Agricultura en Afganistán
Las Estaciones de Máquinas y Tractores (en ruso: Маши́нно-тра́кторная ста́нция, МТС,MTS) era un tipo de empresa estatal de agricultura que funcionó en la Unión Soviética y en otros países países socialistas que se encargaba de la provisión de ayuda técnica, mantenimiento y organización de la maquinaria agrícola de las grandes colectividades productoras (koljoses,sovjoses y cooperativas de agricultura).- ......................................................................:https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Estaci%C3%B3n_de_M%C3%A1quinas_y_Tractores&printable=yes
Agricultura en Brasil
La agricultura en Brasil es, históricamente, una de las principales bases de laeconomía del país, desde los principios de la colonización hasta el siglo XXI, evolucionando de los extensos monocultivos a la diversificación de la producción.
Inicialmente productora de la caña de azúcar, pasando por el café, la agricultura brasileña se presenta como una de las mayores exportadoras del mundo en diversas especies de cereales, frutas, granos, entre otros.- ...............................................:https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Agricultura_en_Brasil&printable=yes
Con una superficie de 8,5 millones de kilómetros cuadrados, Brasil ocupa alrededor de la mitad de América del Sur. La mayor parte del territorio está situada entre el ecuador y el trópico de Capricornio. El gran número de cultivos que se producen en el país es un reflejo de la extensión y diversidad del territorio. Las regiones agrícolas más importantes del país son el sur, el sudeste y el centro oeste.
Según el censo agrícola de 1995/1996, la superficie cultivada es del orden de los 50 millones de hectáreas, y los pastizales abarcan alrededor de 178 millones de hectáreas. Los productos agrícolas principales son el café, el azúcar, la soja, la mandioca, el arroz, el maíz, el algodón, los frijoles comestibles y el trigo. Brasil produce aproximadamente 2 000 millones de litros de leche por año y es el sexto o séptimo productor mundial. La producción de carne es del orden de los 15 millones de toneladas, y el país es el tercer productor mundial.
La agricultura representa aproximadamente el 10 por ciento del BIP, emplea alrededor del 20 por ciento de la fuerza laboral y representa un 20 por ciento de los ingresos de exportación. Los productos de exportación más importantes son la soja y sus productos derivados, el café, el azúcar, el zumo de naranja y la carne.
Durante el último decenio se han producido en la economía brasileña profundas transformaciones. La interrupción del proceso inflacionario fue una conquista importante que dio lugar a cambios que aumentaron la eficacia de los sectores tanto privados como públicos. En el sector público, el logro de un equilibrio fiscal a largo plazo ha requerido cambios en los procedimientos, particularmente en lo que se refiere a la formulación y ejecución de políticas. El proceso presupuestario, que en el pasado solía ser no vinculante, está asumiendo un papel cada vez más importante en el establecimiento de las prioridades de políticas.
Las transformaciones se han extendido también a la política comercial. Al comienzo de los años noventa, el Brasil promovió una reforma importante de sus aranceles y ya estaba en conversaciones con Argentina para la creación de una zona de libre comercio entre ambos países. El abandono del antiguo proteccionismo en favor de un sesgo más liberal en las políticas comerciales ha contribuido a aumentar ulteriormente la eficacia en el sector privado y, particularmente, en la agricultura. Todavía queda un camino largo por recorrer en lo que se refiere a la liberalización del comercio tanto en la agricultura como en otros sectores, pero la profundidad del proceso dependerá principalmente de la disposición de los asociados comerciales brasileños para seguir adelante con la liberalización, así como de los resultados de las negociaciones comerciales multilaterales.
También la política agrícola ha estado sujeta a cambios importantes. Durante los años setenta y parte de los ochenta, el crédito subvencionado era el instrumento más importante en materia de ayuda interna. A mediados de los años ochenta disminuyó la importancia del crédito, y la ayuda interna pasaba principalmente a través de los mecanismos de sostenimiento de los precios, con los que el gobierno acumulaba las existencias de algunos productos. El análisis de estas políticas ha demostrado que han tenido pocos efectos en la eficacia y que condujeron a un aumento de los precios de la tierra, a una mayor concentración de la propiedad de las tierras y a una peor distribución de los ingresos (Brandão y Carvalho, 1992; Brandão y Rezende, 1989). Estas políticas se abandonaron en su mayor parte en los años noventa debido a las dificultades financieras del sector público, y actualmente la ayuda interna a la agricultura comercial no es significativa.
