartaginesa en el estrecho de Mesina. Los romanos se disponían a lanzar su primera flota y Cartago decidió impedirlo. Giscón derrotó y capturó al cónsulCneo Cornelio Escipión Asina en la batalla de las Islas Lípari, victoria que careció de significado estratégico, dado que el grueso de la flota romana continuó maniobrando en las aguas circundantes. Más tarde, en el 260 a. C., Giscón fue el primer general en padecer los efectos del corvus de abordaje romano. Confiado en la superioridad naval de Cartago, dispuso sus barcos en la formación tradicional en línea antes de la batalla de Milas. Aunque inexpertos en combates navales, los romanos liderados por el cónsul Cayo Duilio derrotaron estrepitosamente a la flota cartaginesa, debido principalmente a sus innovadoras tácticas.
En el 258, fue enviado a defender Cerdeña del ataque romano siendo fácilmente derrotado por el general romano Cayo Sulpicio Patérculo. Tras esta nueva pérdida de confianza de sus superiores, Giscón fue ejecutado por incompetencia poco después, junto a otros generales cartagineses derrotados. Según algunas fuentes, fue crucificado por sus propios hombres.
Asdrúbal, hijo de Giscón (en la transcripción latina, la forma fenicia original del nombre era Azruba'al, literalmente, "la ayuda de Baal"), fue un general cartaginés en Hispania durante la segunda guerra púnica.
Es mencionado cuando fue enviado a la provincia con un fuerte ejército en 214 a. C. y por cooperar con Asdrúbal Barca y Magón Barca, hijos de Amílcar Barca. Los tres generales tuvieron algunas disputas según dejan entrever los escritores romanos.
Tras la salida de Hispania de Asdrúbal hacia Italia, Asdrúbal Giscón fue encargado de defender Lusitania y las provincias occidentales evitando la batalla con los romanos. Durante el año 208 a. C. no tuvo actividad militar y en 207 a. C. aparece en Gades, donde se le reunió Magón con los restos de su ejército que había sido derrotado por Marco Silano. Como Escipión seguía a Magón y quería forzar a Asdrúbal a librar batalla, Asdrúbal eludió el combate y se parapetó detrás de las murallas sin emprender ninguna acción.
En 206 a. C. recibió refuerzos de Cartago y su ejército aumentó a 70.000 infantes, 4.000 jinetes y 32 elefantes con los que ya podía enfrentarse con seguridad a los romanos. La batalla se produjo en el lugar que Plinio llama Eling y Tito Livio llama Silpat, en el distrito minero de la Bética, pero fueron derrotados y con el resto del ejército se refugiaron en Gades.
Asdrúbal consideró perdida Hispania e inició conversaciones con los jefes africanos, cuando ya Escipión había iniciado contactos con Sifax, rey de los Masesilos. Fue a la corte del rey númida, donde habría llegado al mismo tiempo que Escipión, y durante unos días conversó con el general romano y con el rey, al que logró sacar de la alianza con Roma gracias a su hija Sofonisba, que se casó con el rey númida. Pero entonces el rey de los Masilios, Masinisa, al que Sofonisba había sido prometida, se alió con los romanos, si bien Asdrúbal prefería la alianza de Sifax al que consideraba más poderoso. Sifax invadió el territorio de Masinisa y lo expulsó de sus dominios.
En 204 a. C. Escipión desembarcó en África y Cartago envió al general Asdrúbal Giscón con un ejército de 30.000 hombres y 3.000 jinetes a los que se unió Sifax con 50.000 númidas y 10.000 jinetes. Con estas fuerzas delante, Escipión tuvo que levantar el asedio de Útica y establecerse en una posición protegida en un promontorio en la costa; Asdrúbal y Sifax formaron dos campos separados y bloquearon al romano en el invierno del 204 al 203 a. C.. Sifax, sin embargo, entró en conversaciones con Escipión, que mientras tanto había planeado incendiar los dos campamentos enemigos, lo que pudo llevar a cabo con la ayuda de Masinisa. Incendiados repentina y simultáneamente ambos campamentos, los romanos se lanzaron sobre ellos y parece que mataron a miles de enemigos cuando huían en la oscuridad y en la confusión. Asdrúbal y Sifax escaparon, reorganizaron las fuerzas y se enfrentaron a Escipión en una batalla decisiva, siendo derrotados.
