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Nociones básicas
ocasionalmente
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El sistema de escritura ugarítico es consonántico nacido hacia el 1400 a. C. El sentido de la escritura es de izquierda a derecha, aunque ocasionalmente es de derecha a izquierda.
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Una ciudad especial
Durante el tercer y segundo milenio antes de Cristo, los centros de la civilización cananea fueron Biblos, Tiro y la antigua ciudad de Ugarit, en la Fenicia septentrional. Esta última ciudad ha adquirido una importancia fundamental debido a la gran cantidad de tablillas halladas en las excavaciones allí realizadas. Algunas de esas tablillas estaban escritas en acadio, otras en hurrita, pero hay un tercer grupo en que la arcilla aparece inscrita con un nuevo tipo de escritura cuneiforme, distinta a la de los dos grupos anteriores.
Mapa de difusión de los sistemas cuneiformes
El primer sistema cuneiforme alfabético
La característica más especial de la nueva escritura es la brevedad de las palabras, el uso de un signo para separarlas y, lo que es más importante, el hecho de que solamente se utilizasen 30 signos en lugar del enorme número de signos cuneiformes empleados en el acadio. Es decir, el sistema de escritura ugarítica, a diferencia de otros de aquel tiempo, es un sistema alfabético. El dibujo inferior muestra los 30 signos del alfabeto de Ugarit. La transcripción de los signos es como sigue:
a b g h d h w z h t y k s l
m d n z s ' p s q r t
g t i u s
m d n z s ' p s q r t
g t i u s
Además, las tablillas de arcilla encontradas en Ugarit muestran que, por primera vez, se ordenan las letras y el orden 'a, b, g, etc. se extenderá después a los abecedarios griego y romano.
Dada la cercanía geográfica y territorial, parece imposible que no hubiera una estrecha relación entre el alfabeto de Ugarit y el alfabeto fenicio. La tabla inferior muestra las relaciones entre la escritura ugarítica, el alfabeto fenicio y el silabario acadio.
La tabla inferior muestra un ejemplo de la relación entre el fenicio y el ugarítico. Aunque a primera vista parecen no tener ninguna semejanza mutua, pues uno es un sistema cuneiforme y el otro no, eso queda desmentido tras una observación más atenta. La primera línea es el valor fonético, la segunda las letras fenicias y la tercera las letras cuneiformes. Nótese la estrecha correspondencia entre cada signo fenicio con el correspondiente ugarítico.
La figura inferior muestra los estilos de escritura de tres grandes sistemas cuneiformes: babilónico, ugarítico y asirio.
La figura inferior muestra el alfabeto ugarítico comparado con otros sistemas semíticos septentrionales que comparten el orden de las letras que los occidentales hemos adoptado.
La ayuda de los diccionarios
En Ugarit se descubrieron también unos diccionarios trilingües, dispuestos en tres columnas: acadio, ugarítico y hurrita. Probablemente los habían utilizado los escribas ya que Ugarit era una ciudad políglota que se encontraba enclavada en el punto donde se cruzaban las carreteras del antiguo mundo occidental. La tablilla inferior muestra una lista de signos del pasado (a la izquierda de cada columna) y signos de su época (Siglo VII a. d. Cristo).
En la figura inferior observamos una de las tablillas descubiertas en 1955 en Ugarit, conteniendo un abecedario bilingüe ugarítico-acadio. La tablilla, algo fragmentaria, mide 67 X 40 mm. Los signos cuneiformes ugaríticos van dispuestos en dos columnas (anverso y reverso) en las cuales cada letra va seguida del signo del silabario acadio que le corresponde fonéticamente. Mutilada la tablilla en el incendio del palacio, no quedan sino las diez primeras y las diez últimas letras, con sus equivalentes acadios.
Este sistema de escritura fue suplantado más tarde por los alfabetos proto-cananeo y el semítico occidental.
La figura inferior muestra un diagrama en el que se comparan diversos sistemas de escritura semíticos a partir del proto-sinaítico.