Al comienzo de los años setenta, el Brasil promovió una reforma completa del sistema de investigaciones agrícolas, con la creación de Embrapa (Corporación brasileña para las investigaciones públicas) y la destinación de cuantiosas inversiones a la capacitación de científicos. Desde entonces, la mayoría de los gobiernos han considerado esto como una prioridad de la política agrícola, y actualmente el Brasil tiene un sistema de investigaciones agrícolas vigoroso al que se deben en gran parte los notables aumentos observados en la productividad del sector.
También han contribuido a los cambios producidos en el Brasil las novedades registradas en la economía mundial. El ARU impuso nuevos límites a los tipos de políticas que pueden aplicarse. Análogamente, los acuerdos regionales como el MERCOSUR establecieron otras restricciones a la política comercial. El Brasil participa también en negociaciones encaminadas al establecimiento de otras zonas de libre comercio, como el MERCOSUR y la UE, el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y otros acuerdos bilaterales, como el acuerdo de cooperación que acaba de firmarse con México.
Hay una gran demanda de políticas sociales, que incluye iniciativas como los programas de reforma agraria y de reducción de la pobreza. En vista de esto, de las restricciones fiscales con las que se enfrenta el gobierno del Brasil y de las reglamentaciones del sistema comercial internacional, no quedará mucho margen para la aplicación de políticas de ayuda interna, como las adoptadas antes de los años noventa. El panorama descrito anteriormente, unido al hecho de que el Brasil tiene una ventaja comparativa en los productos agrícolas y los productos basados en la agricultura, pone de relieve el hecho de que las negociaciones comerciales agrícolas tienen una gran prioridad en el programa de políticas económicas del gobierno brasileño.
El avance del agro negocio, con monocultivos de soja o de caña de azúcar, es el responsable en Brasil de la expansión de las grandes propiedades, que cada día quedan en menos manos, según organizaciones campesinas y analistas del sector.
Así lo indica el Censo Agropecuario de 2006, realizado por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), que tomó como base de trabajo de campo más de cinco millones de haciendas.
Así lo indica el Censo Agropecuario de 2006, realizado por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), que tomó como base de trabajo de campo más de cinco millones de haciendas.
Brasil: Gran productor agropecuario mundial |
El informe señala que el índice que mide la distribución del suelo vinculando el área total de cultivos comparado con la cantidad de dueños de la tierra fue en 2006 de 0,872, quedando muy cerca del nivel máximo de concentración de tierras, indicado con el número "1".
El mismo índice en el censo agropecuario anterior, realizado en 1995-1996, era de 0,856, es decir que aumentó en 1,9 por ciento.
El censo determinó que la concentración aumentó en todos los estados, mientras se acentuaba la pérdida de fuentes de trabajo.
Asimismo, la investigación contiene datos puntuales de cada estado. Los más reveladores para los analistas, es que en áreas como las de São Paulo el avance de los cultivos de caña de azúcar hizo que se incrementara en 6,1 por ciento la concentración de la tierra en el mismo período, gracias al incentivo de la producción de combustibles como el etanol.
Los responsables de la encuesta del IBGE, divulgada el miércoles, dicen que esa realidad paulista muestra que uno de los principales factores del aumento de la concentración es el avance del agro negocio y de los grandes monocultivos para exportación, como los de soja y maíz, al igual que la expansión de fronteras agropecuarias hasta abarcar áreas protegidas como la Amazonia y el Pantanal matogrosense.
También aumentó la desigualdad rural. En el sudoccidental estado de Mato Grosso do Sul fue de 4,1 por ciento y en el norteño de Tocantins de 9,1 por ciento.
En Mato Grosso do Sul, donde el índice de desigualdad en la tenencia de la tierra llegó a 0,865, se estimuló desde la década pasada la producción de soja y de ganado vacuno, mientras que en el nororiental estado de Alagoas, donde alcanzó el 0,871, creció la explotación de caña de azúcar. Algo similar ocurrió en el estado de Sao Paulo.
