sábado, 3 de octubre de 2015

Batallas por orden cronológico - Edad antígua


Batallas del siglo V a. C.

La batalla de Éfeso (498 a. C.) fue una batalla de la rebelión jónica en la que el sátrapa Artafernes derrotó a las fuerzas de la rebeldía jónica en venganza del Sitio de Sardes.
Los griegos jónios, aliados entonces al poderoso Imperio persa, se habían sublevado contra los persas a instigación de Aristágoras de Mileto. Después de la revuelta, él había viajado llevando la petición de ayuda por las ciudades griegas.Esparta había rechazado enviar cualquier tipo de apoyo pero Atenas acordó enviar 20 barcos, y Eritrea, que debía una deuda de honor al milesio, envió cinco. El ejército combinado jónico, ateniense y eritreo sitió y quemó Sardes. Aristágoras no había participado en esta misión, pero había permanecido en Mileto y confió el mando de los jónios a su hermano Charopines y a otro ciudadano llamado Hermofanto, durante el sitio de Sardis, los persas habían ofrecido resistencia, y los jonios y sus aliados se habían retirado hacía sus barcos en Éfeso.
Después de la destrucción de Sardes, Artafernes, que hasta entonces había logrado esconderse en su acrópolis junto con una fuerte guarnición durante el sitio, reunió a un ejército persa para perseguir a los rebeldes jonios. Siguió de cerca al ejército griego que se retiraba a Éfeso (que estaba a aproximadamente a tres días de Sardes). Los griegos formaron fuera de las murallas de la ciudad para recibir el ataque persa. Aguantaron lo que pudieron, pero los persas salieron victoriosos. Muchos de los griegos fueron asesinados, incluyendo el comandante eritreo Eualcides.
La rebelión jónica no fue aplastada en esta batalla y seguiría durante los cuatro siguientes años, antes de que finalmente fueron derrotados por los persas. Sin embargo, la batalla de Éfeso marcó el final de participación ateniense en la rebelión. Rechazaron todas las llamadas de apoyo de Aristágoras.

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La batalla de El Pireo tuvo lugar en 403 a. C. entre los exiliados de Atenascomandados por Trasíbulo que habían derrotado al gobierno de los Treinta Tiranosy que habían ocupado El Pireo, y una fuerza espartana enviada a enfrentarse con ellos. En la batalla, los espartanos derrotaron por un pequeño margen a los exiliados, habiendo bastantes bajas en ambos bandos. Tras la batalla, Pausanias medió en un acuerdo entre las dos partes para conseguir la reunificación de Atenas y El Pireo, y el restablecimiento del gobierno democrático en Atenas.
A finales de 404 a. C., una pequeña fuerza de exiliados atenienses comandados por Trasíbulo se internó en Ática. Los exiliados pretendían acabar con el gobierno oligárquico represivo de los Treinta Tiranos y, en dos batallas, derrotaron las fuerzas de ese gobierno. Tras la segunda batalla los Treinta Tiranos fueron depuestos y reemplazados por un gobierno más moderado. Estos nuevos gobernantes, sin embargo, todavía no estaban en condiciones de llegar a un acuerdo con los exiliados, que ahora controlaban El Pireo, el puerto de Atenas. Se produjeron diversas escaramuzas entre los dos bandos: la caballería ateniense hacía salidas contra las partidas de forrajeros de los exiliados, mientras que desde el Prieo se hacían ataques contra las murallas de Atenas.1
Tanto los Treinta Tiranos exiliados en Eleusis como los gobernantes de Atenas enviaron emisarios a Esparta, pidiendo su ayuda contra el ejército de El Pireo. En este punto, la política interna espartana tuvo un papel vital en el futuro de Atenas. Lisandro, que apoyaba una política exterior agresiva y que era el responsable de haber instalado a los Treinta Tiranos en el poder, partió para Eleusis, comenzando a reclutar un ejército. A su partida, sin embargo, el rey Pausanias de Esparta, que prefería una política de carácter más defensivo, logró el apoyo de tres de los cinco éforos, y fue enviado a la cabeza de un ejército para hacer frente a la situación.
A la llegada de Pausanias a Ática, envió un mensaje a El Pireo ordenando al ejército rebelde que se dispersase. Cuando éstos se negaron, desplegó su ejército en orden de ataque, pero la batalla no se llegó a producir. Al día siguiente, sin embargo, una partida de infantería ligera ateniense atacó a una partida de reconocimiento espartana. Pausanias envió su caballería y a su infantería más joven para atacar, mientras que el resto de la infantería les seguía como apoyo. En la persecución la caballería y la infantería de avanzada espartana entró en El Pireo, en dónde se encontraron con un gran cuerpo de infantería ligera y fueron rechazados con diversas pérdidas. Trasíbulo salió con su cuerpo de hoplitas para hacer más presión, y los hoplitas espartanos les hicieron frente. Tras un tiempo, los espartanos vencieron, causando 150 bajas a los atenienses. Los atenienses volvieron a El Pireo, mientras que Pausanias y los espartanos se retiraron a su campamento.
Tras conseguir la victoria, Pausanias, en lugar de hacer valer su ventaja para continuar la guerra, buscó una salida diplomática mediando entre los dos bandos atenienses. Persuadió a Atenas y a El Pireo para que enviasen emisarios a Esparta, que volvieron con 15 oficiales apoderados para trabajar con Pausanias en la negociación de un acuerdo. Pausanias logró entonces persuadir a los atenienses para que sellaran sus desacuerdos permitiendo a todo el mundo volver a sus hogares, con la excepción de los Treinta Tiranos y sus más estrechos colaboradores, y que todos los que tuvieran miedo sobre su propia seguridad fueran libres de huir a Eleusis. Se restableció la democracia, y casi todos fueron perdonados. Eleusis se mantuvo independiente durante un tiempo pero, cuando se conoció que los Treinta Tiranos estaban reuniendo ahí un ejército mercenario, se lanzó un ataque preventivo que reincorporó la ciudad al estado ateniense.