ALFABETO HEBREO
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Nociones básicas
El sistema de escritura hebreo es consonántico y tiene un lapso de vida de c. 900 a. C. hasta el siglo IV a. C. El sentido de la escritura es de derecha a izquierda. |
(Denominamos hebreo al hebreo arcaico, mientras que al hebreo cuadrado lo llamamos judaico. Nota del editor)
Territorio de las doce tribus de Israel (siglo XV a. C.)
El mapa inferior muestra la geografía de la gran familia de alfabetos semíticos en sus tres zonas gegográficas de dispersión: occidental, oriental y meridional.
Origen del hebreo
Entre los valores culturales que los hebreos adoptaron de los habitantes de Canaán, tras su conquista de la tierra, debió de estar el arte de escribir. Esto tuvo que tener lugar hacia los siglos XII-XI antes de Cristo.
Aunque parezca extraño, las primeras características distintivas de la escritura hebrea se aprecian en las inscripciones moabitas del siglo IX antes de Cristo, especialmente en la inscripción (figura inferior) que menciona al padre de Mesa, Kemosyat, y la famosa estela de Moab. Aunque su lenguaje es moabita, un dialecto cananeo pariente del hebreo aunque no idéntico, su escritura es hebrea. Esas inscripciones moabitas del siglo IX a. C., ilustran la primera etapa de la tradición escritural hebrea.
La estela de Mesa fue erigida por el monarca moabita de ese nombre y es un documento histórico referente al libro de la Biblia 2 Reyes capítulo 3. Se trata de una gran estela que Mesa plantó en su capital, Dibón (actual Dibán); está inscrita en dialecto moabita-cananeo, similar al hebreo bíblico. Tiene una altura de 1,13 metros y una anchura de 70 cm; lleva una inscripción de 34 líneas, escrita en primera persona del singular; se inicia con una recitación bastante presuntuosa, hecha por Mesa, rey de Moab, acerca de sus triunfos sobre la casa de Omri, rey de Israel. La información que proporciona es de gran interés si se compara con la descripción de 2 Reyes en la Biblia.
Estela de Moab |
"Yo soy Mesa, hijo de Kemos, rey de Moab, el dibonita. Mi padre reinó sobre Moab durante treinta años y yo reiné después de mi padre. Y yo hice el lugar alto para Kemos en Qerjá, un lugar alto de salvación, porque él me había salvado de todos mis enemigos y me proporcionó el placer de verme por encima de todos aquellos que me habían odiado. Omri, rey de Israel, humilló a Moab durante muchos días, pues Kemos estaba irritado contra su pueblo; y su hijo le sucedió y también él dijo: "Yo humillaré a Moab". En mis días habló de ese modo, pero yo he triunfado sobre él y sobre toda su casa, mientras que Israel ha perecido para siempre. Omri tomó posesión del país de Madaba, y moró allí en sus días y durante la mitad de los días de su hijo: cuarenta años; pero Kemos lo ha restaurado en mis días. Y yo edifiqué Baal Meón y construí en ella un estanque, y construí Queryaten. Por entonces los hombres de Gat habían morado en Atarot desde antiguo; y el rey de Israel edificó para sí Atarot. Y yo luché contra la ciudad y la conquisté y degollé a todas las gentes de la población e hice de ella lugar de pastoreo para Kemos y para Moab. Y capturé de allí el santuario de Dudá y lo arrastré ante Kemos, en Queriyot; e instalé allí a la gente de Sarón y de Mejrat. Y Kemos me dijo: "Ve y arrebata Nebo a Israel". Y fui de noche y luché contra ella desde el amanecer hasta el medio día y tomé y maté a todos en ella. 7.000 hombres, muchachos, mujeres, doncellas e incluso siervas, pues los había destinado a la destrucción para el rey Istar Kemos. Y tomé las vasijas de Jehová y las llevé ante Kemos. Ahora bien, el rey de Israel había construido Yahas y vivió en ella mientras luchó contra mí, pero Kemos le arrojó de delante de mí. Tomé 200 hombres de Moab y todos sus jefes, los llevé contra Yahas y la tomé y la añadí a Dibón. Y construí Querjá, la muralla del bosque y la muralla de la colina, y sus puertas y sus torres y el palacio real e hice dos estanques en el centro de la ciudad, así que dije a todo el pueblo: "Que todo el mundo se construya una cisterna en su casa." Y yo tallé el acueducto de Querjá con la ayuda de los prisioneros de Israel. Y reconstruí Aroer y construí la carretera a través del Arnón, y reconstruí Bet Bamot, pues había sido destruida, y Betser... pues todo Dibón estaba sometido. Y reiné... 100 ciudades que había añadido al país. Y reconstruí Madaba y Bet Deblatein y el templo de Baal Meón, y tomé allí al ganadero... los rebaños del país. Entonces moraba allí Jernán, hijo de Dedán, y Dedán dijo... Kemos me dijo: "Baja contra Jernán." Así que yo descendí y peleé... y Kemos moró en ella durante todos mis días..."