Los expertos del IBGE aclararon que el índice que da la proporción de la concentración, no significa en si mismo los beneficios o perjuicios de esa distribución. Por ejemplo, no revela datos sobre arrendamiento de la tierra.
Una interpretación que, sin embargo, es cuestionada por organizaciones campesinas y especialistas del sector rural.
La socióloga Brancolina Ferreira, del también estatal Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA), destacó que, aunque todavía no hubo tiempo hábil para conocer los resultados del censo en detalle, "a primera vista salta que entre 1996 y 2006 aumentó la concentración de la propiedad de la tierra".
Inclusive en las zonas "donde había un gran número de familias asentadas por disposición gubernamental en el marco de la reforma agraria, acotó a IPS esta técnica en investigación y planificación del IPEA.
Joao Pedro Stedile, de la coordinación nacional del Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra (MST), no se sorprendió por los resultados.
"Es el retrato que refleja lo que ya estábamos denunciando en la práctica y es que en los últimos 10 años hubo una brutal concentración de la propiedad de la tierra en Brasil", respondió el dirigente campesino a IPS.
Según el estudio, las propiedades mayores de 1.000 hectáreas controlan nada menos que 46 por ciento de todas las tierras de Brasil. Mientras que las propiedades con menos de 10 hectáreas controlan apenas 2,7 por ciento.
"Yo creo que ahora debemos ser el país con mayor concentración de la propiedad en el mundo", se lamentó.
Stedile atribuyó el aumento de la concentración rural a la expansión del agro negocio dirigido a la exportación, que necesita de grandes extensiones e inversiones para producir a gran escala.
"Eso confirma que la agricultura brasileña pasó a ser dominada por el gran capital internacional, que se unió a los hacendados para aplicar el modelo del agro negocio", agregó.
Lo que ahora está expreso en números según el MST, ya era evidente a simple vista en la expansión de los monocultivos de caña, de naranja, de eucaliptos y de la ganadería extensiva.
Según el Instituto de Colonización Agraria, durante la gestión gubernamental de Ignacio "Lula" Da Silva, de 2003 a 2008, se entregaron parcelas para cultivo a 519.000 familias, que equivale a 59 por ciento del total concretado en toda la historia del país
Asegura además que de 2003 a 2009 se destinaron en créditos 4.352 millones de reales (1.275 millones de dólares).
Pero para Stedile, esos avances son parte de una reforma agraria que es "apenas de compensación social" y que no "ataca la gran propiedad de la tierra en Brasil."
Junto a otros movimientos sociales y campesinos, el MST dice que "es hora de debatir con urgencia" cuál es el modelo que el país quiere. Si el del agro negocio "aliado a empresas nacionales que controlan la producción y el comercio de granos y materias primas" o el de agricultura familiar y de reforma agraria.
El mismo censo reveló que la agricultura familiar es la que produce 85 por ciento de todos los alimentos de Brasily, entrando en detalles, 87 por ciento de la mandioca, 70 por ciento del fríjol, entre otros, mientras que emplea 74 por ciento de los trabajadores en el campo.
"El agro negocio esta preocupado en cambio por producir dólares exportando", según Stedile.
Ferreira de IPEA, considera que para combatir la desigualdad en el campo es necesario "terminar la reforma agraria", revisar algunos dispositivos legales, invertir en la estructuración productiva de los asentados, darles una asistencia permanente de calidad, acabar con el analfabetismo y elevar los niveles de escolaridad, entre otras medidas.
Stedile va más allá. Reivindica lo que llama "una reforma agraria popular", basada en la desconcentración de la tierra, en la priorización de la producción de alimentos para el mercado interno y en el incentivo de pequeñas agroindustrias en forma de cooperativa.
También destaca otras necesidades, como la de adoptar técnicas de producción agrícola basadas en la agro-ecología sin elementos tóxicos.
En ese sentido, el censo se refiere a otros datos llamativos como que 27 por ciento de las haciendas usan agrotóxicos, sin mayores criterios o controles.
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