Sifax huyó a su reino y Asdrúbal volvió a Cartago (203 a. C.). Ya no vuelve a ser mencionado ni por Polibio ni por Tito Livio pero Apiano dice que en realidad no regresó a Cartago, donde probablemente habría sido condenado a muerte, sino que reunió una fuerza de mercenarios y númidas y se dedicó a la guerra por su propia cuenta, por lo que el gobierno cartaginés le condenó a muerte. Asdrúbal había continuado cooperando con el nuevo comandante cartaginés Hannón, y cuando Aníbal Barca volvió y tomó el mando, su sentencia de muerte fue revocada y las tropas unidas formalmente a las del gran general, pero dentro de la ciudad tenía la hostilidad de la población y un día, en unos disturbios, fue atacado por el pueblo y huyó hasta la tumba de su familia, donde se suicidó tomando un veneno; su cabeza fue cortada y paseada en triunfo por las turbas por las calles de la ciudad.
Giscón (Gisco, Γίσκων) fue un oficial cartaginés al servicio de Aníbal. Su historia es explicada por Plutarco y dice que fue con su jefe a explorar el terreno antes de la batalla de Cannas y cuando vio la gran cantidad de soldados romanos, se mostró muy sorprendido. Aníbal, con mucho sentido del humor le dijo: «Otra cosa que se te ha pasado, Giscón, es todavía más sorprendente — que aunque haya tantos de ellos, no hay ninguno de entre todos ellos que se llame Giscón».
Derrotado Asdrúbal Giscón en 206 a. C., el general Magón se refugió en Gades y envió a Hannón para reclutar mercenarios entre las tribus de Hispania; Hannón pudo reclutar una fuerza importante pero antes de organizarse fue atacado y derrotado por Cayo Lucio Marcio Séptimo. Hannón pudo huir del campo de batalla con un pequeño cuerpo de tropas pero los mismos mercenarios lo entregaron al general romano un poco después.
Asdrúbal Hannón fue un general cartaginés, hijo de Hannón.
Cuando el cónsul Marco Atilio Régulo invadió África en el año 256 a. C., Asdrúbal, Bostar y Amílcar1 fueron enviados a enfrentarse con él. Régulo los venció en la batalla de Adís, cerca de Cartago, en 255 a. C. Después de esto, Asdrúbal sometió la polis de Agrigento, en Sicilia. Intentó conquistar Palermo, hacia 251 a. C., que se encontraba en poder de los romanos, cosa que no consiguió porque le derrotó el cónsul Lucio Cecilio Metelo.
Hannón, hijo de Aníbal Giscón, fue un general cartaginés durante la primera guerra púnica (264 a 241 a. C.).1
Historia
Antes de la batalla de Agrigento, Aníbal Giscón estaba en la ciudad de Agrigentum, asediada por los romanos, y Hannón fue enviado para proporcionar alivio. Hannón concentró sus tropas en Heraclea Minoa, y capturó la base de suministro romana en Herbeso.2 Mandó a su caballería numidia atacar a la caballería romana, para luego fingir una retirada. Los romanos persiguieron a los numidios cuando retrocedieron, y fueron abordados por la principal columna cartaginesa, padeciendo muchas pérdidas.3 El asedio duró varios meses antes de los romanos derrotasen a los cartagineses y forzaran a retroceder a Hannónr.