En las primeras 8 líneas de la inscripción en la piedra moabita (figura inferior) se ha destacado la palabra Israel. Aparece en la quinta y séptima línea.
Igual que la estela de Moab, la estela de la casa de David está escrita en hebreo y se trata del documento más antiguo en el que aparece una referencia a la casa de David, aparte de la Biblia. Fue descubierta en 1993 en Tell Dan, al norte de Galilea, cerca de la fuente principal del Jordán. Se trata de una piedra de basalto de 32 cm. de alto por 22 de ancho. Se calcula que su fecha es de la segunda mitad del siglo VIII a. C., época de la conquista del reino del norte por Tiglat Pileser III.
La primera línea sólo contiene tres letras y la última cinco, habiéndose perdido buena parte del total de la inscripción. Las palabras están separadas por puntos y el estilo de las letras recuerda al de las inscripciones de Bar Hadad, Hazael y Zakur. La estela menciona a la casa de David probablemente como título de la dinastía de los reyes de Judá. Es una estela conmemorativa de la victoria del rey sirio Hazael en la que se da cuenta de sus combates contra "dieciséis" reyes, entre los que se hallan Joram rey de Israel y Ocozías rey de Judá, aunque según el relato bíblico fue Jehú el que los mató a ambos. La estela evoca al dios sirio Hadad, como el que puso a Hazael sobre el trono de Siria y menciona a Joram, hijo de Acab rey de Israel y a Ocozías hijo de Joram rey de la casa, o de la dinastía, de David.
Otra inscripción moabita en escritura hebrea es la encontrada en vasos de piedra hallados en Kuntilet 'Ajrud y datados en el siglo IX a. C. La figura inferior muestra una de esas inscripciones moabitas que hace referencia a una ofrenda votiva.
La veracidad de los relatos bíblicos es confirmada una y otra vez por los restos arqueológicos encontrados. La placa de marfil (inferior) contiene el nombre del rey sirio Hazael (siglo IX a. C.), cuya intervención militar contra Israel, durante el reinado de Jehú, viene recogida en 2 Reyes 10:32-33.
La tablilla de piedra hallada en Gezer (figura izquierda) muestra un calendario con el ciclo agrícola de las estaciones. En siete líneas, sobre un trozo de caliza blanca de 7 por 10 centímetros, enumera los meses y las estaciones del modo siguiente:
Al final de la inscripción y en línea vertical se aprecian tres letras que son A, B, Y o G. Tal vez es una firma o las tres primeras letras del alfabeto hebreo.
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Inscripciones hebreas
Las excavaciones realizadas en Samaria en 1908-1910 descubrieron varios ostraca con inscripciones hebreas, hechas con tinta, en los almacenes del palacio real. El texto de estas inscripciones (figura inferior) es muy breve e incluye la fecha (año del reinado del monarca), un lugar, nombre de una persona y una cantidad (de vino o aceite). Por ejemplo: bst htst myst l'hnw'm (n)bl y(n) ysn, que significa: "En el año noveno de (no se da el nombre), rey de Israel, se compró una jarra de vino añejo, perteneciente a Ahinoam."
