miércoles, 11 de enero de 2017

Palacios por países - Rusia


El Palacio de los Sóviets (en ruso, Дворец советовDvoréts Sovétov) fue un proyecto arquitectónico que propuso el gobierno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en la década de 1930 para la ciudad de Moscú, pero que nunca llegó a realizarse. Se trataba de un colosal edificio administrativo que representaría el monumento supremo del estado socialista y estaría destinado, además, a alojar congresos, celebraciones, etc. El edificio debía convertirse en lo que vino a llamarse la "Nueva Moscú".
Se conservan numerosas maquetas y otros registros originales, además de muchos otros que han ejecutado diferentes arquitectos y maquetistas, el más destacado de los cuales es el realizado a finales de los años 1990 el arquitecto japonés Takehiko Nagakura por medio de una animación virtual de este proyecto.

Historia

El edificio que precedió y sucedió el Palacio de los Soviets, la Catedral de Cristo Salvador.
Tras la publicación del concurso del Palacio de los Sóviets, se plantearon varias versiones de diferentes estilos arquitectónicos, sobre todo constructivistas, aunque en la fase final del concurso se optó por el estilo arquitectónico conocido como "gran estilo" (Большой стиль). Según el proyecto final, de Borís Iofán, el edificio de 415 metros de altura debía convertirse en el más alto del mundo, y en su cima se colocaría una estatua de Lenin de 100 metros.
Los críticos de la arquitectura europeos reaccionaron furiosos ante esta decisión. Le Corbusier y Sigfried Giedion, que dominaban el CIAM, protestaron ante Stalin, utilizando retórica comunista, que la "decisión del soviet es un insulto al espíritu de la Revolución y al plan quinquenal... es una traición trágica."1
En 1931 fue demolida la Catedral de Cristo Salvador de Moscú (Храм Христа Спасителя) para la construcción del Palacio de los Sóviets.2 Enseguida después de que se retirasen las ruinas comenzaron las tareas de preparación para erigir el edificio, en particular un enorme foso para los cimientos.
Las obras avanzaron con rapidez durante la primera mitad de los años 30, pero posteriormente perdieron vigor por la aparición en Moscú de otros proyectos arquitectónicos de gran envergadura, por problemas geológicos con los cimientos y, finalmente, por el inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Después de la guerra, la construcción del Palacio de los Sóviets quedó prácticamente paralizada. Fue la época en que se erigieron los Altos Edificios de Moscú, que tomaron prestadas algunas ideas del proyecto del Palacio de los Sóviets.
El Gobierno de la URSS no renunció formalmente al proyecto del Palacio de los Sóviets hasta 1961. El foso de los cimientos sirvió para la construcción de la piscina Moskvá al aire libre, mientras que la estación de metro Dvoréts Sovétov (Palacio de los Sóviets), abierta en 1935, pasó a llamarse Kropótkinskaya. Finalmente, en los años 90, se utilizaron los cimientos para la reconstrucción de la catedral demolida en los años 30.

Imagen sobre como debió lucir el "Palacio de los Sóviets".










La Villa de los Zares (ruso: Ца́рское Село́, Tsárskoye Seló) fue residencia de la familia imperial rusa cerca de San Petersburgo y centro de recibimiento de la realeza y la nobleza exterior. El conjunto de palacios y parques, hoy en la ciudad de Pushkin, así como su centro histórico forman parte, con el código 540-006, del lugar Patrimonio de la Humanidad llamado «Centro histórico de San Petersburgo y conjuntos monumentales anexos».1
El centro de palacios de la Villa (o, mejor dicho, el palacio) se sitúa a 24 kilómetros al sur de la ex-capital zarista, San Petersburgo. El territorio donde actualmente se erige el palacio pertenecía, en el siglo XVII, a un noble sueco hasta que, a finales de aquel siglo, el territorio fue conquistado por el zar Pedro I de Rusia. El nombre del lugar tiene un origen del finés, ya que se llamaba "saari" (isla) pronunciado por los rusos en el siglo XVIII como Tsárskoye Seló y finalmente sustituido en el siglo XIX por el actual.
En 1708 el zar Pedro I donó los territorios a su futura esposa, la zarina Catalina I de Rusia, que fundó en 1724 la Blagovéschenskaya, la iglesia de la Anunciación. Fue la misma zarina Catalina quien inició allí la construcción de una casa de campo, que se convirtió en el primer Palacio de Catalina.
El Palacio de Alejandro fue construido por la zarina Catalina II de Rusia como residencia de su nieto preferido, el futuro zar Alejandro I de Rusia. Con el paso del tiempo se convirtió en la residencia de los zares Nicolás I de Rusia y Nicolás II de Rusia.
A finales del siglo XVIII, la Villa se hizo popular como un centro de veraneo entre la nobleza rusa. Se creó una nueva ciudad próxima, Sofía (Ingria), por orden de Catalina II de Rusia, para situar allí la guardia imperial. Esta nueva ciudad se unió a la Villa en 1808.
La catedral de la Ascensión fue diseñada por el arquitecto inglés Carlos Cameron con estilo neoclásico. En 1811Alejandro I creó un Liceo al lado del Palacio de Catalina en el cual asistió Aleksandr PushkinAleksandr Gorchakov y Mijaíl Saltykov-Shchedrín. La tradición literaria de la Villa continuó en el siglo XX con Ana Ajmátova e Innokienti Ánnienski.
En el siglo XIX, la ciudad escapó de la industrialización a pesar de la línea de ferrocarril que une San Petersburgo y la Villa, la primera en ser construida en 1837. En 1917 se instaló una potentísima estación de radio y en la primavera de ese mismo año residió, bajo detención, el zar Nicolás II de Rusia con su familia.
En 1918 con la llegada del socialismo y la URSS de Tsárskoye Seló cambió de nombre, llamándose Détskoye Seló (Villa de los niños), cambiando nuevamente de nombre por el de Pushkin (1937) en honor del centenario de la muerte del poeta ruso. Durante unos años vivieron en la ciudad un grupo de menores enviados por la República española ("niños de Rusia") huyendo de la Guerra Civil.2
El 17 de septiembre de 1941 los ejércitos de la Alemania Nazi ocuparon la ciudad, destruyendo muchos monumentos históricos, edificios y otras piezas culturales, entre las cuales se encontraba la famosa Sala de Ámbar, restaurada en 2003 con fondos del gobierno federal alemán como reparación de guerra y con motivo del tercer centenario de la fundación de la ciudad de San Petersburgo.
Tras la Segunda Guerra Mundial se planeó la restauración total del complejo, ya que muchas partes del recinto habían sido destruidas. Hoy en día, todavía no se ha acabado la reconstrucción del Palacio de Alejandro y de la iglesia palatina.

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Katharinenpalast, Puschkin 09 2015 Bild 1-5b.jpg

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