Hannón hijo de Bomílcar fue uno de los más distinguidos oficiales de Aníbal, el gran general cartaginés, en su expedición a Italia. Según Apiano era sobrino de Aníbal, cosa que por la edad y por lo que dice Polibio resulta bastante dudoso, si no imposible. En todo caso fue un militar y personaje de alto rango e hijo de uno de los sufetes de Cartago.
Se le menciona por primera vez en las fuentes en el paso del Ródano, cuando Aníbal le encargó cruzar el río tan pronto como pudiera con parte de sus tropas hispanas. Los guías galos le indicaron un punto más arriba, donde el río discurría en torno a un islote, presentando un lugar de paso más ancho y menos profundo. Los hispanos cruzaron en odres y el resto de las tropas con las balsas que habían construido. Hannón bajó por el río al otro lado y atacó a los galos de la zona (que obstaculizaban a Aníbal) por la espalda, los derrotó, y así el resto del ejército pudo cruzar sin oposición.2
Vuelve a aparecer en la batalla de Cannas (216 a. C.), en la que dirigió el ala derecha de los cartagineses.3 Tras la victoria Aníbal lo envió a Lucania en ayuda de los lucanos sublevados; aquí se enfrentó al año siguiente (215 a. C.) con las fuerzas romanas bajo el mando del cónsul Tiberio Sempronio Longo, que le derrotó en Grumento y le hizo retirarse a Brucia.
Antes del verano se le unió Bomílcar con los refuerzos enviados desde Cartago, que estableció con seguridad en las cercanías de Nola. Aníbal intentó conquistar Nola sin éxito y finalmente se retiró a sus cuarteles de invierno en la Apulia y dejó a Hannón en Brucia para alcanzar el gobierno con las fuerzas que tenía ya de antes. Los brucios se declararon partidarios de Cartago, pero en cambio las polis (ciudades griegas) eran favorables a Roma y sólo Locros les siguió.
Hannón ocupó Crotona y en la primavera del 214 a. C. avanzó hacia Campania en apoyo de Aníbal con 18.000 hombres principalmente brucios y lucanos y cuando estaba cerca de Benevento se encontró con el pretor Tiberio Sempronio Graco y después de un obstinado combate fue derrotado y erróneamente se retiró a Brucia, retirada estratégicamente inadecuada.
En 213 a. C. se enfrentó con una fuerza irregular reclutada por el romano Lucio Pomponio, en la que derrotó y dispersó. En 212 a. C. Aníbal le ordenó avanzar con provisiones hacia Capua, que los romanos intentaban sitiar; Hannón a pesar del delicado estado de la situación, cumplió la tarea y llegó con su ejército hasta Benevento pero la negligencia de los capuanos, que no facilitaron el transporte, retrasó la llegada de suministros y los romanos aprovecharon la situación para aprovecharse de parte de los materiales e incluso atacaron el campamento de Hannón que fue saqueado. Hannón pudo escapar con los restos de su ejército hacia Brucia, donde poco después compensó su derrota con la conquista de Turios.
Durante un tiempo no vuelve a aparecer en las crónicas. En 207 a. C. aparece un Hannón como comandante de Metaponto, pero tal vez es un personaje diferente. En 203 a. C. un Hannón fue nombrado como sucesor de Asdrúbal Giscón como comandante de África, este Hannón es llamado por Apiano hijo de Bomílcar y hay que pensar que se trata del mismo personaje, pero no se sabe cuándo regresó .
Fue el comandante cartaginés en la última fase de la guerra. Planeó incendiar el campamento de Publio Cornelio Escipión en combinación con Asdrúbal, legalmente un fuera de la ley, pero el plan fue descubierto y no se pudo llevar a cabo, un ataque al campamento de Escipión cercano a Útica fue rechazado, después parece que permaneció sin actividad esperando el regreso de Aníbal de Italia, cuando llegó el gran general fue reemplazado en el mando y sustituido por Aníbal. Después de esto, ya no vuelve a ser mencionado en las fuentes.
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