La época de estas ostracas es del siglo VIII a. C., concretamente una parte es del reinado de Joás, hacia el 795-794 a. C. y la otra del reinado de Jeroboam II (789-748 a. C.).
Las piezas laterales proceden, igualmente, de notas de entrega en especies. La superior dice:
"En el año 10 (envío de la ciudad) de 'Abi'ezer a Semario, jarra de vino añejo." " A Is (una jarra de vino añejo de la ciudad de Tetel."
La inferior dice:
"En el año 10 (envío de la ciudad) de 'Azzah a Gaddio, jarra de aceite fino."
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Las dos ostracas (figura inferior) encontrados en Tell Kassileh pertenecen aproximadamente al mismo período. La ciudad allí existente, puerto del reino del Norte, sobre el estuario del río Yarcón, fue destruida en el año 732 antes de Cristo, en el curso de una campaña de Tiglat Pileser III. Los ostraca, por lo tanto, deben haber sido anteriores a esa fecha. Estos son certificados de los embarques de ciertas cantidades de aceite y oro con destino a Fenicia o Egipto. Al contrario de lo que sucede en el caso de Samaria (escritos con tinta), éstos están en forma de incisión. Uno de ellos reza: lmlk 'lf smn wm'h 'hyhw, que significa que 1.100 medidas de aceite fueron enviadas desde el tesoro real o confirmadas por un funcionario gubernamental del puerto, llamado Ajías. La segunda inscripción reza: zhb 'fyr lbyt hrn (-)s, que quiere decir: "Treinta siclos de oro de Ofir (de buena calidad) procedentes de Bet Horón", tal vez la casa del dios del mismo nombre.
Ostracas de Tell Kassileh
En 1880 se descubrió una inscripción que estaba grabada en las paredes del túnel que llevaba las aguas de la fuente de Siloé, al este de Jerusalén, hasta la propia ciudadela. La inscripción se atribuye a Ezequías, rey de Judá. Su traducción dice:
Inscripción de Siloé
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...h-nqbh w-zh hjh dbr h-nqbh b-' wd...
-
h-grzn 'š 'l r'w w-b-'wd šlš 'mt l-hk(t nšm)' ql š q-
-
r' 'l r'w kj hjt zdh b-sr m-jmn (...) w-b-jm h-
-
nqbh hkw h-hsbm 'š l-qrt r'w grzn 'al (glrzn w-jlkw
-
h-mjm mn h-mws' 'l h-brkh b-m 'tjm w-'lp 'mh w-m'-
-
t'mh hjh gbh h-sr 'l r'š h-hsbm...
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...cuando se excavó el túnel. Y este fue el modo con que se perforó: Mientras... había todavía... los picos,
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cada hombre hacia su compañero, y mientras todavía quedaban tres codos por horadar, se oyó la voz de un hombre que llamaba a
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su compañero, pues había resonancia en la roca proveniente del norte y del sur. Cuando
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se excavó el túnel, los picapedreros excavaron la roca, cada uno en dirección a su compañero, pico contra pico;
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y las aguas fluyeron desde la fuente hasta el estanque a lo largo de 1.200 codos;
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y la altura de la roca, por encima de las cabezas de los picapedreros, era de 100 codos.
En el pueblo de Siloé, al este de Jerusalén, se han descubierto tres inscripciones funerarias procedentes de la época del Primer Templo. La investigación paleográfica demuestra que pertenecen a un período próximo al del rey Ezequías de Judá. Una de ellas (figura inferior), la denominada inscripción de Sebnayahu, dice:
zwt (kbwrt...) yhw 'sr 'l hbyt. 'n pw ksf wzhb
ky 'm ('smtw) w'smt 'mth 'th. 'rwr h'dm 'sr
yfth 't zwt
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Este es (el sepulcro de ...iahu), gobernador de la casa. Aquí no hay ni oro ni plata,
sino solamente (sus huesos) y los huesos de su concubina.