La batalla de Enofita fue un conflicto entre Atenas y las ciudades estado beocias en el año 457 a. C., durante la Primera Guerra del Peloponeso.
En este período que se ubica entre las Guerras Médicas y la Guerra del Peloponeso, surgieron y colapsaron alianzas y ligas, aunque la guerra duró muy poco. En 457 a. C. Atenas, líder de la Confederación de Delos, entró en conflicto con Corinto y su aliada Esparta (líder de la Liga del Peloponeso) en Megara; dos meses antes de la batalla de Enofita los atenienses fueron derrotados en la batalla de Tanagra por Esparta, pero Esparta había perdido tantos efectivos que no pudieron aprovecharse de su victoria.
Atenas, que tenía 14 000 soldados en Tanagra, reagrupó su fuerza tras la batalla y marchó en Beocia. En Enofita,1 comandados por Mirónides, derrotaron a los beocios y destruyeron las murallas de Tanagra; también causaron estragos en Lócrida yFócida. La victoria en Enofita permitió a Atenas derrotar a Egina más tarde ese año, y finalizar la construcción de los Muros Largos hasta el puerto ateniense de El Pireo, construcción a la que se oponía Esparta.
Atenas mantuvo el control de Beocia hasta el año 447 a. C., cuando fue derrotada en la batalla de Coronea.









La batalla de Gela tuvo lugar en el verano de 405 a. C. en Sicilia. El ejército cartaginés bajo Himilcón (un miembro de la familia Magónida y pariente de Aníbal Magón), que había pasado el invierno y la primavera en la ciudad capturada deAkragas, marcharon para hacer frente a los griegos en Gela. El gobierno deSiracusa había depuesto a Dafneo, el general sin éxito del ejército griego en Akragas, con Dionisio, otro oficial que había sido un seguidor de Hermócrates. Dionisio planeó y consiguió plenos poderes dictatoriales. Cuando los cartagineses avanzaron sobre Gela y pusieron la ciudad bajo asedio, Dionisio marchó de Siracusa para hacer frente a la amenaza. Planeaba usar un complejo ataque de tres pasos contra los cartagineses, que fracasó debido a la falta de una adecuada coordinación. Dionisio decidió evacuar a Gela, ya que la derrota provocó el descontento en Siracusa y no querían perder su poder. Himilcón saqueó la ciudad abandonada después de que los griegos habían huido a Camarina.

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