Maldito sea el hombre que lo abra.
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El dueño del sepulcro fue un hombre importante, al parecer el funcionario gubernamental que estaba "sobre la casa"(mayordomo). Esta frase es semejante al pasaje de Isaías 22:15-16 en la Biblia. La maldición "sobre el que abra este sepulcro" hace referencia a los ladrones que solían violar las tumbas en busca de los objetos preciosos que se enterraban con el difunto.
También en Arad se ha descubierto abundante material consistente en ostracas con unos trazos muy peculiares (figura superior e inferior) de escritura. Debido a la humedad del clima que impera en la mayor parte del país, los materiales orgánicos de escritura, tales como el pergamino o el papiro, se han descompuesto en el transcurso de los siglos, y las únicas inscripciones descubiertas han sido las grabadas sobre la roca o escritas sobre trozos de cerámica (ostraca).
Sin embargo, entre el abundante material procedente de la época de Bar Kochba, descubierto recientemente en una cueva del wadi Murabbaat, cerca del Mar Muerto, se ha encontrado un papiro escrito en hebreo, que al parecer pertenece al siglo VIII antes de Cristo. Es lo que se llama un palimpsesto, es decir, un texto que se ha superpuesto sobre otro anterior, ya existente. Debido al elevado precio que alcanzaban los papiros, se usaban con frecuencia, de este modo, dos o tres veces cada uno. En el caso presente (figura inferior) sólo dos líneas del texto primitivo son descifrables, y éstas sugieren que el trozo de papiro formó parte de una larga carta. La escritura posterior es una lista de cuatro nombres de personas, con símbolos y figuras que posiblemente representan cantidades.
En 1960, durante las excavaciones realizadas en un antiguo fuerte denominado Masad Hashabyahu (en la costa meridional de Yabné Yam), se descubrieron seis ostraca y una inscripción grabada sobre un fragmento de jarra. El hebreo es bíblico en cuanto a su estilo, y los contenidos de los seis ostraca, que incluyen nombres con el elemento teofórico yahu, hacen muy plausible que esta zona fuese capturada por Josías, rey de Judá (hacia el 620 a. C.), detalle que antes se desconocía. El ostracon más importante de los encontrados en la fortaleza es una carta de catorce líneas (figura inferior), en hebreo, descubierta en el cuarto de guardia de la puerta de la fortaleza. El comienzo de la carta es como sigue: ysm 'dny hsr 't dbr 'bdh compárese esto con "...que el rey, mi señor, se digne escuchar las palabras de su siervo.", de 1 Samuel 26:19. En la carta, escrita en la época de la cosecha, un pobre campesino se queja de su dolor por haber perdido su manto y le pide que le sea devuelto.
Inscripción de Jasor
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En Jasor se encontraron cascos de cerámica grabados (uno de ellos escrito con tinta) con los nombres de los dueños a los cuales pertenecían las jarras: lmkbrm ldlyw o lpkh smdr.
La última inscripción (figura lateral) incluye una descripción del contenido de la jarra; smdr fue, al parecer, algún tipo de vino.
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En Samaria se halló el fragmento (figura inferior) de una estela en el que aparecía grabada la palabra asr que quiere decir bienaventurado.
Inscripción de Samaria
Entre otros hallazgos realizados en Laquis se encuentra una jarra con la inscripción bt lmlk. Bat indica una medida de líquidos, y la adición de la palabra lmlk ("del rey") expresa que esta jarra fue una medida oficial o que su contenido se había confirmado oficialmente.
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Jarra de Laquis
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Las asas de jarra de la figura inferior son de los siglos VII-VI a. C. y suponen una buena muestra de la difusión de la escritura hebrea en estos utensilios.
Otro ejemplo posterior de la abundancia de estos sellos reales para controlar el comercio de líquidos se aprecia en las asas de jarras que portan sellos reales; proceden de Gabaón y son del siglo VI a. C.
En el antiguo Israel, los sellos se utilizaron para firmar (o sellar) documentos, y el sello poseía la fuerza de una firma real. Ningún documento se consideraba auténtico a menos que llevase la impresión de un sello. Los sellos privados más importantes son los que contienen nombres de hombres y mujeres de Israel. Como el famoso sello del león encontrado en Meguido (figura inferior izquierda), cuya lectura es:
'Shema siervo de Jeroboam'
Los sellos hebreos del período persa (figura inferior) no difieren mucho de los del período del Primer Templo. Los sellos reales de este etapa contienen la palabra yhd, que algunas veces queda abreviada en yah, término arameo con que se designaba la satrapía de Judá. Hacia el final del período persa, las asas de jarras fueron inscritas con las letras yrslm(Jerusalén), rodeando a una estrella de cinco puntas.
La escritura lapidaria o monumental que refleja la inscripción de Siloé es del mismo estilo usado en las inscripciones de los sellos en las jarras reales, tal como lo atestigua la figura inferior.
Inscripciones en piedra, sellos y sobre todo ostracas, son testimonios del desarrollo de la grafía hebrea. Especialmente importantes son estas últimas; algunas son incisiones en el barro, pero la mayoría están escritas con tinta. Famosas entre ellas están las cartas de Laquis (figura derecha) del siglo VI a. C.
El autor de ellas es Hoshayahu, uno de los subordinados de Yaush, que estaba al frente de la guarnición de una de las ciudades provinciales en la carretera que iba desde Laquis hasta Jerusalén. Hoshayahu escribe a su comandante en un tono muy humilde; después de los saludos convencionales al principio de la carta:"Que Jehová quiera que mi señor oiga buenas nuevas de paz".
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Estas cartas están escritas en un momento muy delicado; es durante el reinado de Sedequías y cuando Jerusalén está asediada por las tropas de Nabucodonosor. A Jerusalén se le puso sitio en el 597 a. C., diez años más tarde caería en poder de los caldeos.
El documento de la figura lateral es una carta procedente de Tell ed Duweir; contiene seis líneas de texto y la lectura de las cinco primeras es como sigue:
'l 'dny y'ws ysm
yhwh 't 'dny sm't sl m 't kym 't kym my 'bd k klb ky zkr 'dny 't (')bdh y'(ob,)kr yhwh 't
A mi señor Yaosh: Que Jehová sea propicio a mi señor sobre las nuevas de paz en este mismo día, en este mismo día. Y tu siervo, un perro, porqué mi señor se acuerda de su siervo? Que Jehová entristezca...
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Los sellos reales forman una de las fuentes de más alto valor para conocer la evolución de la escritura hebrea. Debajo tenemos dos de tales sellos con inscripciones grabadas en piedras semi-preciosas; su fecha es del siglo VII a. C.
A pesar de las diferencias dialectales entre Judá e Israel, en ambos reinos se usó el mismo alfabeto. Esta escritura fue adoptada por moabitas y edomitas, quienes la usaron para verter sus propias lenguas.
Alfabeto de los vecinos de Israel
En la región circunvecina a la ocupada por los israelitas vivieron otros pueblos como los moabitas, edomitas, amonitas y filisteos.
Todos ellos hicieron uso del alfabeto hebreo, si bien con ciertas peculiaridades propias de cada uno de esos pueblos. Ya hemos visto antes la inscripción moabita de Mesa, rey de Moab.
Además de dicha inscripción existen otras inscripciones moabitas, principalmente en sellos en los cuales aparece el elemento teofórico Quemos, nombre de la principal divinidad moabita.
La figura lateral muestra un sello moabita en el que aparecen tres líneas cuya lectura es la siguiente: kms'm kms'l hspr, esto es Kemos'am (hijo de) Kemos'el el escriba.
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La característica que distingue estas inscripciones moabitas de las hebreas es la letra mem, que aquí tiene una cabeza más grande que a veces ocupa casi la mitad de la letra y las dos barras verticales no cruzan la línea horizontal.
La figura lateral muestra otra inscripción que también contiene el nombre Quemos en la misma. La lectura es kmsntn.
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Pero además de sellos portadores del nombre Quemos, encontramos también otros portadores de otros nombres. Por ejemplo, la inscripción inferior, del siglo VI a. C., es el sello de Mesha y su lectura es Mesha (hijo de) 'Ada'el.
A estas alturas, las inscripciones moabitas y edomitas, perdida ya la influencia que Israel y Judá ejercían sobre ambos pueblos, se parecen cada vez más a las letras arameas y cada vez menos a las hebreas, debido a la influencia asiria.
Se aprecia tal desplazamiento en la letra shin que consiste de tres dedos encontrándose en un punto.
La figura lateral muestra otro sello moabita con la lectura Manasés hijo del rey.
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Otro pueblo vecino de Israel que usó el alfabeto hebreo fue el edomita. Lo mismo que ocurrió con los moabitas sucedió con los edomitas; progresivamente su escritura adquirió ciertas características personales hasta desplazarse hacia el arameo.
La figura lateral muestra el sello de Yatom cuya inscripción lee: lytm y cuya lectura es (perteneciente) a Yatom, un nombre semítico que significa huérfano.
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Otra inscripción edomita es la ostraca de Tell e-Kheleifeh (figura lateral), procedente del siglo VI a. C.
En esta inscripción la forma de las letras es muy aramea y apenas hebrea.
En esta ostraca encontramos el nombre teofórico Qaus, la principal divinidad edomita.
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Otro pueblo vecino de los israelitas fueron los amonitas. Vivieron a lo largo del camino real, al norte de Moab. Aunque el cuerpo de inscripciones amonitas es aún escaso ha crecido en las últimas décadas.
Las inscripciones existentes datan de entre los siglos IX al V a. C.
Se han hallado en Amán tres inscripciones fragmentarias, una sobre la estatua de Yerah'azar (figura lateral), otra conocida como la inscripción de Citadel y otra llamada Inscripción del Teatro (figura inferior).
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En Tell Siran se descubrió una jarrita (figura inferior) en la que estaba incisa una inscripción amonita en la que se describe brevemente "las obras de Aminadab, rey de los amonitas, hijo de Hissil'el rey de los amonitas, hijo de Aminadab rey de los amonitas."
Al igual que ocurriera con las inscripciones moabitas y edomitas, también existen inscripciones amonitas incisas sobre sellos, los cuales han sido la fuente para conocer nombres amonitas personales, pues es sabido que los sellos eran objetos muy personales.
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En las excavaciones llevadas a cabo en Hesbon se han hallado una serie de ostracas (figura inferior) que contienen nombres personales.
Canto de cisne
Hasta la destrucción del templo, el sistema hebreo de escritura continuó usándose, siendo reflejo de la tradición nacional escrita. Pero su curso fue interrumpido por la destrucción del templo y el exilio de las clases más educadas en Babilonia. Cuando los judíos regresan de la cautividad hablan y escriben en arameo. El arameo era la lengua oficial del imperio Persa y también de la provincia de Judá, llamada Yehud. Parece ser que el hebreo era todavía hablado y escrito por los que no habían estado en el exilio, pero finalmente el arameo prevaleció. El uso del hebreo arcaico aparece todavía en los tiempos del segundo templo, principalmente en monedas y en fragmentos del Pentateuco hallados en Qumrán. La última noticia conocida del uso de este sistema por los judíos son las monedas de Bar Kochba en 132-5 d. C. Los samaritanos, sin embargo, continúan usándolo hasta el día de hoy. De este uso tardío del hebreo dan testimonio las monedas de la figura inferior que corresponden a los períodos de los asmoneos (135-37 a. C.), al levantamiento del 70 d. C. y a la rebelión de Bar Kochba (132-135 d. C.).
La figura inferior muestra el desarrollo del alfabeto hebreo en sus diferentes etapas hasta llegar al samaritano.
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